Historia en curso...

Mi hermana Belén

  Belén, mi hermana, siempre fue muy exhibicionista. De mostrarse mucho en redes. Su perfil, publicaciones y stories eran un verdadero infie...

Mamá caliente (8)

 


Al otro día, volvió a escribirle a Flor

-        Hola amiga

-        Hola, ¿todo bien?

-        No

-        ¿Qué pasó?

-        Se la chupé

-        Queeeeeee?

-        Si

-        Emoji de fuego, que bárbaro

-        Si, estaba re caliente

En ese momento le manda un audio contándole como había sentido la verga de su hijo y como había terminado arrodillada chupándole la pija, pero no quiso contarle que había tragado un poco de semen de su hijo

-        Me vas a hacer que me pajee yo de nuevo, hija de puta, le dijo Florencia

-        ¡Viste!

-        Si, tremendo, bueno, suerte con eso, Florencia no quería ir a más con su amiga

-        ¿Eso es todo lo que tenés para decirme?

-        ¿Que queres que te diga?

-        No sé, ¿que hago?

-        Lo que quieras, pero contame, porque me gusta

Le volvió a mandar un audio corto diciéndole

-        vos no te estarás tocando de nuevo, ¿no?

Florencia respondió:

-        la verdad que sí, contame como le chupaste la pija

 Otro audio de María

-        No sabes lo que es esa pija, dura, caliente y gorda, casi que no me entraba en la boca, pero por suerte se la pude chupar, que caliente

Florencia escribió al ratito

-        Me hiciste acabar como loca

-        ¿Tan rápido?

-        Sí, estoy muy caliente

-        Yo también me estoy tocando, escribió María que una vez más había llamado para descargarse y todo terminó peor, o mejor

-        Lo que debe ser tener esa pija adentro de la concha, escribió Florencia

María leyó esa frase y fue el detonante para cerrar los ojos y vibrar en un orgasmo pensando en la dura verga de su hijo dentro de su concha

Pasaron varios segundos

-        Ay ahora me hiciste acabar vos a mí, escribió María

-        Jajajaja

-        Que calentonas somos, ¿no?

-        Quiero ver esa verga de nuevo

-        Ya te la voy a mostrar

Se saludaron y María volvió a las tareas de la casa

Todo lo vivido en los últimos días había sido una locura, para colmo de males el padre de Luciano avisó que tendría que viajar una semana por trabajo a EEUU.

Estaban los tres cenando cuando su marido dijo mirando a Luciano

-        Vas a ser el hombre de la casa por una semana, así que pórtate bien

-        ¿Porque?

-        Porque me voy una semana a Estados Unidos y tenés que cuidar a tu mamá

Siempre fe muy patriarcal la educación que había recibido Luciano. Lo que no se imaginaba su padre era hasta donde llegaba la protección y cuidado que iba a tener para con su madre.

-        Ah no me dijiste nada, dijo María

-        Sí, me surgió hoy

-        ¿Y cuando te vas?

-        Mañana a la noche en un vuelo de American Airlines

-        Ah, dijo María que no pudo evitar mirar a su hijo con complicidad

Luciano, por su parte, la miró a su madre con una sonrisa perversa con una carga de lujuria que por suerte solo ella pudo interpretar. María le sonrío con deseo.

-        ¿Que es esa cara de alegría que tienen?, dijo su padre

-        Nada, que vamos a poder comer helado todas las noches, dijo María

-        Jajajaja, son terribles ustedes, eh

-        Si mami, comamos en tu cama y llevemos el pote

-        No se come en la cama, decía el padre de Luciano

Al otro día el padre de Luciano se quedó en la casa, preparó la valija y después de despedirse de su hijo fue con María en el auto hasta el aeropuerto en donde tomaría su avión rumbo a EEUU.

María regresaba en el auto y no podía evitar pensar en los días que vendrían en donde estarían solos en la casa junto con Luciano.

Llegó a su casa y Luciano todavía no había regresado del colegio. Decidió darle una sorpresa a su hijo y se vistió con un muy provocativo short de fina tela de algodón y muy ajustado y una remera sin corpiño una vez más. Lo hizo con tiempo y en todo momento estuvo caliente. Se miraba al espejo y se notaba sexi.

Cuando volvió Luciano del colegio, la miró limpiando el piso y fue corriendo a abrazarla desde atrás. Ella se hacía la que no entendía el motivo del cariño repentino de su hijo

-        ¿No viniste con Sofía?

-        No, prefiero estar con vos

-        Mirá que eso que pasó no va a volver a pasar, eh!

