Historia en curso...

Mi hermana Belén

  Belén, mi hermana, siempre fue muy exhibicionista. De mostrarse mucho en redes. Su perfil, publicaciones y stories eran un verdadero infie...

Viviendo con mi hermano

 


Mi nombre es Paula, tengo actualmente tengo 26 años y voy a contarles lo que sucedió hace 3 años cuando viví con mi hermano.

Esto ocurrió cuando yo contaba con 23 años y Matías (mi hermano) con 26. Nuestra relación de hermanos siempre fue buena. En ese momento yo me había peleado con Javier, mi novio, y decidí ir a vivir con él mientras buscaba un departamento que se ajuste a mis ingresos.

-       Hermanito no te quiero joder

-       Olvidate nena, te venís conmigo todo el tiempo que necesites.

-       Estas seguro? Mirá que aunque no sea lo que más me guste puedo volver a la casa de mamá y papá.

-       No se habla más. Te quedas en mi departamento todo el tiempo que necesites

Todo siguió de manera normal. Pese a estar muy bajoneada el hecho de estar acompañada, tener con quien cenar todas las noches, conversar y no tener tanto tiempo para pensar fue muy bueno para mí.

Buscaba un departamento de 2 ambientes y lo necesitaba compartir con alguien porque sola no podía mantener el alquiler así que se demoró mi estadía en el departamento de mi hermano.

La sorpresa

Esto sucedió en el mes de noviembre y conforme transcurría el tiempo iba haciendo más calor. Un día ya casi no podía dormir del calor y me levanté para ir a la habitación de mi hermano para decirle si podía dormir con él y cuando abro la puerta lo encuentro mirando la tele y con la mano en su pija masturbándose de una manera frenética. Pese a la rapidez de la situación pude mirar su pene que estaba súper erecto y tenía un tamaño considerable. No me pregunten cómo pero en una decima de segundo pude apreciar todo en su esplendor la cabeza roja e hinchada, el grosor, el largo y hasta unas venas que ahora pienso que me las imaginé ya que tenía el tronco envuelto con su mano.

Cerré la puerta y me marché confusa y a la vez riéndome y diciéndole:

-       Perdoname! Perdoname por favor! No golpeé la puerta, soy una boluda! Perdoname!

A los 30 segundos ante mi estupor sale mi hermano preguntándome si había pasado algo por lo que había ingresado así en su dormitorio:

-       Qué paso, nena?

-       Perdoname, Mati!

-       No pasa nada nena, ya está, dijo él avergonzado.

-       Ya sé que no pasa nada, es algo que todos hacemos, le dije para tranquilizarlo y ponerle un manto de liviandad al tema.

-       Si ya sé. Me imagino que todos, vos también, lo deben hacer.

-       Si nene.

-       Por eso te pido olvidemos lo que pasó y que golpees antes de entrar y que si queres intimidad vengas a mi cuarto cuando yo no estoy y cierres la puerta que yo voy a golpear antes de entrar. Te parece?

-       No, yo no necesito…

-       Pero recién me dijiste que es algo que vos también hacías…

-       Sí, pero no con tanta frecuencia…

-       Mmmmm, y vos que sabes con qué frecuencia lo hago yo?

-       Creo que los hombres lo hacen más que nosotras

-       Eso no es verdad. Aparte ya hace bastante que te peleaste con tu novio, con lo cual debes tener las necesidades a flor de piel. Así que haceme caso y si necesitas desahogarte (ya no usó la palabra intimidad) me avisas y listo.

-       Gracias hermanito. Ahora podes seguir con lo que estabas haciendo... y miré para su bulto que había crecido considerablemente.

Él se dio cuenta y me dijo:

-       Si, jaja, ahora termino lo que había empezado…Bueno pero, por qué abriste la puerta en medio de la noche?

-       No, por nada. Otro día te cuento.

-       Segura?

-       Si, segura. Andá a tu cuarto y cerrá la puerta que cualquier cosa yo golpeo, jaja.

-       Jajaja.

Me dio un beso y salió con su erección y sentí que se me mojaba la bombacha. Creo que era la primera vez que sentía eso desde que me había peleado con Javier.

