Mi prima Bárbara
Lo que pasó en esta navidad fue
increíble. Estoy escribiendo esto en mi cuarto y se me amontonan las palabras
porque quiero contarlo todo junto y no me sale bien esto de escribir.
Con Bárbara, mi prima, siempre
fuimos muy cercanos. Seguramente se deba a que nos llevamos solo 1 año de
diferencia e íbamos a colegios cercanos.
Cuando tenía 15 años recuerdo que
la invité a mi cumpleaños y mis compañeros que la conocieron se volvieron locos
y estuvieron una semana cargándome con “lo buena que está la prima de Nico”
Como dije, mi nombre es Nicolás y
lo que sucedió en esta navidad no puedo creerlo. Tengo 22 años, soy alto,
delgado y poco agraciado. Mi prima Bárbara es alta, de mediana estatura,
morocha, unas tetas hermosas, perfectas y un culo que no desentona. En resumen,
como decían mis compañeros, estaba buenísima.
Esto fue el 24 de diciembre a la
noche. Íbamos a pasarlo a Mendoza, en la casa de Bárbara que es en un barrio
privado un poco alejado de la ciudad y nos quedaríamos a dormir con mi mamá ya
que mis padres están separados.
Serían las 8 de la noche cuando
llegamos y nos anunciamos en la entrada y al ratito estábamos en la casa de mi
tía Mariana, la madre de Bárbara. Cuando mi tía me abrió la puerta mis ojos se
fueron a su cuerpo. La verdad, es que, con 47 años, mi tía seguía estando muy
buena.
Al rato, me fui a charlar con mi
tío que estaba afuera y me ofreció rápidamente una cerveza Andes ipa, como no
podía ser de otra manera, que estaba buenísima.
Al rato aparece mi prima vestida
que era algo impresionante. Un escote muy jugado que hacía que casi se salieran
sus tetas debajo de ese top blanco que se notaba que no tenía corpiño. Debajo
tenía una minifalda dorada muy corta.
En total en la mesa éramos 15
contando a el hermano de 15 años de Bárbara, mis tíos, los abuelos y alguno más.
La cena empezó y me tocó sentarme
frente a mi hermosa prima. Al rato se armó una discusión por política de unos
que defendían a Milei (actual presidente de Argentina) con otros que lo
criticaban.
No tuve mejor idea que mandarle
un WhatsApp a mi prima
-
Ya empezaron
-
Si, se saca mi papá – decía ella
El top de Bárbara se caía todo el
tiempo por el peso de sus tetas y vivía acomodándoselo. Yo la miraba y no decía
nada.
-
El tío no se puede contener
-
Si, viste – pone ella
En ese momento se vuelve a
acomodar las tetas y no puede evitar mirar si no llega a verse un poquito de
ese pezón
-
Hay otras que no se pueden contener – digo yo
-
¿Quienes? – me pone ella
-
Le mando un tus y emoji de dos melones
-
Jajajaja – me pone ella
Yo la veo sonriendo y escribiendo
al mismo tiempo y me parece más hermosa que nunca
-
Están incontenibles y un emoji de fuego ahora
-
Ya veo que me las miras todo el tiempo
-
No me quiero perder nada
A esta altura, debo explicarles
que siempre fui muy boludo con las mujeres, pero que usando el celular y teniendo
un poco de tiempo para pensar, me va mucho mejor
Seguimos comiendo y yo la jodía a
mi prima que se levantaba a ayudar con los platos y las comidas y bebidas.
Ambos tomábamos un vino blanco muy frío que me parecía delicioso, miré la
etiqueta y era El enemigo chardonay. Debo reconocer que bebí más de la cuenta,
motivo por el cual mi lengua estaba un poco más suelta.
Cuando se hicieron las 12
brindamos y los más chicos iban abriendo sus regalos, comimos los turrones, pan
dulce, garrapiñadas, almendras con chocolate y sobre todo bebimos champagne
siempre mendocino. Hay que entender que para un mendocino es casi un insulto
tomar vinos y espumantes que no sean de la región. Bueno, convengamos que
teniendo los vinos y las mujeres que tienen los mendocinos, sería
incomprensible salir a buscar en otro lugar.
