Historia en curso...

Mi hermana Belén

  Belén, mi hermana, siempre fue muy exhibicionista. De mostrarse mucho en redes. Su perfil, publicaciones y stories eran un verdadero infie...

Embarazo deseado (8)

 


Estábamos los dos de pie al costado de su cama. Ella ya empezaba a vestirse y yo seguía completamente desnudo porque mi ropa había quedado en el piso de abajo, eso había sido de una enorme desprolijidad. Mi cuñado podría llegar y ver toda mi ropa tirada. No obstante, le había dicho a mi hermana que quería decirle algo que era muy fuerte

-        Decime, me dijo

-        Mirá que es fuerte

-        Dale, largá

-        Quiero cogerte, le solté sin remilgos

-        Ahhh bueno,

-        ¿Que?

-        Que no me sorprende que me lo digas

-        ¿Por qué no te sorprende?

-        Porque, te imaginás, que después de lo que hicimos, es normal que tengamos ganas de eso

-        Vos también, ¿no?

-        Pero claro, nene

-        Bueno, me deja más tranquilo

-        El tema es que es un paso muy grande coger entre nosotros

-        Si, dije, pero cuando estamos…

-        Si, dijo ella, recién me moría de ganas de que me la metas, se sinceró ella

-        Ah bueno, porque a mí me pasa lo mismo

Un WhatsApp de mi cuñado en el celular de mi hermana llegó y su cuerpo tembló, pero esta vez de pánico.

-        Mi marido me acaba de poner, estoy llegando

-        Uy

-        Corré abajo a buscar tu ropa

-        Si

-        Tenés el pelo mojado todavía…

-        ¿Si?

-        Si, igual no va a sospechar de vos

-        Jaja, soy la coartada perfecta, dije y bajé corriendo las escaleras

Ella entro el baño y se lavó los dientes. Yo ya en el living me empecé a vestir rápidamente. En un momento casi me caigo en un movimiento apurado. Me estaba atando la última zapatilla cuando escucho el motor del auto de mi cuñado que se apaga.

Al minuto entra él con una sonrisa en su rostro y me mirá

-        ¡Hola querido!

-        Hola, le digo y lo saludo con el pánico de que ningún olor se sienta

-        ¿Qué andas haciendo por acá?

-        Vine a ver a un cliente y de paso aproveché para pasar a saludar a mi hermana

-        Que bueno, ¿hace mucho que llegaste?

-        No, hace un rato, le mentí

-        ¿Tomaste algo?

-        Sí, me bebí toda la concha de tu mujer, pensé

-        Queres algo para tomar?

-        Bueno, le dije

En eso bajó mi hermana con un pantalón de jogging y una remera levantada exhibiendo toda la panza. Se acercó a su marido y lo besó en los labios. Eso me dio un poco de celos. No puedo ser tan caradura de tener celos de un beso cuando acabábamos de hacer lo que habíamos hecho, pensé en ese momento.

-        Gabu, Preparate algo para picar que tengo hambre, dijo él

-        Yo también, dije yo

-        Ya les preparo

-        Yo te ayudo si queres, le dije a mi hermana

-        No, vos te quedas acá conmigo, me dijo mi cuñado agarrándome de un brazo, y temblé de miedo

Mi cara se puso blanca. Miré en dirección a mi hermana y ella estaba sacando algunas cosas de la heladera como si nada estuviera pasando. La cara de mi cuñado no era de seriedad total, pero me había agarrado de la muñeca haciéndome que me quedara con él.

Ya estaba preparado para que empezara con alguna pregunta incisiva o algo por el estilo. Encima para peor, instintivamente me llevé la mano a mi cabello, que noté húmedo y eso me dio más miedo. El pánico empezaba a apoderarse de mí

Para colmo mi cuñado empezó con una frase directa

-        Vos nunca venís a visitar a tu hermana solo

-        No, es que justo…

-        Si, si, ya se, me dijo y sonrió apenas

-        Solo hoy pasé y se me ocurrió. Yo estaba pálido y trataba se sonar neutral

-        Es por eso que…y se detuvo

-        ¿Que? Le dije al borde del colapso

-        Tengo que pedirte un favor, dijo bajando la voz

El alma me volvió al cuerpo y ahora entendía que no había ninguna sospecha anidando en su cabeza. Eso me relajó y mis latidos comenzaron a bajar lentamente.

