Mi pija seguía dentro de la concha de mi madre. Sus besos no bajaban la intensidad en ningún momento. Ella me besaba metiéndome la lengua muy profundamente y seguía moviéndose muy lentamente. Sentía su concha apretando mi pija. Se acercó a mi oído y me dijo:
- Me encanta sentirte adentro
- A mí me gusta mucho, mamá
- Irene, decime Irene, ahora somos novios
- Bueno Irene, le dije
- Mmmmm, me gusta sentirla así
Ella comenzó a moverse cada vez con más ritmo. Me llamó la atención que mi pija no perdía su firmeza, sino que, al contrario, cada vez se ponía más dura. Empezó un movimiento de caderas que me volvía loco. Adelante y atrás. Arriba y abajo. Me agarraba la cara y me besaba
- Te quiero, te quiero, me repetía
- Yo también
- Mas, mas! Decía excitada
- Si si, ¿así?
- Si si , así así! Continuaba excitada
Y se movía sintiendo mi pija. Creo que estuvo más de 10 minutos cabalgándome. Fue en ese momento en que vi su mirada como perdiéndose, su rostro colorado y su respiración entrecortada.
- Aghhhh ahhhh ahhhh
Empezó a acabar como loca. No entendí, o sí, que le pasaba, pero me volvía loco verla así. La noté más hermosa que nunca.
- Aghhh ahh ah ah ah aaaahhhh
Tuvo más de un orgasmo seguido del otro. No dejaba de moverse.
- ¡Sí, mi amor, si! Así! Siiiii
- Si mam… Irene siiiii, decía yo
No pude aguantar mucho más viendo todo esto. Y comencé a acabar nuevamente dentro de la concha de mi madre. Sentía mi pija nuevamente latir en su cálida vagina que me recibía y recibía mi leche.
En un solo movimiento ella se levantó y tomando un trapito lo puso en su concha para evitar que se saliera. Se acostó a mi lado abrazándome, giró mi cabeza para que la mirara y besándome me dijo:
- Somos novios
- Si, somos novios, dije yo
- Te quiero, me dijo
- Y yo te amo, me salió del corazón en ese momento
Nos besamos como locos, como dos enamorados. Lo éramos. El beso duró mucho tiempo. Luego ella se levantó y fue al baño desnuda como estaba. La vi irse y me encantó ese cuerpo. Hice el amague de levantarme, pero ella me detuvo.
- Quedate que ahora vuelvo.
- Claro, dije y me acosté con una sonrisa mirando el techo de mi cuarto
No pasaron más de 10 minutos y volvió. No se cómo, pero había vuelto a ponerse el camisón transparente sin nada debajo. La contemplaba como a un cuadro a medida se acercaba. No podía ser más perfecta. Su rostro, sus tetas, su pelo, su cadera. Todo era armonioso y bello. Despacio se acostó a mi lado y volvió a besarme.
Fue entonces que decidí tomar la iniciativa y le desprendí un bretel del camisón dejando su teta izquierda a la vista, se la toqué e hice el amago de bajas a chupársela, pero ella tenía otros planes
- Métemela, Gabi
Creo que no hay nada más hermoso que estar con una mujer que te excita tremendamente y ella te pida que la penetres. Escucharla pidiéndome esto me calentó de una manera increíble
Debo reconocer también que era muy torpe en mis movimientos producto de mi falta de experiencia y los nervios de la primera vez en que debía tomar la iniciativa.
Ella se acostó boca arriba y abriéndose de piernas me dijo
- Vení
- Si, dije casi con un hilo de voz
- Metémela, Gabi, dale
Me acomodé arriba. Ella parecía ansiosa y eso me fascinaba. Le agarré la cara con una mano y me acerqué a besarla. Ella actuaba con auténtica desesperación y me besaba como si estuviera poseída. No paraba un segundo de hacerlo
Me cuesta encontrar las palabras para definir lo hermoso de la sensación de mi pija entrando en la concha de mi mamá centímetro a centímetro. Recuerdo que puse la punta en esa ubicación y ella al sentirla hizo un pequeño movimiento para que la penetración fuera precisa. Entré en su cuerpo y cuando llegó al fondo me quedé besándola.