Y así fui comiendo y bebiendo, alternaba
las almendras chocolatadas y el champagne hasta que mi prima me pregunta si no
quiero ir al house que se juntaban varios chicos del barrio. Le dije que sí.
Llegamos al house, había chicos y
chicas de nuestra edad. Enseguida reparé en Luciana que era una rubiecita flaca
que era muy linda de cara. Bárbara nos presentó al poco tiempo y empezamos a
tomar un poco pasándonos las botellas.
La suerte quiso que me toque
sentarme al lado de Luciana y comencé a charlar. Era re cheta, más que mi
prima, debo reconocer, pero era muy linda. De cuerpo era muy flaca, nada de
tetas y un culito que se adivinaba chiquito. Y encima ese tonito mendocino, me
podía, me volvía loco.
Al rato, ponen música y todos la
bailar. Yo me había olvidado de Bárbara, mi prima, y solo tenía ojos para
Luciana. Cuando miro para el costado, tenía a Bárbara abrazándome y diciéndome
que Luciana tenía novio, que no me haga el loco. Lo que más me gustó de todo
fueron dos cosas: sentir las tetas de mi prima en la espalda y la cara de odio
que le puso Luciana. Realmente tenía posibilidades con esa chica, solo faltaba
que mi prima desapareciera por un rato, pero eso por suerte, no iba a suceder.
En otro momento, siento mi
teléfono vibrar y era Bárbara que me decía:
-
Después de mirarme las tetas, te vas a quedar con
ganas si te vas con Luciana
-
Jajaja, decí que somos primos, porque si no
serías vos mi prioridad – dije totalmente envalentonado por el alcohol
-
Si te habrás hecho la paja pensando en mis tetas
– me escribió mi prima
En ese momento, Luciana había
desaparecido de mis pensamientos totalmente y solo tenía ojos para mi teléfono.
-
No puedo afirmar ni desmentir eso – le respondí
de manera muy inteligente, pero con mis manos temblando
-
Bueno, si queres ver un buen par de tetas no
estás con la indicada – me escribió
-
¿Y cuál sería la indicada? – le puse porque no me animaba a otra cosa
Fue entonces cuando siento que me
agarran de la mano y tiran de mí. Era Bárbara que decía a todos:
-
Nosotros nos vamos, es tarde
-
Si si, después le pregunto tu IG a Bárbara – le
dije a Luciana
-
@luchipata37 Acordate, luchi y mi pata calza 37
-
¡Buen tip! – le dije y me despedí
Mi prima tiraba de mí y se reía.
Salimos del house y seguimos en dirección a su casa, siempre tomados de la
mano. Eso me gustaba mucho. En determinado momento pasamos por unos juegos para
chicos (toboganes, hamacas y esas cosas) y me dijo tirando de mi mano
nuevamente
-
Vení, vamos
-
¿A dónde?
-
Vos seguime – me dijo ella con total seguridad
Pasamos los juegos y tras unos
arbustos apareció un banco de plaza. Mi prima me sentó en el banco y se paró
delante de mi diciéndome
-
¿Así que te hiciste la paja pensando en mis
tetas?
-
Si – no supe que responder y opté por la verdad
La noche era calurosa y la luna
iluminaba muy bien todo, pero también unas luces ayudaban a que mi visión sea
perfecta
-
Ahora quiero que te hagas la paja, pero
mirándome – dijo mi prima
Me miró fijamente a los ojos,
seria y tomando el top por debajo lo sacó por la cabeza y sus tetas perfectas
coronadas por unos pezones marrones aparecieron ante mi vista
-
Sacala y empezá a pajearte
Yo no supe que hacer en un primer
momento, pero me dije, mejor una paja segura que nada y me bajé los pantalones
y calzoncillos con una rapidez total
-
Quiero que te pajees mirándome
-
Si – le dije
-
Te voy a mostrar todo – dijo ella y se sacó la
minifalda dorada y la minúscula bombachita
-
Mmmmm – decía yo que empezaba a sacudírmela
lentamente
El alcohol hacía que mi
eyaculación se demorara. Ella mirando mi pija comenzó a tocarse la concha y a
excitarse mirando mi cara y mi pija alternativamente
-
Vení chupame las tetas – me ordenó ahora
-
Siiii
Se sentó de costado encima de mí
y ella misma me ponía las tetas en la boca. No dudé en llevar mi mano a su
concha y me encontré con su depilada vagina totalmente lubricada por sus jugos
-
Como me calentaste en la mesa hoy
-
¿Si?
