Recuerdo que llegué a mi casa y no recordaba nada del camino, todo el tiempo estuve pensando en mi hermana. En su cuerpo, en sus tetas y en su culo rozando mi pija.
Como un desesperado, me puse ropa deportiva y me lancé al parque para ver si encontraba a Lucía. Necesitaba cogérmela. Claramente no estaba en mis cabales.
Al llegar di una recorrida por el parque en donde estaba repleto de niños con bicicletas patines y skates que seguramente habían sido traídos por Papá Noel la noche anterior, pero yo no veía nada, mis ojos solo buscaban la redonda figura de Lucía y no la encontraban por ningún lado. El cielo estaba diáfano y el sol pegaba con todo pese a ser las 6 de la tarde, pero claro, estábamos en diciembre, no podía ser de otra manera. Caminé y troté un rato por el interior y evidentemente Lucía no estaba. Mi desconsuelo era total.
Tal es así, que como un obsesivo estuve sentado media hora en la vereda y haciendo ejercicios frente al departamento de Lucía, pero ella nunca salió
La semana anterior, cuando intenté pedirle el teléfono, Lucía se negó. No de manera rotunda, pero me dijo que dada la situación en la que estamos ambos, casados, era mejor no tentarse y correr el riesgo de ser descubiertos, y me dejó en claro que casi todos los días estaba caminando en el parque por la zona en donde la había encontrado
Volví a casa con una desazón tremenda. No quería masturbarme. Llegada la noche acosté a mi hijo y busqué a mi mujer de todas las maneras posibles. El sexo, debo reconocer, no estuvo mal. Después de varios años de matrimonio, tanto ella como yo sabemos qué puntos tocar para excitar y hacer acabar al otro, aunque esta vez mi mujer me sintió particularmente caliente. Cuando quiso indagar me fui por la tangente y respondiendo con evasivas salí del tema
Afortunadamente habíamos inscripto a mi hijo en la colonia de vacaciones, así que al otro día decidí llevarlo yo junto con mi mujer por ser el primer día y a las 8 de la mañana nos fuimos los tres en mi automóvil. Costó estacionar, pero llegamos a tiempo y de ahí me fui a desayunar junto con mi mujer, para después despedirla mientras se iba al trabajo
Volví a casa y obsesionado como estaba me fui al parque. Otro día hermoso, esta vez con mucha menos gente, se vivía en la ciudad. Por fortuna, no llegué a hacer 200 mts que la vi sentada en el mismo banco en que la había visto la primera vez.
Cuando fui a acercarme me di cuenta que ella ya me había visto y se puso de pie saludándome y diciéndome que estaba esperándome para caminar un poco
- ¿Como estas? Le dije
- Bien, ¿y vos? ¿Como pasaste las fiestas?
- Muy bien, en lo de mi hermana
- Ah, ¿la que está embarazada como yo?
- Si, dije y mi pene se movió
- ¿Y qué tal?
En ese momento me parecía muy apresurado decirle lo que había pasado con mi hermana y, aunque Lucía era muy relajada y liberal, tampoco sabía cómo se lo iba a tomar. Fue por eso que contesté con un “todo bien” y seguí caminando y preguntándole que tal la había pasado ella
Pasamos al lado de unos adolescentes que se estaban besando muy efusivamente y nos miramos
- Sabes cómo me gustaría agarrarte así acá en al parque, le solté
- Mmmmm, así? ¿A la vista de cualquiera que pase?
- Si, yo no correría demasiados riesgos, poca gente me conoce y no creo que estén por acá
- Pero yo vivo hace un tiempo por acá y puede pasar algún vecino
- No importa, era una ocurrencia nada mas
- Vení, me dice tomándome la mano y me lleva a un banco que estaba más oculto que el resto.
Me hace sentar y con las piernas juntas de costado se sienta encima de mí. Miró alrededor y yo hice lo mismo. La gente pasaba y nadie parecía detenerse en la embarazada sentada encima del hombre.
Me miró a los ojos y comenzamos a besarnos. AL principio tímidamente y después con furia. Nos matábamos a besos. Mi mano le acariciaba la panza y ella movía la cola intentando sentir mi pija. No pude evitar sentir el recuerdo de Gabriela, mi hermana moviendo el culo contra mi verga.
