Vuelta a casa
Estuve todo el día con la cabeza dándome vueltas con la pija de mi hermano, las tetas de Lucía, mi cuñada siendo enfiestada por mi novio y Hernán primero y después matándose conmigo. No me animé a meterme en la habitación de mi hermano una de las noches y no hubo un solo momento en toda la semana en donde estuviéramos solos. Fue así que llegó el fin de semana y, como era el día del padre en Argentina, mi papá hizo un asado a la noche e invitó a nuestros novios (Cesar, mi novio y Julieta, de mi hermano)
La cena transcurrió con normalidad para mis padres. Solo para ellos, ya que los cuatro advertimos las miradas cruzadas y las sonrisas cómplices de los cuatro. Me causaba mucha gracia que mi cuñada, mi mamá y yo hablábamos de cualquier tema de lo más banal y yo la miraba a Julieta pensando en lo rico que sabía su concha, en cómo se había entregado a ser cogida por dos tipos, y ninguno de esos era mi hermano, y también me la imaginaba en la cama compartiéndola con mi hermano y con mi novio.
Cuando nos íbamos a despedir, mi novio dice que la va a llevar a Julieta hasta la casa. Yo le digo: ¿te la vas a coger? No, al menos que ella quiera, me dijo riéndose. ¿No te molesta? Me preguntó. Si a vos no te molesta que yo me meta esta noche en la habitación de mi hermano, le sugerí mientras le acariciaba la pija por encima del pantalón. Vení, subamos a mi habitación le dije.
Lo arrastré a mi habitación. Mi mamá estaba abajo hablando con Julieta y con mi hermano. Estábamos terminando de subir la escalera y antes de entrar a mi habitación, él me tira de las calzas y me las baja dejándome en bombacha (toda metida en el culo) y se arrodilla en el piso besándome la cola. Yo me apoyo contra la pared del pasillo y me dejo hacer. Se escuchaba claramente la conversación de mi mamá, mi papá y mi cuñada. Yo sabía que era muy riesgoso el lugar en donde estábamos, si subían la escalera aún iba a tener tiempo de cubrirme, pero me daba mucho morbo la situación. Cesar me tira de la bombacha y me deja el culo al aire, sigue bajando el pantalón y me deja completamente desnuda de la cintura para abajo. Yo contra la pared, abro bien mis piernas y mi cola y dejo que me chupe completamente. Estoy tan caliente y es tal el riesgo de ser descubiertos que estoy a punto de acabar. Me doy vuelta y le digo SI chúpame la concha que quiero acabar. Cesar sigue arrodillado en el piso bebiendo de mis jugos y yo aferrado a su cabeza me dejo ir en un orgasmo increíble. Ahhhhhhh. Vení, parate, le digo y lo pongo contra la pared. Le desabrocho el jean, se lo bajo junto con los pantalones y le empiezo a chupar la verga. No sé cómo no me di cuenta en ese momento, pero mi hermano había subido las escaleras sigilosamente y ahora estaba de pie mirándonos. Mmmm que lindo lo que veo, dijo
Vení, siempre quise chupar dos pijas a la vez. Mi hermano se la sacó y me la ofreció. Se la empecé a chupar mientras seguía pajeando a mi novio. Después volvía a chupársela a mi novio y así de a ratos. La voz de mi mamá hablando con mi papá y con Julieta se escuchaba claramente. En completo silencio, nosotros seguíamos en el piso de arriba. Vengan, les digo y los meto a los dos en mi cuarto. Lo acuesto boca arriba a mi novio en la cama y comienzo a cabalgarlo. Cójanme entre los dos que no doy más. Mi hermano se coloca detrás de mí y empieza a empujar para penetrarme el ano mientras me entierro la verga de mi novio profundamente. Aghhhh, suspiro cójanme, así, si, si, sí. Me encanta enfiestarte, me dice mi novio. Me encanta hacerte la cola, me dice mi hermano. Voy a acabar, les anuncio. Yo también, dice mi novio. Y yo, dice mi hermano. Siento las dos pijas latiendo en mi interior. Veo la cara de satisfacción de mi novio. Me giro y beso en la boca a mi hermano que está saliendo lentamente de mi interior. Es en ese momento que se me ocurre algo totalmente perverso y que pienso llevar a cabo.
