La noticia me cayó como una bomba. Belén, una de las madres del colegio, 40 años y divina, se había separado recientemente porque el marido la había enganchado con un padre del colegio. Me sacudió el hecho de conocerla y verla como una mujer de esas que no te imaginás siéndole infiel al marido. Habíamos hablado miles de veces en la puerta del cole, inclusive yo había estado en su casa y ella en la mía.
Fue eso lo que hizo que me planteara un poco más seriamente el tema de lo que había hecho en los últimos días. No dudé en llamarla a Lorena para contarle lo que había pasado con Belén y me dijo: tenemos que vernos, ya que hace mucho que no me das bola. La llegada de tu hermanito hizo que me abandonaras, me pone celosa. Jaja, le dije y preferí no contarle nada de lo que había hecho con mi hermano
La situación con mi hermano era de una tensión sexual tremenda por lo que acordamos que Ramiro se vaya dos días a la casa de un amigo y no vuelva. Necesitábamos darnos un poco de tiempo, enfriarnos y despejar un poco las cabezas
- Pasá nena, me dijo Lorena cuando llegué a su casa
- Hola, ¿cómo estás? Le dije
- Bien, ¿vos?
- Bien, le dije
- Estoy sola, no sé porque aclaró eso
- Bueno, dije cortante
- ¿Te pasa algo?
- Si, te enteraste lo de Belén
- ¿Qué Belén?
- La madre del cole de los chicos, esa morocha, bastante amiga mía
- Ah sí, ¿qué le pasó?
- Se separó porque la enganchó el marido. Andaba con Gustavo, también padre del colegio
- Uh, no sabía nada, mirala vos a Belén tan seria que parecía
- Sí, me sorprendió
- ¡Al final, a todas nos gusta coger, viste! Me dijo Lorena riendo ruidosamente
- Sí, sí, pero…
- ¿Pero qué? Me dijo
- No sé, tengo miedo que Sebastián se entere de algo
- No pasa nada, nena. Aparte conmigo podés estar tranquila, que no voy a contar nada
- Si, ya se, es que lo que hice con Ramón la vez pasada fue muy fuerte, estuvo a punto de engancharme Sebastián
- Sí, eso fue muy zarpado, reconoció mi amiga
- Y bueno, ¡viste!
- Y hablando de tipos que me encantaría cogerme, ¿cómo anda tu hermanito? Me soltó Lorena
Un escalofrío recorrió mi cuerpo y mi cara cambió por completo
- ¿Qué pasó? Ni que hubieras visto un fantasma
- Nada, nada…
- Mmmmm, que raro como te pusiste!
- Sí, es que debo reconocer que está muy bueno
- Mmmmm, ¡¿muy bueno?! ¡Está buenísimo nena!
- Si, está buenísimo
- Como me gustaría cogérmelo
- Nena, pará que es mi hermano
- Me vas a decir que no da para enfiestarlo como a Ramón, el jardinero
- La verdad que sí, reconocí haciéndome la culpable
Fue en ese momento que Lorena hizo algo que me volvió loca. Se acarició las tetas por encima de la ropa y los pezones se le pararon automáticamente
- Me re calienta pensar en las cosas que hicimos, me dijo
- Si, dije yo cortada
- ¡Bueno, que poca onda que tenés, querida!
- No, no, es que me da cosa
- ¿Qué te da cosa? Dijo y se paró acercándose hacia mi
- Esto de Belén que la engancharon
- Bueno, Olvidate de eso, tenés que estar tranquila, me dijo y me acarició el pelo
- Mmmmm, Lore, no empecemos
- ¿Porque? Relájate, dijo y me besó en la oreja
- Mmmmm, le dije y tiré mi cabeza hacia atrás
- Vamos a mi cuarto, me dijo agarrándome de la mano
Subimos la escalera tomadas de la mano. Ni bien llegamos a su cuarto, se giró y me besó en la boca. Nos fundimos en un beso tremendo, con mucha lengua. Nuestra ropa comenzó a volar por todos lados. Nos volvimos a besar con nuestros pechos desnudos frotándose entre sí y nos encantaba. Me agaché a chuparle las tetas y atrapé inmediatamente su pezón derecho en mi boca. Jugué con mi lengua y mi mano bajó hasta su concha. Todavía tenía puesta la bombacha. Le metí la mano dentro y estaba súper mojada, un dedo se metió solo, sin ningún esfuerzo. Lorena me metió la lengua en la boca más profundo y supe que íbamos a matarnos nuevamente. Como pude le bajé la bombacha y ella hizo lo mismo con la mía. Desnudas ambas, de pie, y besándonos nos tiramos en su cama.
