Historia en curso...

Mi hermana Belén

  Belén, mi hermana, siempre fue muy exhibicionista. De mostrarse mucho en redes. Su perfil, publicaciones y stories eran un verdadero infie...

En Mendoza, mi prima extraña a su papi.

 




Las horas pasaron rápidamente y en menos de 24 hs estábamos con mi mamá en el aeropuerto de Mendoza y mi prima nos venía a recoger.

Atrás había quedado el trío con mi negro amigo Jeffrey y el corto pornográfico caribeño que filmé con él y mi madre como protagonistas.

La cara de mi prima lo decía todo. La tristeza se veía reflejada en su rostro. Tenía un rictus de amargura que no podía evitar. Ella era la mimada y protegida de su papá y lo habían matado. Quiso esbozar una pequeña sonrisa y mi madre la abrazó de repente y se pusieron a llorar. Luego la soltó y me abrazó a mí con mucha fuerza.

En ese momento, y pese a lo triste de la situación, no pude dejar de sentir los pechos de mi prima presionando mi pecho. Sé que es una aberración y me sentí muy mal, pero no pude evitarlo. Le acaricié la espalada con ternura y le besé la mejilla. Ella se aferraba a mí llorando y yo imaginaba que sentía su cuerpo pegado al mío. Me sentí una basura.

Dejé que mi madre subiera adelante y fuimos a la casa de mi tía. Esa mañana había sido el entierro de mi tío.

Mi tía se veía destruida emocionalmente. Con el correr de las horas pude notar que mi prima estaba con mucha bronca y fastidiada. Hacia comentarios por debajo que no supe entender.

En un momento, me fui con ella en la camioneta a buscar unas cosas porque ella me pidió que la acompañara. Cuando íbamos en el camino, le pregunté cómo había sido, qué había pasado.

-        Mirá, te voy a contar la verdad – me dijo ella

-        ¿Qué verdad?

-        A mi viejo lo mataron porque lo vendieron, llevaba guita que poca gente sabía porque iba a hacer una operación

-        Ah, ¿y quiénes crees que sabían?

-        La hija de puta esa…

-        ¿Quién?

-        ¡La pendeja esa de la fábrica que él se cogía! – estalló mi prima

-        Ah – no supe que más decir

-        Esa pendeja, negra de mierda… - decía mi prima indignada

-        Pero…

-        Estoy seguro que fue ella… pero te juro que voy a averiguar, conozco gente

-        Tranquila Bárbara, no hagas locuras, no te metas en quilombos.

-        Te pedí que me acompañaras porque quiero ver y revisar su oficina. Acá atrás llevo la notebook de mi viejo y necesito que me ayudes con unas cosas. Solo confío en vos.

-        ¿Y tu novio?

-        ¡No me hables de él!

Mi prima estaba hecha una furia. Entramos en la empresa de mi tío con la camioneta que era de él y activando su control remoto. Mi prima conocía absolutamente todo.

-        Mi papá me estaba preparando para que empiece a trabajar con él y me explicó todo.

Mi prima sacó su teléfono en donde consultaba claves de alarmas y otras cosas para entrar. Nos metimos en su oficina y encendió la computadora con todas las cámaras.

-        Tomá esta es la notebook de mi papá, la clave es Barbi091218 con B mayúscula.

-        ¿Que queres que haga?

-        Que entres al WhatsApp web y miremos todas sus conversaciones para ir entendiendo

Mi prima agarró el teléfono y llamó a una persona que no sabía quién era. Solo pude escuchar lo siguiente

-        Escuchame. Necesito que me consigas un contacto de la villa que pueda saber quién afanó a mi viejo

-       

-        No me importa, te pago 50 lucas a vos y 50 al contacto que me diga

-       

-        No me importa, vos conseguime el dato y yo me encargo, sí, en dólares.

La miré con gravedad y le dije

-        Barbi, no sabes dónde te estás metiendo

-        Sí, lo sé y no me importa, a mi viejo no me lo van a devolver, pero esa hija de puta las va a pagar

-        ¿Qué te hace pensar que es ella?

-        Que es una hija de puta, la conozco y sé que se junta con chorros y seguro lo vendió a mi viejo.

-        Tené cuidado – le dije

-        Es que esa mina es de acá de San Martín y seguro algún amigo chorro fue y lo encaró

Mi prima se levantó y fue hacia un armario y lo abrió. Había una caja fuerte enorme. Vení, ayúdame, me dijo.

Me paré, dejando de leer las conversaciones de mi tío en WhatsApp que hasta el momento no tenían nada de interesantes.

Mi prima ingresó el código de la caja fuerte y sonó un pitido de error.

-        Mierda – dijo ella

-        ¿Lo sabes?  – le pregunté

-        Claro – dijo y volvió a ingresarlo

Esta vez se escuchó a la cerradura que se movía y mi prima abrió la puerta. No podía creer lo que veía. Un arma, cientos de fajos de dólares, papeles, cajas que parecían ser de relojes y otras de joyas por donde se mire. A vuelo de pájaro, ahí había una fortuna.

Me llamó la atención que mi prima ni se inmutara y me diga:

-        Vos de esto, nada a nadie. ¿Si?

-        Por supuesto – le dije

Mi prima agarró un fajo de pesos y otro de dólares y cerró la caja fuerte.

-        Vení ayúdame a mirar las cámaras – me pidió

-        ¿Y el celular de tu papá?  – le pregunté

-        Lo tiene la policía, ya me gustaría tenerlo para tenés un poco más de información, pero ellos no saben que mi viejo usaba WhatsApp web en esta compu ni que tenía un drive al que yo puedo acceder

Mi prima parecía estar en todo. Comenzamos a mirar las cámaras desde el viernes y en un momento veo entrar en la oficina a Tamara, esta chica de la cual sospechaba mi prima.

