Historia en curso...

Mi hermana Belén

  Belén, mi hermana, siempre fue muy exhibicionista. De mostrarse mucho en redes. Su perfil, publicaciones y stories eran un verdadero infie...

Mamá caliente (10)


 La pregunta de María llegó de la nada y tomó por sorpresa a su hijo

-        ¿Cómo andas con Sofi?

-        Más o menos

-        ¿Qué pasa?

-        Lo de siempre, se confesó Luciano

-        ¿No se anima?

-        No y yo…dejó la frase en suspenso

-        ¿Y vos qué?

-        La paso mejor con vos

-        Sí, pero eso no puede ser

-        Es que vos me entendés y no te parece una monstruosidad mi pija

-        No, no es una monstruosidad, pero es grande y ella puede tener miedo

-        Bueno, de cualquier manera, yo la paso mejor con vos

-        Pero tenés que pasarla mejor con ella

-        Si, ya sé, pero no quiere ni siquiera hacerme la paja

-        Eso te lo podes hacer vos solo también

-        Pero ahora que descubrí otras cosas con vos, me aburre un poco la paja

-        No mientas porque la paja no aburre nunca

-        Jajaja, no?

-        No, imagínate que yo a los 39 años sigo y no pienso parar

-        Jajajaja

-        Jajajaja, María no podía comer de la risa

-        Ayyyy mami, que bien la paso con vos…decía Luciano mirándola

-        Yo también, mi amor, le dijo María

Levantaron la mesa juntos. Luciano por primera vez colaboró sin que su madre se lo pidiera. En un momento aprovechó para apoyar a su madre desde atrás con la excusa de alcanzarle un plato

-        No empecemos Luchooooo, dijo divertida María

-        Es que este culo me tienta, dijo apoyándola con más descaro

-        Mmmmm, María movió el culo y dio un golpecito para atrás para que su hijo se aleje

-        Es hermoso, dijo Luciano y le acarició por completo la cola a su madre

Luciano llevaba puesto un pantalón corto, lo que hizo que se hiciera notoria su erección. Por suerte, María estaba de espaldas y no lo apreció inmediatamente. Luciano se acercó desde atrás al culo de su madre y con total descaro la apoyó en el culo agarrándola de la cintura.

-        Mmmmm, María soltó lo que estaba lavando y se agarró con ambas manos a la mesada manteniendo firme su culo

-        Me encanta tu culo, mami, Luciano se movía

-        Vos tenés que pensar en el culo de Sofía, dijo ella

-        A mí me gusta el tuyo, Luciano se frotaba con más vehemencia

-        Mmmmm, este es un culo viejo en cambio el de Sofía…

-        Nooooo, a mí me gusta este. Luciano ahora le metió las manos dentro del pantalón y le acariciaba la cola con descaro

-        Ayyyy Luchito, que voy a hacer con vos? Se preguntaba a sí misma María

-        Lo que quieras podes hacer conmigo, ahora Luciano le había metido toda la bombacha en la cola mientras la seguía acariciando y jugando peligrosamente con sus dedos

-        Mmmmm, me volves loca hijo…María se desprendió del botón del jean para que la mano de su hijo pudiera moverse con más soltura

-        Y vos a mí, mami, Luciano entendió el gesto y su mano se coló debajo de la prenda íntima de su madre

-        Aghhhh, hijo que cosas que me haces…

-        Y las que te haría se me dejaras, le dijo al oído

-        Por ejemplo? María ya estaba entregada al placer nuevamente

-        Ahora? Meterte unos dedos en la concha

-        Aghhhhh, un chorro bajó por la concha de María al oír esas palabras

-        Mmmmm, sentilos, Luciano interpretó ese suspiro como una invitación

La mano derecha de Luciano fue para adelante sin salir de la prenda íntima de su madre y se metió en su cavidad encontrándose con una humedad tremenda.

-        Aghhhhh, vibró María al sentir los dedos de su hijo

-        Mmmmm, me encanta tocarte, mami

-        Y a mí que me toques mi amor, una mano de María se puso encima de la de su hijo y acompaño el movimiento

-        Mmmmm, te gusta que te toque así?