-
Si, cuando me decías que se me escapaban las
tetas
-
Yo quería que se te escaparan – le confesé
-
Mirá ahora, estas chupándomelas mientras me
pajeas a mí
-
Me encantan tus tetas – decía yo volviendo a
chupárselas
-
Chupame la concha – me dijo de repente
Mi prima se recostó en el banco,
abriendo las piernas. Yo supe lo que tenía que hacer. Me arrodillé en el césped
y me zambullí a chuparle la concha con devoción
-
Aghhhhh - me agarró del pelo cuando sintió el
primer lametón
-
Mmmmm – yo chupaba su concha y ahora le metía
dos dedos mientras lo hacía
-
¡Me vas a hacer acabar, hijo de puta!
-
Mmmmm seeeee – y seguí chupando su zona
clitoriana
-
Aghhh ahhhhhhhhh ahhhhhh – acababa mi prima
Se desarmó sobre el banco y
aproveché para ponerme de pie. Mi pija estaba a punto de estallar. Ella me la
miró y subió con su mirada a mis ojos
-
Vení primito que te la voy a chupar
-
¿Si? –
decía yo incrédulo
-
Te lo mereces, me hiciste acabar muy rico
Ella se arrodilló en el piso y se
puso delante de mi pija para chupármela. No demoró un segundo y se la metió
toda en la boca. Me miró cuando la tuvo adentro y abriendo la boca se la fue
sacando y comenzando la mamada más linda que me han hecho en la vida
Me miraba, me acariciaba los
huevos, jugaba con su mano por mi ano, volvía a chupármela y se la tragaba
toda. Yo solo atinaba a mirarla y acariciarle el pelo mientras pensaba “no
sabía que las chetas chupaban tan bien la pija”
Ella seguía y mi eyaculación se
acercaba a pasos agigantados.
-
Voy a acabar – le anuncié
-
¿Me queres acabar en las tetas? – me dijo
No llegué a decir si, sólo atiné
a agarrar mi pija con la mano y apuntarla a sus tetas. Ella me envolvió la mano
con la suya y ayudó a calibrar el disparo.
Era tal mi calentura que el
primero pasó por sobre su hombro y fue a parar el pasto. El segundo y el
tercero ya impactaron en sus tetas
-
Aghhh siiii acabame en las tetas
-
Aghhh me encanta – decía yo
-
Tirame la lechita en las tetas
Yo no podía creer que esas
palabras salieran de la boca de mi prima. Tanto colegio bilingüe, examen
internacional de inglés, universidad privada y educación religiosa para que
saliera una guarra hermosa.
-
Aghhhhhh
Cuando empezó a menguar el flujo
de mi corrida, mi prima empezó a chuparme la pija don deleite tragándose los
restos de semen que me quedaban
No sé si lo hizo con intención,
pero tal fue la calidad de su trabajo que mi pija no dejó nunca de estar
parada. Al principio, un poco más blanda, pero luego se la sacó y me pajeó dos
o tres veces mirándome a los ojos
-
Quiero que me cojas – me dijo
Eso fue lo que necesitó mi pija
para estar al 100% nuevamente.
Bárbara me sentó en el banco y
muy hábilmente se colocó con ambas piernas a mi lado. Sin dudarlo, agarró mi
pija con una mano y comenzó a bajar lentamente. Luego colocó la punta de mi
pija en la entrada de su húmeda cavidad, puso ambas manos en mis hombros y
comenzó a descender muy despacio enterrándose toda mi verga hasta el fondo
Hasta ese momento no la había
besado en la boca y, aún después de todo lo ocurrido, no me animaba a hacerlo.
Nuestras caras y nuestros labios estaban ahora a centímetros, pero no me
animaba a dar ese paso. Fue ella quien, una vez más, tomó la decisión.
Apoyó sus labios en los míos y
abrió su boca como una flor. Le metí la lengua y sentí la calidez de su
interior. Era hermosa la manera en que me besaba y como movía su lengua con
habilidad. Ambos teníamos mucha saliva lo que le confería al beso una humedad y
viscosidad dignas de la más absoluta de las lujurias.
