Nos quedamos un rato los tres en la cama. Todos en silencio como procesando lo que acabábamos de vivir. Había sido muy fuerte chupar una pija junto con mi hija, pero si a eso le agregábamos que nos habíamos besado e intercambiado en nuestras bocas la leche de nuestro macho ya era muchísimo más. Por mi cabeza pasaban ideas, imágenes y proyectaba pensamientos totalmente culposos algunos y otros totalmente excitantes. Debía detenerme e irme? De hacerlo, ¿debía hacerlo sola o con Antonella? En caso de quedarme ¿estaría dispuesta a chuparle la concha a mi hija? Eso empezaba a calentarme y aunque trataba de alejarlo de mi cabeza, era imposible.
El primer movimiento lo hizo Antonella, se levantó de la cama y se fue al baño. Cristian se giró para mi lado y muy tiernamente tomándome del cuello comenzó a besarme. Yo correspondí ese beso. Cristian se apretó contra mí y yo hice lo propio. Seguimos besándonos como dos adolescentes. Ambos desnudos, Cristian no dudó en empezar a acariciarme las tetas, yo llevé la mano hacia su verga, pero esta todavía no parecía reaccionar. No obstante, coloqué mi cuerpo un poco más arriba para facilitarle que me chupe los pezones, y así lo hizo.
De golpe me levanto y voy al baño. Cristian me miró desconcertado. Entro al baño y encaro a Antonella que me mira escrutándome:
- ¿Qué pasa, mami?
- No sé, todo esto es muy fuerte. Somos madre e hija, le dije
- ¿y que tiene?, dijo Anto
- Anto, ¿a vos te parece normal que una madre y una hija hagan lo que acabamos de hacer? Le dije a Anto
- No, mami. No me parece normal. Y hasta si me preguntas en otro contexto hasta creo que está mal lo que estamos haciendo, pero sabes una cosa…
- ¿Qué cosa? Le dije esperando por un lado entrar en razones, pero por otro quería que me diera un motivo para seguir ahí por un tiempo mas
- No sé, mami. Lo único que sé es que lo que hicimos recién, me encantó. Y tengo muchas ganas de experimentar con Cristian y con vos, me soltó Antonella
- Ay Anto. Entendeme por favor, que es algo muy fuerte, le dije yo mirándola desnuda en el baño.
- Mami, te conozco y sé que tenes tantas ganas como yo, me espetó Antonella
- Ay Anto, no sé qué decir ni hasta donde llegar, pero es verdad que estoy con muchas ganas también, le reconocí
- Bueno, entonces vayamos y cojámonos a ese tipo que está ahí, que está buenísimo, que nos trata bien y que tiene tantas ganas como nosotros, cerró Anto y me tomó de la mano
- Bueno, le dije y la abracé. Gracias por entenderme! Y salimos del baño juntas de la mano
- Estábamos hablando un poco, dijo Anto sonriendo y tirándome del brazo nos caímos juntas en la cama sobre Cristian
- Ya las extrañaba, dijo Cristian abrazándonos
- Me encantan, dije yo y le di un beso en la boca a cada uno. Primero a Anto y después a Cristian quedándome un rato largo jugando en su boca.
- Mmmm, Anto bajaba besando primero el pecho y siguiendo hacia la panza de Cristian
- Mmmm, te gusta lo que te hacemos? Le dije yo
- Chicas, son impresionantes, chúpenme la pija entre las dos que me encanta, dijo Cristian
- Mmmm, bueno, dije yo dejando de besarlo y bajando junto con Anto a chupar esa verga que tanto nos encantaba a las dos
- Mmmm, te gusta esto? Decía Anto agarrándole fuerte la pija, que ya estaba recuperada y casi totalmente erecta, y pajeándolo al tiempo que le pasaba la lengua por la cabeza
- Me vuelven loco, decía Cristian que se colocó un almohadón detrás de la cabeza para disfrutar del espectáculo.
- Te gusta vernos chupándote la pija? Dije yo totalmente encendida
- Y te gusta que nos besemos? Decía Anto al tiempo que corría la pija y me plantaba un beso de lengua tremendo
- Ahhh, dijo Cristian y la pija le dio un respingo, señal de que le gustaba mucho el lenguaje sucio
- Y te da morbo saber que somos madre e hija? Le dije yo
- Siiiii, me encanta! Son hermosas y muy buenas, dijo Cristian
- Que queres que le haga a mi mama? Preguntó peligrosamente Antonella
- Quiero que le chupes las tetas a tu mamá mientras yo me la cojo, dijo Cristian sin ninguna vuelta
- Mmmm, me encanta lo que me pedís, dijo Anto
- Cambio de planes, dije yo. Los dos me miraron.
- Que pasa? Preguntó intrigada Antonella
- Nada, que vos no me vas a coger, le dije a Cristian mirándolo fijo a los ojos, YO te voy a coger a vos.