Esa noche no podía dormir con la calentura que tenía y empecé  a masturbarme en el sillón bajo las sábanas mientras en mi cabeza daba vueltas: la situación vivida recientemente, el recuerdo de los polvos con Javier y a cada rato aparecía en mi mente la pija de mi hermano y me súper calentaba. En resumen, acabé a los 10 minutos imaginándome la pija de mi hermano en mi concha entrando hasta el fondo. Atormentada por haber tenido este tipo de pensamientos me dormí aunque me despertaba a cada rato por el calor

Al otro día me despierto y con los ojos entrecerrados veo como mi hermano pasa en boxers con una erección descomunal hacia el baño. A este pibe que le pasa, pienso yo. No se masturbó anoche? Se le puso dura igual pese a la masturbación?

Entonces me hago la dormida y después que entra al baño me levanto así como estaba en remera y bombacha a preparar el desayuno.

Estaba preparando el desayuno cuando Matías me pregunta:

-       Que me ibas a preguntar anoche cuando me enganchaste pajeandome jajaja

-       Jajaja nos reíamos los dos.

El lenguaje de mi hermano era fuerte, no estaba acostumbrada a que me hablara en esos términos pero depuse de esa escena creo que se rompió algo para siempre

-       Nada nene. Olvidate!

-       No, en serio, algo querías para entrar a las 12 de la noche a mi cuarto.

-       Te iba a pedir de dormir en tu cama porque me estaba muriendo de calor pero después de lo que vi…

-       …se podía mal interpretar dormir conmigo? Dijo mi hermano continuando mi frase.

-       No nene! Lo que te iba a decir es que me quede sin palabras.

-       Eeeey! Tan grande la tengo?

Pero que le pasaba a mi hermano? Ahora me preguntaba sobre el tamaño de su pija? Esto se estaba empezando a desmadrar pero no me quería hacer la mojigata así que le contesté:

-       No era por eso aunque no está nada mal tu tamaño, quedate tranquilo.

-       Ah! Miraste turra, eh!

-       Y bueno nene! Hace mucho que no veía una en vivo y en directo!

En ese momento miré hacia su paquete y vi que tenía un bulto enorme. Él se dio cuenta y me dice mirándome a los ojos:

-       Parece que te quedaste con ganas de verla un rato más!

-       No nene, es que también vos tenes una carpa enorme ahí!

En ese momento sucedió algo que no me esperaba. Mi hermano se agarró la pija por dentro del bóxer y se la acomodó. Yo creí que me moría ahí mismo. Mis pezones se me endurecieron al instante y mi concha se llenó de jugos automáticamente. Él se dio cuenta y me dijo:

-       Que pasa hermanita? Te calentaste que se te pusieron duros los pezones?

Yo me quedé de piedra. No sabía qué hacer ni cómo reaccionar. El juego me gustaba pero ya estaba llegando demasiado lejos. Quise poner un corte y creo que fue peor:

-       Qué te pasa a vos nene?! Como te vas a acomodar la pija así delante de mí.

-       Bueno no es para tanto, nena! Ayer me la viste en vivo y pajeándome.

-       Bueno pero fue de sorpresa. Vos ahora lo estás haciendo adrede.

-       Es que esta conversación me calentó y no te hagas la boluda porque sé que a vos también hermanita!

-       Mmmm. Puede ser, pero no está bien.

-       Qué cosa no está bien? Que me veas pajeándome o que me acomode la pija adelante tuyo?

Cada vez que mi hermano decía la palabra pija yo me estremecía y encima su bulto era cada vez mayor.

-       En serio Mati. Mejor andá a cambiarte.

-       Porque? Vos estás en bombacha y remera sin corpiño (esto lo dijo poniendo cierto énfasis) y yo no puedo estar en boxers.

-       Si nene pero mirá como estas vos! Dije yo volviendo a mirarle el bulto por enésima vez.

-       Uh. tanto te molesta esto?

Y se la volvió a acomodar agarrándosela bien fuerte pero esta vez lo hizo de una manera más lenta. Como para que yo pudiera disfrutarlo. Y mientras lo hizo me miró a los ojos y yo no podía dejar de mirarle el bulto. En ese momento mi bombacha era un lago. Y no pude resistir morderme el labio inferior.

-       Eso hermanita! Mirá todo lo que quieras. Aprovechá! Queres que la saque un poco?