Cuando nuestras bocas estuvieron
selladas y dispuestas a no separarse por un tiempo, ella comenzó un movimiento
cabalgándome y moviéndose de una manera erótica como nunca antes lo había
sentido por nadie
-
No acabes rápido – me pidió
-
Me gusta mucho, pero voy a intentarlo
En ese momento, pensé en Luciana
que aparecía y nos veía, en un posible guardia de seguridad, en mi tío, en el
teorema de Tales y hasta en la formación de River de la copa Libertadores 2018.
Algo ayudó ya que mi prima
comenzó a acabar mientras frotaba su zona clitoriana contra mi cuerpo y hacía más
presión en sus idas y venidas
-
Aghhh ahhhh siii cogeme así, primito! – me dijo
Eso no ayudaba en nada a retrasar
mi eyaculación y para colmo de males, me anunció que estaba acabando
-
Aghh ahhh ahhh estoy acabando, me encanta como
me coges
-
Vos me coges a mí – le aclaré
-
Aghh ahhhh siiiii
-
Mmmmm – volví a besarla
Mi prima se levantó rápidamente y
se giró de espaldas a mí. Aproveché para mirar su culo desnudo aun cuando me
sentí decepcionado porque todo terminaría así. Pero siempre hay lugar para una
media sorpresa, diría Julián Weich:
-
Quiero que me cojas por el culo – me dijo mi
primita
En ese momento, me costó entender
cómo mi inocente y frágil primita se había convertido en semejante hembra, con
esa actitud y con esas palabras guarras que salían de su boca como un
camionero. Eso me excitaba aún mas
Ella se metió dos dedos en su
concha y así húmedos como estaban los metió de a uno en su culo. Luego volvió a
agarrar mi pija y la metió nuevamente en su concha y la sacó toda empapada de
sus flujos. Volvió a agarrar mi verga y la puso en la entrada de su culo y
comenzó a bajar muy despacio
-
Aghhmmmmm – dijo
Mi glande desapareció en su
interior y continuó sin dudar en su descenso haciendo desaparecer gran parte de
mi pija en su apretado culo.
-
Ayyyy siiiii cogeme la cola
Yo me agarré de sus caderas para
facilitarle el ascenso y descenso sobre mi pija. Ella subía y bajaba con lentos
y cortos movimientos. Era una diosa total mi prima. Se ayudaba con sus manos en
mis rodillas.
Entonces noté que soltaba una de
sus manos de mis piernas para volver a estimular su clítoris. A medida que lo
hacía su excitación iba subiendo
-
Cogeme el culo así, dale
-
Aghhhh siiiii
-
Vas a acabarme en la cola? – me preguntaba
-
Aghhh siiiiiii
-
Dale, lléname el culo de leche – me decía
No pude contenerme más, mi
orgasmo llegaba sin dilación y un chorro salió acompañado de un fuerte latigazo
en el culo de mi prima
-
Aghhhhhh aahhhhhhh siiiii lléname el culo de
leche – repitió
-
Siiiii tomáaaaaa – dije
Ella se tragó la totalidad de mi
pija con su culo y empezó a convulsionarse de placer mientras gritaba y se
frotaba su botoncito de placer
-
Aghhh ahhhh ahhhhhhhhhhh
-
Mmmmmm – decía yo y ahora le amasaba las tetas
desde atrás
-
¡Qué lindo me cogiste! – me decía
Yo nunca en mi vida sentí que
había hecho tan poco para cogerme a alguien, pero si ella quería pensar que yo
me la había cogido y no ella a mí, no iba a discutírselo.
Bárbara se vistió rápidamente y
se sentó encima de mí volviendo a besarme. Ahora, mas relajada, me besaba con
ternura y sin tanto desenfreno.
Me agarró la mano y me llevó
hasta su casa. Unos metros antes de llegar me soltó la mano y entramos
sigilosamente.
-
Que duermas bien – me dijo con una sonrisa
-
Vos también
-
Pensá que voy a dormir toda la noche con tu
lechita en mi culo - me soltó
-
No me digas eso…
La vo subir la escalera en su
minifalda dorada moviendo su culo y es el día de hoy que no puedo creer en lo
afortunado que fui.
continúa acá con la historía con mi Tía Mariana
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