María parecía disociarse y, por un lado, ser la hija y madre amorosa frente a sus padres durante la cena y minutos antes, ser una perra en celo necesitada de sexo, de verga dura y caliente. Y que sólo su hijo podría calmar ese deseo ferviente.
Pasaron toda la comida riendo, comiendo las milanesas, la tortilla y bebiendo vino que María supo escoger muy bien entre las muy cuidadas botellas que su marido atesoraba en la cava. Eligió un gran enemigo malbec 2016. Sentía en su boca, en su paladar ese sabor y cerraba los ojos. El vino no era especialmente su pasión, pero sabía disfrutar de las etiquetas que su marido sabía elegir.
María cruzó miradas con su hijo cuando la abuela le dijo: como comes Luchito! Que grande que estas!
Al momento de despedirse, Luciano y María acompañaron a la visita y cuando se estaban yendo y sonreían saludando, una mano de Luciano se metió dentro del pantalón de María acariciando la suave cola. Ella lo miró severa, pero a la vez divertida.
Volvieron a la casa y Luciano la agarró, abrazándola y besándola en el medio del pasillo
- Como me gustaría vivir solo con vos! Le dijo pasional
- Ahora estamos solos
- Quiero cogerte de nuevo, mami!
- Lucho!
- Que pasa, mami?
- Tenemos que parar un poco
- No quiero parar!
Luciano la apretó fuertemente y la besó en el cuello. María, como pudo, se separó y lo miró seria.
- Que vamos a hacer Lucho?
- Ahora?
- No, Luciano, a lo que me refiero es a que no podemos seguir así
- Como?
- Haciendo lo que acabamos de hacer
- Pero…
- Yo me dejé llevar, lo reconozco
- Si te gustó…
- No pasa por si me gustó o no
- Y entonces? Por donde pasa?
- Mirá Lucho, las cosas no pasan solo por: si algo te gusta lo haces. Hay cosas que están prohibidas como el incesto, y eso es lo que acabamos de hacer
- Pero…
- No hay peros, hijo, aparte de que somos madre e hijo y está mal. Yo soy una mujer casada y vos tenés una novia
- Pero vos sabes que Sofía
- No importa ahora lo que pase con Sofía puntualmente
- ¿Y ahora qué hacemos?, Luciano parecía decepcionado
- Vos te vas a tu cuarto y yo al mío y mañana tratamos de olvidar esto
- No lo voy a olvidar nunca si fue lo mejor que me pasó en la vida
Ese comentario retumbó fuerte en la cabeza de María. No estaba preparada para semejante declaración.
- Bueno, no espero que lo olvides
- No lo voy a olvidar
- Y me alegra que te haya gustado, pero no puede volver a pasar
María no se creía a ella misma lo que estaba diciendo, pero necesitaba que por lo menos su hijo se lo crea, aunque sea un poco
- Está bien, si no queda otra, bajó el cabeza decepcionado
- Sí, mi amor, no queda otra
- No soy tu amor, dijo Luciano con bronca
- Si, sos mi amor, pero debemos calmarnos
- No me quiero calmar
- Debemos, andá a tu cuarto, dale
Luciano se fue a regañadientes a su cuarto y abrió el chat con Sofía
- Holaaaa
- Hola como estas?
- Bien vos?
- Bien, no me diste bola en todo el día, le dijo ella
- Estuve ocupado
- Con otra?
- Si, con otra
- Um, quien será esa otra
- Mi mamá
- Por suerte, no me pone celosa tu mamá
Deberías, pensó Luciano
Mientras tanto, María en su cuarto, volvía al chat con Florencia
- Contame todo por favor, fue lo último que escribió Florencia
- No puedo, no me animo
- Cogieron, no? Florencia quiso romper el hielo de manera abrupta
- Si
- Ufffff, decí que no puedo ahora, pero como me gustaría pajearme mientras me contás
- Yo con culpa y vos calentándote?
- Perdón amiga, pero me salió naturalmente
- Emoji de furia
- Queres contarme que te pasa?
- Y que me va a pasar? Acabo de coger con mi hijo, a vos te parece normal?
