Historia en curso...

Mi hermana Belén

  Belén, mi hermana, siempre fue muy exhibicionista. De mostrarse mucho en redes. Su perfil, publicaciones y stories eran un verdadero infie...

Besos de las buenas noches (5)


 Efectivamente, estaba terminando de ducharme cuando oigo a mi padre que entra en la casa. Por un momento temí que se diera cuanta de algo, pero como era mi habitación la que habíamos usado, no corríamos riesgos. Aun así, mis nervios tardaron mucho bajar.

Durante el resto del día mi mamá se comportaba como una señora esposa y como una madre ejemplar, tanto con mi papá como con mis hermanos.

Esa misma noche, mi mamá vino como siempre a darme el beso de las buenas noches y volví a verla hermosa con su camisón transparente y sin nada debajo. Cerró la puerta con llave. Me bajé de la cama y, por primera vez de pie delante de ella, la besé. Ella me correspondió el beso y mis manos se pusieron en mi cintura. Increíblemente después de todo lo que había pasado, no me animaba a acariciarle el culo. Lo fui haciendo lentamente. Mi torpeza era mayor

Antes de seguir con muchas de las experiencias que siguen, debo aclararles que esto sucedió hace muchos años y la poca experiencia que yo tenía era de algún video en VHS o alguna revista pornográfica que circulaba entre mis amigos y compañeros del secundario.

Mi mamá me separó y mirándome con una sonrisa, me dijo

-        Me ayudas a bajar el colchón al piso

-        Claro, dije sonriendo

Se arrodilló en el colchón y me pidió que me acercara, pero que no me acueste, que permanezca de pie. Aunque parezca que era obvio, en ese momento no me di cuenta. Cuando llegué a la altura de su cabeza mi pija ya estaba en todo su esplendor y tenía un bulto enorme. Ella me lo acarició por encima y me miró desde abajo con una hermosa sonrisa. Bajó el calzoncillo (en esa época era tipo slip, así le decimos al calzoncillo en Argentina) y sacó mi pija al aire

-        Es hermosa, dijo mirándola

-        Te gusta? Me atreví

-        Sí, me encanta, mi amor

-        Es toda tuya, le dije un poco más suelto

-        Gracias

Fue todo lo que dijo y comenzó a chupármela con auténtica devoción. Se la metía todo lo que podía en la boca, la sacaba y le pasaba la lengua alrededor de mi glande y volvía a metérsela. Me acariciaba los huevos y me la chupaba con una maestría total

Afortunadamente, después del día que habíamos tenido con tantos encuentros sexuales, pude controlar muy bien mi eyaculación. Un momento después ella me pidió

-        Vení, metémela

-        Si, mami

Se acostó nuevamente boca arriba. La penetré con lentitud y empecé a moverme con esmero y dedicación. Trataba de girar en círculos dentro de ella. Ella me abrazaba con sus piernas y eso me volvía loco. En un momento una mano me apretó fuerte una nalga y noté su cuerpo temblar

-        Aghhh ahhh aghhhhh

-        Mmmm, si respondía yo

-        Aghhh si me encanta Gabi, me encanta

Yo notaba que el roce de mi pelvis contra la suya le generaba mucho placer y acentuaba este movimiento. Minutos después volvió a agitarse

-        Aggh ahhhh así así así

-        ¿Te gusta mami?

-        Sí, mi amor

-        Si? ¿Así?

-        Así, mi novio, mi hijo-novio, siiiii

Y se vino en otro orgasmo. Ya no sé cuántos habían pasado.

Duramos mucho tiempo, creo que más de una hora. Ella llegó al orgasmo varias veces. A último momento ella empezó a moverse con más ímpetu y logró hacerme acabar con unos movimientos intra vaginales que me mataron. Eran como unas pulsaciones que hacían como una prensión sobre mi miembro que me llevaban al éxtasis total

-        Agghhhh mami, me encanta eso

-        Siiii? Me vas a acabar? Me preguntó

-        Siiii, oírla decir eso me llevó al extremo

-        ¿Mi novio me va a dar la lechita?

-        Aghghh ahhhh aghhh, acabé como loco

Caí rendido de espaldas en el colchón. Yo tenía una sonrisa en la cara que no me la podía sacar. Mi mamá se acercó y me besó en la boca con mucha pasión.

-        Es hermoso tener un novio-hijo como vos

-        Y una mami-novia como vos, también

Me besó y se despidió hasta el día siguiente donde todo fue con absoluta normalidad.

Es el día de hoy que tengo muy presente los olores de esos encuentros. Y cuando digo olores no me refiero solo al de su concha. Lo digo también por nuestros cuerpos transpirados, mi semen, el olor a sexo en general de mi cuarto.

Y también los sabores.

