Historia en curso...

Mi hermana Belén

  Belén, mi hermana, siempre fue muy exhibicionista. De mostrarse mucho en redes. Su perfil, publicaciones y stories eran un verdadero infie...

Un hogar alterado - 3ra parte

 


Pasaron unos días más sin muchas novedades y una noche en que yo creía que todos estaban acostados y me levanto para ir a la cocina. Yo tenía puesto un camisón muy fino por las rodillas y sin corpiño debajo. Cuando estoy entrando en la cocina a oscuras me encuentro con Hernán abriendo la heladera sacando una botella para tomar agua. Mi hijo, como era su costumbre, estaba con un bóxer de algodón súper ajustado que le marcaba todo su paquete. Yo me acerqué despacio por la penumbra  a donde se encontraba él y le extendí la mano en silencio como pidiéndole la botella. Con el frío que salía de la heladera abierta se me endurecieron los pezones y se me marcaron en mi sexy camisón. Él lo notó y pude ver como su paquete empezaba a crecer. Los dos no queríamos, ni podíamos, movernos. Quise subir la apuesta y cuando fui a tomar de la botella dejé caer a propósito unas cuantas gotas sobre mi pecho. Eso hacía que mi ropa se trasluciera un poco. El bulto de Hernán ya estaba casi en todo su esplendor. Lo miré cuando su mirada estaba recorriendo sin ningún pudor mis tetas. La penumbra te hacía sentir más seguro porque nos costaba vernos los rostros con claridad, pero los cuerpos se veían perfectos. No sabía qué hacer para provocarlo más. Él no se acomodaba el paquete que ahora era una carpa de circo prácticamente. Hace calor, no? Le digo mojándome con la botella la frente primero y las tetas después. Su cara era para sacarle una foto. Su pija dio un respingo y creció aún mas. No se movía y no sabía ni que hacer ni que decir pero no dejaba de mirarme descaradamente las tetas. Yo no me achicaba y me exhibía sin pudor delante de él. El siguiente movimiento lo hizo él. Tomo el elástico del calzoncillo con su dedo pulgar. Lentamente y sin dejar de mirarme a los ojos tiró hacia adelante y lo bajó dejando su erección, su pija enorme mirando al cielo, su cabeza roja con una gota de líquido pre seminal en la punta, ante mi atónita mirada. Sin que yo pudiera reaccionar se la acomodó con la otra mano y la guardó. Yo puse cara de que no había pasado nada y sin dejar de mirarlo le pregunto;

-           te molestaba mucho?

-          Si, no daba mas. Está muy dura,

 Yo no podía mas, había vuelto a ver la pija de mi hijo a centímetros.

-          Estoy muy caliente, mami, insistía,

Sabía que buscaba quebrarme pero lo que no sabía es hasta donde quería llegar. Yo quise desviar el juego para otro lado.:

-          Si viera Mariana cómo la tenes de grande se volvería loca.

-          Si? Y mientras decía se sobaba el paquete por encima del bóxer.

-          Veo como te mira Mariana y como vos la miras a ella, le digo juguetona.

-          A vos también te miro mucho y ahora no está Mariana, me dice desfachatado

-          No me pongo celosa, tranquilo.

-          Me gusta que no seas celosa, mami

-          Bueno. Me voy a dormir.  Quiero y no quiero que esto siga

-          Mami. No queres verla una vez mas?

-          Que cosa? Me hago la desentendida

-          Mi pija.

-          Ya la vi dos veces. Y muchas más cuando eras chiquito

-          Pero ahora ya soy grande y seguro que te gustaría verla de nuevo, no

-          Puede ser, le sigo la corriente para ver hasta donde es capaz de llegar

-          Y vos no me vas a mostrar nada a mí, mami?

-          Creo que ya viste bastante. Aparte este camisón no deja mucho a la imaginación, no?

-          Yyyy yo me imagino muchas cosas, pero más me gustaría verte

-          No puede ser, sos mi hijo…

-          No pienses en eso ahora, mami

-          No puedo no pensar hijo… esto es muy fuerte

-          Bueno yo te la voy a mostrar un ratito y vos si queres me mostras una de tus tetas

En ese momento se bajó el bóxer y empezó una lenta paja a un metro de mí. Yo no podía creer lo que estaba viendo y viviendo. Mi hijo pajeándose delante de mí. Era muy fuerte pero no me podía mover. El no dejaba de mirar mis pezones que estaban duros como una piedra. Instintivamente subí una mano hacia mi pecho izquierdo y me lo rocé por encima del camisón

-          Si, así, tócate, me dice el desfachatado

-          No está bien esto Herni…

-          Mostrame una teta por favor mami

-          No Herni, debemos parar. Decía yo pero no me movía y a esta altura ya agarraba con fuerza mi pecho como queriendo estrujarlo

-          Dale ma, dejá caer un bretel de tu vestido

-          Solo  uno. Si? Le digo en un papel de control que no me creía nadie

-          Si, solo uno y creo que acabo acá

-          Noooooo, le digo. Eso no. Te lo muestro y te vas a tu cuarto, Si?

