Historia en curso...

Mi hermana Belén

  Belén, mi hermana, siempre fue muy exhibicionista. De mostrarse mucho en redes. Su perfil, publicaciones y stories eran un verdadero infie...

Mamá caliente (11)


Luciano se acercaba a su madre peligrosamente rodeando el auto y con un bulto enorme que delataba su grado de excitación. Se abalanzó sobre su madre besándola. María no sabía cómo detenerlo. Puso sus manos en el pecho de su hijo para mirarlo a los ojos. Vio la lujuria reflejada en sus pupilas y lejos de asustarla, eso la encendió aún mas

Lo besaba con desesperación. Se apretaba contra él para sentirlo. La dureza del miembro de su hijo la excitaba mucho y no podía contenerse.

-        Vamos a mi cuarto, dijo María

-        Vamos, obedeció él

-        No vamos a coger, le aclaró ella

-        No, no, dijo como un autómata

-        Pero vamos a pasarla bien, sonrió pícaramente ella

Llegaron a la habitación y Luciano se abalanzó sobre ella.

-        No, esperá, le dijo su madre

-        Que pasa?

-        Tenemos tiempo, no nos apuremos

-        Si, claro, Luciano entendió por donde iba su madre

-        Quedate parado

María se sentó en la cama y le sacó la remera a su hijo y empezó a darle cortitos besos recorriendo todo su pecho. Luciano miraba a su madre recorrer con su boca todo su cuerpo. En un momento, sus miradas se encontraron y María no tuvo mejor idea que sacar la lengua y pasarla por el pequeño botoncito de la tetilla de su hijo. Eso lo estremeció a Luciano que agarró a su madre de la nuca y la acarició acercándola mas a su cuerpo. Por la cabeza de María, pasó la imagen de estar con Florencia en ese momento y tembló de excitación.

María no dejaba de besarle el torso y lamerle los pectorales mientras con sus manos desajustaba el cinturón. Mientras lo hacía, su antebrazo sentía la dureza del pene encerrado de su hijo. Eso la llevaba a niveles de excitación que nunca había sentido. En ese momento, María sabía lo que quería: quería sentir esa pija en su mano, en su boca, dentro de su cuerpo.

Sabía que no podía, ni debía, cogerse a su pequeño, pero sus deseos eran muy fuertes. Ahora no era tiempo de debatirse en pensamientos que la atomentaban tanto, era hora de disfrutar de una dura y venosa poronga. Era la de su hijo, sí, pero no le importaba

-        A ver como está esto… decía María

-        Muy dura mami…

-        Mmmmm, yo te la pongo así? Preguntaba juguetona

-        Mmsiii, mami, vos me la pones muy dura

-        Siiii?

-        Si, como nadie…

-        Ni Sofía te la pone tan dura?, jugaba fuerte María

-        Nooo, ni ella

-        A ver, vamos a ver que tan dura está…

María le desabotonó el pantalón le bajó el cierre muy lentamente mirándolo con deseo. Hacía mas lento cada movimiento para que dure mas toda esta escena que tanto la excitaba. Abrió el pantalón y dio cortos beso sobre el bóxer y sintiendo la dureza en sus labios. Luego, su pequeña mano se metió dentro de la prenda íntima de su hijo para extraerle la verga.

La sintió mas grande que nunca. Mas dura que otras veces. Un chorro de excitación bajó por su concha cuando la tuvo en sus manos frente a su boca. El glande rojo y brillante de líquido preseminal la invitaba a devorarla, pero se contuvo y miró hacia arriba nuevamente

-        Queres que mamá te la chupe?

-        Siiii, mami

-        Mmmmm, estas seguro? Jugaba María

-        Muy seguro mami, Luciano le acariciaba el pelo

-        Pedímelo!

-        Chupámela, mami…Luciano suplicaba

-        Que cosa queres que te chupe?

-        La pija, mami…chupame la pija

-        Mmmmm, maría abrió grande la boca y se la metió como pudo, siempre sin dejar de mirar a los ojos a su hijo

-        Mmmmsssiiiii mami, chupame asi…

-        Te gusta como te la chupa mami?

-        Sos la mejor…

-        Que rica pija que tenes, hijo!

-        Te gusta mi verga, mami?

