Historia en curso...

Mi hermana Belén

  Belén, mi hermana, siempre fue muy exhibicionista. De mostrarse mucho en redes. Su perfil, publicaciones y stories eran un verdadero infie...

Embarazo deseado (3)

 


Llegaron las fiestas y, pasado el fin de semana, me levanté sabiendo que iba a ir a casa de mi hermana para festejar la nochebuena. Eso me alegraba, siempre había tenido una muy buena relación con ella. Ahora se sumaba la complicidad de saber que no estaba bien atendida por su marido y pensaba contarle de mi aventura con Lucía. Ella estando embarazada también iba a saber entenderme.

Como la casa de mi hermana es grande, habíamos decidido quedarnos a dormir en su casa. A mi hijo y a mi mujer les gustaba la idea, así que no tuvimos problema. Teníamos un cuarto para nosotros tres.

El fin de semana anterior había recibido los vinos que quería llevar, unos malbec de buena calidad para acompañar la comida y unos champagnes para brindar. No me olvidé de un champagne con frutillas para mi hermana que la volvía loca y que esta vez, por ser navidad se iba a permitir consumir en moderadas cantidades.

Llegamos a casa de mi hermana temprano. Ni bien entré no pude dejar de observar lo hermosa que estaba mi hermana. Esa panza me recordaba a la de Lucía y, si bien no me provocó una erección inmediata, pude sentir cierta excitación observándola. Tanto fue así que en un momento estaba hablando con mi cuñado y no dejaba de mirar a mi hermana. Él lo notó y me lo hizo saber.

-        Viste la panza que tiene, parece que va a explotar

-        Si, tremendo, reconocí fingiendo que ese era el motivo de mis miradas

-        Me impresiona como está, me dice mi cuñado

-        Si, pero te acostumbras, le dije

-        No se, a mi me da miedo por la noche moverme y golpearla o hacerle daño

-        No pasa nada, le decía yo

Mi hermana y mi mujer iban y venían por la casa y yo las miraba ocasionalmente. Mas a mi hermana que a mi mujer, debo reconocer. En un momento paso por detrás de mi mujer y le toco la cola descaradamente. Mi hermana lo observa y me mira. Mi mujer no se da cuenta de eso. Cuando paso cerca de mi hermana, me dice:

-        No cuentes plata delante de los pobres

-        Jajaja, seguís sin atención

-        Si, no se mas que hacer

-        Si, me dijo que tenía miedo de lastimarte

-        Hablaste de eso?

-        No no, en general lo dijo, le aclaré

-        Ah, menos mal

-        Queres que hable con él

-        No, dejá… se resignaba mi hermana

-        Yo se que no te puede hacer ningún daño, al contrario

-        Si, ya se, pero dice que le da impresión

-        Pensar que a mi todo lo contrario…

-        Como todo lo contrario?, quiso saber mi hermana

No sabía si decirle o no, pero tome valor y se lo tiré con todo

-        A mi me excitan los embarazos

-        Ah, bueno dijo ella ruborizada

-        Y si te cuento una cosa…

-        Que cosa? Contame.

-        Despues te cuento, dije cuando aparecía mi mujer

Cenamos tranquilos con nuestros padres divorciados y sus parejas y dos hijos de la pareja de mi papá que jugaban con mi hijo con el cual se llevaban muy bien. Sólo hubo un poco de tensión cuando la política y el fútbol, como siempre, fueron parte de la conversación

Fueron muy elogiados los vinos que llevé y hasta mi hermana, que decía que no iba a tomar, se tomó una copa.

Llegaron las 12 y con eso los regalos en el arbolito y los chicos re felices. Fue un momento muy lindo como todos los años. Brindamos con besos y champagne. Nos quedamos hasta muy yarde ya que veníamos descansados del fin de semana.

A eso de las 3 de la mañana se fueron nuestros padres y mi mujer, que había tomado mas de la cuenta también, llevó a mi hijo hasta la cama y se quedó planchada. Yo por mi parte, le dije a mi hermana que la ayudaba a lavar las cosas que quedaba y mi cuñado me dijo que se iba a dormir también.