-        ¿Es esta?  – le pregunto

-        Sí, es esa. Hija de puta… – dijo mi prima

En la escena se veía, tal como sospechaba mi prima que mi tío y esta chica comenzaban a besarse. Rápidamente él le comenzó a chupar las tetas y a desnudarla por completo. Ella se puso a chuparle la pija debajo del escritorio mientras él se sentaba en su sillón.

Nos miramos con mi prima y seguimos el video sin adelantarlo. A mí se me secaba la boca, pero no atiné a decir nada.

-        Me estoy calentando – dijo mi prima

-        Yo también – dije yo

Fue entonces que mi prima me agarró y comenzó a besarme mientras corría las cosas en el escritorio de su fallecido padre.

-        Voy a cogerte donde él se cogía a esa puta – me dijo

-        Mmmmm – yo solo atinaba a besarla y a aprovechar su calentura y su sed de venganza

-        Cogeme como él se cogía a esa puta! – me ordenaba mi prima

-        Mmmmm siiiii – decía yo totalmente obediente

-        Si me hubiese cogido a mí, nunca le hubiese pasado nada malo

Mi prima me sorprendió con ese comentario

-        Yo sé que me miraba con ganas, a mi viejo siempre le gustaron las pendejas. A mis amigas las miraba con deseo y a mí también.

-        Es que vos estás muy buena – le decía yo

-        Por eso se cogía a esa pendeja acá en este escritorio

-        Pero ahora sos vos las que estas cogiendo en este escritorio – le dije

Eso pareció calentarla más y me dijo descolocándome:

-        Cogeme como me hubiese cogido mi papá

-        Queres imaginarte que sos la pendeja esta y que tu papá te coge?

En la pantalla mi tío la tenía ahora a Tamara con el cuerpo apoyado en el escritorio boca abajo y con el culo levantado

-        Si cogeme como se la cogía a ella

-        ¿Así?  – la puse en la posición que veíamos en la pantalla

-        Siiii cogeme papi! – me dijo mi prima

No entendía que le pasaba a mi prima, pero evidentemente tenía una fantasía pendiente que no pudo realizar y ahora quería llevarla a cabo conmigo

-        Queres que te coja así, Barbi?

-        Siiii, papi cogeme

-        ¿Te gusta la pija de papá?  – me animé a decirle

-        Aghhh si me encanta, cogeme papi

-        Que nena tan obediente y caliente que tengo… - decía yo completamente en el papel

Evidentemente, la nuestra era una familia con claras manifestaciones incestuosas y parecía que eso alimentaba el morbo en cada uno de nosotros. ¿Cómo podía yo sorprenderme de la actitud de mi prima si me la había cogido a ella, a mi tía y a mi propia madre?

De todos modos, me gustaba mucho este morboso juego en el que yo representaba a su padre y me la cogía haciendo su papel.

-        Cogeme papi, cogeme papi – repetía ella

-        Tomá la pija de papi – le decía yo

-        ¿Siempre tuviste ganas de cogerme papi?  – insistía ella

-        Siempre te veía por casa y te miraba las tetas, el culo

-        Aghhh papi, que calentón que sos!

-        Papi es muy degenerado, pero vos sos una nenita muy puta – le dije

Se hiso un silencio y creí que me había ido a la mierda, pero no. Mi prima empezó a temblar de placer y a decirme

-        Aggghhhhh Ayyyy ayyyyy ayyyyy siii soy muy puta papi

-        Siii muy muy puta mi nenita – le insistí

-        Estás haciendo acabar a tu nenita putita, ¿sabías? – me decía ella y no lo podía creer

Su concha me estaba bañando la pija. Evidentemente, mi prima estaba necesitando revivir a su padre y esta era la mejor manera de hacerlo

-        Queres que te llene la conchita de leche, mi amor? – le dije yo a punto de acabar

-        Aghhhh siiii papi, siiiii

-        Ugggg ahí va mi leche, toda adentro de tu conchita, aghhhhhhhh

Acabé sin poder controlarme y le llené la concha en varios espasmos y latigazos de leche. Era hermoso sentir sus hipidos mientras acababa.

-        Aghh ahhh ahhhh ahhh Ayyyy siii papi siiii cogeme lléname como a esa puta

-        Sí, mi amor, pero vos sos mi putita preferida – me excedía

-        Ayyy sí? ¿Papi? Aghhhhhmmm, me haces acabar como una loca papi – mi prima se desplomaba sobre el escritorio de su padre.

Se giró y sin siquiera mirarme, comenzó a vestirse rápidamente. Creo que era el momento perfecto para hacerle saber que podía confiar en mí

-        Barbi, vos sabes que podés confiar en mí en todo lo que necesites, pero…

-        ¿Pero qué?  – dijo en un tono de preocupación

-        Ojo lo que vas a hacer con esta chica

-        Tamara – me interrumpió

-        Sí, Tamara, ojo que puede ser gente muy pesada

-        Lo sé, solo quiero que no se la lleve de arriba

-        Nada va a devolverte a tu papá, vos misma lo dijiste – le dije

-        Vos dejame y te pido que confíes en lo que voy a hacer

-        Tené cuidado, por favor – le dije acercándome

Mi prima se acercó a mí, me besó en la boca, me abrazó y comenzó a llorar de una manera tremenda, descargando esa angustia contenida en los últimos días.

 

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