Lorena se puso rápidamente entre mis piernas con su cabeza y empezó a chuparme la concha con pasión.
- Mmmmm, las ganas que tenía de chuparte la concha
- Mmmmm, y yo de que me la chupes
Empezó a meterme los dedos y a trabajar con su lengua en mi clítoris y empecé a acabar al instante. Aghh ahhh ah ah ah ah, gritaba yo
- Dejame chuparte a mí, le dije
- Chupame así en cuatro patas, me dijo y se puso levantando su culo
- Mmmmm, seeeee, le dije
Me puse atrás de ella y empecé a chuparle el culo y la concha desde atrás. Le llené el culo de saliva y le metí hasta tres dedos en la concha
- Aghhhh, me encanta
- Mmmmm, decía yo metida en su concha
- Quiero que me chupes así mientras yo se la chupo a tu hermano
- Aghhhh, me re calienta pensar eso, le reconocí
- Aghhh aahh ah ah ah ah, acabooooo acaboooo, gritaba Lorena
Empezó a acabar mientras se metía dos dedos dentro de su vagina y a emanar mucho líquido de su concha, casi parecía que se estaba orinando, pero no era el famoso squirt o eyaculación femenina
- Aghh que manera de acabar dijo ella tocándose
- Mmmmm, si largaste un montón de líquido
- Es que cuando estoy muy caliente acabo así, reconoció
Subí a besarla con mi cara empapada de sus jugos y ella me besó con mucha pasión.
- Me re calentó pensar en tu hermano y vos
- Aghh, a mí también
- Mmmmm, te imaginás con tu hermano y conmigo?
- Aghh, me lo imagino y me caliento, le reconocí nuevamente
Lorena volvió a chuparme la concha y me hizo acabar una vez más. Yo, aunque no se lo confesé, imaginaba a mi hermano chupándome la concha y ella chupándole la pija a él. No sé porque no quise decirle eso.
Cuando terminamos nos bañamos juntas enjabonándonos muy dulcemente y besándonos mil veces por todos lados. Después nos vestimos y me volví a mi casa
No habían pasado dos días cuando estaba en la cocina con Ramiro mi hermano. Era un sufrimiento estar con él a solas y no cogérmelo. Lo miraba pasar y quería tirarlo en el sillón para bajármelo. Yo sé que él pensaba lo mismo, pero no se animaba a decirme nada
Eran las 2 de la tarde ese día. Yo estaba en la galería y Ramiro en su cuarto cuando Lorena me manda un mensaje
- ¡Hola nena!
- ¿Cómo andas?
- Bien, extrañando esa y me puso un emoji de durazno
- Estoy con mi hermano al lado, le mentí
- Ahhhh cierto no me acordaba. Con razón tan cortada estabas…
- Bueno, no te jodo.
- No me jodes.
- Y para pincharla un poco le escribo. Si lo ves a mi hermano te morís...
- ¿Por? ¿Qué le pasa?
- ¿Qué le pasa? ¡Que está que se parte de lo bueno que está, así, sin remera!
En ese momento como si fuese una casualidad aparece mi hermano por la puerta
- ¿En serio? Uuuuhhhh. ¿Cuándo voy? Escribía Lorena
- Nena, sos una mujer casada. Pará un poco.
- Jaja. ¡Ahora te haces la señora! Bien que el otro día…
- Jajaja. Cuando quieras podés venir. Estamos solos
- Ah bueno, ¡mirá que voy eh!