- Quiero cogerte, le dije directamente
- Así me gusta, que me lo pidas
- Vamos a mi departamento, le propuse
- Dale, me dijo y se puso de pie rápidamente
En el trayecto nos separamos unos metros para disimular. Yo entré solo y a los 20 segundos entró ella mientras yo la esperaba con la puerta abierta. Esta vez estaba el encargado de mi edificio y nos saludó sin decir palabra. Entramos al ascensor y, como era de esperarse, nos besamos con pasión y esta vez le toqué las tetas por encima de la ropa. La puerta se abrió y nos fuimos a mi departamento.
Ni bien se cerró la puerta tras nosotros comenzamos a besarnos y a jugar con nuestras manos como desesperados. Ella, sin ningún tipo de tabú me acariciaba el paquete y yo hacía lo propio con todo su cuerpo.
En cinco minutos estábamos en el dormitorio completamente desnudos. Una notificación de WhatsApp sonó en mi celular y por las dudas miré, era mi hermana. Lo único que me faltaba
Leí el mensaje de mi hermana que decía
Hola hermanito, ¿como estas?
Todo bien, acá descargándome cómo puedo
Jaja, bueno cuando quieras te pago lo que te debo
Mi pija dio un salto, mi sonrisa se hizo manifiesta y Lucía lo notó.
- Que alegría que te dio ese mensaje, ¿quién es?
- Mi hermana, le dije
- ¿Qué pasa? Te calienta tu hermana. no?
- Puede ser
- El otro día lo noté y ahora por cómo se te mueve esto
Lucía empezó a pajearme mientras yo seguía con mis dos manos en el celular
- Está embarazada y caliente como yo, ¿no?
Le escribí a mi hermana que pronto me lo cobraría, y tiré el celular para ocuparme por completo de Lucía
- Si, y creo que más caliente que vos
- Mmmmm, mirá que yo estoy muy caliente, me decía
- Ella también le dije metiéndome su pezón derecho en la boca
Esta vez me dediqué más tiempo a chuparla completamente. Le chupé las tetas, la panza, la concha y la puse en 4 patas para chuparle el culo. Ella se dejaba hacer. Después ella me chupo la pija y los huevos con una técnica increíble. Quise durar más, pero como ella ya había acabado dos veces y me chupaba la pija de una manera deliciosa le comuniqué que mi orgasmo estaba llegando
- Queres acabarme en las tetas?
- Seeeee
- ¿O en la panza?
- En todos lados.
Decidida empezó una frenética felación recorriendo con sus manos mis huevos y la zona del perineo, volviéndome loco.
- Aghhhhh voy a acabar, dije
- Acabame las tetas, dijo ella
- Aghh ah ah ah ah
Varios chorros salieron e impactaron en sus tetas. Ella empezó a frotarse las tetas y los pezones con mi leche. Algunas gotas caían sobre su infladísimo vientre y se las acariciaba también. Yo, por mi parte, le acariciaba las tetas con mi semen y ella me agarró una mano pringosa para que le acaricié la panza. Eso me encantó. Tan caliente estaba que le empecé a chupar las tetas con el resto de mi semen sintiendo mi propio sabor. Ella se movía buscando más placer. Volví a chuparle las tetas una y otra vez, dejándoselas completamente limpias. Después pasé a su panza y se la lamí y chupé mucho. Ella se retorcía de placer. Yo, con mi miembro en duda si descansar o prepararse para una nueva batalla bajé a chuparle la concha nuevamente y ella acabó una vez mas
No quise poner a prueba a mi compañero porque estaba a media asta y preferí descansar y tirarme al lado de ella. Pronto iniciamos una excitante conversación
- Me re calienta tu cuerpo
- Sabía que había hombres que le calentaban las embarazadas
- No sé, nunca me había pasado y eso que mi mujer estuvo embarazada
- Quizás entre tu hermana y yo te despertamos el deseo, dijo ella mirando como mi pija se movía
- Puede ser, dije con una sonrisa
- ¿Que te puso en el mensaje tu hermana que te puso tan contento?
- ¿Te cuento la verdad?
- Siempre, dijo cortante
- Bueno, le conté de nosotros
- Uffff, que fuerte, que le contaste?
- Todo, o casi, pero lo más importante se lo conté
- ¿Y? como lo tomó
- Se re calentó
- ¿Como te diste cuenta?
- Porque terminamos pajeándonos los dos mientras yo le contaba lo que hacíamos
- Y obviamente le contaste que yo estaba embarazada, ¿no?
- Por supuesto
- ¿Y?
- Le vi y le toqué las tetas y ella se pajeó mientras la tocaba. Todo esto con mi mujer y mi cuñado a pocos metros
- Uy como me calienta eso, decía Lucía mientras volvía a pajearme
- Siiii, estábamos re calientes los dos
- ¿Puedo ver una foto de tu hermana?