-        Siiiii, sentí lo mojada que me pusiste…

-        Y vos lo duro que me pusiste a mí, Luciano adelantó su cuerpo para apoyar más fuerte a su madre

-        Ayyyy hijo como te pones…

-        Como me pones…vos…Luciano al oído de su madre

-        Me vas a hacer acabar, hijo….era la primera vez que María se animaba a hablar con ese tono

-        Quiero hacerte acabar, mami, dijo Luciano y le bajó la bombacha y el pantalón hasta las rodillas

María sintió pánico por lo que podría llegar a pasar con su hijo con la pija parada detrás de ella y totalmente desnuda, pero necesitaba acabar y fue entonces que hizo algo muy impensado y sorprendente.

-        Esperá, le dijo a Luciano

-        Que pasa? Preguntó Luciano intrigado y con la verga dura aun dentro de su short

María se bajó el pantalón del todo, se sacó las zapatillas y desnudándose de la cintura para abajo se giró y se sentó con las piernas abiertas en la mesa de la cocina, donde hasta hace minutos habían estado comiendo

-        Vení, chupame, le dijo como una orden

-        Mmmmm, Luciano se agachó y se lanzó a chupar a su madre

-        Aghhhh, si si si , haceme acabar mi amor

-        Quiero chuparte hasta que acabes, mami

-        Lo vas a lograr muy pronto, le confesó ella

-        Mmmmm, siiii? Te gusta?

-        Mucho mi amor, seguí, por favor

-        Mmmmm, Luciano chupaba y aprovechó el momento para meterle unos dedos a su madre

-        Mmmmm, así, siiii, María lo agarró del pelo y lo guió para que las chupadas se centren en el clítoris

-        Mmmmm, quiero cogerte mami…

-        Aghhh ahhh ahhh ah ah ah aaaaaaaaahhhhhh, acabó María al escuchar esas tres palabras

Quiero. Cogerte. Mami. Fue muy fuerte para ella. No se lo esperaba. Un rayo la travesó y comenzó a convulsionar en el mayor orgasmo que había tenido en su vida. Tanto que Luciano se asustó. Solo siguió porque su madre le apretó la cabeza contra su propio cuerpo y no pudo zafarse.

-        Ayyyy si mami, acabame en la boca

-        Aghhhh, hijo, que cosas que me decís

-        Te quiero coger, mami

-        Basta! Basta de decir eso, temblaba María

-        Es que sos hermosa…

Luciano se puso de pie y se bajó el short y calzoncillo al mismo tiempo dejando su pija de frente a la desnuda y mojada concha de su madre. María levantó la cabeza y entró en pánico por lo que podría llegar a suceder si no se controlaba. Dio un salto y se arrodilló en el suelo frente a su hijo

-        Vení que te chupo la pija

-        Mmmmm, Luciano no se iba a negar

-        Quiero chuparte y tragarme todo

-        Aghhhh, mamiiiii, vos también decís cosas…

-        Queres que mami te chupe la verga?

-        Aghhhhh me vas a hacer acabar

-        Queres que mami te coma la pija?

-        Mmmmm, siiii, asentía con la cabeza

-        Y que me trague toda tu lechita?

-        Siiiiii, Luciano agarró con las dos manos la cabeza de su madre y comenzó a moverla atrás y adelante

-        Mmmmm, aghhh, tragaba María

-        Voy a acabar mami, gritó Luciano y la soltó por las dudas

-        Cogeme la boca, le dijo María y sus manos se apoyaron en las de su hijo para que acompañara el movimiento de su cabeza

-        Aghhh ahhh ahhhh ahhhh ah ah ah ah, acabó Luciano

-        Mmmmm, María tragaba y seguía chupando,

-        Aghh ah ah ah ah, Luciano no paraba de eyacular

-        Mmmmm, María no dejaba de tragar pese a alguna arcada que aparecía cuando el pene tocaba el fondo de su garganta

-        Me encanta cogerte la boca, mamiiiiiii, en tanto ímpetu casi hace vomitar a su mamá

-        Gggghhhhffff, se la sacó de la boca María--

-        Perdón mami

-        No, está bien, está bien, dijo María recomponiéndose

María se acomodó la ropa como pudo. Luciano, con un poco de culpa por sentir que había violentado a su madre, hizo lo propio. En un momento, María lo miró a los ojos y él le dijo nuevamente

-        Perdón mami

-        No tenés nada por lo que pedir perdón, y lo besó en la boca

Se besaron nuevamente y se acariciaban mientras lo hacían. No se despegaban. De a poco se calmaron y cada uno se fue a su dormitorio, Luciano se durmió rápidamente. María, en cambio, no logró conciliar el sueño hasta muy tarde. Sabía que había estado muy cerca de coger con su hijo y ese solo pensamiento la atribulaba y la excitaba al mismo tiempo. Después de horas, se durmió hasta el otro día.