-        Si, lo que necesites, dije no sin culpa

-        Bueno, mirá dijo y bajó aún más el tono

-        ¿Qué pasa?

-        Dentro de una hora me invitaron a jugar al futbol, dijo apenas audible

-        ¿Y? ¿les falta uno?

-        Jaja no, me dijo

-        Ahí está el favor, si vos te quedas con tu hermana…

-        No entiendo

-        No quiero volver a dejarla sola después de que estuvo sola todo el día

-        Ah, ¿queres que me quede un rato más? Dije totalmente relajado

Desde la cocina se oyó la voz de mi hermana

-        ¿Qué andan cuchicheando ustedes dos?

-        Nada, nada, dije

-        Yo te voy a decir la verdad, le dijo mi cuñado

-        ¿Qué pasa? Dijo ella trayendo entre sus manos una bandeja con todo tipo de ingredientes para picar

-        Bueno, te voy a decir la verdad, tu hermano me dijo que no tiene problema en quedarse un rato más y justo hoy juegan los chicos al fútbol

-        ¿Y?

-        La verdad es que no iba a ir para no dejarte sola, pero si tu hermano se queda…

-        Ah mirá que vivo, como lo usas a mi hermano para poder rajarte a jugar al fútbol, le decía simulando muy bien su indignación

-        Bueno, es que

-        Andá, no hay problema yo me quedo sola si Juli se tiene que ir

-        No, no, yo me quedo, le dije

-        ¿Seguro? Me dijo mi cuñado con cara de “por favor no me falles”

-        Si, andá tranquilo que yo me quedo

-        Bueno, en un rato me voy a cambiar y a las 8 y media ya estoy a acá de vuelta

-        ¿Ah juegan una hora de 7 a 8? le pregunte

-        SI, ellos se van a cenar después, pero yo me vengo para acá

-        ¿Queres que me pida una pizza y me quede a cenar con mi hermana? Le dije y la miré a Gabriela con cara de cómplice

-        No, no, dejá dijo él

-        Hagamos una cosa, dijo mi hermana

-        ¿Qué? Dije yo ansioso.

-        Andá a cenar después con los chicos que no sabes cuándo vas a poder de vuelta, dijo mi hermana y me miró con una sonrisa mientras se acariciaba la panza

Creo que la pija me dio un salto de alegría cuando vi a mi hermana acariciarse el vientre. Mi cuñado estaba en otra, seguramente pensando en el partido y lo que iba a cenar después.

Seguimos picando algunas cosas y tomando unas cervezas. Mi hermana se levantó en un momento y puso un champagne con frutilla en el freezer. Cuando estaba haciéndolo me miró y se rio mordiéndose el labio sensualmente. Juro que, si no hubiese estado mi cuñado, me levantaba y la agarraba ahí mismo en la cocina

El tiempo pasaba lentamente, no veía la hora de que mi cuñado se levante y se vaya a armar el bolso.

En un momento lo hizo y se fue para arriba, para su cuarto y me levanté llevando mi vaso y un plato a la pileta de lavar y al pasar por detrás de mi hermana le toqué el culo con toda intención y muy lentamente. Ella se dio vuelta con una sonrisa y mi pija volvía a alegrarse. Sin dudarlo la agarré de atrás y la apoyé con todas las ganas y le hice sentir mi incipiente erección en el centro de su culo. Ella movió el culo para atrás para sentir mejor mi verga. Escuchamos los escalones. Era mi cuñado bajando con el bolso y todo vestido con ropa de futbol.

-        Bueno, me voy, dijo mi cuñado

-        Andá tranquilo que yo me quedo acá

-        Igual antes de las 12 ya estoy de vuelta

-        Bueno, no te apures y disfrutá que yo estoy acompañada por mi hermanito, dijo mi hermana abrazándome tiernamente

En ese mismo momento mi mano la agarró del centro de culo sin que mi cuñado pudiera percatarse de nada.