Mi hermana, intrigada como había quedado, me dijo que por favor le contara lo que tenía para contarle. Le dije que prefería afuera así que terminamos todo rápido y me fui con el resto del champagne con frutillas afuera para terminar de contarle. Ella vino rápida y ansiosa. Con su panza a cuestas, la miré y me pareció hermosa

-        Contame me dijo sirviéndose una copa mas de su roja bebida

-        Me tenes que prometer que no vas a decir nada

-        Te estas cogiendo a alguien…me dijo ella

-        Si, pero eso no es todo

-        Ufff, que mas

-        Creo que vos me vas a saber entender

-        Por qué yo?

-        Porque es una embarazada que no coge con su marido

-        …

Pude ver el rubor en la cara de mi hermana. Los colores se le subían y no podía disimular la excitación. Tomó de un sorbo toda la copa y me miró como escrutándome y queriendo saber mas

-        Contame mas, me dijo

-        No se, que queres que te cuente?

-        Como fue?

-        La conocí en el parque Centenario

-        Pero, ¿cómo te animaste a encararla?

-        Ese es el tema

-        No la encaré, se fue dando y terminamos en mi departamento

-        ¡¿En tu departamento?!!!! ¡¿Estás loco?!

-        Si, le dije, una locura

-        ¿Y se le notaba mucho la panza?

-        Como a vos, le dije

-        ¿Queeeee? ¿De cuento estaba?

-        Está, esto fue el viernes

-        Ah bueno, decía mi hermana cada vez mas sorprendida

-        Está de 8 meses, como vos

-        ¿Y que hicieron?

-        Que queres que te cuente?

-        Lo que quieras contarme

-        Pero vos decis… con detalles íntimos

Mi hermana volvió a beber y se la notaba totalmente achispada y excitada por la conversación

-        Dale, contame bien

-        Bueno, vino al departamento y en el balcón arrancó todo

-        Ufff,

-        La primera vez, solo fue sexo oral, le aclaré

-        ¿Como “la primera vez”? ¿Hubo mas de una vez?

-        Si, es que la primera fue hace 1 semana y la última el viernes

-        Ah, que loco

-        Si,

-        ¿Y? Contame mas

-        ¿Que mas queres que te cuente nena?

-        No se, como empezó todo en el balcón

Le contaba como había empezado todo con Lucía y veía como de a poco mi hermana se iba excitando cada vez mas. En un momento de mi relato mis ojos se fueron a sus tetas porque sus pezones estaban super parados. Cabe aclarar que las tetas de mi hermana siempre fueron muy lindas, pero con el embarazo estaban aún mejor. Eran tremendas. Ella me miró cuando le miré las tetas y su mirada bajó a mi bulto totalmente parado. Juro que no me había percatado de la exposición a la que yo mismo me había sometido

-        Te está calentando esto, ¿no? Me dijo ella

-        ¿Esto que?

-        Lo que me estas contando, ¿no?

-        Ah si si, pensé que mi hermana se refería a que me calentaba ella

-        Yo también, nene, que bueno, yo necesitaría alguien así

-        Ufff,

-        Seguí contándome, me dijo ella

-        Bueno, después de chuparle las tetas como loco en el balcón nos fuimos a mi dormitorio

-        Aghhh que hijo de puta, en tu cama?

-        SI, no me importaba nada en ese momento

En ese momento me acomodé el bulto y ella lo notó claramente. No hizo ningún gesto, pero no dejó de mirar mi paquete ni por un segundo. Ella, por su parte se acarició la panza y subió con su manos a sus tetas recorriéndolas. Yo la miré también

-        Es muy visible que estamos calientes, le dije

-        Si, muy, reconoció ella

-        Bueno termino de contarte

-        Dale y después nos vamos a dormir

-        Antes voy a hacer una pasadita por el baño, le digo a mi hermana

-        Yo también, un bidet refrescante, jaja

Se notaba que mi hermana estaba achispada por el alcohol consumido. Yo no quería que todo termine ahí y hacerme una paja en el baño.

Estábamos muy calientes los dos, yo con la pija totalmente parada y mi embarazada hermana con los pezones a pleno. Para colmo de males se levantó la remera dejando a la vista toda su enorme panza desnuda. Yo la miré y mi pija dio un respingo.

-        Que pasa? Me preguntó ella notando mi reacción

-        Tu panza, me hace acordar a la de ella

-        Y te calienta, no?

