Al otro día Se encuentran con Ana y Daniel en el desayuno y éstos les dicen que se van dentro de una hora. Las valijas de ellos ya están en la recepción
Se intercambian sus nombres para hacer contacto a través de redes sociales. Juana abre su Smartphone y encuentra a Ana (no vamos a dar su apellido) y la agrega a sus amigos.
Terminan de desayunar los cuatro y las mujeres se separan de los hombres
- Es una pena que nos tengamos que volver hoy, le dice Ana
- La verdad que si, la pasamos bien ayer. Juana no lo dijo con ninguna intención
- Mmmm, la verdad que sí, y más cuando estuvimos solas…Se sonríe Ana
- Si, la verdad que sí. Reconoce Juana
- ¿Te puedo decir algo?
- Decime lo que quieras, si… Juana empezó a ponerse nerviosa.
- Sé que Martin no es tu marido, pero a mí no me importa…con esa pija que tiene debe ser difícil contenerse
- Cómo te dis…No es que… yo… Juana tartamudeaba
- No importa, quédate tranquila. Queda entre vos y yo
- Pero nosotros nunca…
- Shhh, le pone una mano en la boca y se acerca al oído: “me di cuenta de que sos su madre” y tienen una relación “especial”, pero no te hagas tanto rollo. Disfrutalo
- Mmmm, gracias! Me viene muy bien tu comprensión, Juana estaba aturdida
- Bueno, espero que nos veamos en Buenos Aires. Solas o los cuatro juntos.
- Si si, te prometo que te llamo.
- Yo prefiero solas para terminar… Chau Chau y le dio un beso en la comisura del labio que dejó a Juana al borde del knock out
- ¡Chau chicos! Martin saludaba
- ¡Chau Martin! A coro las parejas se saludaban
- ¡Chau chicos!
Ese día decidieron ir a la playa, pero Juana no quiere ir a la nudista. No quiere estar desnuda frente a su hijo, quiere empezar a encarrilar las cosas con Martin. Sabe que se le fue de las manos la situación. Es lo que le pasaba cuando estaba muy caliente, pero debía controlarlo. Aunque no dejaban de resonar las palabras de Ana en su cabeza “me di cuenta que sos su madre y tienen una relación especial, pero no te hagas tanto rollo”
No se sentía alentada a avanzar con Martin, aunque estas palabras la ayudaban a no sentirse tan culpable. Alquilaron un auto y podrían recorrer las playas que quisieran.
- Vamos a una playa nueva, dijo Juana
- Como vos quieras, no tengo problema
- Por acá es, Juana señaló el desvío hacia la playa que buscaban
- Parece que hay algo de gente, Martin veía varios autos estacionados
- Vamos, animaba Juana. Se bajaron del auto y llevaron unas sillas y sombrillas que les prestaron en la posada
- ¡Vamos, ma! Martin no sabía cómo romper esta pared que estaba empezando a levantar su madre
- Mmmm, volviste a decirme ma? Juana sonreía, pero mantenía distancia
- Llegamos. ¡Vamos a abrir la sombrilla y a ponernos protector! Martin invitaba a su madre
- ¡Perfecto! Juana tomó el protector y empezó a pasarse por todo su cuerpo
- Me lo alcanzás, Martin buscaba que su madre lo mire
- Tomá, Juana apenas si lo miró
- Mami, ¿te puedo hacer una pregunta? Martin no quería seguir así
- Si, decime.
- Estas enojada conmigo?
- No, Martin. Ya te dije anoche que no es tu culpa. Juana seguía seria
- ¡Es que te noto distante! Martin buscaba la grieta para entrar
- ¡Ay Martín! ¡Cómo explicarte! Estoy tratando de poner un poco de distancia, tanto para mi como para vos.
