Mi tía terminó de vestirse y
salió de la habitación. Yo me quedé un rato mas con mi prima y cuando me estaba
yendo me dice:
-
Fue una locura lo que hicimos, me re calenté
-
Si – le reconocí
-
Creo que se me fue de las manos, es que cuando
me caliento…
-
Yo soy igual – le dije y la besé en la boca
Mi prima se separó rápidamente.
No entendí el por qué.
-
Es que me parece una locura, hace días murió mi
papá
-
Eso es cierto – le dije
-
Me parece muy fuerte estar con mi mamá como
estuve después de la muerte de mi viejo
-
Mirá, yo tengo una teoría de que cuando uno
tiene un dolor tan grande como ustedes dos, el sexo es como una especie de
distracción que en este caso es oportuna
-
Pero… ¿entre nosotras?
-
Sí, bueno, que se yo
-
Me parece mucho de todas maneras
-
Es que somos una familia que cuando se calienta,
pierde los estribos
-
Puede ser – me dijo
-
Dormí – le dije y la besé en la mejilla
Salí y me fui a mi dormitorio. Me
acosté y dormí profundamente hasta el otro día. Cuando desperté me costó
procesar lo vivido la noche anterior. Mi madre y mi tía. Mi prima, mi tía y yo.
Era todo surrealista.
Bajé la escalera y parecía que
Bárbara me estaba esperando.
-
¿Me podés acompañar a un lado?
-
Si ¿a dónde?
-
Quiero ver una cosa
-
Te voy contando en el viaje
Subimos a la camioneta y mi prima
me pidió que no diga nada, pero íbamos a ver a Tamara y ver si habían cumplido
con su promesa los chicos de Marcelo.
-
¿Vos estás loca? ¿Pediste que cagaran a
trompadas a Tamara?
-
Sí, algo tenía que hacer
-
Vos estás loca…
-
No me podía quedar de brazos cruzados
-
Pegá la vuelta y volvamos a tu casa – le ordené
-
No, si querés bajate ahora – me respondió
-
No, Bárbara, no te voy a dejar sola y tampoco
vas a ir
-
Necesito comprobarlo con mis propios ojos
-
Tengo una idea, volvé para tu casa
-
¿Que se te ocurre?
-
Volvé y te digo – le dije para calmarla
Volvimos y le dije que era una
locura lo que pretendía hacer. Si Tamara o alguien de su círculo íntimo la
relacionaba con lo que le hayan hecho a Tamara, iba a terminar pagándola muy
caro. Me ofrecí para averiguar yo. Le pedí el contacto de este Marcelo y me lo
dio.
Esa misma tarde, sin celular,
billetera y con sólo unos pesos paseaba por el barrio de Tamara. A media cuadra
había un kiosco, de modo que me compré una coca cola de litro y me senté en la
vereda a tomarla entre el quiosco y la casa de la supuesta entregadora.
No había pasado media hora y
después de decirle a dos o tres de los que se acercaron que no tenía ni plata
ni nada, salió una chica muy parecida a Tamara que supuse que sería la hermana.
No me pregunten porqué, pero empecé a seguirla.
Dos cuadras más adelante, ella se
cruzó con unas chicas y se paró a hablar. No podía escuchar lo que decían y
decidí pasarlas y me paré como a atarme los cordones.
-
¿Quien le pegó?
-
No sé, pero parece que fue como venganza
-
¿Tu hermana no se cogía al jefe?
-
Sí, pero lo mataron
-
Tu hermana se mete en cada quilombo…
Evidentemente la hermana de
Tamara no sabía la historia completa. Lo importante era que había conseguido la
información que necesitaba y podía ir a tranquilizar a mi prima.
Cuando estaba caminando para
salir del barrio, escucho detrás de mí unos pasos que se me adelantan y la
hermana de Tamara se me para delante:
-
¿Por qué me seguiste recién?
La miré de arriba abajo y pude
darme cuenta que era más linda y menos voluptuosa que su hermana.
-
Porque me gustaste, pero no me animé a decirte
nada
-
No te creo
-
Disculpame si te molesté – le dije
-
¿Como sé si creerte?
-
¿Como te llamás le pregunté?