- Pero ojo con mi hermanito…
Ramiro me ve muy concentrada con el teléfono y sonriendo a lo que me dice: ¿con quién estas chateando? Esa cara de turra la conozco. Esa sonrisa la reconozco… Yo me puse súper colorada y le dije: Nooooo nene, es Lorena mi amiga y vecina que me escribía unas boludeces nada más…
- ¿Y está buena tu amiga?
- Es Lorena, la que viste, pero está casada y vive acá a la vuelta
- ¿Yo te pregunte el estado civil y donde vive?
- No. Y si, está buena.
Me dio un poco de celos que me preguntara.
En eso me responde Lorena. Voy ahora a ver a tu hermanito. Eso me dio un poco de celos a la vez que me excitó
Ramiro se levanta del sillón y aprovecho para mirarlo. ¡Qué cuerpo tiene, por Dios! Me voy a tirar un rato en la pileta, me dice. Se va a su cuarto, se cambia y se zambulle en la pileta.
Suena el timbre. Lorena. La miré de arriba a abajo tenía con un vestido negro sin corpiño y unas sandalias de taco que la hacían verse súper sexy. El pelo lo tenía atado.
- Hola. ¡Qué rápido que viniste!
- ¡Viste! Estaba al pedo en casa
Nosotras estábamos en la casa y Ramiro en la pileta así que podíamos hablar tranquilas por lo que le dije:
- ¿Cómo andas? ¿Cómo quedaste después de lo del otro día?
- Bien. Re bien. ¡Cómo me gustó! ¿A vos?
- También. Me encantó. Tenemos que repetir.
Eeeee!! me encanta que me lo plantees, aclara Lore y estirando el cuello se asoma por la ventana: ¡A ver tu hermanito!!!
En ese momento le meto la mano por debajo del vestido para acariciarle la cola y, ¡oh sorpresa! No tenía bombacha. Es decir, que debajo de ese vestido estaba, ¡completamente desnuda! No podía creer que fuese tan atrevida. Me encantaba esta mujer. Se dio vuelta y me sonrió: ¿Qué? Hace mucho calor y la ropa interior me molestaba. Jaja. Miró de vuelta a Ramiro que seguía nadando y se volvió y me plantó un besazo en la boca que me dejó petrificada. Si bien correspondí el beso con mucha lengua me dio terror a que Ramiro nos vea. Pese a este miedo, la adrenalina siempre me gustó, así que me asomé por la ventana para asegurarme que mi hermano seguía nadando y me volví para besarla nuevamente. Me acerco a su oído y le susurro: Me súper calienta saber que debajo de este vestido no tenés nada. Ssssiii?, me dice suspirando mientras me agarra la mano y la mete en su concha: ¿ves que mojada que estoy? Mi cabeza empieza a dar vueltas. ¿Qué hago? ¿Me voy a mi cuarto con ella? ¿Y Ramiro? Si vuelve. No sabía que hacer… En ese momento me asomo por la ventana y veo que Ramiro ya salió del agua. Le hago un gesto a Lore para que se acerque a mirar. Ahhhh no! ¿Quién es este modelo? ¿En serio que es tu hermano? ¡Me vuelvo loca! ¡Qué bueno que está por Dios!
- Ehhh Tranquila que es mi hermano! ¡Más respeto! Jaja
- No puedo creer tenés semejante caramelo todos los días para vos…
- ¡Nena, es mi hermano!
- Bueno, pero, aunque vos solo lo mires está buenísimo…
- ¿Que queres decir con que solo lo mire yo?
- Dale, Clari, no me digas que nunca te imaginaste yendo más lejos con este bombón, decía Lorena mientras las dos lo mirábamos por la ventana
- No te voy a negar que algo pensé…reconocí mintiéndole descaradamente a Lorena
- Bueno, yo muero por bajarme a tu hermano, nena
- Tranquila, le dije
En ese momento sentí una mezcla de celos y de calentura que me quemaba por dentro. Pese a todo esto, la tomo de la mano a mi amiga y la llevo a la galería para presentarle a Ramiro.
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