- Si, le dije y agarré mi teléfono y se lo mostré
- Escribile que estás conmigo, me dijo
- ¿Te parece?
- Si, seguro se calienta
Agarré el WhatsApp y le escribí a mi hermana
Disculpame, pero estaba con Lucía justo
Jaja, las ganas que tendrás no?
No, en serio, estoy con ella ahora
No te creo
Te juro
No te creo
Lucía me pajeaba y miraba el diálogo con mi hermana.
- Queres mandarle una foto?
- ¿En serio? Yo no podía creer lo que Lucía me proponía
- Si, mandale una foto de mis tetas y que se vea la panza embarazada
- A ver, ponete así, le dije
Le saqué la foto y se la mandé a mi hermana
No te puedo creer, escribía ella
¿Viste?
¿En serio es ella?
Que más queres que te mande
Lo que quieras
- Mandale un video de tu pija en mis tetas, Lucía estaba desatada
- ¿Te parece? Yo no me sentía seguro pese a estar muy caliente
- Siiii, seguro está re caliente como yo
- A ver…
Lucía empezó a pajearme. A esta altura mi pija estaba súper parada. La acercó a sus tetas y le pasó la cabeza por los pezones, se los apretó un poquito y una gota de leche mojó mi glande.
¿La reconoces a mi pija? Le escribí
Mmmmm, si, aunque me cuesta creerlo
- ¿Como se llama tu hermana me preguntó Lucía?
- Gabriela, por qué?
- Filmame pero que no aparezca la cara por las dudas
- Bueno, le dije y apreté grabar video
Lucía empezó a pajearme y a decir
- Gaby! Le estoy por chupar la pija a tu hermano, ¿porque no le crees?
Mi hermana tardó en responder
Me estoy tocando, escribió
Soy Lucía. A mí y a tu hermano nos encanta que te toques. Dale
Mándame mas
- Cogeme filmando la panza, dijo Lucía y se acostó boca arriba
- Siiiii, dije yo
Pulsé para grabar y empecé a cogerme a Lucía mientras le filmaba la panza y como mi pija entraba y salía en su concha
Envié el video
Un audio de mi hermana llegó
Aghh ah ah ah ah ah estoy acabando, me encantó el video, sigan cogiendo
Tiré el teléfono y me dediqué a cogerme con furia a Lucía. Ella estaba mas que caliente y yo también. Empezó a acabar diciéndome
- Me re calienta que pienses también en tu hermana
- Mmmmm, ahora también pienso en vos
- No me importa, cogeme así como te cogerías a ella
- Aghhhh aghhhhh
- Dale que acabamos juntos y me llenas de leche
- MMmmm, no voy a aguantar mucho mas
- Yo también, dale que estoy acabando
- Aghhhh ah ah ah a
- Aghh ah ah ah ah
Acabamos juntos y empujé con fuerza para que me sienta bien profundo y mi pija daba unos latigazos que eran tremendos
Nos acostamos uno al lado del otro
- Agarrá el teléfono, me ordenó Lucía
- Bueno
Mi hermana había escrito
Me los imagino cogiendo y me re caliento de vuelta
Soy Lucía, tenés que probar la pija de tu hermano
No me pongas eso…
¿Porque? ¿Te dan ganas de tocarte de vuelta?
Si,
Bueno tócate que yo te mando un audio
Lucía empezó a narrarle las cosas que había hecho conmigo y como le había acabado adentro sin riesgos, eso es lo bueno de estar embarazada, decía. Después de 2 minutos muy calientes en donde le describía con detalle mi pija, sus tetas, su concha y las posiciones que hacíamos, cerró la nota de audio y lo envió
La respuesta de mi hermana, también en audio, no se hizo esperar
¡Como acabé chicos! No se dan una idea
Nosotros también, le respondí
Estamos locos
Los tres, cerré la conversación
Besos
Para vos también
Ya recuperados con Lucía nos mirábamos como no entendiendo lo que acababa de pasar. Fue ella la que me volvió a la realidad diciéndome
- ¿Te gustaría cogerte a tu hermana?
- Podría mentirte y decirte que no
- Pero…
- Si, totalmente
- Me parece re morboso y excitante
- ¿Vos tenés hermanos?
- Si, pero nunca los miré de esa manera
- ¿Quien te dice que no los mires de otra?
- Jaja, quien te dice…
Nos besamos acostados en la cama y me fui a preparar algo para comer
(continua acá)