Al otro día María arregla con Eugenia una cena en la casa de ellos junto con Sofía y Luciano. Eugenia quería aprovechar para agradecerle a la pareja que haya salido en su rescate financiero en el colegio. Sofía y Luciano no querían saber nada de esa cena ya que les daba mucha vergüenza estar frente a sus padres después de todo lo vivido, de modo que planearon una salida con sus amigos ese sábado a la noche.
Cuando Eugenia y Sofía tocaron el
timbre e ingresaron, María se descubrió a sí misma con muchas ganas de tener
sexo con las dos mujeres juntas. Sabía que sería imposible, pero las vio así,
una al lado de la otra, tan parecidas y tan diferentes, que le vinieron las
ganas como un rayo cae de golpe.
Eugenia había hecho ella misma un
tiramisú, que era su especialidad, y ni bien se lo dio a María le dijo que lo
ponga en la heladera. Sofía pasó y subió rápidamente al cuarto de Luciano.
Sergio se encontraba en la parrilla haciendo el asado. María la llevó a Eugenia
al encuentro de Sergio, se saludaron y sin dudar le ofrecieron un trago,
Campari con jugo de naranja eligió la madre de Sofía y gin tonic tomaron María
y su marido.
La conversación arrancó y giró un
rato largo con agradecimientos de Eugenia a Sergio y María.
-
A mí no me agradezcas, fue idea de Sergio – dijo
María
-
Bueno, creo que Sofía no se merecía irse del
colegio, aparte el padre Roberto me hizo un buen número por adelantarle el pago
de los dos alumnos juntos.
-
Sos muy bueno negociando, ¿no? – quiso saber Eugenia
-
No sé, trato de ser creativo y proponer, en todo
ámbito – Sergio lo dijo con un tono de doble intención
-
Sí, es muy creativo en todo – rio María
acariciando el brazo de Eugenia
-
Brindemos por eso – dijo Eugenia levantando su
copa y comenzando a excitarse
Siguieron conversando un rato más
mientras Sergio daba vuelta los cortes de carne. Parecía que eran no menos 10
las personas invitadas por la cantidad que había encima de la parrilla:
chorizos, morcillas, mollejas, riñón, ojo de bife, entraña, pechito de cerdo,
provoletas y algunos vegetales asándose.
-
¿Viene más gente? – preguntó Eugenia acercándose a la parrilla
-
No, pero Sergio es un exagerado - intervino María
-
Mirá lo que es esto – dice Sergio cortando un
trozo de entraña y ofreciéndoselo a María en la boca con la punta del largo
tenedor
-
Mmmmm – dijo María cuando lo probó
-
Queres? – le preguntó Sergio a Eugenia
-
Si. Yo quiero probar – dijo ella y acercándose
abrió la boca
Sergio le acercó el trozo y vio
como la rubia madre de Sofía lo miraba a los ojos con la boca abierta y casi se
le para la pija en el momento.
-
Llamá a los chicos que ya está la comida –
Sergio quiso salir del apuro
-
Chicoooooos a comer
Sofía interrumpió la chupada de
pija que le estaba haciendo a Luciano y bajaron juntos rápidamente.
La cena transcurrió de manera muy
amena. Comieron mucho y bebieron más de un malbec gran reserva que tenía
guardado Sergio para ocasiones como estas.
Cuando llegó la hora del postre
todos coincidieron en que el tiramisú estaba exquisito. María se relamía
mientras no paraba de elogiar a su consuegra. Sofía miraba su celular y le
preguntó a Luciano:
-
¿Vamos a la casa de Josefina?
-
Si, dale. Pá, me puedo llevar el auto de mami?
-
Preguntale a tu mamá – se desentendió Sergio
-
Má, por favor – suplicaba Luciano
-
Bueno, está bien
-
¿A qué hora vuelven? – intervino Sergio
-
No sé, tarde, ¿por?
-
Yo la llevo a la madre de Sofía entonces - dijo
Sergio
-
No hace falta – aclaraba Eugenia
Los chicos se fueron y las
mujeres pasaron al living mientras Sergio terminaba de limpiar la parrilla.
María miró a Eugenia y le dijo:
-
Te comería la boca acá mismo
-
Y yo me la dejaría comer – dijo Eugenia
-
Vení – María la separó de la vista de Sergio y
comenzó a besarla con pasión
Se separaron un momento y Eugenia
quedó muy caliente y con ganas de más. María se fue a ver qué estaba haciendo
Sergio y lo encontró terminando todo en la parrilla.
Volvió a la casa con él y les
preguntó si querían tomar algo más.
-
¿Un café? – sugirió Sergio
-
Algo más fuerte – dijo María
Sergio la miró sorprendido y
Eugenia la devoró con los ojos.