Ese día a la noche me metí en la habitación de mi hermano y le conté el plan que tenía. Me dijo estás loca, pero le gustó tanto, y se le paró la pija de una manera, que terminamos cogiendo en su habitación a metros de nuestros padres durmiendo
El plan más loco
Ya lo sabía mi hermano y a Cesar no me costó convencerlo. La idea era juntarnos y pasar el fin de semana en la casa de Cesar con él. Yo sabía que iba a estar su hermana. Llegué y la saludé con un suave beso en la comisura de los labios. Ella me miró confundida y seria. Habíamos quedado en que mi novio iba a hacer un asado, de modo que salió a comprar las cosas y yo me quedé en su casa con mi cuñadita, la que me faltaba conocer más íntimamente, ya que a la novia de mi le había hecho de todo el fin de semana anterior.
Estábamos en su habitación yo sentada en una silla y ella en la cama. Nos pusimos a charlar de todo un poco, y yo no sabía cómo sacarle el tema de la vez que me vio cogiendo con su hermano y se masturbó. En un momento me habló que está conociendo un chico y yo le dije muy suelta: Espero que se lleven bien en todos los aspectos, en el sexual también, como yo lo hago con tu hermano. Bueno, vos lo pudiste ver. Tiré todos los dardos juntos. Siiiii, me dijo ella, vi que disfrutan mucho. Es que tu hermano coge muy bien, le dije. No te molesta si te digo algo? No, claro, me dijo ella. Tu hermano tiene una verga perfecta, le solté. En ese momento noté como se ruborizó y sus pezones se marcaron debajo de su remera. Mmmm, me parece a mí o te excitaste? Yo iba a fondo, no me importaba nada. Bueno… dijo ella tímidamente, es que es muy fuerte lo que me decís. ¿Por qué? ¿Que te hable de la pija de tu hermano te parece muy fuerte? Utilicé la palabra pija a propósito, sabiendo que la calentaría. Y te hago otra pregunta, le solté. Si, decime, me respondió curiosa. ¿Y te excitó verme coger con Cesar? Ella recogió el guante y no se achicó: “Si, me encantó, tanto que, como habrás visto, no pude contener las ganas de tocarme, como ahora” y se rozó la concha por encima del pantalón que llevaba puesto. Mmmm, me encantaría volver a verte masturbándote, le dije. Y a mí verte a vos acabando, me dijo ruborizada. Estábamos las dos solas y era el momento de lanzarme, así que le dije:
- Queres que nos toquemos?
- ¿Entre nosotras?, preguntó pícaramente
- También podría ser, le dije sin achicarme
- Me encantaría volver a verte desnuda, me dijo mi cuñadita
- Y a mí verte a vos, le dije sin achicarme y sacándome toda la ropa rápidamente
- Mmmm, sos hermosa me dijo mientras me contemplaba desnuda y comenzaba a desvestirse
- No, pará! Dejame a mí, le dije, mientras empezaba a desnudarla
- Mmmm bueno
- Despacio… le decía. Lentamente le quité la ropa de a poco y en un momento no me pude resistir y besé el cuello
- Aghhh, se le erizó la piel. Los pezones se le endurecieron
- Mmmm, mi cuerpo reaccionó de la misma manera. Me mojé toda al ver sus pezones rosados totalmente erectos
- Mmmm, no sé qué hacer, me dijo sonrojándose
- Yo tampoco, pero esto puede servir para empezar, dije y le di un corto beso en los labios
- Mmmm, me saboreó los labios abriendo un poco su boca carnosa
- Mmmm, otro? Le dije y volví a besarla esta vez con más intensidad
- Mmmmm, su boca se abría, pero no del todo. Iba despacio y mostraba interés sin soltarse del todo
- ¿Uno más? Le pregunté.