Una de las noches que siguieron, calculo que habría pasado más de un mes, estaba encima de ella, ambos desnudos y comencé a chuparle las tetas con mucha pasión y a tocarle la concha muy suavemente. Ella me fue guiando para que lo haga mejor, pero yo no quería quedarme ahí. Empecé a bajar con mi cabeza hacia esa zona. Yo lo había visto en revistas y en películas porno. Entonces estando ella acostada boca arriba empecé a besarla toda; el cuello, las tetas, la panza, y comencé a bajar, ella me dijo

-        no hace falta, mi amor

-        quiero besarte toda, le respondí

Ella tenía mucho pelo en el pubis, fui dando besitos, estaba cerrada

Como comprenderán, yo no sabia mucho, solo que tenía que pasar la lengua y así empecé: le fui haciendo levantar las rodillas para que separara las piernas, separé con mis dedos un poco el pelo y lengüeteaba los labios un rato largo, así un tiempo largo hasta que note que se mojaba mucho, pensé que era pis y lo probé con la punta de la lengua, era más elástico y viscoso, como el almíbar, pero el sabor era algo nuevo, como una mezcla ácida con su transpiración, pero no el famoso olor a pescado, algo mucho más suave y delicado. Entonces empecé a meterle la lengua y me quedé sorprendido de cómo se fue abriendo, como una flor.

Ella gemía, y me acariciaba la cabeza. En ese momento no pensé que por ese lugar había salido yo, pero sentí un gran deseo de entrar. Estuve un rato metiéndole la lengua y moviéndola mientras chupaba los líquidos hasta que me di cuenta que mi nariz tocaba algo durito y con cada toque ella temblaba y entonces subí la lengua a ese lugar, ella separo más las piernas y note algo como una guinda con la lengua lo tocaba y ella más suspiraba hasta que en un momento me dice

-        Chupá bebe

-        Mmmmm, decía yo desde abajo

-        Chupá Gabi

Y fue así como empecé a chupar. Con la punta de la legua tocaba la unión de los pliegues y rozaba la campanita que tanto placer le provocaba. No había pasado ni 30 segundos y ella me agarró del pelo diciendo;

-        Aghhhhh ahhhh

-        Mmmmm, chupaba yo

-        Aghhh ahhhh

Yo no me detenía y mi madre empezó a acabar como una endemoniada. Me apretaba con las piernas y con las manos como si quisiera que yo entrara en ella. Calculo que debe haber estado como 2 minutos así, y al parecer, algo le había dado ya que yo no la sentía respirar ni nada, y en un momento me soltó y se relajó. Quedó toda despatarrada abierta y pude ver bien como estaba toda chorreada hasta el ano y le brillaban los pelos mojados, me levanté lentamente, me puse arriba de ella la altura de la cara y le pregunté

-        Mamá, ¿estas bien?

Ella abrió los ojos y nos besamos- Yo tenía sabor a su concha y aprovechado la posición la penetré, nos quedamos así quietos un buen raro hasta que comenzó a caderear, a hacer ese movimiento de cadera que me volvía loco. Yo lo entendí y me la empecé a coger con muchas ganas. Creo que estuvimos otros 15 minutos y ella volvió a tener otros orgasmos. Yo por mi parte volví a mirarla a los ojos y le dije

-        Me viene

-        Siiii, mi amor, me dijo ella

-        Ya…

-        Siii terminá adentro, me dijo al oído

Fue así como le solté la leche adentro

-        Aghhhhh

-        Mmmmm, gemía ella

-        Ahhh ahhhh siiiii

Acabé con mucha intensidad, pese a ser el orgasmo número mil de ese día.

Descansamos unos minutos, y como siempre pusimos en colchón en la cama y ella se puso el camisón y se fue con el trapito entre las piernas sin ponerse bombacha

Al otro día, en la cocina, en un momento en que nadie estaba cerca, me dice:

-        ¿Te puedo hacer una pregunta?

-        Si mami

-        donde aprendiste a chupar así?

-        anoche fue la primera vez

Yo solo había lagunas revistas y unas pelis porno en la casa de un amigo. Ella continuó

-        Pensé que ya habías practicado con alguien

-        ¿Por qué?

-        Porque lo hiciste muy bien

-        Siii?  Pregunté con una sonrisa

-        Vení, me dijo mirando para todos lados

-        Si.

Me puse de pie y me fui a su lado

-        Dame la mano, me ordenó

-        Tomá, le dije extendiendo mi mano

-        Tocá. Para que sientas como me pone recordarlo

Agarró mi mano y levantándose un poco la pollera me hizo tocar su concha a través de la bombacha toda mojada. La miré con lujuria y le solté

-        Quiero seguir practicando

Me dio un beso corto, se dio vuela y me dijo

-        Esta noche, novio

-        Siiiiii, dije entusiasmado

-        Ahora andá a buscar a tus hermanos para merendar

Así fueron pasando noches y días hasta antes de mi cumpleaños de 18 (soy de mediados de enero) Ella me informó algo…

(continua acá)