Luciano se levantó y le llamó la atención que su madre no estuviera levantada. Fue hacia el dormitorio de sus padres y vio a su madre dormida boca abajo con la bombacha toda metida en la cola y durmiendo profundamente. Una erección se le produjo al instante y comenzó a tocarse descaradamente a los pies de la cama de sus padres. Era surrealista la escena, con su pija gigante en la mano y de pie mirando el culo de su madre, que ajena a todo esto, dormía plácidamente.

Mientras se masturbaba se juró, se prometió a sí mismo, que se cogería a su madre. Estaba en eso cuando un movimiento de su madre lo sacó de su pensamiento y rápidamente guardó su verga en el bóxer. María vio entre sueños a su hijo parado mirándola y se imaginó cogiendo con él en su cama matrimonial, y se excitó. Pero no quiso dar ninguna señal y se giró boca abajo para dormirse nuevamente e intentar soñar con él y no cogérselo en la vida real.

A la hora se despertó y su hijo ya se había ido al colegio. Se sintió un poco culpable porque no había estado con él durante el desayuno, pero pensó “ya es bastante grande” y una rosa corta se le escapó pensando en lo grande que estaba su hijo.

Su hijo no estaba en la casa y eso le daba tiempo para pensar y estar tranquila. De a ratos, se espantaba recordando lo que había llegado a hacer con su hijo, pero por otros momentos, se encontraba a su misma excitada mientras recordaba la verga dura de su pequeño. Así pasó la tarde y eligió no llamar a su amiga Florencia para no terminar excitándose más aún. Lo bueno de la relación con su amiga era que esta no la juzgaba, y eso la hacía sentirse en paz

Miraba el reloj a cada rato y empezó a ponerse cada vez más nerviosa cuando se acercaba la hora del regreso de Luciano. Cuando faltaban cinco minutos su corazón palpitaba y tenía los nervios de una quinceañera.

-        Hola, ma, anunció su llegada

-        Hola Luchitoooo, como te fue?

-        Bien ma, le fue a dar un beso y le apuntó a la boca de su madre

-        Me alegro, y María no le corrió la cara impactando en su boca

-        Queres ir a algún lado a merendar, mami?

-        Te parece? ¿A dónde?

-        No sé, a algún lugar lindo, esos cafés de especialidad…

-        Si, está bien

-        Bueno, me cambio y nos vamos

-        Dale, yo también

María subió a cambiarse y eligió una pollera larga y zapatillas. Se puso perfume y bajó. Al llegar estaba Luciano con bermudas, remera y zapatillas. Fueron a la camioneta, subieron y María le propuso si no quería manejar él.

Luciano había sacado el registro de conducir hacía semanas y no se animaba a manejar mucho, pero su madre lo alentaba a que lo haga.

-        Dale, anímate

-        Bueno, se entusiasmó Luciano

Subieron a la camioneta y a los pocos minutos ya se lo notaba más relajado a Luciano. Conducía con cuidado, prestando mucha atención al camino.

-        Vamos al shopping DOT? Dijo María

-        Dale, vamos, dijo él y puso el GPS

-        No hace falta, yo te indico, le dijo María

-        Ah bueno

Llegaron al shopping y como estaba cubierto el primer subsuelo fueron al segundo. Se bajaron y Luciano tomó a su madre de la mano. María se dejó hacer y caminaron por el shopping. En todo momento Luciano estuvo tentado de abrazar y besar a su madre, pero se contuvo. María, por su parte, sentía lo mismo, pero no iba a hacer nada.

Llegaron a un café muy lindo y con muchas cosas ricas para comer. Merendaron entre risas y en un momento Luciano le acarició la pierna a su madre. Ella se dejó tocar y correspondió acariciando la mejilla de su hijo.