-       Pero vos estás loco nene!

-       Tranquila nena solo es para ayudarte a recordar cómo son las pijas! Y de vuelta pronunció la palabra que tanto daño me hacía

-       Quedate tranquilo que me acuerdo bien. Ya te vi anoche y ese calzoncillo no deja mucho a la imaginación tampoco.

-       Por eso, agregó él, vos lo dijiste: es casi lo mismo que te la muestre.

Yo no había dicho eso pero…

-       Hagamos una cosa, dijo él visiblemente excitado. Yo la voy a sacar un minuto para acomodármela y si querés la mirás un rato.

-       No seas boludo, le dije. Ni se te ocurra. Y me di vuelta hacia la mesada de la cocina

-       Jaja! Bien que te gustaría!

-       Nene cortala!

-       Mirá!, me dice.

Yo me di vuelta a propósito porque sabía que no la iba a sacar así nomas. Eso en lugar de amilanarlo parece que lo envalentonó más y de repente tomó el elástico del bóxer, lo bajó de golpe y su pija saltó como si fuera un resorte.

-       Basta Matías! Que haces? Pero no dejaba de mirar extasiada esa pija hermosa.

-       Dale que te gusta mirármela! Y se la sacudió como pajeándose.

Eso fue el colmo.

-       Basta!, le dije

Y me fui al baño corriendo. Me senté en el inodoro y me acaricié la concha empapada y acabé al instante! Fue una descarga eléctrica de una intensidad que no me esperaba. Ahhhhh! Solté un gemido porque no me lo pude aguantar.

Mi hermano del otro lado de la puerta me preguntó preocupado:

-       Estas bien? Disculpame.

Yo no quería ni podía hablar. Por otro lado no tenía nada que decir.

-       Ya está Matías! Andate!

-       No no. Disculpame. Me fui a la mierda.

-       Ya está nene.

Fue en ese momento en que mi hermano se dio cuenta de que no estaba llorando. Y que ese gemido no fue un llanto. Y que no estaba enojada. Y que acababa de tener un orgasmo. Y que…

-       Paula? Ese gemido fue lo que me imagino?

-       Qué cosa nene? Andate! Dejame sola!

-       Noooo te puedo creer! Decía el del otro lado de la puerta. Te tocaste después de ver mi pija y ahora te haces la enojada conmigo.

Ya más calmada salí del baño y lo enfrenté:

-       Mirá nene! Lo que hiciste estuvo demás! Sí, me toqué porque estaba muy excitada. No sabes acaso que no tengo sexo desde hace mucho tiempo? No te dije acaso que yo también tengo necesidades?

Conforme iba hablando las palabras fluían y empezaba a decir cosas de las que no me creía capaz.

-       Que la conversación haya subido de tono, o que se me pongan los pezones duros, o que me moje… todo eso no te habilita a sacarla así como así y empezar a pajearte delante de mí.

-       Pero yo no me paj…

-       No importa si te pajeaste o no. Soy tu hermana! No entandes?

-       Es que en ese momento me olvidé que eras mi hermana…

-       Te entiendo Matías y yo también me olvidé sino no hubiera hecho lo que hice. Por eso tenemos que tener cuidado. Hay límites que no se pueden cruzar.

Ya estaba más tranquila. Aunque seguía excitada.

-       Está bien! Pero hay una cosa…dijo él

-       Qué cosa?

-       Que vos te descargaste y yo no!

-       Jajajaja, nos reímos los dos a la vez.

-       En serio nena! Mirá como quedé y se agarra la pija de vuelta!

-       Matías! No entendiste nada de lo que te hablé recién?

-       Si pero eso no quiere decir que no me haya calentado sabiendo que recién terminas de tocarte después de verme la pija.

Pero que le pasa a este pibe, pensaba yo… Esperame dije.

No sé cómo me animé pero me fui a la habitación me cambié y le dije:

-       me voy a desayunar al café de la esquina quedate descargándote, y desde la puerta le digo: “espero que esto te ayude” y saco de la cartera mi bombacha toda mojada que estaba usando hasta recién.

La cara que puso mi hermano era un poema.

A la tarde llego y no hablamos del tema pero el ambiente se notaba caldeado.