- Mmmm, esta vez sí abrió su boca y sacó la lengua buscando la mía
Fue como una descarga eléctrica lo que sentí cuando su lengua hizo contacto con la mía. En ese momento, no había palabras, solo besos y caricias. La tomé de la cintura y nuestros pechos se aplastaron uno con otro. Ella abría la boca y me buscaba con desesperación. Yo le respondía y hacía lo mismo. Una mano mía le empezó a acariciar la cola desnuda. Era una cola tersa, redonda y blanca. Ella por cortesía, o por calentura, hizo lo mismo. Empezó a amasarme la cola con ambas manos. Yo con una subí a su pecho derecho y empecé a acariciarla. Su pezón se frunció más, si es que se podía.
- Quiero chuparte las tetas, le solté
- Mmmm, si…quiero que lo hagas me dijo
- Mmmm, lentamente empecé un trabajo de demolición
Primero le besé toda la teta recorriéndola sin tocar el pezón con mis labios. Ella no daba más de calentura. Después de estar más de 1 minuto besándole todo el pecho la miré a los ojos desde abajo y abrí mi boca metiéndome el pezón dentro y jugando con él con mi lengua. Mi calentura era tal que mi mano buscó mi propia concha. Cuando iba a hacerlo rocé su mano que estaba haciendo lo mismo con su propia concha. Pese a que sabía, me sorprendió sentir lo húmeda que yo estaba. Mi vagina chorreaba flujos. Volví a mirarla a los ojos y ella sin dudar me tomó de la cara y me besó con pasión. Ahora nos tiramos en la cama y no podíamos despegar nuestras bocas. No recuerdo haber besado así a nadie, con tanta pasión y desenfreno. Estábamos las dos desnudas, acostadas en la cama, yo arriba de ella. Empecé a bajar para chuparle las tetas, me recreé en sus pezones por un largo rato. No podía despegarme de esas tetas turgentes, blancas y coronadas por esos pezones rosados y fruncidos. Le chupaba el pezón y volvía a su boca y volvía al otro pezón. Así estuve mucho tiempo mientras con mi mano comencé a bajar y a tocarle la concha. Estaba tan mojada como yo. La rocé trímero levemente y se estremeció. Creo que no sabía hasta donde me iba a animar yo, pero las dos teníamos la certeza de que no queríamos que esto terminara pronto. Así que, teniendo plena conciencia de esto, le metí dos dedos directamente al mismo tiempo que me metía por centésima vez su pezón en la boca.
- Ahhhh, gritó ella
- Mmmm, te gusta?
- Vos me gustás! Me dijo acariciándome la cabeza y mirándome fijamente
- Mmmmm, te quiero chupar la concha, le dije
- Mmmm, se mordió el labio y cerro lentamente los ojos
Era la señal que necesitaba. Bajé por su cuerpo deslizándome y me sumergí en ese mar de fluidos que era su concha. Primero pasé mi lengua por todo el largo, después comencé una chupada dedicada y constante, para seguir centrándome en su clítoris. Ahí me acomodé mejor sobre la cama y empecé un trabajo con la lengua que sabía que la iba a demoler.
- Aghhh, Aghhh, me estás haciendo acabar
- Mmmmm, siiiii, decía yo como podía
- Aghhhhh aghhhh ahhhhhh
- Siiii, acabame, llename la boca, le decía yo
- Mmmmm, aghhhh, decía y me agarraba la cabeza apretándola contra su cuerpo que se contorsionaba en varios movimientos
- Mmmmm, yo bajé mi mano y empecé a masturbarme al mismo tiempo
- Aghhhh, como me hiciste acabar! Creo que nunca había acabado así
Ella vio que me estaba masturbando y me dijo
- Quiero hacerte lo mismo
- Mmmm, si? Te animas? La pinchaba yo…
- Claro que me animo...
- ¿Que te gustaría hacerme?
- De todo… me decía
- ¿Más concretamente? La buscaba porque le faltaba soltarse un poco con las palabras
- Chuparte…
- Mmmm, si? ¿Chuparme qué?
- Toda… no se animaba a decir la palabra concha
- Aghhh, toda toda? ¿Que me chuparías?
- Las tetas… la concha…. Dijo con sus mejillas enrojecidas
- Dale, le dije acomodándome en su lugar.