- Normal, no me parece, es verdad
- Ves? Soy una pervertida
- Si es por eso, yo también soy una pervertida por calentarme con una relación incestuosa
- Jajaja, me hiciste reír, gracias por no dejarme sola
- No te des manija con eso.
- Es que no puedo, es muy fuerte
- Por lo menos, la pasaste bien?
- La pasé IN CRE I BLE
- Bueno, me vas a contar mañana?
María se estaba calentando y cuando eso sucedía empezaba a perder los límites y se ponía en riesgo de cualquier cosa. Fue el deseo el que la llevó a responder:
- Si, ¿voy o venís?
- Mmmmm, voy
- Bueno a las 7:50 se va Luciano al colegio
- Ok, voy a las 7 y lo despertamos juntas?
- Jajaja, que graciosa…
- Después de lo que me contaste, ganas no me faltan
- Hasta mañana….
- Emoji de beso y de fuego
- Emoji de beso
Como pudo, María se tiró en la cama para dormirse y aunque le costó, logró conciliar el sueño. Sonó con se encontraba desnuda en una fiesta llena de gente y que todos la miraban, pero no sentía vergüenza, sino al contrario disfrutaba exhibiéndose frente a extraños.
Al otro día, bajó para prepararle el desayuno a su hijo. Estaba con pijama y se le ocurrió una cosa. Se desnudó completamente y se cubrió con una bata larga. Estuvo en la cocina con ella todo el tiempo moviéndose de un lado para el otro, sintiendo el roce de la tela en los pezones y se excitaba sabiendo que estaba completamente desnuda y que su hijo no lo sabía.
Al momento de irse, Luciano se acerca a saludarla y ella le corre la cara para que el beso no impacte en la boca y logra que sea en la comisura al menos.
- Chau, mi amor, le dice ella
- Chau ma.
- ¿A qué hora salís hoy?
- A las 4, por?
- No, por nada para esperarte
- Esperame desnuda, le dijo Luciano a tono de broma para ver la reacción de su madre
- Así?
María se desanudó la bata y se exhibió como Dios la trajo al mundo frente a su hijo. Luciano se volvió para atacarla, pero ella rápidamente se volvió a colocar la bata y le dijo que se fuera al colegio.
- Bueno, por lo menos me voy un poco más contento
A las 8.30 llegó Florencia, que ya se notaba que no llevaba corpiño por debajo de la remera. Eso impactó en María que sabía que debía controlarse si no quería que las cosas se salieran de su carril. Era eso lo que realmente quería?
Empezaron hablando pavadas y no sabían cómo romper el hielo y fue Florencia la que tomó la iniciativa.
- Bueno, vas a contarme?
- No se por dónde empezar
- A donde sucedió todo? Acá?
- Bueno, acá no, en mi cuarto
- ¿Cómo fue?
- Todo empezó en el DOT
- En el shopping?
- Si, fuimos juntos y cuando volvimos al auto nos besamos y acariciamos
- Ufff, podrían haberlos visto!
- Sí, estoy re loca, pierdo los estribos cuando me caliento
- Yo soy igual
- Vení vamos al sillón, dice María
- Queres que vayamos a tu cuarto así recreas la escena mejor?
Era el momento en el que María debía poner un límite, pero no pudo, o no quiso
- Bueno, vamos, dijo y subieron juntas las escaleras
Llegaron a la habitación y Florencia la miró nerviosa y excitada
- No voy a dar vueltas
- …
- Me puedo sacar la ropa?
- Sí, claro
María nunca supo poner límites cuando se excitaba y este era claramente el caso. Aunque esta vez fue más allá y le dijo:
- Ok y se quitó la bata quedando completamente desnuda delante de su amiga
- Ah que hija de puta, ya me estabas esperando así?
- Si, dijo cortésmente
Florencia se desnudó rápidamente y se puso de pie al costado de la cama, de frente a María.
- Esperá, dijo María
- Qué? Dijo Florencia que ya estaba muy caliente y no quería esperar
- Dejame agarrar algo
María fue hacia su placard y sacó un dildo de un buen tamaño y mostrándoselo a Florencia le dijo:
- Para que veas como es
- Algo así tiene tu hijo?
- No, más grande, y más rica
- Uffff
- Nos acostamos?