-       Y? como te fue? Le pregunté con una sonrisa que denotaba mucha picardía.

-       Cuando? Pregunto el haciéndose el boludo

-       Después que me fui y te dejé solo!

-       Me fue bien! Muuuuy bien!

-       Me alegro, dije.

-       Me fue bien dos veces

-       Eeee hermanito mirá que estabas caliente!

-       Nena vos no sabes lo que es después de esa conversación. De escuchar tu gemido y encima oler ese aroma…

Sentí que me había ido muy lejos con darle la bombacha a mi hermano.

-       Tenes razón! Pero me parece que fue demasiado. Tenemos que parar.

-       A vos te parece fácil?

-       No nene. Pero me parece que es muy fuerte darte mi bombacha. Eso es mucho.

-       Y mostrarte la pija es poco?

-       También es mucho.

-       Pero tenes que reconocer que te gustó!

-       Claro nene. Te dije que no soy de madera.

-       Bueno, hagamos una cosa, soltó él como si fuera una pavada. Cuando uno de los dos lo pida el otro concede algo para ayudar a tener placer.

-       Pero… de que estás hablando nene?

-       De que si querés yo te la muestro y vos me podes dar algo para ayudar a calentarme. Y mientras decía eso se acomodaba el bulto que no pude evitar mirar.

-       No creo que necesites mucho para calentarte…

-       Y vos?

-       Y yo que nene?

-       Que vos también te calentás con estas conversaciones. O me equivoco?

-       No. No te equivocas.

-       Ya está mojada como para que me la prestes un rato?, dice mientras me mira sin ningún tipo de disimulo la entrepierna.

-       Nene pero ya te la hiciste 2 veces hoy! Pará un poco!

-       Tenés razón! Pero… mirá como la tengo! y se empieza a desabrochar el pantalón.

-       Pará Matías!, digo yo mientras le miro el bulto.

-       Me parece que no queres que pare…

-       Pará!, en serio!. Cada vez lo decía con menos convicción. Mi bombacha estaba toda mojada.

Se desabrochó lentamente uno a uno los botones. Mis defensas se habían caído y no me pude contener:

-       Si seguís vas a lograr que mi bombacha esté muy mojada…

-       Eso quiero…

-       Pará Matías…

-       No quiero parar! y mientras decía esto volvió a sacar su pija enorme.

-       Ay Mati…

-       Mirala todo lo que quieras hermanita…

-       Esto no está bien…

-       No te reprimas, mirá lo dura que la tengo.

-       Ayy sii. Es hermosa…

-       Queres tocarla?

-       Noooooo. Mati eso no.

-       Como quieras…

-       Pero por lo menos dame algo…

-       Que queres hermanito?

-       Tu bombacha….

-       Ahora?

-       Si, ahora. Eso lo dijo como una orden.

En ese momento me paré en el sillón y sin me saqué la bombacha por debajo de la minifalda.

-       Tomá hermanito, para vos….

Él la tomó con una mano y la llevó hasta su nariz y cuando aspiró yo no pude contenerme y llevé mi mano a mi concha que estaba hecha un charco.

-       Siii, hermanita, tocate…

-       Sii, me encanta verte la pija.

-       Y mirá lo que hago. En ese momento agarró la parte de la bombacha que estaba empapada y le pasó la lengua. Un hilo de flujo colgaba.

Ahí no aguanté más y abriendo las piernas sin importar que mi hermano me viera por completo mi vagina me empecé a masturbar metiéndome dos dedos, acabando como una loca y gimiendo como una poseída. Mi hermano empezó a largar unos chorros de semen los cuales cayeron por todos lados y uno incluso me pegó en la pierna. La escena era tremenda. Yo con las piernas abiertas y mi hermano con la pija a 40 cm de mi cara. Era tal la calentura que tenía que con un dedo agarré parte de lo que colgaba de mi pierna y me lo llevé a la boca.

-       Mmmmm gemí

-       Me encanta que pruebes mi leche

-       Está riquísima Mati, dije mirándolo a los ojos y debo de haber puesto una cara de puta que ni me imagino. O si.