-        Si si, pero por lo menos jugar y me voy a mi cuarto

Luciano aprovechaba para apoyarla desde atrás a su madre y hacerle sentir esa herramienta dura y caliente. Ella se frotó, pero quiso extender un poco más el juego. Dejame terminar de limpiar, prepárate la merienda y después quizás jugamos un poquito

-        Bueno, dijo él soltándola un poco enojado

-        Dale, toma la leche y después vemos

-        Bueno, bueno

María pasó varias veces por donde estaba su hijo merendando y notó como la comía con la mirada y se sintió más caliente y sexi que nunca. Se metió en el baño y se acarició los pezones para que se le pararan aún más y volver a ver a su hijo. Éste no pudo evitar mirar descaradamente a su madre

-        ¿Que pasa?

-        ¿Por? Preguntó Luciano divertido

-        ¿Por qué me miras de esa manera?

-        Vos lo sabes

-        No, decime

-        Porque estás buenísima mami

-        Mmmmm, ojalá

-        No, en serio, tus tetas son…

-        Ojo, Luciano que soy tu mamá

-        Lo sé, pero es que son perfectas tus tetas

-        ¿Te gustan más que las de Sofía?, María ya empezaba a coquetear con su hijo

-        Mucho mas

-        No te creo, se acercaba peligrosamente a su hijo moviéndose lenta y sensualmente

-        Dame la oportunidad y te lo demuestro

-        ¿Qué oportunidad?

-        De tocarlas y chuparlas

-        Ya lo hiciste ayer

-        Pero más tiempo

-        ¿Más tiempo? ¿No te alcanzó?

-        Nunca va a ser suficiente

 A María le encantaba esa seducción de su hijo. Luciano era muy bueno con las palabras. No solo para halagar a su madre, sino también para calentarla y llevarla al extremo del deseo y de la pasión.

-        ¿No? ¿Nunca?

-        No, siempre voy a querer chuparlas

-        Solo a ellas

María movió las tetas y se las acarició por encima de la remera, sus pezones se pararon más todavía.

-        A ellas y a tu concha también

-        Mmmmm, ¿sí?

-        ¡Y a tu culo también! Dijo Luciano envalentonado

-        Aghhhh que cosas que decís, eh!

María estaba colorada de excitación. Me voy a bañar porque estoy toda transpirada, quiso escapar por la tangente

-        Queres que te ayude a bañarte ahora que estamos solos?

-        No me parece…ni ella se creía lo que decía

-        Dale, vamos que te ayudo a enjabonarte la espalda

-        Mmmmm, te parece?

María se fue sacando la remera y quedando en tetas fue subiendo la escalera hacia el baño. Su celular vibró en el bolsillo y lo sacó para mirarlo, tenía 2 mensajes. El primero, de su marido que decía que había llegado bien, y el segundo, de Florencia que repetía que quería volver a ver esa pija,

Respondió rápidamente y tratando de sonar interesada a su marido. Con Florencia en cambio se tomó un poco más de tiempo y le dijo que le prometía que algo le iba a mandar que le diera tiempo

A todo esto, ya había abierto el agua de la ducha y se estaba desnudando completamente cuando miró hacia atrás y para su sorpresa su hijo estaba completamente desnudo y con la pija a media asta esperando la aprobación de su madre para meterse junto con ella

-        Esperá, le dijo a su hijo

-        ¿Que pasa?

Una idea perversa la invadió y María sacó su teléfono.

-        Quiero filmarte para recordar esa pija

-        ¡Mami! Ojo con esas cosas, ¿si perdés el teléfono?

-        No lo voy a perder y lo voy a borrar enseguida

-        Yo te lo borro así me aseguro que no quedan rastros

-        A ver…

María con un total descaro empezó a filmarlo desde la cara y bajando por su pecho. Le acariciaba los pectorales y podía verse en primer plano a su mano. Cuando fue bajando apareció en toda su dimensión la verga de Luciano. No pudo evitar le tentación de agarrarla y comenzar a pajearla mientras se lamía la boca de deseo.

-        Agarrá, filmá vos, le ordenó a su hijo

-        Mmmmm, Luciano sentía como su madre se acercaba con la intención de…

No podía creer que su madre iba a filmarse chupándole la pija. Era tan surrealista todo que no se le paraba del todo.

María por su parte tomo coraje y se metió el glande de su hijo en la boca mientras lo pajeaba. Eso fue determinante y la verga comenzó a crecer dentro de su boca.

Luciano no perdía detalle y grababa todo

-        Si, chupame la pija así

-        Shhhhh decía ella, no hables

-        Mmmmm, me encanta, no podía quedarse callado

-        ¿Te gusta? Decía ella y miraba a la cámara

-        Siiiii

-        Vení

María se sentó en el inodoro y comenzó a pajear a su hijo mirándolo para que le acabara en las tetas.

-        Chupámela mami

-        Bueno, pero avísame, ¿siiiii?