-
Brenda – me respondió y pestañeó tres veces
sonriéndome
-
Sos muy linda, Brenda – eso no puede ser mentira
-
Ja, dale
-
Me llamo Nicolás – y le tendí la mano
-
Se nota que no sos de acá, Nicolás
-
No, soy de Buenos Aires – le confesé
-
¿Y que haces por este barrio? ¿No te dijeron que
es peligroso?
-
Si, por eso no traje celular ni billetera – le
dije riendo
-
Haces bien
-
Te hago una propuesta, acompañame unas cuadras y
vos me proteges porque te conocen y de paso no caminás sola…
-
Bueno – dijo y empezamos a caminar juntos
-
¿Para dónde vas? – le quise preguntar
-
Para la casa de un amigo
-
¿Tu novio?
-
No, es amigo amigo
-
Es gay, ¿no?
-
¿De donde lo sacaste eso?
-
No se puede ser amigo tuyo y no querer algo más…
- le dije y se rio
-
Te parezco linda – Brenda ya empezaba a
coquetear conmigo y me estaba gustando
Supe que no estaba en un lugar
seguro caminando con esta chica, pero a los pocos metros se detiene y me dice
“mi amigo vive acá”
-
Bueno, gracias por el paseo
-
¿No me vas a decir por qué me seguiste?
-
Ya te lo dije
-
No te creo
-
Es verdad, sos muy linda
-
Queres pasar?
-
¿Acá? ¿A la casa de tu amigo?
-
Si
No dudé, era mi oportunidad para
estar cerca de Brenda. La verdad es que Brenda era una hermosa. Muy flaquita,
pero con la cola y las tetas justas. Sin dudar golpeó la puerta y su amigo nos
abrió.
-
Este es Kevin, mi amigo – me presentó
Kevin era de pelo castaño y piel
blanca. Tenía un rostro delicado y ojos verdes. Todo esto me hizo caer en la
conclusión de que pasaba algo con Brenda. Eran algo más que amigos. Lo que me
costaba entender era por qué me hacía pasar a la casa de su amigo.
-
Él es Nicolás, me estaba siguiendo y no me
quiere decir por qué
-
¿Y vos lo metes en mi casa? – preguntó Kevin
-
No es peligroso
-
No, no soy peligroso – dije mirando a Kevin
Brenda empezó a explicar que
había venido a la casa de su amigo porque su hermana Tamara estaba
insoportable. Unos tipos le habían pegado en la calle, no le habían robado
nada. Era raro.
-
¿Bueno – me increpa Kevin – vas a contar por qué
la seguías a Brenda?
-
Porque es muy linda
-
Eso ya lo sé – respondió él
-
Bueno, es por eso – le dije
Brenda se sentó en un sillón a mi
lado muy cerca. Me miraba intensamente como escrutándome. Yo la miré fijamente,
pero ella no se achicaba.
-
Uh, le gustaste a ella – dijo Kevin
Brenda me acarició la cara y lo
miró a su amigo.
-
Decime la verdad Kevin, ¿no es lindo Nico?
-
La verdad es que sí, pero me parece peligroso
que traigas un desconocido a mi casa
-
Parece re buenito – dice Brenda y me da un
besito corto en la mejilla
-
TE juro que soy re buenito – yo giro mi cara y
le doy un beso cortito en la boca
-
Ay! Mirá que atrevido! ¡Me dio un beso en la
boca! – ríe ella
-
¡Uy sí! ¡Que desubicado! – re ríe ahora su amigo
-
Voy a tener que castigarlo – dice Brenda
-
¿Y cuál sería el castigo? – le pregunto mirándola a escasos centímetros
de su boca
-
Atarte y castigarte con Kevin – me dijo y miró a
su amigo
-
Está para castigarlo un ratito – dijo Kevin
En ese momento me di cuenta que
estaba entrando en un juego peligroso. Me encontraba con dos desconocidos, en
un barrio completamente nuevo para mí y no tenía manera de comunicarme con
nadie. Para colmo de males, me calentaba la situación y no podía contener mis
deseos de estar con Brenda, pero ¿Qué pasaría con su amigo? ¿Sería bisexual? ¿O
gay como yo suponía? El caso es que decidí afrontar la situación
Creo que podría soportar este
castigo, pensé. Cuando miré en dirección a Kevin, vi que me estaba mirando de
arriba abajo deteniéndose en mi bulto más de un segundo.
Entonces me la jugué y la agarré
de la cara con las dos manos a Brenda y le dije
-
Si me van a castigar que sea por algo más, como
esto…
La besé larga y profundamente.