- Bueno, ¿me podés pasar protector en la espalda al menos? Martin intentaba
- ¡Pero claro nene! Vení! Juana se puso detrás de Martin
- Gracias mami, ¡sos una genial! Martín le alcanza el protector y le da un beso cortito en la mejilla
- ¡Vos! sos un genio! Y le empezó a pasar protector en la espalda
- Mami, me pasas en las piernas atrás. Martin quería que su madre lo siga acariciando
- ¡Cómo no! Vení más cerca! Juana le ponía crema y las manos se le iban cerca de los glúteos
- ¡Me gusta mami! Martin estaba empezando a sentir una erección incipiente
- Bueno, ¡entonces lo dejo ahí! Jeje, Juana se reía divertida
- Queres que yo te pase? Martin quería al menos tocarle la espalda a su madre
- ¡Dale! Pasame en la espalda! Juana accedía a algo
- Vení, sentate acá! Martin se colocó abundante crema en las manos
- ¡Para! ¡Déjame que me acueste boca abajo! Juana se acostó en la toalla en la arena
- Ok, déjame que me acomode. Martin se puso de costado a su madre
- Mmmm, dale pásame! Juana se acomodó totalmente relajada
- ¿Te puedo desabrochar el corpiño? Martin iba
- Ssssi, Juana dudó si aceptar o no pero no veía a priori nada de malo
- Vamos a desabrochar…Martin con manos temblorosas luchaba con el broche de la malla intentando desprenderlo hasta que lo consiguió
- ¡Costó parece! Juana le seguía la corriente
- ¡No tengo practica! Jeje. Martin apelaba a hacerse el perdedor
- ¡No te hagas el pobrecito que no te sale!
- Bueno, se hace lo que se puede…Martin empezó a pasarle protector y a darle un suave masaje poniendo todo el empeño del mundo para ver si su madre se relajaba finalmente
- Mmmmm Martin! ¡Que bien que me estás pasando! Me podría quedar horas, Juana se sentía realmente relajada
- ¿Te gusta? Martin podía ver el costado de las tetas de su madre y buscaba pasar crema por ese lado pasando los dedos
- Mmmmm, me encanta! Juana se estaba empezando a relajar y sus barreras empezaban a ceder un poco
- ¿Te paso en las piernas? Martin quería ir de a poco
- ¡Dale! ¡Si pásame!
- ¡Ahí vamos! Martin volvió a echarse crema en la mano y empezó a pasarle primero en las pantorrillas y luego fue subiendo por los muslos
- Mmmm, Martin No sabía que tenías estas habilidades
- Entre otras… Martín ya subía por los muslos hacia la cola
- ¡Me encanta lo que estás haciendo! Juana se estaba empezando a mojar
- ¿SI? ¿Te gusta? Ya le estaba empezando a pasar por la cola
- Ya estás pasándote un poco, pero es tan bueno que te voy a dejar que sigas...Juana hacía sus primeras concesiones
- ¿Si? ¿Te gusta? Martin subió la mano por todo el muslo y con el dedo pulgar le toco la concha por encima del bikini
- Mmmm, Martin no te pases, Juana buscaba la cordura por todos lados
- Te juro que fue sin querer, Martin volvió a pasarle la mano y un dedo, esta vez con más presión, volvió a tocar ese mismo sector
- Ahhhh, Juana tembló
- Perdoname…ahora deja la mano apoyada y con el pulgar hace presión dos o tres veces
- Maaarrtttiiiiinnnn, por favor mmmmmm, Juana se quejaba, pero no le pedía que se detenga
- Es que es más fuerte que yo…. Con un hábil movimiento y moviendo su dedo pulgar logro que éste se colara por el costado del bikini y se metiera en su vagina
- Mmmmm, basta! Acá no! Y se da vuelta. Juana no se percata que dejó sus pechos al aire y la playa no era nudista. De todos modos, nadie pareció advertirlo y se acomodó enseguida sentándose al lado de su hijo
- Perdón mami, o Juana… como vos quieras. Martin sonreía sarcástico y se acomodaba el bulto que estaba totalmente erecto
- Que rápido te pones al palo, ¡eh! Juana hace un movimiento que sorprende a su hijo y le acaricia el paquete
- Aggghhh si! Tocame ma! Martin se olvida del contexto
- Sabes que acá no podemos. Juana lo vuelve a la realidad
- Ok, pero me lo debes…Martín aprovechaba
- Yo no te debo nada… Juana se reía
- Los dos nos debemos, vos también debes haber quedado caliente, ¿o me equivoco? Martin seguía
- La verdad que sí, no te lo voy a negar. ¡Pero no podemos andar tocándonos todo el tiempo por todos lados, Martin! Juana quería meter cordura, pero mientras más hablaba más se calentaba
- ¡Es que me pones muy caliente, mami! Martin sabía que iba por bien camino
- Ya te dije que me gusta saber eso, pero… Juana dejó un silencio para que Martin continuara
- ¡Me pasaría todo el tiempo tocándote las tetas y la concha, mami! Martin se acercaba al oído de su madre
- Mmmm, Martin! No me digas esas cosas…Juana decía que no con las palabras, pero el tono del susurro decía otra cosa
- ¡La pija se me pone súper dura cuando te toco, mami!