-          Bueno Ok.  me dice un poco desilusionado….

-          Mirá bien , le digo al momento en que bajo los dos breteles de mi corpiño y me empiezo a acariciar las tetas descaradamente

-          Ahhhhhh mami! Y acelera el ritmo de su paja

-          Te gustan? Lo provoco…

-          Voy a acabar mami. Ahora

-          Está bien mi amor, acaba dale. Solta toda la leche

En ese momento un chorro sale disparado hacia mí e impacta en la parte baja de mi camisón. Un segundo chorro un poco más potente en la parte alta de mi brazo y me muevo de costado para no seguir este juego que ya era una locura. Lo sigo mirando y sigue acabando.

-          Me voy, le digo. Limpiá bien todo el piso antes de acostarte.

-          Gracias Ma! Me dice sonriendo mientras cierra la heladera y todo queda completamente a oscuras

-          Limpiá bien todo

-          Mamí, esperá!

-          Que pasa?

-          Te vas a masturbar ahora?

-          Y a vos que te parece, nene? Obvio, no soy de madera

-          Bueno, disfrutalo mucho

-          Gracias

Mi hijo me tenía atrapada. Subí al cuarto y no duré ni 3 minutos que ya había acabado violentamente. Me dormí al instante y a eso de las 3 de la mañana me desperté nuevamente súper excitada. Evité volver a masturbarme, pero no podía dormir. Agarré mi teléfono que estaba en silencio y sin dudarlo le escribí a Mariana: Tengo novedades para vos...

Al día siguiente Mariana me estaba esperando en la cocina, ansiosa. Creo que me dijo Buenos días sólo para disimular, si es que podía, su intriga. Yo, perversa, sádica y misteriosa me senté y la miré como si nada y tomé mi taza de café con leche humeante. Ella me miraba esperando algo, una palabra. Quise torturarla un rato más y le pregunté:

-          Como andas Mariana? arranqué

-          Bien, vos?

-          Todo bien, me costó dormirme, quería meter más intriga

-          Algún problema?

-          No, nada.

-          No me pensas contar lo del mensaje… ya Mariana no se aguantaba

-          Si queres con lujo de detalles va a tener que esperar porque en un ratito bajan Paula y Hernán

-          No me aguanto, dice Mariana, decime el título aunque sea

-          Ok, el titulo es: avanzamos un poco, se la volví a ver

-          En serio? Contame todo ahora por favor, Mariana suplicaba

-          Si queres con detalles, como ayer… cuando dije eso me arrepentí. Temía que Mariana interpretara que “como ayer” incluía la masturbación compartida

-          No sé si me aguanto, Mariana sonaba ansiosa

-          Esperá que vale la pena, le digo mirándola a los ojos

En ese momento entra Hernán ya vestido pero con pantalón deportivo y remera y se sentó entre nosotras diciendo:

-          Que pasa? Están cuchicheando? De qué hablan?

-          Cosas de mujeres, le respondo divertida

-          Y no puedo enterarme? Hernán insistía…

-        Dame un segundo que ahora vuelvo, les digo a ambos y salgo disparada. Mariana y Hernán se miraban intrigados. Subí a la habitación y le digo a Paula al oído mientras estaba despertándose. Si queres dormí un rato más que te llevo yo a la facu. Bajo corriendo y los veo a Mariana y mi hijo mirándome expectantes

-          Bueno, les digo, queres saber lo que estábamos hablando con Mariana?

-          Si, dice Hernán. Mariana me mira intrigada pero en silencio

-       Bueno, le conté a Mariana que el otro día te vi el miembro (no sé porque usé esa palabra)

-          Ah, dice mi hijo sorprendido. Y que le pareció?

-          Me dijo que está intrigada por verla, no Mariana?

-          Si, dice Mariana tímidamente y visiblemente colorada

-         Bueno, digo yo, recién le dije a Paula que se quede durmiendo que yo la llevo a la facu. Los dos me miran intrigados

-          No sé qué queres decir con eso, dice mi hijo quien a esta altura ya lucía una carpa importante

-          Por las dudas vamos a la habitación de Mariana, digo yo. Paula puede bajar igual

Pasamos a la habitación de Mariana y me puse a dar instrucciones: Mariana vení y sentate en la cama conmigo. Hernán, vos quédate parado y mostrárnosla. Está bien parada? Le pregunto. Hernán asiente. Nos acomodamos pegadas y expectantes. Hernán se la soba por encima del pantalón y yo le ordeno: Lentamente por favor… Hernán se toma el elástico del pantalón y lo adelanta. Giro mi cabeza para mirar a Mariana y parecía un nene frente a un juguete nuevo en navidad. Su rostro reflejaba expectativa, ansiedad, excitación y un deseo que no podía reprimir. Vuelvo a mirar hacia Hernán y este ya está bajando lentamente su pantalón hasta las rodillas. Debajo tiene un slip que parece que va a explotar. Mariana se muerde el labio inferior, yo me lo mojo mientras cierro las piernas instintivamente. Es increíble cómo se me secan los labios superiores mientras los labios inferiores están empezando a ser regados por los jugos que segrega mi vagina. Hernán se empieza a bajar el slip y su verga aparece enhiesta, dura, venosa y palpitante. Se queda parado ahí y nos mira desafiante diciendo:

-          Y ustedes no van a hacer nada?