Fue entonces cuando mi mente se empezó a aclarar y a darme cuenta lo que acabábamos de hacer. Instintivamente me levanté y me metí en el baño totalmente atormentada. Como pude haberme dejado llevar de esa manera? Soy un monstruo y mi hermano también! Si seguíamos así podríamos haber terminado de cualquier manera!

Esto tenía que terminar

En eso Matías se acerca a la puerta y con un tono de total arrepentimiento me dice:

-       Pau, me voy a dar una vuelta y vuelvo a eso de las 12 de la noche para dormir directamente. Creo que los dos necesitamos pensar

-       Si, dije yo.

-       Chau

-       Chau

A las 12 de la noche llegó Matías pero como no sabía que decir me hice la dormida y lo dejé pasar a su habitación.

Me dormí recién a las 4 de la mañana

Al otro día Matías hizo algo que me pareció muy atinado pero internamente me decepcionó un poco: se levantó ya vestido con un jean y remera y se empezó a preparar el desayuno. Estando él de espaldas pasé al baño para cambiarme y salir. Un grito se oyó desde la cocina:

-       Pau ya está la lech… y se detuvo cuando lo iba a decir.

Salí y dije sonriéndome,

-       casi se te escapa, no?

-       Si.

-       Bueno no quiero hacerme la boluda más tiempo. Mati, lo que pasó anoche no puede volver a suceder nunca más.

-       Tenes razón.

Por un lado me daba tranquilidad pero por otro me desilusionaba un poco que mi hermano haya cerrado así el tema.

-       Pero no hace falta que pongas esa cara de velorio nene.

-       Desdramaticemos, tenes razón!

-       Pasame la leche, le dije para joder un rato

-       Jajajajaja reímos los dos

Terminamos de desayunar y cada uno se fue a su trabajo.

Por la tarde nos juntamos a mirar una película y en un momento en una escena erótica él me dice:

-       Adelantá por favor.

-       Por?

-       Porque no quiero que se me pare…

-       Pará nene, no pasa nada.

-       Como quieras pero después no te quejes

-       De qué?

-       De que se me pare y me la empiece a manosear…

-       Ahí es donde tenemos que cortar, le expliqué. Nos podemos excitar, calentar y eso no tiene que pasar de ahí.

-       Lo que pasa es que cuando se me para, como ahora, necesito acomodármela y parece que me estuviera tocando y tentándote…

-       No es que me tiente cada vez que te acomodes. Yo voy a hacer el esfuerzo por no mirar…

-       Por mi podes mirar…

-       Pero así empezamos la vez pasada… y mientras lo decía ya notaba mi bombacha mojándose.

-       Si, es verdad…Es que me caliento muy fácil

-       Debe ser genético, digo yo.

-       Vos también estas mojada?

-       Matí! No empecemos! Por favor!

-       Es una pregunta nada más!

-       Sí, y basta!

-       Yo también. Tengo la pija re parada.

Cada vez que él decía la palabra “pija” yo me volvía loca y estaba empezando a perder el control nuevamente.

-       Si nene! ya vi!

-       Como se te va la vista, eh!

-       Ya te dije que no soy de madera nene

-       Que calentones que somos hermanita. Ahora me encantaría verte las tetas

-       Basta Mati! decía ya sin convicción al momento que le miraba el bulto.

Estábamos los dos acostados en el sofá y mi hermano empezó a desabrocharse el pantalón

Yo miraba y decía Mati no!

El seguía desabrochándose el pantalón. Yo no podía dejar de mirar.

-       Decime que no queres verla

-       Ya no aguanté más y me desabroche los tres botones del pantalón para meterme la mano y empezar a tocarme.

A esa altura mi hermano tenía la pija afuera y sacudiéndosela lentamente.

Mi cara debía ser un poema.

Matías acercó su otra mano a mi pecho izquierdo y me dijo como pidiéndome permiso:

-       Puedo?

Lo miré y no dije nada pero cerré los ojos lentamente y sentí como me aprisionaba la teta. Mi grado de calentura era máximo.

-       Ayyyy Mati por Diosssss

-       Como me calentás hermanita!

-       Y vos a mi nene!

-       Mostrame tus dedos mojados, dejame sentir tu aroma, por favor.

En ese momento saqué mis dedos y los acerqué a su cara. Me agarró la mano y se metió mis dos dedos en la boca y los empezó a chupar.