-        Si si

-        Mmmmm, María se metió como pudo la pija de su hijo en la boca y comenzó a chuparlo con decisión

-        Voy a acabar mami…

-        En las tetas por favor, le dijo ella

-        Aghhhh agh ah ah ah agghhhhh

Los chorros de semen impactaban en las tetas de María que se retorcía de placer mientras se tocaba frenéticamente la concha. Se acariciaba las tetas refregándose el semen de su hijo mientras miraba a la cámara con cara de puta. Se desconocía a sí misma. Estaba como poseída por el deseo. La lujuria se había desatado en su cuerpo y se terminó de encender imaginando cómo su amiga Florencia vería el video.

Luciano filmó todo, era una locura. Apretó stop sin poder creer lo que había vivido y le devolvió el teléfono a su madre.

-        Gracias mi amor. Le dijo ella con la cara arrebatada de excitación

-        Gracias a vos, mami

Se puso de pie y se sentó en la bañera abriendo las piernas y le ordenó a su hijo

-        Chupame la concha Luciano

-        Si, mami

-        Necesito acabar

Luciano se arrodilló en el piso y se dirigió con la boca a la concha de su madre, pero antes quiso hacer una pausa y jugar con el deseo de su madre. Empezó besarle las piernas muy suavemente y muy lentamente. María, por su parte, le acariciaba la cabeza. De a poco se fue acercando a la zona genital de su madre y continuó con besos cortitos en toda la zona.

María, pese a desesperarse de ganas, se permitió disfrutar del momento y se dejó hacer abriendo aún más las piernas. Luciano se dedicó con todo el tiempo del mundo a chuparle la concha a su madre. Le metió los dedos, le lamió el clítoris al mismo tiempo. Se lo mordisqueó con los labios y después de tener los dedos empapados volvió al clítoris a jugar con él y chupó con frenesí para volverla loca

-        Aghhhh siiiii chupame la concha asiiii mi amor

-        Mmmmm, siiiii

-        Aghhh si si si siiiiiiii, haceme acabar así

-        Mmmmm

-        Con tu boca, haceme acabar con tu lengua…

-        Mmmmm, Luciano no se despegaba

-        Ay mi amor ya estoy llegando

-        Mmmmmsiiiiii, mami

-        Te voy a acabar en la boca yo a vos, gritaba María

-        Mmmmm, Luciano ya tenía la pija dura de vuelta

-        Aghhhhh acabooooooo aghhh aghhhhh aghhhh ahhhh ahhh ahhhh ahhhh aaaaaaaaahhhh

María se desarmaba acabando y tuvo que apoyarse con su mano para no caer dentro de la bañera. Una risa cortita se escapó de su boca

-        Aghhhhh, ahhhh

-        Me encanta hacerte acabar mami

-        Y a mí me gusta que me hagas acabar así

María se metió en la ducha y Luciano la siguió estuvieron besándose y enjabonándose durante un largo rato. A ella le encantaba dejar correr el agua en sus cuerpos y sus caras y seguir besándose mucho tiempo. Luciano en un momento la dio vuelta y empezó a pasarle la pija dura y repleta de espuma por la cola de su madre. María, por su parte colaboraba y se movía facilitándole el juego a su hijo. Ella tenía en claro que cualquier movimiento podía terminar en penetración y esa era una barrera que no debía permitirse derribar.

Claro que el deseo jugaba y hacía muy difícil cumplir con eso. Por suerte o no, sonó el celular y decidió salir de la ducha a atender. Era la abuela de Luciano, la madre de María que llamaba para preguntar cómo estaban.

-        Bien mami, estamos bien

-        ¿Estas en el baño?, se oye la ducha

Marta, así se llamaba la abuela de Luciano, siempre fue muy perceptiva.

-        Si, estaba por entrar a ducharme, dijo María poniendo un dedo sobre sus labios para que su hijo no haga ruido

-        Bueno, si queres te dejo

-        No, está bien, ma.

-        ¿Como andan ustedes?

-        Bien, solos con tu nieto porque mi marido viajó a EEUU

-        Ah, ¿sí?

-        Si, por una semana

-        Bueno, un día de estos vamos a comer con tu papá, dijo la madre

-        Dale, sí, si quieren el fin de semana hacemos algo a la parrilla

María salió del baño para seguir hablando con su madre por un rato largo. Luciano se tuvo que conformar con ir a su habitación y estudiar un rato y jugar a la play hasta que se haga la hora de la cena.

Cuando terminó de hablar con su madre, María recordó que se había filmado chupándole la pija a Luciano y quería mostrárselo a su amiga, pero no quería enviarlo. Fue entonces que se le ocurrió algo muy peligroso y excitante

(continua acá)