- Dale, si
Ambas se acostaron y de costado empezaron a tocarse mirándose la una a la otra. Florencia acarició suavemente la cama y mirándola a los ojos a María, le preguntó
- Acá de lo cogiste a tu hijo?
- Si
- Contame todo
María comenzó el relato desde que bajaron del auto y empezaron a besarse apasionadamente. Avanzaba en la narrativa y ya se masturbaban ambas mirándose a los ojos y recorriendo con la mirada cada una el cuerpo de la otra.
María jugaba con el pene artificial sobre sus tetas primero y en un momento del relato se detuvo mirándola a los ojos a Florencia
- Le chupé la pija así
Se llevó el dildo a la boca y jugó, primero con la lengua, para después metérselo y sacarlo y meterlo alternadamente mirando a su amiga a los ojos con deseo
Florencia interpretó eso como una señal para avanzar
- Te puedo ayudar a chuparlo?
- Por supuesto, dijo María sonriente
Desnudas como estaban, ambas se arrodillaron en la cama y se pusieron a la tarea. Una besaba el costado del consolador y la otra la punta. Fueron alternándose y llegaron en un momento a la punta juntas, en donde se dieron un beso de lengua muy apasionado. Cuando las lenguas se encontraron, supieron que no iban a separarse por lardo rato. Así arrodilladas como estaban se abrazaron de una manera cariñosa y coordinada para ser la primera vez de ambas con otra mujer. No había torpeza en sus movimientos. Había delicadeza sin perder la pasión y el arrebato de locura.
María bajó el dildo y recorrió con la punta los pezones durísimos de Florencia. Esta por su parte, no dudó en seguir el juego y de su boca salió un
- Mmmmm. Siiiii
- Estas muy caliente? Preguntó retóricamente María
- Sí, estoy que ardo.
- Quemémonos juntas, dijo María invitando a su amiga a ir más lejos
- Contame más, que te hizo?
- Me chupó las tetas, dijo María y se las acarició
- Así?
Florencia, sin dudarlo, agachó la cabeza y se sumergió con su boca en los pezones de una María que ardía de deseo y necesitaba que su amiga haga exactamente lo que acababa de hacer
- Siiiii, chupame las tetas, Flor
- No, Soy Luchito, tu hijo
- Jaaa, María rio por la ocurrencia
- Te chupo las tetas, mami? Dijo divertida y muy caliente Florencia
- Sí, mi amor chupame las tetas
- ¿Que más queres que te haga, mami?
- Te animas? María la miró a los ojos a Florencia
- Hago lo que me pidas.
Florencia la miró con severidad, como dando a entender que ella estaba para todo y más. María sabía que era el paso hacia una escena lésbica total con su amiga y no era el momento de echarse atrás.
- Chupame la concha que estoy muy caliente
- Si, mami?, dijo Florencia con una mueca divertida y perversa al mismo tiempo
- SI
- Estas muy mojada, mami?
- Muy, mi amor
- A ver
Florencia bajó una mano para recorrer por encima la concha de María y se encontró con una humedad tremenda. De hecho, solo al pasar su dedo mayor y retirarlo simplemente, se extendió un hilo de flujo espeso y transparente que denotaba la excitación que tenía su amiga.
- Viste, estoy muy, muy mojada
- Mmmmm, te quiero chupar la concha, mami… Florencia jugaba divertida y excitada
- Chupame la concha, hijito, María seguía el juego a la perfección
María fue hacia la parte superior y acomodando las almohadas, se recostó con las piernas abiertas. Apoyó los talones y levantando el cuerpo puso debajo suyo un almohadón mullido para facilitarle la tarea a su amiga.
Florencia se arrojó de cabeza a chuparle la concha sin ningún juego previo, tal era la desesperación que tenía por sentir el sabor de su amiga.
Ninguna de las dos había estado nunca tan íntimamente con otra mujer, sin embargo, se movían con una naturalidad que asombraba.