Estaba acomodada en la punta de la cama con mis piernas abiertas esperando para que mi colorada cuñadita me chupe la concha. Repitió uno a uno los pasos que yo había hecho con ella y se acomodó para chuparme la concha. No sabía cuánto tiempo había pasado, pero estaba seguro de que mi novio estaría por llegar. La puerta del cuarto de su hermana estaba abierta y lo primero que iba a ver, si llegaba era a su hermana con el culo en pompa chupándole la concha a su hermana. Tanto me excitaba imaginando esa escena que cerré los ojos entregándome por completo a la chupada que me estaba propinando mi cuñadita. Escuché un ruido. La agarré con las dos manos y la obligué a seguir.
- No pares ahora por favor
- Mmmm, me pareció escuchar…
- No importa… seguí
- Mmmmm, pero…
- No es nada, quedate tranquila y seguí
En ese momento vi a Cesar aparecer en la puerta. Se quedó de piedra mirando a su hermana como me chupaba la concha y su culo, con toda su rosada vagina totalmente expuesto en dirección a él
- Y si llega tu hermano y te ve así seguro que se le para la pija automáticamente
- Mmmm, me chupó la concha con más fuerza
- Imaginate que tu hermano entra y se saca la ropa…mientras decía esto lo miraba a mi novio y le decía SI con la cabeza para que lo haga
- Mmmm, decía y se metía cada vez más en mi concha
- Aghhh estoy acabando, decía yo que no me pude controlar al ver a Cesar desnudo con la pija parada detrás de su hermana desnuda
- Mmmm, si me encanta chuparte, decía mi cuñadita sin saber que detrás de ella estaba su hermano desnudo y con la pija parada
- A mí me gustaría que ahora mientras me chupas la pija venga tu hermano desde atrás y te la meta
- Aghhh como me calentás, me encanta las cosas que me decís
- Imaginate que él está atrás tuyo
- Mmmmm, me encanta pensarlo
- Tocate la concha, estás mojada pensando que él te la va a meter?
- Mmmmm, siiiii, estoy re mojada
- Abrite bien las piernas y preparate para que te la meta… le decía yo
- Mmmm siiii, estoy preparada decía ella sin dejar de chuparme la concha
- Como le pedirías que te la meta? La pinché
- Mmmmm, Cesar… hermanito… metémela
César no daba más estaba a 10 cm y sin dudar se arrimó y le apoyó la cabeza de la verga en la entrada de la concha a su hermana, Una mano se apoyó en la cintura de ella y la otra agarró decididamente la pija y se la acomodó metiéndola 5 centímetros
- Aghhh, dijo mi cuñadita
- Mmmmmm, que pasó? Le pregunté yo
- Mmmmm, siento que me están metiendo…. Aghhhhh
- Es tu hermano que te va a coger… ¿te gustaría?
- Aghhhh, nada me gustaría más en este momento
Sin dudar, mi cuñada empujó para atrás metiéndose todo el largo de la verga de su hermano en su interior. La cara de César era un poema.
- Mmmmm, te estas cogiendo a tu hermana, le dije a Cesar
- Mmmm, sí, me encanta, dijo él
- Y a vos te gusta la pija de tu hermano? Le preguntaba
- Aghhhhh, aghhhh voy a acabar con tu pija adentro le gritaba a su hermano
- Aghhhh yo también voy a acabar dije
- Y yo no voy a aguantar mucho más, dijo Cesar
- Aghhh acabo acabo, empezó a chillar mi cuñada y me mordió el clítoris
- Aghhhhhhhhhh aaaaaaaahhhh yo también dije al ver la escena y saber que mi novio se estaba cogiendo a esta preciosura blanca y pecosa que era su hermana
- Yo voy a acabar también, la saco? Preguntó César prudentemente
- Ni se te ocurra, dijo mi cuñada
- Pero…avisó por última vez Cesar
- Me cuido…tomo pastilllas…acabame adentro por favor
- Aghhhhhh aghhhh, fue la señal que mi novio necesitó para explotar dentro de su hermana tomándola de las caderas y empujando para hacer más profunda la penetración
- Aghhhh, aghhhhh se convulsionaba mi cuñada
- Déjenme chuparlos a los dos, dije yo
En ese momento rápidamente me acomodé debajo de mi cuñada en posición de 69 y empecé a chuparle la concha y le pasé de la pija y los huevos a mi novio.