Ella se me pegó con su boca y con su cuerpo. Mis brazos se cerraron en torno a
ella y nuestras lenguas jugaron una danza erótica y lujuriosa. La apreté más
contra mí y ella me abrazó con más fuerza. Besaba de una manera tremenda. Mucha
lengua y saliva. Se movía con lentitud, pero con decisión, como sabiendo muy
bien qué quería y de qué manera.
-
Ayyyy que lindo beso que me diste! – dijo Brenda
-
Si? ¿Te gustó? – le pregunté
-
Mucho. Kevin! ¡No sabes cómo besa Nico! – le dijo a su amigo
Esa frase quedó colgando y me
perturbó un poco.
-
¿Que tan amigos son con Kevin? – quise saber
-
Tan amigos que no nos ocultamos nada – dijo el
amigo
Brenda volvió a besarme con
pasión y me agarró de la cola acariciándola con deseo. Yo hice lo mismo con la
de ella y ahí parados como estábamos sentimos como dos manos más nos acariciaban.
Era Kevin que se puso de costado y nos acariciaba la espalda a ambos
Yo ya estaba en el juego y
decidido a jugar. Nunca había estado en un trío con un hombre así que no sabía cómo
se iba a desarrollar, pero la excitación me ayudaba a no dudar
Seguí besando a Brenda mientras
sentía en mi mejilla el aliento caliente de Kevin. Brenda se soltó de mí y giró
la cabeza para besar a su amigo. Se prendieron en un beso en el cual abrían
bien la boca y yo podía verles las lenguas jugando y rozándose entre ellas.
Esto me calentó de una manera terrible, al punto de no dudar cuando Kevin se separó
de ella y me ofreció su boca.
Nunca había besado a un hombre en
la boca, pero eso me pareció lo más erótico del mundo. Su boca caliente y
carnosa. Su lengua ávida y mojada. Sus manos fuertes y venosas.
Brenda nos acarició la cabeza a
ambos y nos besó alternativamente mientras la comenzábamos a desnudar entre los
dos.
Era Kevin el que tenía otros
planes.
-
¡Vamos a desnudar primero a Nico! – le dijo a su amiga
-
¡Ay sí!
Entre los dos comenzaron a
desnudarme y me sorprendió, o no tanto que los dos se arrodillaron cuando me
bajaron el pantalón por los tobillos. Fue Kevin el que me sacó las zapatillas y
me ayudó a quitarme toda la ropa.
Mi pija estaba muy dura y
caliente. No pude resistir cuando vi a Brenda que se metía mi verga en la boca
y me miraba desde abajo. También Kevin me miraba con su cara sonriente y
lujuriosa. Me detuve en ver la forma de los labios de Kevin y pude ver que era
muy parecida a la de Brenda e inclusive a la de Tamara. Los ojos eran de color
miel y su sonrisa parecía invitarme a dejarme felar por el muchacho
Brenda me dio unas cuantas
chupadas y me miró a los ojos sacándose mi pija de la boca
-
¿Puede ayudarme Kevin a chuparte la pija?
No dudé y le acaricié la cabeza
al amigo de Brenda y le dije
-
Por supuesto
La boca del chico se abrió y
comenzó a tragarse mi pija. Era una sensación completamente nueva ver a un
hombre con mi pija en la boca.
Ahora el chico me chupaba la
cabeza de la pija mientras Brenda le pasaba la lengua al tronco y bajaba hasta
los huevos. Fue hermoso cuando Kevin levantó mi pija con su mano y entre los
dos me chuparon los huevos, uno cada uno.
EN cuestión de segundos estábamos
los tres completamente desnudos y en el cuarto de Kevin.
Era un cuarto no muy pretencioso,
perlo lo suficientemente limpio como para sentirme a gusto. Me resultó extraño
ver a Kevin desnudo. Su pija era linda y de un tamaño un poco menor que la mía.
Tenía el glande de un rojo intenso y unas gruesas venas la cruzaban. Brenda se
arrodilló en el piso y comenzó a chuparnos la pija a los dos simultáneamente.
Kevin aprovechó para volver a besarme en la boca. No lo rechacé antes, no iba a
hacerlo ahora.