-        No sabes cómo te besaría acá mismo, le dijo él

-        Bueno, pero sabes que no podemos

-        Porque estamos en público?

-        Claro, además

A Luciano le gustó que su madre se frenara solo porque estaban en público. María, contradicha, supo que tendría que haberle aclarado que era porque eran madre e hijo, pero el deseo le jugó una mala pasada una vez más.

Siguieron recorriendo el shopping y al momento de volver al auto Luciano la agarró a su madre por la cintura y le dijo mirándola a los ojos

-        Quiero besarte

-        Acá?

-        Sí, quiero sentirte como si no fueses mi mamá

-        Pero lo soy, lo quiso cortar María

-        En este momento, no. Y se acercó a la boca de su madre para besarla

-        Mmmmm, María lo recibió y apoyó sus labios en los de su hijo

Sintió como la boca de él se abría lentamente y ella se lanzó con desesperación a besarlo con profundidad. Sus lenguas se rozaron. No era el primer beso de lengua que se daban, pero sí era el primero a la vista de alguna persona que pusiera pasar. María abrió los ojos y vio como una pareja que pasó los miró y eso la excitó aún más, y se prendió con más fuerza a la boca de su hijo.

Luciano apoyó a su madre con fuerza haciéndole sentir le incipiente erección y ella se dejaba hacer. En ese momento, María estaba dispuesta a cualquier locura. Creo que fue por eso que bajó su mano y sobó el paquete de su hijo por encima del pantalón. Tanta fue la sorpresa de Luciano que dio un saltito para atrás al sentir el contacto. Se rieron y siguieron besándose más y más.

Se desprendieron y subieron al auto. Luciano se le tiró encima a su mamá y esta lo recibió con pasión. Se besaban como dos adolescentes. Bueno, uno de ellos, lo era. Luciano intentó desprenderle un botón de la camisa a María y esta lo detuvo.

-        No, vamos

-        Un poco ma…

-        No, mejor vamos

-        Bueno, aceptó a regañadientes Luciano

-        En casa…María se detuvo porque estuvo a punto de decir una locura

Iba a decirle que en casa podían seguir, pero le pareció que no debía echarle más leña al fuego que era su hijo

-        En casa qué? Preguntó Luciano

-        En casa, nada… no sé qué iba a decir

-        Ibas a decir que en casa podemos seguir?

María se sonrió de una manera que cautivó a Luciano.

-        Ibas a decir eso, verdad?

-        Si…

María esta vez quiso manejar ella, encendió el auto y tomaron el camino de regreso a su casa, que ambos sabían que estaba sola para ellos dos. Ni bien salieron del shopping, Luciano la abordó con determinación:

-        Vos también tenés muchas ganas, ¿no?

-        Si, respondió sintiendo como los calores le recorrían todo el cuerpo

-        Bueno, cuando llegue te voy a hacer de todo…

Luciano le acarició la pierna por encima de la pollera y comenzó a subírsela para sentir la piel de su madre, pero una mano de María lo detuvo

-        No me hagas esas cosas que estoy manejando

-        Bueno, entonces te puedo decir lo que te voy a hacer por lo menos?

-        Mmmmm, y que me vas a hacer cuando lleguemos?

-        Chuparte las tetas, mami

-        Ufffff, que fuerte lo que decís

Avanzaban de camino a su casa y María estaba cada vez más mojada

-        Y quiero que me chupes la pija

-        Si te portas bien, lo hago

-        Y quiero cogerte

María se estremeció y su hijo lo notó

-        Tenés ganas no?

-        Es muy fuerte…

-        No te pregunté si era fuerte, te pregunté si tenías ganas

-        Soy tu mamá

-        Tampoco te pregunté que eras mío

-        Estamos llegando…

-        Hacete la boluda

-        Jajaja

María oprime el control remoto del portón y abre la puerta. Ya están en su casa los dos solos y eso es de un peligro terrible. Sobre todo, después de la caliente conversación que acaban de tener

Ella se baja del auto como puede porque las piernas le tiemblan de excitación. Luciano, por lo pronto se baja con una erección de caballo y se acerca a su madre rodeando el auto.

(continua acá)