-        Me gusta mucho, la quiero chupar siempre

-        Es tuya, cuando quieras es tuya

-        Mmmmm, gracias mi amor

María se arrodilló en la afombra del costado de cama y comenzó una intensa mamada metiéndose y sacándose el miembro de su hijo de la boca. Por momentos le dolía la comisura de los labios del esfuerzo que hacía por tragarse todo ese pedazo.

-        Aghhh mami…

-        Mmmmm, María se aferraba con ambas manos a los glúteos de su hijo

-        Me encanta mami…

-        Mmmmm, ella hacía presión y uno de sus dedos se acercaban a la zona anal de su hijo

-        Aghhhh si mami

-        Mmmmm, María estaba sacada

El dedo mayor de María hizo presión en el ano de su hijo y chupó su pija con mayor intensidad

-        Mami, me gusta mucho lo que me estás haciendo

-        Mmmmm, María chupaba y seguía presionando el esfínter de su niño

-        Voy a acabar anunció él

-        Mmmmm, María directamente le metió media falange en el ano

-        Aghhh ahhh ah ah ah aha aaahhhhh, acabó Luciano llenando las fauces de su madre

-        Mmmmm, María tragaba y tragaba, sin dejar de chupar

-        Aggghh Mmmmm ahhhhhh

Luciano se terminó de vaciar dentro de la boca de su madre y se agachó para besarla en la boca al tiempo que empezaba a desnudarla. María colaboraba y en 2 minutos ya estaba completamente desnuda y acostada boca arriba en la cama. Su hijo empezó a chuparle las tetas con desesperación, recorriendo los pezones con la lengua, amasándoselas y volviendo a besarlas. María se retorcía y sentía como el pedazo de su hijo no había perdido totalmente la erección y de a ratos golpeaba alguna parte de su cuerpo, pero ella necesitaba acabar y se lo hizo saber a su pequeño abriendo las piernas

-        Chupame, le ordenó María

-        Si, mami

Luciano se arrodilló en el mismo lugar donde antes había estado su madre y se lanzó a chuparla con devoción. Al principio, la recorrió con la lengua lentamente, lo que desesperó a María, pero por suerte después de un rato, se centró en lamerla y jugar con el clítoris.

-        Aghhhh ahiiii siiiii, María gritó

-        Mmmmm, chupaba Luciano

-        Mmmmm, méteme unos dedos mientras me chupas, por favor

-        Si, mami, decía con un tono de niño obediente

-        Aghhhhh seeeeee, Gimió María cuando sintió dos dedos meterse en su concha mientras la chupaba con fuerza

-        Mmmmm, chupaba ahora manteniendo el ritmo Luciano

-        Seeee, me vas a hacer acabar, seguí así

La concha de María era un lago y los dedos de Luciano entraban sin problema y bien profundo. El orgasmo de María era inminente. La calentura que tenía era mayor. Acariciaba la cabeza de su hijo y se retorcía de placer.

-        Mmmmm, me encanta chuparte la concha, mami

-        Ayyyy voy a acabar Luchooooo

-        Mmmmm, si mami, acabá

-        Aghhh ahhhhh ahhhhh ah ahhhh ahhh

Estalló en un orgasmo tremendo y luego de varios espasmos agarró a su hijo de la cara y lo obligó a subir para besarlo en la boca. El sabor era intenso, era su propio sabor y le encantaba. Eso la calentó aun mas.

No se dio cuenta, pero seguía con las piernas abiertas y su hijo encima de ella con la verga nuevamente dura (bendita juventud, pensó María) golpeando en su concha. Eso era de un riesgo total, pero no quería parar ahora de besarlo. Estaba muy caliente.

La cabeza de la verga de Martín estaba apoyada sobre el recortado bello púbico de María. El hizo un movimiento y la pija se deslizó por los labios vaginales totalmente empapados de su madre.

-        Aghhhhh, cuidado Luciano

-        Si, quedate tranquila

María sentía la verga dura de su hijo palpitar en la puerta de su concha. Eso hizo que instintivamente se moviera para sentirla mejor.

Luciano entendió el gesto como una aceptación de su madre y tomando su pija con la mano la colocó en la entrada de la concha de su madre. María lo miró a los ojos

-        Es una locura, le dijo

Era un momento crucial. Luciano estaba a punto de cogérsela. De meterle la pija. Esa pija que durante tantos días ella había deseado

-        Si, respondió Luciano y empujando le metió la cabeza dentro de la concha

-        Aghhhh, es una locura, repitió

No dejó de mirar a su hijo a los ojos y él pudo ver los destellos de lujuria en ellos.