María le corría el cabello y le acariciaba la cabeza para poder verla mejor. Florencia agradecía el gesto y mirando hacia arriba a los ojos a su amiga, abrió la boca y subió recorriendo con su roja lengua todo el largo de la concha de María
- Aghhhh ya me vas a hacer acabar, dijo María
- Aguantá porque quiero chuparte mucho
- No importa, puedo seguir después de acabar
- Entonces venite, acabá mientras te chupo la concha, mami
Esa frase detonó en María un orgasmo tremendo y comenzó a temblar sacudiéndose y agarrando de la cabeza a Florencia, que sonreía desde abajo sabiendo que había logrado hacer acabar a una mujer como tantas veces lo había logrado con los hombres. Sintió un pequeño triunfo y siguió chupando y bebiendo de lo que emanaba su amiga. Era un sabor hermoso y eso la excitó más, si es que se podía y se lanzó a chupar más y mas
- Ahhhhh ahhhhhhh aghhh aghhhh ahhhhhh, gritaba María
- Mmmmm, Mmmmm, Mmmmm, seguía Florencia desde abajo
- Me haces acabar de una manera deliciosa, Flor
María había dejado el juego de madre-hijo
- Tenés una concha hermosa, dijo Flor
- Y vos una lengua que hace maravillas
- Mmmmm, Mmmmm
Florencia subió la mano y metiendo dos dedos en la concha de María, se puso a jugar en la zona clitoriana. Le costó encontrar el botoncito de placer de su amiga, pero cuando lo hizo, se dedicó a tallar en él para sacarle todo el placer que podía
- Ayyyy hija de puta, se le escapó a María
- Mmmmm, Mmmmm
- Me encanta lo que me haces
- Mmmmm, Mmmmm, Florencia seguía jugando con la punta de la lengua en el clítoris ahora más inflamado de María
- Que arte que tenés para chupar la concha… chupame asíiiiiiiii
- Mmmmm, Mmmmm,
Flor, metió un tercer dedo y con los labios apretó el botoncito de su amiga que no pudo contenerse mas
- Aghhhh ahhhhh ahhhh ahhhh ahhhh ahhh ahhhhhhhhhahhhhhhhh
- Mmmmm, siiiii acabá de vuelta para mí
- Aghhhh ahhhh ahhhhh, María no dejaba de acabar
- Acabame en la boca que me chupo todo, Florencia sacó la lengua para recoger los abundantes fluidos de su amiga
- No doy mas, dijo María
- Bueno, tranquila, descansá que hay tiempo, no?
Dijo Florencia subiendo y recorriendo el cuerpo de su amiga con la lengua, pasando por sus pezones nuevamente y volviendo al cuello para terminar con otro beso de lengua, ahora con el sabor de su amiga muy presente en su interior. María correspondió el beso y levantando la pierna abrazó a su amiga conteniéndola y acariciándole la cara para mirarla y decirle, con amor:
- Sos hermosa, sabías?
- Vos también, no había lugar para modestias
- Me encantó lo que me hiciste, dijo María
- A mí me encantó hacértelo
- Ya habías estado con una mujer?
- Nunca, es mi primera vez, vos?
- Tampoco, es mi primera vez, también
- Estuvo muy bueno, no? Preguntó retóricamente Florencia
- Claro, dejame besarte…
María volvió a besar a Florencia con pasión. Con mucha lengua y saliva, con mucho movimiento e invasión de la lengua en la boca de su amiga
- Me encanta sentir mi propio sabor, dijo María
- A mí me gusta mucho tu sabor…
- Mmmmm,
María volvió a besarla con pasión y desenfreno y de a poco acostó a Florencia para ir subiendo encima de ella. Empezó recorriendo el cuello muy lentamente y después con besos profundos en él. Siempre con la pasión necesaria, pero con la delicadeza justa para que no queden marcas. De a poco fue bajando por sus tetas y sus pequeños, pero muy erguidos pezones. Jugó con ellos durante mucho tiempo. La lengua los recorría, se los metía en la boca. Salía y subía y volvía a besarla y le metía unos dedos en la empapada concha. Volvía a los pezones duros y los recorría una y otra vez. María se sentía pletórica y no dejaba de recorrer el cuerpo de su amiga con la lengua.