-        Mucho, le dije

-        Bueno, no tiene nada de malo que la mires, me dijo ella

-        Si, e instintivamente me toqué el bulto mirándola

-        Seguí contándome, decía ella y se acariciaba la panza

Seguí con el relato y llegado ese punto de chuparle las tetas a Lucía empecé a ser mas explícito con el lenguaje, utilizando palabras muy directas y fuertes

-        Ella tenía unos pezones hermosos y le encantaba que se los chupe

-        Mmmmm, decía mi hermana acariciándose ya las tetas sin ningún tipo de pudor

-        Me encanta mirarte, me sinceré

-        A mi también, estoy muy caliente, reconoció ella también

-        No doy mas

-        Seguí contándome, dijo ella y una mano bajó a su entrepierna rodeando su panza y acariciándola

-        Mmmmm, me vuelve loco mirarte, hermanita

-        Y a mi que me mires y me cuentes, seguí

-        Le chupé los pezones mucho tiempo

-        Aghhh me encanta

-        Que te los chupen? Le pregunté directamente

-        Mmmmm, siiiii, dijo ella y una mano se metió dentro de su pantalón

-        Mmmmm, si tocate, le dije

-        Vos también me pidió ella

Era lo que necesitaba para poder liberar mi pija del pantalón. Con esfuerzo lo logré y me senté de costado en el sillón para que ambos pudiéramos vernos. Mi pija estaba hinchada y expectante. Mi mano subía y bajaba y con ella los ojos de mi hermana la recorrían.

-        Siiii, pajeate así Juli, me decía ella

-        Vos también tocate, quiero verte acabar

-        Mmmmm, como me calentás, me lancé

-        Seguí contándome

-        Le chupé las tetas hasta que salió un poco de líquido

-        Mmmmm, me encanta

-        Ella se apretaba los pezones y yo me tomaba lo que salía

-        Aghhhh, que caliente, decía mi hermana con su mano dentro del pantalón y al borde del orgasmo

-        Mmmmm, me gustaría verte los pezones, me lancé sin red

-        Aghhhhh, dijo mi hermana

Sin dudarlo, tal era la calentura que teníamos, que ella se terminó de levantar la remera, se desabrochó el corpiño y con una gracia total sacó sus tetas afuera. La imagen que veía era perfecta: dos globos blancos y con unos pezones rosa intenso enormes, muy duros y desafiantes.

-        Tocate las tetas, Gabi, le pedí mirándola a los ojos

-        Asiiii? Y sosteniéndome la mirada empezó a masajearse las tetas mientras miraba como yo me pajeaba

-        Mmmmm, siii, me encantan tus tetas

-        Seguí contándome que mas le hiciste

-        La desnudé completamente

-        Aghhhhh, ella se seguía moviendo en el sillón

Gabriela, mi hermana, se sentó en el borde del sillón tirándose para atrás para poder trabajar mejor en su concha mientras abría las piernas. Juro que estuve a punto de pedirle que se saque el pantalón que llevaba puesto, pero imaginé que nos pondría muy en riesgo y que iba a ser imposible recomponernos inmediatamente si alguien llegaba. Sus tetas eran enormes, el globo que formaba su vientre me parecía de una belleza perturbadora.

En un punto, quería acabar, porque estaba muy caliente, pero era tanto lo que disfrutaba lo que estaba viviendo en ese instante que quería prolongar esto por mucho tiempo. Aunque debía tener cuidado de no dar un paso en falso y que se enoje mi hermana.

Decidido como estaba, continué con mi relato de las cosas que le hacía a Lucía

-        Me encanta acariciarla toda

-        Mmmmm, gemía mi hermana

-        Pasarle suavemente la mano por las tetas

-        Aggghhhh siiiii, decía mi hermana y se acariciaba las tetas

-        Pero también pellizcarle un poco los pezones

-        Mmmmm, así? Decía ella y se los pellizcaba suavemente

-        Mmmmm, si así

-        O mas fuerte, así? Y se los pellizcó con mas fuerza

Los ojos de mi hermana se posaron nuevamente en los míos y nuestras miradas cargadas de deseo confirmaban que estábamos para cualquier cosa. Solo nos reprimían dos situaciones. El tabú del incesto y también que nuestra familia estaba durmiendo a escasos metros y alguien podía sorprendernos en cualquier momento.