- Ay Martin pará de decir esas cosas…. Juana estaba colorada y con las piernas cerradas de la excitación
- Decime, la verdad. ¿No te calienta saber que quiero tocarte y chuparte toda? Martin jugaba fuerte
- Sabes que si…Juana también hablaba al oído de su hijo
- ¿Y te gusta que te cuente como tengo la pija? Martin se frotaba con la mano por encima de su short
- Mmmmm, me gusta, si… Dale! Juana susurraba
- ¡Me gustaría que me chupes la pija…mami! Martin iba con todo su arsenal
- Agghhh voy a acabar sin tocarme…Juana estaba al borde.
- Me encantaría que te la metas en la boca…Martín metió la mano entre los muslos apretados de su madre y en un movimiento corrió la malla y le metió un dedo rozándole el clítoris
- Aghhhhmmmmmmmm, Juana se abrazó a su hijo
- Siiii, acabá, dale….
- Mmmmmm, me encanta. Juana temblaba abrazada a su hijo
- Mmmmm, si me encanta calentarte mami! Martin seguía con un dedo dentro de la concha de su madre
- MMmmmmm, sos tremendo! ¿De dónde sacas esas palabras? Juana se estaba recomponiendo lentamente
- Uffff, estoy que no puedo más! Martin sacaba lentamente la mano desde dentro de las piernas de su madre
- Acomodate eso y andá al mar!
- ¿Ahora? Martin no tenía muchas ganas
- Si, ¡ahora! Andá que voy yo también, le dijo Juana
- Ah bueno si, sí. Martin entendió que su madre iba a ir a meterse con él y salió disparado al mar
- Mmmm está re linda el agua! Juana se metió con él y fueron enseguida a la parte profunda
- ¡Estoy que no doy más! Martín fue a abrazar a su madre haciéndole sentir su erección
- ¡A ver! Juana mirando para todas las direcciones metió su mano dentro del bañador de su hijo y agarró su herramienta con fuerza
- Mmmmm, dale tócame! Martin suspiraba
- ¿Te gusta? Juana le sonreía mirándolo de frente
- Quiero que me digas cosas como hice yo…Martin quería llevar a su madre a un nuevo nivel
- Mmmm que te gustaría que te diga?, Juana seguía sacudiendo la pija de su hijo debajo del agua
- Lo que quieras. Lo que te gustaría hacer, o que te hagan, Martin la elevaba a un grado de excitación
- Mmmm, me gusta sentirla en la mano! Está muy dura. Juana susurraba excitada
- Me encanta verte así, con mi pija en la mano, Martín la instaba a seguir.
- ¿Si? te gusta cómo te pajeo? Juana le susurraba al oído
- Me encanta, soltate, dale, decime todo lo que te gustaría hacerle a mi pija, dale. Martín ahora metía nuevamente la mano dentro del bikini
- Mmmmm quiero tocarla… Juana no se animaba
- Eso ya lo estás haciendo, ¿que más te gustaría?, Martín hundía los dedos en la concha de Juana
- Me gustaría chupártela…Juana susurraba
- ¿Qué cosa? Decilo… Martin sentía, pese a estar bajo el agua los jugos que destilaba la concha de Juana
- La pija, ¡me gustaría chuparte la pija!!!! Juana lo dijo finalmente
- Ahhhh, estoy acabando mami!!! Me encanta que me pajees
- Mmmmm si acabá con la mano de mami, Juana le susurraba al oído
- Mmmmm, Martin se lanzó sobre la boca de su madre besándola con mucha lengua mientras continuaba masturbándola.
- Mmmmmm, Seguí que acabo yo también…Otra vez!, Juana siguió besándolo
- Mmmmmm, si me encanta que acabes así! ¡Que te sueltes! Sacá la puta que tenes adentro Juana! Martin descargó toda su artillería de palabras
- Agggghhhh Aghhhh Aghhhhh aghhhhhh siiiiiiii!!! Juana seguía besando a su hijo mientras acababa dentro del mar, mientras el resto de la playa seguía con sus actividades
Salieron del agua y fueron a tirarse a las reposeras. Pasaron el día charlando y divirtiéndose sin reproches. Habían llegado muy lejos y lo sabían, pero no querían romper esa magia que los envolvía en este momento. Almorzaron en un parador y luego se fueron a otra playa a pasar la tarde.
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