- Aghhhh que me haces, decía mi cuñada y agachaba la cabeza enterrándose entre mis piernas
- Agghhh si chupanos a los dos, decía mi novio
- Mmmmmm, yo chupaba con devoción la pija de mi novio cuando salía, la concha de su hermana cuando él se la enterraba hasta el fondo
- Aghhhh, si seguís voy a acabar de vuelta decía mi cuñada
- Mmmmm, yo puedo seguir decía mi novio que no había perdido totalmente la erección
- Seguí, dale, le pedía su hermana
- Mmmmm, decía yo desde abajo
- Me encanta cogerte, le decía Cesar a su hermana
- Siiii, cogeme así
- Podría cogerte todo el día, como ya acabé ahora voy a durar
- Mmmmm, yo chupaba desde abajo. En un momento hice un movimiento sacando la pija de la concha y metiéndomela en la boca, sin pensar que cuando la sacara iba a suceder lo que sucedió: cayó sobre mi cara un torrente de semen de la concha de mi cuñadita. No dudé y con ayuda de mis dedos me los tragué. Le di un par de chupadas a la pija de mi novio y se la volví a meter en la concha.
- Me encanta que me cojas así! Seguía mi cuñada
- Aghhhh A mí también me encanta cogerte…
- Dejenme hacer una cosa, propuse
- Que? Me miraron los dos con desilusión de lo bien que la estaban pasando
- Cesar, quiero que te pares y te chupemos la pija entre las dos
- Mmmm, bueno, dijo él
- Ok dijo mi cuñada
Nos sentamos las dos en la cama y primero giré mi cabeza para besar en la boca a mi cuñada
- Este es el gusto de la leche de tu hermano mezclado con el sabor de tu concha, le dije
- Mmmm, que puta sos, me encanta! Me dijo ella
- ¿Y a vos? le digo a Cesar mirándolo desde abajo mientras le agarro la pija que ya estaba durísima ¿te gusta que seamos bien putas?
- Me encanta, apenas podía hablar Cesar
- Vamos a chuparlo, le dije a mi cuñada
En ese momento nos dedicamos full a chuparle la pija, primero ella se la metía en la boca y yo le chupaba los huevos. Después, al revés. También le hacíamos la paja con ambas bocas a cada lado de su verga. Yo aprovechaba mis manos libres para tocarle las tetas a mi cuñada y ella hacía lo mismo
- Chicas, me encanta lo que hacen… suspiraba César
- Te gusta? Me sacaba la pija para mirarlo a los ojos
- Mmmm, decía mi cuñada y se pasaba toda la pija por la cara. Realmente no me la imaginaba tan suelta
- Creo que voy a acabar en cualquier momento, dijo Cesar
- Entonces hacelo en las tetas de tu hermana y yo se las chupo después, dije preparando a mi cuñada y metiéndole dos dedos en la concha
- Uffff, me encantaría, dijo Cesar esperando la aprobación de su hermana
- Dale, sí, quiero… dijo ella chupándole la pija con más fuerza si es que se podía
- Aghhh Aghhh, voy a acabar, dijo él
- Mmmm, si vení, acabame acá y apuntaba la pija a sus tetas
- Mmmm, yo le chupaba el pezón mientras con mi mano trataba de ayudar en la paja
- Aghhh Aghhh acaboooooo…..
Un fuerte chorro impactó en su teta derecha, los dos siguientes en el pezón exactamente. Mi cuñada empezó a pasar la cabeza de la pija por el pezón y a jugar con él. Yo en ese momento me puse a chupar la leche de mi novio y limpié bien toda la pija de él y la teta de mi cuñada la dejé reluciente. Mi novio empezó a alejarse para vernos mejor. No hizo falta que diga nada, ambas queríamos y necesitábamos acabar una vez más, de modo que nos acomodamos en un 69 de costado en el que nos matamos chupándonos y terminamos juntas y cada una con un dedo en culo de la otra y jadeando como dos perras en celo
Voy a cerrar la historia acá, aunque hay mucho más para contar de encuentros que tuve con otras personas.
(FIN)
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