-        Chau, dijo mi hermana dándole un beso corto en los labios a su marido

-        Chau cuñado, y gracias, me dijo a mi guiñándome un ojo.

-        Chau, andá y divertite, le dije mientras pensaba que mucho más me iba a divertir yo

Se escuchó la puerta cerrarse y nos miramos con mi hermana.

-        Esperemos a que esté un poco lejos, a ver si se olvida algo, dijo mi hermana

-        Claro, claro, decía yo

-        Vení, me dijo ella tomándome de la mano y llevándome a la ventana que daba al frente de la casa

Se puso de frente a la ventana mirando a través de ella e hizo que yo me acomodara detrás apoyándola. Sin dudar acomodó su culo contra mi bulto y tiró la cabeza hacia atrás. Yo, desde mi posición, la abracé agarrándola de la panza. No voy a mentir que enseguida se me paró la pija, pero podía darme cuenta que pronto estaría en su máxima expresión porque empezó a ponerse atenta. Ella movía su culo en busca de mi paquete. Yo la apretaba con fuerza. Giró la cabeza y me miró. En sus ojos pude ver el deseo y seguramente ella pudo sentir lo mismo en mi mirada. No dudé. Me acerqué a su boca con la mía y nuestros labios se unieron inmediatamente. Al principio solo apoyamos nuestros labios y los dejamos así durante unos segundos. De a poco nuestras bocas fueron perdiendo rigidez y se fueron abriendo, era inevitable el choque de nuestras lenguas y sucedió, se rozaron y un escalofrío me recorrió el cuerpo. Ella lo notó, o sintió lo mismo, no lo sé. Lo que sí sé es que de ahí en mas no podíamos despegarnos el uno del otro. Yo movía mi cadera para hacérsela sentir contra su cola. Ella movía su culo, pero realmente estaba incómoda y se giró para que juntos podamos disfrutar mejor del beso. Se separó un instante y me miró a los ojos

-        ¡Vamos a mi cuarto! Me dijo

-        Vamos

Me agarró de la mano y yo me deje conducir.

-        Te quiero chupar la pija, me dijo ella

-        Yo la concha

-        Mmmmm, ¿sí?

-        Siiii, y te quiero coger! Le dije sin ningún tipo de filtro

-        ¡Eso no! Me advirtió

-        ¿No?

-        No, pero juguemos mucho

-        Queres jugar con mi pija?

-        Si

La habitación de mi hermana (y mi cuñado) estaba muy bien decorada. La cama es un sommier de 1,80 mts, con un acolchado de muy buena calidad. En el rincón había un silloncito en donde descansaba la ropa de mi cuñado que traía puesta hace unos instantes. Sobre la mesita de luz había un portarretrato con la foto de ellos dos sonrientes. No pude evitar que todo este paisaje conyugal alimentara aún más el morbo por lo que estaba a punto de pasar.

Mi hermana se sacó toda la ropa con mi ayuda y con lentos movimientos debido a su avanzado embarazo. Yo la ayudaba sin dejar de besarla en la boca y sin dejar de amasarle las tetas. Ella, por su parte, me agarraba la pija todo el tiempo y ayudaba a sacarme la ropa.

Se sentó en la cama y me hizo poner de pie con mi verga apuntando hacia ella. No dudó. Me miró a los ojos y provocativamente me volvió a decir

-        ¿Queres que te chupe la pija?

-        Siiiii, creo que en otro momento solo la pregunta me hubiese hecho acabar

-        Mmmmm, se pasó la lengua por el labio y se acercó a mi pija

-        Mmmmm, siiiii, chupame la pija

-        Mmmmm, no dejó de mirarme a los ojos mientras se metía mi pija lentamente en la boca y comenzaba a chupar

Estuvo chupándomela un largo rato y yo acariciándole la cabeza mientras lo hacía. De a ratos, mis manos jugaban con sus tetas a punto de estallar y con sus duros pezones.

-        Dejame chuparte, le pedí

-        Quiero que acabes primero, me dijo

-        Después, le dije

-        Bueno, concedió ella y se acostó en la cama boca arriba con las piernas abiertas

-        Mmmmm, me zambullí en su vagina y comencé a chuparla con pasión

-        Aghhhh que rico que me chupas la concha

-        Es muy rica tu concha, le dije

-        Mmmmm, ¿sí?, ¿te gusta?