-        Me encanta mirarte como te tocas, le dije

-        Y a mi me gusta mucho que me mires y ver como te tocas vos también

-        Me re calentas así embarazada

-        Y a mi me encanta ver tu pija

-        Siiiii? Le dije yo pajeándome mientras veía como sus ojos se posaban en mi miembro

-        Siiiii, decía ella y se masajeaba las tetas ahora con las dos manos

-        Mmmmm, decía yo

-        Te gustan mis tetas?

-        Me encantan, son perfectas

-        Mas que las de tu amiga del parque?

-        Mucho mas

-        Y le harías lo mismo que le hiciste a sus tetas?

Mi hermana se deba cuenta de que estaba subiendo mucho la apuesta pero no le importaba. Estabamos en el sillón del jardín, cada uno sentado en una punta y mirándonos de manera desafiante. Gabriela se paró y se bajó el pantalón por debajo de las rodillas para poder tocarse con mas comodidad. Los bajó hasta los tobillos y se sentó abriendo las piernas y tirándose para atrás para que pudiera ver claramente como se masturbaba. Su concha era hermosa, rosada y con muy pocos pelitos

-        Estoy tan caliente que no me importa, me soltó

-        Yo también, le reconocí

-        Necesito acabar, seguí contándome que acabo

-        Ella se acostó boca arriba, casi como estas vos

-        Asiiii? y se deslizó un poco hacia adelante

-        Siiiiiii

-        Mmmmm, y que le hiciste?

-        Me arrodillé en el piso y metí mi cabeza entre sus piernas

Llegado este momento solo quería darle un poco mas de suspenso porque estaba a punto de acabar. Ver a mi hermana totalmente expuesta, al igual que Lucía, me llevaba a una excitación que apenas podía dominar

-        Mmmmm, y que le hiciste? Gabriela se frotaba la concha con vehemencia

-        Le besé los costados de la concha, primero, le dije

-        Mmmmm, estoy por acabar, Juli, me dijo en un susurro

-        Yo también, le confesé

-        Mmmmm, acabemos juntos

-        Siiiii

-        Que mas le hiciste?

-        Le chupé la concha toda mojada….

-        Aghhh ah ah ah ah ah ah acabo, decía mi hermana entre sollozos

-        Ahhhh ah ah ah aghhh yo también

Apunté mi eyaculación hacia el pasto y unos chorros gruesos y potentes empezaron a salir disparados por el aire, impactando en el suelo

-        Me encanta verte acabar, decía mi hermana que no dejaba de frotarse

-        A mi me gusta verte a vos, también

-        Como acabé por Dios!

-        Siiii, yo también, le confesé

-        Se notó, te salió un montón

-        Siiiii, viste? Le decía yo

Mi hermana, no con poca dificultad, se puso de pie acomodándose el pantalón y volviendo las tetas a su sitio. Me llamo mucho la atención con la naturalidad que tomamos todo, tanto ella como yo.

No voy a negar que estaba conmocionado con todo esto, pero no sobrevino la culpa en mi y me sentí totalmente relajado.

Gabriela volvió a sentarse en el sillón y yo hice lo mismo. Muy suelta ella me miró a los ojos nuevamente y me dijo

-        Gracias, tengo que agradecerte

-        Nena! El que tiene que agradecerte soy yo

-        No, de ninguna manera

-        No entiendo, en tal caso los dos

-        Si, pero a vos te agradezco dos cosas, una, que me hayas hecho acabar como hace mucho tiempo no o hacía. Y la otra, es por abrirte a contarme tu experiencia con tu amiga

-        Ah, si, siempre confié mucho en vos

-        Y yo en vos, me dijo

-        Me encantó esto que hicimos, le dije

-        A mi también, vamos a dormir, me dijo

Y para mi sorpresa, me dio un piquito en la boca. Yo me quedé duro en el momento, pero reaccioné y me levanté hacia el dormitorio donde dormían mi mujer y mi hijo

-        Mañana nos vemos, me dijo mi hermana mientras se levantaba la remera para acariciarse la panza desnuda.

-        Hasta mañana, decía yo embobado mientras miraba ese globo perfecto que sobresalía del cuerpo de Gabriela. Mi hermana.

(continua acá )