Historia en curso...

Mi hermana Belén

  Belén, mi hermana, siempre fue muy exhibicionista. De mostrarse mucho en redes. Su perfil, publicaciones y stories eran un verdadero infie...

Embarazo deseado (4)

 


Lo recuerdo perfectamente. Esa noche dormí plácidamente hasta las 11 de la mañana. Mi mujer y mi hijo se levantaron más temprano y desayunaron y jugaron en el parque de la casa de mi hermana.

Cuando bajé estaba mi cuñado en la cocina charlando con mi mujer.

-        Buen día, dije medio dormido

-        ¡Buen día! Dijo mi mujer

-        Como duermen hoy los hermanos Rastenni (ese es mi apellido) decía mi cuñado a viva voz

-        ¿Por qué?, Gaby no se levantó todavía? Pregunté incrédulo

-        Ahá, sigue durmiendo, raro en ella, se sorprendía el marido de mi hermanita

-        Yo con esa panza, no podía dormir mucho, reconocía mi mujer

-        Bueno, dejémosla, ya se va a levantar

Me senté a desayunar con la cabeza hecha un lío. Al principio, pensaba que todo había sido un sueño hermoso, pero cuando la vi aparecer a mi hermana con la misma remera del día anterior pude darme cuenta de que todo había sido real.

Para colmo de males, mi hermana en cuanto me vio se subió la remera dejando su panza al desnudo. Mi pija dio un salto cuando la vio y mi cuerpo se estremeció de una manera que no pasó desapercibida para mi mujer

-        ¿Qué te pasa?

-        Me dio un chucho de frío, raro, dije

-        ¿Frío? ¿Con este calor? Decía mi mujer

-        Como un escalofrío, dije

-        Obviamente que se quedan a almorzar, ¿no?

-        No sé, dije

-        Quédense dijo mi hermana,

-        Bueno, zanjé la cuestión rápidamente

-        Voy a tirar unos pedazos de carne a la parrilla, dijo mi cuñado

-        ¿De bebida cómo estamos? Pregunté yo

-        Hay de todo nene, si trajiste un montón, decía mi hermana

Nos quedamos a almorzar y fue una comida divertida pese a que solo éramos 5. Mi hijo quiso jugar un rato a la PlayStation con su tío (el marido de mi hermana) y se fueron a jugar lejos de nosotros tres con mi hermana y mi mujer.

No sabía cómo hacer para que mi mujer se vaya a algún lado y no se me ocurría nada. Para colmo de males mi hermana insistía en acariciarse la panza.

En un momento mi mujer se levanta a hacer un poco de café y le digo a mi hermana

-        Me encanta tu panza

-        Vení, tocala, mirá, me decía y se sentó a mi lado poniendo mi mano sobre su vientre

-        Mmmmm, le susurré

-        Sentí, decía y apoyó suavemente su mano en la mía recorriendo su piel

-        Está dura

-        ¿Lo decís por mi panza, o por otra cosa?, jaja, reía mi hermana

-        Por las dos cosas, jaja reía yo también mientras miraba en dirección a la cocina que no apareciera mi mujer

En ese momento, mi hermana hizo algo que no me esperaba. Mientras tomaba mi mano recorriendo su panza, la subió y pasó mi mano por uno de sus pechos. Pude notar como su pezón se endurecía en el acto. Mi pija ya estaba a punto de estallar. Para colmo de males, se me acerca al oído y me dice

-        Tenes que terminar de contarme todo lo que hiciste con tu amiguita embarazada

-        Si, claro, dije

-        Sentís que duro, dijo pasando mis dedos por su pezón

Juro que en ese momento quise cogérmela ahí mismo. Por fortuna, mi mujer pegó un grito desde la cocina “Ahí voy con el café” mientras aparecía con 4 tazas humeantes. Apoyó la bandeja en la mesa ratona y tomando una taza dijo que iba a llevarle una a mi cuñado, perdiéndose tras la puerta

-        Que atenta, dijo mi hermana

-        Te juro que si estuviéramos solos no respondo de mi

-        Mmmmm, que zarpado

-        Me re calentas, Gabu le dije

-        Me harías lo que le hiciste a Lucía

-        Y mas, le dije lacónico

-        Mmmmm, me lo imagino y me caliento

Volvió mi mujer y yo ya estaba separado de mi hermana, sentado en un sillón individual y tratando de ocultar mi incipiente erección. Nos tomamos el café y después de un rato nos dispusimos a irnos con la familia.