No me pregunten cómo pero eso fue lo máximo que podía tolerar. Le agarré la pija y me agaché y se la empecé a chupar. Mi hermano instintivamente metió su mano en mi concha.

-       Ahhhhh dijo mi hermano. Pará que no voy a aguantar mucho y voy a acabar en cualquier momento

Me la saqué de la boca para decirle:

-       No importa acabame en la boca. Quiero sentir el sabor de tu leche.

En ese momento unos chorros gruesos de semen me inundaron la boca. Seguí chupando y tragando. Mi hermano contorsionándose empezó a intentar bajarme los pantalones. Levanté la cadera para ayudarlo. Quería acabar no me importaba nada.

Me sacó los pantalones y la bombacha de un tirón y acto seguido me empezó a chupar la concha de una manera tan salvaje que hizo que acabara al instante.

Terminó de chuparme la concha y lo empujé para que se vaya. Necesitaba aclarar mi mente.

Me dormí.

Al otro día la situación era diferente. Mas relajados los dos.

Yo estaba haciendo el desayuno en calzas y mi hermano se levanta en boxers y se sienta en la silla mirándome. Yo preparaba el café y sentía los ojos de mi hermano en mi culo. No me atrevía a darme vuelta porque estaba sin corpiño y con los pezones totalmente erectos.

-       Que bien que dormí!

-       Yo también dije yo.

-       Como un nene.

-       Yo, como una bebe.

Sabíamos de que hablábamos pero nadie quería hacerlo evidente hasta que él me suelta:

-       Como una bebe después de tomar la leche…

-       Jajajaj

-       Jajajaja

-       Pero yo no porque no pude tomar la teta…dijo él

Como me calentaban estas conversaciones con mi hermano por Dios!

-       Te quedaste con ganas? Le digo girando la cabeza y poniendo cara de nena inocente.

En eso siento el duro bulto de mi hermano metiéndose entre mis dos nalgas al momento que me agarra la cintura. Yo giro para mirarlo y me besa. Nuestras bocas se encontraron y nunca se despegaron. Nos metíamos la lengua y el bulto me presionaba de una manera tremenda.

Sus manos subieron a mis pechos por dentro de la remera. Tomó las tetas con las palmas al tiempo que con ambos pulgares e índices apretaba suavemente mis pezones. Yo no quería, ni podía detenerme. En cuestión de segundos mi remera voló por el aire. Yo metí mis manos por el elástico del calzoncillo y se lo bajé al tiempo que mi hermano me sacaba las calazas y la bombacha juntas. Me senté en la mesada y abriendo las piernas y agarrando su pija le digo:

-       Cogeme hermanito! No aguanto mas!

-       Si? Dice él. Queres que te coja?

Si había algo que podía aumentar mi grado de excitación era eso: el lenguaje sucio. Y me presté al juego que mas me gusta.

-       Siiii! Cogeme por favor

-       Me encanta cogerte hermanita!

-       Y a mi me encanta que me cojas hermanito!

-       Siiii?

-       Siiiii

-       Y te gusta mi pija?

Ya no aguantaba mas, acabé como una loca mientras le respondía

-       Me encanta tu pija!!! Estoy acabando!!!

-       Siiii hermanita! Acabá para mi! Báñame la pija con tu orgasmo

Las palabras que utilizaba mi hermano no podían calentarme mas

-       Como me gusta que me cojas hermanito!

-       Y a mi me encanta cogerte!

-       Si? te gusta cogerme la concha? Decía yo sumándome a este lenguaje sucio que tanto nos gustaba a los dos

-       Siiii! Estoy por acabar!

Yo me cuidaba con pastillas desde hacía mucho tiempo y no me quería perder la sensación de sentir esa pija latiendo dentro de mi, asi que le dije:

-       Acabame adentro por favor! Quiero sentir tu leche! Per mientras acabas no dejes de besarme, por favor!

Él, haciéndome caso, me metió la lengua profundamente mientras que yo, con mis piernas y mis brazos, lo abrazaba para sentirlo mas profundamente, si es que se podía. Yo sentía su pija latir. Sentía su lengua moviéndose dentro de mi boca. El placer no podía ser mayor. El placer de lo prohibido. El placer del incesto.


F I N


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