Fue entonces cuando su boca en mi oído me hizo estremecer nuevamente
- movete para atrás y volvé a entrar
- si, le dije y esta vez mi voz sonó fuerte y ronca
Ella gimió fuerte, y fue entonces cuando comprendí lo que debía empezar a hacer. Empecé un “mete y saca” al principio un poco torpe, pero más tarde adquiriendo un ritmo perfecto en el cual ella fue muy importante
Creo que no habían pasado más de 5 minutos y ella empezó a tener múltiples orgasmos
- Aghhhh si Gabi, siiii
- Mmmmm, siiiii, decía yo
- Aghhhh aghhh ah ah ahhhhhhhhhhh
No pude contarlos ese día, pero sé que fueron muchos porque ella me lo confesó más adelante. Sentirla acabar a mi mamá me daba un placer inmenso. Me sentía un rey, un semental, un hijo enamorado, un hombre.
En un determinado momento parecía que se desmayaba porque los ojos se le ponían en blanco de excitación, pero eso no hizo que me detuviera en ese momento. Seguí aún sabiendo que me acercaba a mi orgasmo
- Voy a terminar, le dije
- Siiii, daleeeeee, dijo ella
- Mmmmm. Aghh ahhhhha aaa
- Siiiiii, decía ella
- Aghhh ahhhhhh, acababa yo
- Seguí, me ordenó
De modo que, aunque habían transcurrido varias horas y varios polvos, seguí bombeando y entrando y saliendo de esa concha hermosa
- Aghhhh, la escuché en mi oído mientras se aferraba a mi espalda
- Mmmmm, siiiii, siiiii
- Aghhhh, agggghhhhhh, una mano me apretaba el culo y hacía que la penetración fuera más intensa, si es que se podía
Toda esta situación que intento resumir para no aburrirlos, creo que duró al menos una hora
Como estábamos muy relajados me acosté a su lado y medio como que nos dormitamos por unos cuantos minutos, que no se si no fue otra hora más. Teníamos la casa para nosotros y no teníamos ningún tipo de prisa.
Estábamos más despabilados cuando empezamos a charlar
- Me encantó Gabi, me dijo
- Fue hermoso, mami
- Decime Irene
- Como quieras, pero tengo miedo que se me escape delante de papá después, le dije
- Está bien, decime mamá
- Me gustó mucho, mamá
- A mí también, mi amor
- Gracias, le dije
- Te amo, como hijo y como novio, me dijo y creo que fue amor puro lo que sentí en ese momento
- Yo también, contesté
- Pero hay algo muy importante que tengo que decirte
- Que? Pregunté ansioso y preocupado
- Esto tiene que ser entre nosotros dos, nadie puede enterarse nunca
- Claro, dije con gesto adusto
Por dentro sonreía de felicidad al imaginar que esta vez no sería la única y última vez que estaríamos juntos. Una sonrisa se me escapó y me interrumpió seria
- Gabi, que no se te ocurra contárselo a nadie
- No mami, no
- ¿Puedo quedarme tranquila?
- Podes quedarte tranquila
- Bueno
A mí me quedaba una duda muy grande y era que no nos habíamos cuidado de ninguna manera y había acabado dentro de mi madre, con los riesgos que esto implicaba.
- Mami, ¿te puedo hacer una pregunta?
- La que quieras, mi amor
- Yo…. No me salían las palabras
- Vos que, Gabi? No tengas vergüenza
- Yo terminé adentro…
- Aghh sí, claro, quedate tranquilo
- ¿Si?
- Sí, me cuido hace mucho tiempo
- Bueno, dije más relajado
- Hace siete años que tomo anticonceptivos, me aclaró
- Ah bueno, podemos estar tranquilos
- Siiii
- Me gustó mucho todo mami y nunca usé un forro por eso
- Conmigo no vas a tener que usar
- ¿Nunca?
- No, a mí me encanta que me acabes adentro, me soltó
Es como si fuera hoy que recuerdo que mi pija dio un sacudón al oír estas palabras, pero ella giró la cabeza y mirando el reloj de mi mesita de luz me dijo
- Es mejor que nos bañemos y cambiemos porque tu padre está por regresar
- Ok, le dije
(continua acá)