-        Quiero cogerte, mami, dijo Luciano y le metió un poco mas de verga dentro

Escuchar esas tres palabras “quiero cogerte, mami” la detonaron y todas las barreras se derribaron.

María se aferró a la cola de Luciano y en un movimiento coordinado lo empujó hacia adelante y ella, por su parte, adelantó su pelvis

-        Cogeme, mi amor

-        Mmmmm, siiiii, dijo Luciano y la verga le dio un respingo dentro de su madre

-        Seeeee, cogeme hijooooooo

Luciano le metió esa verga enorme y la besó al mismo tiempo metiéndole la lengua hasta el fondo de la boca de María

La sensación de estar completamente llena por esa pija enorme era algo que María nunca podría describir con palabras, aunque quisiera. Y amó que al mismo tiempo la lengua de él se le metiera con profundidad en la boca

-        Aghhhhh gimió fuerte

-        Mmmmm, mami, me gusta mucho cogerte

-        Y a mi que me cojas, hijo

Ya estaba. Ahora no había vuelta atrás.

-        Mmmmm, mami, decía Luciano

-        Cogeme mi amor, cogeme

-        Si mami, me gusta mucho cogerte

-        Cogete a mami, siiiii, María lo agarró de la cara y lo besó

-        Ah Ah Ah, Luciano gemía de excitación mientras no paraba de bombear

María así, abierta de piernas con su hijo llenándole por completo la concha se sentía en el paraíso. Tal es así que una lágrima de felicidad rodó por el costado de su ojo. Por suerte, no fue apreciado por Luciano que seguía embistiendo a su madre con firmeza. María, por su parte, no podía creer que estuviera tan duro de vuelta y que estaba siendo cogida por un macho hermoso, que era su hijo.

Se abrazó mas fuerte y busco su boca para besarlo con pasión y lujuria. La misma que tenía él, que correspondió el beso con muchas ganas. Las lenguas se rozaban y jugaban intercambiando saliva y mostrándose el uno al otro las ganas que se tenían desde hacía tanto tiempo.

-        Quiero cogerte siempre, mami

-        Y yo quiero que me cojas siempre, mi amor

-        Estoy por acabar

-        Siiiiii, dijo María

-        Queres que la saque? Preguntó él con prudencia

-        Nooooo, acabame adentro

-        Pero…

-        No te hagas problema por eso

-        Ayyyy mami, voy a acabar ahora….

Esas palabras, junto con el pensamiento de que iba a tener la leche de su hijo en la concha, la dispararon hacia un orgasmo brutal

-        Ayyyyy si mi amor, acabame adentro

-        Aghhhh siiii siii aghhhh, estoy acabando, mami

-        Y yo, hijo…

-        Aghhhh ahghhhh

-        Aghhh aghhh aghhhh ahhhhhhhhhhhhhhhhhh, María se desarmó debajo de su hijo

El placer que sentía en ese momento María no lo había experimentado nunca. O al menos, no lo recordaba. No importaba. Lo que realmente importaba era que estaba vibrando con la pija de su hijo dentro de su concha y sintiendo como esa verga se movía en espasmos y sacudidas dentro de su vagina húmeda y caliente

Luciano, por su parte, sentía la calidez de la vagina de su madre y cerraba los ojos de placer. Pareció estremecerse aún mas cuando sintió las manos de ella que le tomaban la cara para besarlo con mas profundidad y deseo

-        Ayyyy que rico como me coges!

-        Me encanta cogerte, mami

-        Me encanta sentir tu pija adentro, no la saques

-        Por mi, no la sacaría nunca, mami

-        Si, mi amor, no me la saques nunca mas

-        Siiiiiii, suspiraba Luciano y volvía con besos pero ahora en la mejilla y en el cuello

-        Quiero vivir con la sensación de tu pija hermosa dentro de mi concha, le susurró a su hijo al oído

-        Me encanta cogerte, mami. Repetía Lucho sin que le saliera otra cosa de la boca

-        Si? Te gusta cogerte a mami?