Así fue bajando por el abdomen de su amiga mientras la terminó de colocar en la misma posición que había estado antes ella. Florencia que entendía perfectamente como seguía la cosa, se dejaba hacer y colaboraba con movimientos delicados y precisos. Abrió las piernas dejando que María ocupara ese lugar y fuera descendiendo con su lengua
María ya sabía todo lo que iba a hacerle. Desde que tuvo el segundo orgasmo en la boca de su amiga que comenzó a tejer en su cabeza todas las cosas que le gustaría hacerle a Florencia. Y las hizo.
Bajó con la mano y le metió un dedo en la concha, primero. Jugó un ratito metiendo y sacando mientras con la lengua recorría los alrededores del ombligo de Florencia. Incorporó un segundo dedo en la empapada concha de su amiga y bajó más con la lengua. Empezó a chuparle la concha y a meterle tres dedos y Florencia se agitaba de placer
- Me estas matando Meri, no pares que me encanta
- No voy a parar
- Aghhh ahhh, seguí
Pero no era eso lo que tenía en mente María. Se arrodilló frente a ella.
- Dejame hacerte esto…dijo mirándola
Giró la mano que tenía metida en la concha de su amiga, y metió los dedos mayor y anular bien profundos, al estilo “hombre araña”, mientras que con el dedo pulgar de la otra comenzó a jugar con el inflamado clítoris de Florencia.
- Aghhhhh, gritó Florencia
- Te va a gustar
- Ya me está gustando
- Te va a gustar más…
Empezó a frotar el clítoris con el dedo gordo de su mano izquierda mientras que empezaba a subir los dedos dentro de la concha como llamado, como diciendo vení, vení y buscando encontrar el punto G de su amiga
- Aghhhhh ahhhhhh ahhhh
- Te gusta, hermosa? Dijo María
- Me encanta como me coges con los dedos!
- Te voy a coger así hasta que acabes como loca
- Aghhh ahhhh ahhhhhhhhhh voy a acabar ahora
- Siiiii, acabá
Florencia empezó a tener espasmos propios de un exorcismo. Se sacudía violentamente y un chorrito salió de su concha mojando la mano de María, que la miraba sonriente y no cesaba en los movimientos que estaba haciéndole a su amiga.
- Estoy a…… a…..aahhhhhhh
- Mmmmm, seeeeee, daleeeee
- Acaaaaabbbaaaa…..nnnnnnn doooooooooo aghhhhhh
Florencia largó otro chorro que empapó la mano de María y ésta la miró a los ojos
- Me encanta que acabes así y me mojes toda
- Aghhhh ahhh ahhhhh ahhhhhh
Florencia tomó la mano de María que estaba dentro de su concha para sacarla porque no daba más. Nunca pensó que no iba a soportar tanto placer, pero así era. Cuando fue a agarrar la mano y la notó tan mojada, sintió un poco de vergüenza.
- Yo te mojé la mano así? Preguntó incrédula
- Si, y como te dije, me encantó
- Nunca….
- Mejor, si es así, mejor
- Que cosa?
- Si es la primera vez que acabas tanto, me encanta haber sido yo la que lo haya logrado
- Si, te juro que…
- Shhhh, no importa
María se tiró encima de su amiga besándola en la boca y se abrazaron como enamoradas, tal era la dulzura de ambas y el cariño que se profesaban. Un movimiento de la pierna de Florencia le hizo tomar contacto con la empapada sábana y se rio diciendo
- Vas a tener que cambiar las sábanas
- Siiiii, jajaja
- Menos mal que no las cambiaste anoche
- Queres que te diga la verdad?
- Siempre
- No las cambié porque quería sentir el olor de Luciano en las sábanas
- Mirá vos…
- Vos lo sentís?
- Te digo la verdad?
- Sí, siempre decime la verdad
- No, no siento un carajo
- Jajajajajaja
- Jajajajajaja
Se rieron juntas y volvieron a abrazarse y besarse.
De a poco y sin nada de culpa se pusieron de pie y se vistieron. En realidad eran 3 prendas: Florencia una musculosa y una remera porque no se puso la ropa interior y María solo volvió a colocarse la bata.
Bajaron juntas al comedor y tomaron algo refrescante
- Necesito reponer líquidos, dijo Florencia divertida
- Ya lo creo, rio María
(continua acá)