Lo que sucedió en adelante merece
ser contado con todo el detalle del mundo. Brenda nos pidió que la cogiéramos
entre los dos. No lo dudamos. Ella me hizo sentarme y se clavó mi pija en la
concha. Comenzó a cabalgarme mientras me besaba. Kevin se arrodilló a mi lado y
puso su pija al costado de mi cara. No supe que hacer, hasta que Brenda me besó
en la boca y luego se metió la pija de su amigo en la boca. La sacó y volvió a
besarme. Varias veces hizo lo mismo. Podía sentir el sabor de la pija de Kevin
en la boca de Brenda. No sé cuándo ni en qué momento, pero lo cierto es que me
vi chupando la pija de Kevin junto con Brenda.
Al rato, Brenda me pide que la
coja en posición de misionero. Debo reconocer que me perturbaba un poco quedar
con el culo expuesto estando Kevin, pero el deseo pudo más y me tiré encima de
Brenda cogiéndola con desesperación.
Cuando estaba cogiendo con Brenda
como un desesperado siento que me abren el culo con las dos manos, era Kevin.
Sentí su boca sobre mi culo y el calor que desprendía me volvió loco de placer.
Al rato comenzó a chuparme el culo y a meterme un dedo. Yo vibraba de placer.
Brenda a todo esto estaba
acabando entre gritos y aullidos que creía que iban a atraer a todo el barrio.
Dejé de sentir la boca de Kevin por segundos. Mi culo estaba mojado, creía que
por la saliva de Kevin. Cuando giré la cabeza lo vi al amigo de Brenda ponerse
un preservativo.
Me dejé hacer. Sentí la pija de
Kevin caliente entrar lentamente en mi culo y no dije nada, solo atiné a besar
a Brenda que me susurró preguntándome
-
¿Te está cogiendo?
-
Siiiii
-
¿Te gusta mi pija? – me pregunta Kevin desde
atrás
-
Siiiii no pares – le dije con un poco de dolor,
pero con más placer
-
Voy a acabar de vuelta - dijo Brenda
-
Y yo en tu culo – me dijo Kevin
-
Agghhhhh y yo en la concha tuya, Brenda – dije y
la besé
Fue en ese momento, cuando estaba
acabando, que Kevin me metió toda la pija dentro del culo, provocándome un
dolor insoportable. No sé en qué momento se había agrandado esa pija para
hacerme sentir tanto dolor.
-
Ahhhhhh ayyyyyyyy me estas matando! – le dije
-
Aguantá – me decía
-
Por favor sacala que me duele mucho – le pedí
Kevin parecía no oírme y me cogió
con desesperación y cada vez me provocaba más dolor. Parece ser que se había
perdido lubricación y ahora el placer se tornaba dolor puro y duro.
-
Por favor sacámela – le pedí
En eso siento que Brenda me dice.
-
Esto es por seguirme a mí a y pegarle a mi
hermana. Mi hermano te rompió el culo.
-
¿Cómo tu hermano?
-
Si, te hice creer que era mi amigo, pero es mi
hermano
-
No, yo no tengo nada que ver con lo de tu
hermana Tamara
-
Nunca dije el nombre ¿cómo lo sabés, entonces?
-
Es que yo…
-
No te hagas el pelotudo – me die ella
agarrándome con ambas manos la cara y mordiéndome el labio
Nunca supe cómo ni por qué esta
chica sospechó de mí, pero lo cierto es que nunca había sufrido una venganza
tan dulce y amarga a la vez.
-
Volvé para tu casa y dejá de joder a mi hermana
– me advirtió
-
Si si – dije maldiciendo el momento en el que se
me ocurrió ayudar a mi prima
-
La próxima no te voy a romper el culo, te voy a
matar – me dijo Kevin
-
Ahora tomátelas – cerró Brenda
Volví a lo de mi prima Bárbara sintiendo
un escozor en la cola mientras caminaba. Me había salvado por los pelos de que
me mataran o que hicieran algo peor, debía estar agradecido.
Por suerte, mi madre, mi tía y mi
prima me esperaban y cuando mi madre me vio llegar me preguntó qué me pasaba. Ellas
estaban preocupadas porque yo no volvía.
Cuando crucé la puerta, las tres
corrieron a abrazarme
Este fue el anteúltimo capítulo, termina acá ------> Juegos en familia
Pueden dejarme sus comentarios en
reybaco2005@hotmail.com
O en Telegram @reybaco2005