La pija de Luciano pareció moverse dentro de la concha de María. Ella lo entendió como un gesto de que a él le gustaba lo que ella estaba diciendo y fue por mas

-        Te gusta sentir la concha calentita?

En ese momento la pija no se movió y María sintió una pequeña decepción

-        Si, dijo él

-        la concha de mami, te gusta?

Ahí la pija se movió de vuelta. Evidentemente a Luciano le gustaba que le recordara que era su madre. Le gustaba lo prohibido.

-        Mucho, dijo Luciano

-        Sos un hijito muy degenerado, sabías?

Acá la pija se movió dando un latigazo que María sintió a su vez como una puntada de placer en su zona baja

Creo que Luciano estaba para volver a cogerse a su mamá, pero el timbre en la puerta los sacó de todo tipo de pensamiento sexual y María hizo un gesto para que Luciano saliera de encima

-        Quien mierda es? Dijo María odiada por la situación

-        Me fijo por la ventana

-        Fijate, dijo María poniéndose de pie y sintiendo como un chorro de semen salía de su concha

-        El abuelo y la abuela

-        Que raro, sin llamar vinieron?

-        Si, que raro…

María buscó su teléfono celular, al que, por evidentes razones como coger con su hijo, no le había dado bola desde hacía mas de una hora y vio alarmada que tenía mas de 50 whatsapp sin leer.

-        Hacé una cosa, cámbiate rápido y bajá a abrirles mientras yo me meto en el baño, y deciles que me estaba duchando

-        Ok, dijo Luciano y mientras se cambiaba y bajaba

María abrió la pantalla y tenía: 8 mensajes de su marido, 10 de su madre, 3 de Florencia, y el resto eran de grupos de amigas y vecinas

Cuando fue a consultar los mensajes decidió empezar por los de su esposo

-        HOLA MI AMOR

-        COMO ANDAS?

-        YO ACÁ EN EL HOTEL DE NY

-        ESPERANDO EN LA BARRA Y TOMÁNDOME UNA CERVEZA

-        EN UN RATO ME VOY A CAMINAR POR TIMES SQUARE Y VUELVO

-        * SELFIE EN TIME SQUARE -  ACÁ ESTOY

-        QUE RARO QUE NO CONTESTES

-        NO ME PREOCUPES

-        Hola, respondió María

-        Que envidia, agregó

Aunque parecía mentira y que lo dijera al pasar, a María le encantaba New York y no perdía oportunidad para hacérselo saber a su marido

-        Que te pasó? donde estabas? Preguntó inquietado él

-        No se que habré tocado que se me puso en modo avión, mintió María que seguía colorada después de la batalla de sexo con su hijo

-        Sos un desastre con el teléfono, le dijo él

-        Si, dijo María y supo que era mucho mas fácil mentir por whataspp

-        Como andas?

-        Recien llegó mi mamá y mi papá

-        Ah, bueno, te dejo para que los atiendas

-        Vos? Como la estas pasando?

-        Recien ahora tengo un ratito y me voy a dormir

-        Ah claro acá son las 7, pero allá son las 11, no?

-        Si, claro

María vio rápidamente los de su madre que le decía que iba para allá y que llevaba milanesas y tortilla de papas, que tanto le gustaban a Luciano, para cenar. Los siguientes mensajes de su madre eran de intriga porque ella no respondía

Después siguió con los mensajes de Florencia que le preguntaban como andaba. Se le ocurrió una travesura. Se desnudó y le mandó unas fotos de sus tetas con el mensaje. No sabes lo contentas que quedaron…y se metió a bañarse

La respuesta de Florencia no tardó en llegar y María vio iluminarse la pantalla de su móvil mientras se bañaba. Cuando salió y aún sin secarse comprobó la respuesta de su amiga

-        Contame mas

María le mandó un audio

-        Ahora no puedo porque quiero contarte con lujo de detalles y vinieron mi mamá y mi papá, pero hasta recién la estábamos pasando muy muy bien con (ahí hizo un segundo de silencio) mi hijo

Cuando vio las dos tildes azules, se sonrió y la respuesta llegó

-        Dame un título por lo menos, no me dejes así

-        Solo te puedo anticipar que fue algo tan caliente y hermoso como descabellado

María, con una sonrisa, dio vuelta el celular para no tentarse en seguir escribiendo y se cambió rápidamente y bajó al encuentro con sus padres

(continua acá)