-        Me encanta, ¿queres sentir tu sabor? Le dije

-        Mmmmm, dijo como toda respuesta

Subí a la cama y poniéndome de costado comencé a besarla con mucha lengua pasándole su propio sabor. Con mis dedos empecé a jugar con su concha metiéndole primero uno y luego dos sin dejar de besarla.

-        Aghhhhh me encanta lo que me haces

-        Me encanta meterte los dedos en la concha

-        A mí me encanta como se siente, decía ella mientras me agarraba la verga

-        Más me gustaría meterte la pija, le solté

-        Agghhhh no me digas esas cosas

-        ¿No? ¿Por qué? ¿Te calienta?

-        Mucho, lo sabes

-        Te gustaría mi pija adentro de tu concha ahora

-        Aghh no seas malo, sabes que no podemos

-        ¿Por qué no? decía yo y le besaba con más pasión

-        Porque somos hermanos y….

Agarré mi pija y se la pasé por la concha jugando con mi cabeza y sin entrar, pero sintiendo su humedad

-        ¿Te gusta mi pija jugando en tu concha?

-        Aghhh no Juli no hagas eso…

-        No me contestaste, te gusta mi pija jugando con tus labios…

-        Sabes que sí, pero no…

Le apoyé la cabeza de mi verga en la entrada de su concha y la miré a los ojos

-        No sabes las ganas que tengo de metértela un ratito, aunque sea

-        Es muy fuerte

-        Ya lo sé, pero aghhh

Le metí la pija cuatro centímetros para que solo el glande entre y me quedé mirándola

-        Que rica que se siente…reconoció ella

-        Mmmmm, le metí un poco mas

-        Aghhhh, me encanta

-        ¿Te gusta?

-        Sí, pero está mal que lleguemos tan lejos

-        No puedo parar ahora

-        Mmmmm, estamos muy calientes, ¿no? Me dijo

Esa fue la señal que necesitaba. Me retiré un poco y volví para adelante con todo enterrando la totalidad de mi pija en su concha

-        Aghhhhhh Juliiiiii, noooooo

-        Mmmmm, dejame

-        Aghhhh, Nooooo

-        ¿Queres que la saque?

-        Noooo, no la saques

Empecé un bombeo lento y preciso. Ella lo entendió y comenzó a moverse buscando que la penetración sea aún más profunda

-        Quería cogerte, le solté

-        Yo también, pero…

-        Mmmmm

-        Aghhhh siiiii, cogeme, repetía ella

-        Quiero acabarte adentro…le solté

-        Agggg me vas hacer acabar a mí también

-        ¿Si?

-        Queres que te acabe adentro?

-        Mmmmm, siiii

-        Aghhhh

-        Aghhhh voy a acabar ahora, me dijo ella

-        Mmmmm, aghhhh, yo también le dije

-        Acabemos juntos

-        Aghhhh si Aghh ammmm Mmmmm aggggg, me fui en su interior llenándola de leche

-        Mmmmm aghhh si si acabooooo, agh agh agh agggggg, su enorme panza chocaba contra mi vientre y eso me volvía loco

-        Te estoy llenando de leche, le dije

-        Aghhhh ahhhh ahhh ahhhh, me haces acabar como una loca cuando me decís esas cosas

-        Y vos a mi…

-        Me re calentás Juli, me encanta que me cojas

-        Aghhhh me volves loco, hermana

-        Aghhhh, que calientes que somos, eh

Como pudimos nos fuimos recomponiendo sin dejar de besarnos. Era increíble que la calentura no pasaba. Teníamos claro que debíamos parar y acomodarnos, pero no podíamos. Volví a besarla y sentados en la cama le acaricié el redondo vientre. Ella me besaba con desesperación. De a poco nos fuimos acomodando y volviendo a vestirnos. Esperamos a mi cuñado besándonos mucho más.

Cuando volvía a casa manejando no pude dejar de sentir cierta contradicción. No estaba bien lo que habíamos hecho, pero la pasamos tan bien que volvería a repetir en cualquier momento.

(continua acá )