-          Que queres que hagamos? Le digo yo

-          Mostrarme algo, responde él divertido

-          Que queres ver? Le sugiere Mariana

-          Tus tetas, mi hijo no se achica

-          Esperá, dice Mariana y, pese a la excitación, se saca la remera y el corpiño con una facilidad que al día de hoy no deja de asombrarme

-          Y vos? me dice a mi

-          Y yo que? Digo intentando frenarlo

-          Creo que es justo, interviene Mariana

-          Está bien, me resigno.

Es entonces cuando Mariana así sentada como está toma mi remera desde abajo y me la saca por la cabeza. Después busca mi espalda y me desprende el corpiño y me lo saca. Ahora la escena es Mariana y yo senadas en tetas mientras Hernán, mi hijo, se la empieza a sacudir mirándonos a las dos. Nosotras no nos movemos y seguimos mirando. Hernán al sentirse tan observado ve como su miembro pierde un poco de vigor y nosotras lo notamos.

-          Que te pasa? , le digo

-          No sé, estoy nervioso

-          Queres que hagamos algo? Dice peligrosamente Mariana

-          Mamá, puede ser… sonríe Herni divertido

-          Que te gustaría, dice Mariana

-          Que le toques las tetas a mi mamá

-          Mira que pícaro, dice Mariana divertida mientras estira una mano,

-          Noooooo, intervengo yo deteniéndola

-          Dale ma, llegamos hasta acá… dice expectante él

-          Bueno, digo colorada de vergüenza y excitación separando mis brazos

-          Mamá a ver estas tetas, dice Mariana mientras empieza a amasar mi pecho derecho ante la atónita mirada de Hernán, que a esta altura ya había recuperado toda su firmeza

-          Hahn, dice mi hijo sin dejar de pajearse

-          Mmmmm. Yo también ahogo un grito

-     Que lindas tetas! Suelta Mariana mientras se divierte ahora con las dos manos acariciando mis pezones

-          Ahhhh digo yo mientras correspondo llevando mis manos hasta sus tetas durísimas

-          Sigan que acabo, dice Hernán

-          Siiiiii, dice Mariana, acabanos en las tetas!

-          Ahhhhhhhhhh ahhhhhhhh dice Hernán y suelta el primer chorro en una de mis tetas y en parte de la mano de Mariana

-          Siiiiii, dice Mariana quien en ese momento toma la pija de Hernán y la sigue pajeando apuntando a mis tetas que son ahora un reguero de semen caliente y espeso.

-          Mmmmmmm siiiiiii digo yo

-          Ahhhhhhhhhhh, Ahhhhhh, se convulsiona Hernán

-          Mmmm, que rico dice Mariana y me quedo de piedra cuando veo que se agacha y empieza a chupar todo el semen de mis propias tetas.

-          Ahhhhhhhhhh digo yo mientras acabo sin llegar a tocarme cuando siento la lengua de Mariana moviéndose en mi pezón derecho

-          Mmmmmmm, mmmmmmmm. Mmmmmmm, Mariana seguía limpiando todas mis tetas con su lengua.

-          Ahhhhhh  Hernán se sienta como puede y empieza a acomodar su ropa

-          Mmmm Mariana termina y me mira sonriente

-          Sos traviesa, le digo correspondiendo su sonrisa y empiezo a comportarme como la jefa del hogar: Mariana andá al baño y vos Hernán a tu cuarto, bañate y  depertá  a tu hermana.

Hernán se va sin dejar de mirarnos agradecido. Cuando Mariana está levantándose para ir al baño la tomo del brazo y le traigo hacia mí diciendo:

-          Lo que hiciste hoy fue muy fuerte, pero me encantó

-          A mi más que a vos, y sin mediar nada más se me acercó y me besó en la boca.

-          Mmmmmm. Fue recibir su boca e inmediatamente abrir la mía para meterle la lengua bien profunda. Ella no se hacía rogar y me tomaba de la cara y me besaba con una pasión tremenda. Creo que estuvimos varios minutos sin separar nuestras bocas.

En ese momento se escucha a Paula que entra en la cocina y nos separamos con nuestros labios absolutamente mojados por la saliva de la otra. 

Se habrá dado cuenta mi hija?

(continúa acá)