Se escuchaban los gritos de mi cuñado y mi hijo jugando al futbol en la play. Mi mujer se había enganchado con el teléfono, cuando no, y mi hermana me miraba con una cara de deseo tremenda.

Gabriela siempre fue muy astuta cuando algo se le ponía entre ceja y ceja. Lo mejor en este caso, es que era yo lo que se le había puesto como objetivo

-        Vos que sos alto, me dijo

-        Si, le dije

-        ¿Me ayudas con una cosa en mi cuarto?

-        Si, claro, le dije

-        Si, no tenés que subirte a sillas ni nada, dijo mi mujer

Ni bien entramos en su cuarto mi hermana se paró frente al placard y se estiró hacia arriba como queriendo alcanzar algo. Yo instintivamente me puse detrás de ella y mi pija se apoyó en su culo. Ella lo notó e hizo el movimiento para sentirla mejor restregando su culo contra mi verga. Desde atrás le acaricié la panza. Ella se agarró de mis manos y mientras las apretaba contra su vientre movía el culo en mi pija.

Yo no podía creer lo que estábamos haciendo, podíamos ser descubiertos en cualquier momento y, aun así, no me importaba.

Ella en un rápido movimiento sacó sus dos enormes pechos fuera del corpiño y tomándome ambas manos las puso sobre sus tetas. Sentir los pezones de mi hermana con mis dedos era algo fuera de serie.

Empecé a moverme hacia arriba y hacia abajo como haciendo un movimiento de penetración.

-        Tocame las tetas, por favor

-        Pensé que no me lo ibas a pedir nunca

-        Siiii, dale

-        Mmmmm, empecé a estrujárselas con ambas manos

-        Mmmmm, que dura tenés la pija

-        Vos me la pones así

-        Aghhhhh, si tócame las tetas así decía ella mientras una de sus manos volvía a bajar a su concha

-        Aghh, tocate mientras te toco las tetas, le decía yo

-        Si si

Ahí estaba yo. Detrás de mi hermana, apretándole las tetas y sintiendo como un tibio líquido salía y me ayudaba a lubricar sus pezones.

-        Quiero acabar mientras me tocas las tetas

-        Mmmmm, si si tocate hermanita

-        Aghhh, si estoy re caliente

-        Quiero que acabes, le decía ahora al oído susurrándole

-        Ayyy seeee, estoy a punto

-        Tus pezones están muy duros

-        Siiii? Decía ella mientras se fritaba la concha con mayor velocidad

-        Me muero por chupártelos

-        Aghhhh voy a acabar, me anunció ella

-        Mmmmm, siiii acabá para mí, le decía yo siempre con mi boca pegada a su oído y mis manos apretando sus pezones

-        Aghh aggg ahh ah ah ah

-        Me encantaría chuparte los pezones y tomarme todo

-        Aggg ah ah ah ah ah ah

-        Siiiiii, acabá así para mí, hermanita

Mi hermana empezó a temblar. Su cuerpo se movía como una hoja, pero no dejaba de gemir y de decirme cosas de lo más caliente

-        Aghh, siiii, quiero que me los chupes

-        Siiiii? Le dije

-        Siiiiiiii, dijo dándose vuelta

Estaba a punto de lanzarme hacia sus pezones con mi boca cuando un ruido en las escaleras la hizo empujarme hacia la cama y meterse en el baño. Yo me acomodé la pija para que no se me note y empecé a bajar cajas de la parte de arriba, apoyándolas sobre la cama

Mi cuñado entró y detrás mi hijo.

-        ¿Que haces acá bajando cajas?

-        Tu mujer, que me pidió un favor

Mi hermana desde el baño gritó

-        Es que le quería mostrar unas fotos viejas que tengo ahí

-        Ah, ¿pero no están abajo en la caja? Responde su marido

-        Ah, tenés razón, dice ella saliendo recompuesta

Mi pija se había bajado en segundos. Volví a subir las cajas con la ayuda de mi cuñado y después de unos minutos me fui de la casa de mi hermana con el resto de mi familia

Solo recuerdo que, al momento de despedirme de mi hermana, le dije

-        Me quedé re caliente.

-        Lo sé, me dijo ella, te debo una.

-        Bueno chau, ya me la voy a cobrar.

-        Dale, y me besó en la comisura

(continúa acá )