Y ahí nomás lo acosté y me monté encima clavándome su pija hasta el fondo y empezando a cabalgarlo. Lo besé en la boca y me levanté para comenzar a moverme lentamente mientras seguía mirándolo y acariciándome las tetas. Antonella se arrodilló en la cama a mi lado y empezó a besarme en la boca. Tal como Cristian lo había pedido, Antonella bajó y empezó a chuparme las tetas. Yo me sentía en el paraíso. Lo miraba a Cristian y él nos miraba alucinado. Antonella se prendía de mis tetas, y eso me volvía loca. Parecíamos dos amantes que hace mucho tiempo que no se ven. Nos comíamos la boca a cada rato. Yo le acariciaba la cola a Anto, pero no me animaba a ir más allá. Ella sin embargo se acomodaba dándome espacio para que mi mano se moviera por donde más quisiera, y lo aproveché. Extendí mi mano por todo el centro de su culo y fui bien profundo buscando el contacto con su vagina. Ni bien uno de mis dedos tocó sus labios mayores empapados, ella se acomodó de manera de darme más soltura. Era obvio que quería que yo avanzara y no me hice rogar. Con mi mano desde atrás comencé a meterle, primero uno y luego dos dedos en la concha. Antonella no dejaba de besarme en la boca. Yo me salí de encima de Cristian y me dediqué por completo a mi hija. Las dos arrodilladas en la cama empezamos a besarnos y a acariciarnos la una a la otra. Ahora fue Antonella la que me metió la mano en la concha. Nos tiramos en la cama olvidándonos por un momento de Cristian. Mi cabeza daba vueltas en ese momento, pero no quería, ni podía detenerme. Suavemente empujé a Antonella en la cama y me tiré encima de ella. La besé en la boca metiéndole la lengua y jugando con la de ella y moviéndola con mucha pasión. Me detuve un momento para mirarla a los ojos. En ese cruce de miradas nos dimos cuenta de que no había vuelta atrás y que lo mejor estaba por pasar. Bajé lentamente chupándole las tetas con mucha pasión. Una de mis manos bajó a meterle, uno primero, y después dos dedos en la concha mientras mi lengua jugaba con su pezón. Pero no me detuve ahí, seguí bajando con mi boca en busca de su concha que emanaba jugos que quería probar. Bajé y sin dudarlo me acomodé para chuparla durante un buen tiempo. Antonella facilitaba mi tarea abriendo bien las piernas y acomodándose mientras me acariciaba el pelo. Saqué la lengua para recorrer primero sus labios mayores. Me entretuve ahí un buen rato para empezar a jugar con mi lengua en su clítoris que estaba hinchadísimo. Mi hija empezó a gemir y supe que no iba a tardar mucho en acabar ya que sus fluidos brotaban sin parar. Entonces supe que debía hacer. Le metí dos dedos en su vagina y empecé a chuparle el clítoris con fuerza.
- Aghhhhhh, acabo mamiiiiiiii, gritaba Antonella
- Mmmmm si, acabá, dijo Cristian mientras la besaba en la boca
- Siiii, dije yo sacando mi boca solo por un momento para decir eso y volver enseguida a prenderme de la concha de mi hija
- Agghhhh me encanta como me chupas, me decía mi hija
- Cogeme por favor, le dijo Antonella a Cristian
- Dale cógela, le dije yo a Cristian que tardó en reaccionar, pero enseguida se acostó encima de Antonella para empezar a penetrarla
Fue en ese momento cuando me di cuenta que quería y necesitaba más. Mientras Antonella era embestida por Cristian me acosté al lado de ella y empecé a besarla y a chuparle las tetas. Después basaba a Cristian en la boca.
- Vení encima de mí, mami. Te quiero chupar la concha mientras él me coge
- Siiii, no lo dudé y con mis piernas abiertas me coloqué sobre la cara de mi hija
- Agggggg, si chupala, decía Cristian
- Mmmmm, yo me acomodaba cobre la boca de mi hija y empezaba a sentir como su lengua se movía
- Yo también la voy a chupar, dijo Cristian y en un movimiento me abrió los glúteos para chuparme el culo
- Agggghhhh, decía yo a esta altura al borde del orgasmo y no pudiendo creer lo que sentía en ese momento
- ¿Te gusta? Pregunta Cristian
- Aghhh, me encanta digo y en ese momento siento un dedo de Cristian en mi orificio anal entrando y estoy a punto de acabar
- Mmmm, si Cristian, dice mi hija, cogete a mi mami. Hacele la cola mientras yo le chupo la concha
- Siiiii, dije yo y me incliné hacia adelante dejando todo mi culo expuesto y abriendo mis nalgas
- Voy, dijo Cristian y apuntó la cabeza de su verga empezando a empujar y entrando centímetro a centímetro en mi cola
- Voy a acabar. Dije entre sollozos, mientras era penetrada por la cola y mi hija me chupaba la concha desde abajo
- Me encanta, decía Cristian al tiempo que bombeaba dentro de mi cola
- Aghhhh aghhhhh, acabo dije yo mientras empezaba a acabar
- Mmmm, gghggggg si, decía Antonella que desde abajo alternaba entre chúpame la concha a mí y los huevos a Cristian
- Yo también voy a acabar, te voy a llenar la cola de leche! Decía Cristian Aferrado a mi cintura y penetrándome por completo
- Siiiiii, decía Anto
- Aghhhh, yo seguía acabando y sintiendo los latidos de la pija de Cristian en mi cola
- Mmmmm, Siiii, decía Cristian mientras terminaba de acabar
- Aghhhhh, Antonella no dejaba de chupar mi concha con su cara totalmente empapada de mis jugos
- Me encantó, dijo Cristian sacando su pija de mi cola.
- Aghhhh dijo Anto cuando una gota de semen salió de mi cola y cayó en su boca
- Agggggg, dije yo en un último espasmo mientras veía a mi hija relamiéndose
Nos tiramos los tres en la cama rendidos y empezamos a besarnos alternadamente, y por momentos los tres juntos. Ese fue el fin de nuestras vacaciones. Después volvimos a Buenos Aires y con Antonella y otros miembros de mi familia vivimos otras historias muy calientes que serán parte de otra historia
F I N
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