-
¿Que puede ser? – dijo María
-
¿Un champagne? – dijo Sergio
-
¿Hay en la heladera? – preguntó María
-
Siempre hay uno en la heladera – Sergio se
levantó dirigiéndose a la heladera
Las dos mujeres estaban de pie a
metros de él mientras buscaba en la heladera.
-
Yo voy a comer otro pedacito de tiramisú – dijo
María
-
Ah, veo que te gustó – Dijo Eugenia
-
Mucho – María la miró con cara de puta total
-
¡Qué bueno! – dijo Eugenia
Sergio estaba maniobrando la
botella cuando ve que María le ofrece una cucharadita en la boca a Eugenia y le
cuesta entender la escena. Eugenia abre la boca y la cierra en torno al bocado
mirando a su caliente consuegra a los ojos. Algo raro y muy lindo hay acá,
piensa Sergio, que rápidamente saca las copas y las pone en la mesada de la
cocina.
En la siguiente cucharada que le
da a Eugenia, María intencionalmente mancha la comisura de los labios de ella y
la limpia con la cucharita y se la lleva a su propia boca. Sergio contemplaba
la escena con la boca abierta.
En el siguiente bocado, María
hace lo mismo y, pero deja la boca con restos de la crema.
-
¡Uy! ¡Te quedó la boca manchada! – le dijo María
-
¿Donde? –
preguntó Eugenia
-
Acá – y le pasó el dedo por la boca y se lo
mostró a Eugenia a centímetros de su boca
-
Mmmmm – Eugenia abrió la boca y chupó el dedo
metiéndoselo en su boca y pasándole la lengua
-
Último bocado – dijo María y se lo acercó a la
boca
-
Compartilo conmigo – le dijo Eugenia cuando
estaba llegando
-
¿Cómo? –
preguntó María
-
Así – dijo Eugenia y acercó despacio la boca a
la cuchara esperando que María haga los mismo del otro lado
María lo hizo. Quitaron del medio
la cucharita y comenzaron a besarse con pasión. Bum! El ruido del descorche del
champagne las sacó del apasionado beso y comenzaron a agarrar las copas.
Brindaron los tres y María volvió a besar en a boca a Eugenia. Luego hizo lo
mismo con Sergio y se retiró mirándolos e invitándolos a que hagan lo mismo.
Eugenia y Sergio se besaron con mucha pasión y cuando se separaron se
sorprendieron al encontrarse a María sin nada de ropa y quitándose el jean.
-
Ah bueno – dijo Sergio
-
Mmmmm – sin dudar Eugenia volvió a besarla y
empezó a bajar por las tetas de María
Sergio atinó a comenzar a sacarse
la ropa, mientras María ya estaba desnudando a Eugenia y esta ya estaba
chupando los pezones de su consuegra.
Cuando Sergio terminó de
desabrocharse la camisa y quitársela, María lo agarró de una mano y de la otra
a Eugenia y los llevó al sillón del living. Ella se sentó e hizo quedarse de
pie a Sergio mientras comenzaba a desabrocharle el pantalón. Eugenia sabía el
momento que se venía y estaba expectante por ver la pija de Sergio, teniendo en
cuenta que podría ser como la de Luciano. María ahora estaba arrodillada y
Eugenia hacía lo mismo
-
¿Me vas a ayudar? – preguntaba María
-
Por supuesto – Eugenia la besó en la boca
María, torpemente por la ansiedad
y los nervios, comienza a desabrochar el cinturón y el botón del jean de
Sergio, baja el cierre y mete la mano dentro del bóxer. La pija sale y si bien
causa apenas una pequeña decepción en cuanto al tamaño, es tal la calentura que
tiene que la misma le parece hermosa de todas maneras y sin pedirle permiso a
María, se lanza a chuparla con desesperación. Sergio se sorprende tanto de la
actitud de Eugenia que mira a María y le sonríe y esta le devuelve la sonrisa
-
Mmmmm, siiiii – logra articular Sergio
-
Mmmmm, siiii chupale la pija así! – María ya
comienza a usar las palabras que tanto le gustan
-
Chupame la pija así, Eugenia! – Sergio la
acompaña
-
¡Me encanta tu pija! – Eugenia se la da ahora a
María
-
A ver… -
dice María y se la mete en la boca
Eugenia se pone de pie y besa a
Sergio en la boca con mucha lengua y con mucha saliva. Sergio siente tan
caliente el beso que su pija palpita de excitación dentro de la boca de su
mujer. María deja de chupársela por un momento para volver con Eugenia y
chuparle las tetas mientras termina de desnudarla.
En rápidos movimientos, María se
tira en el sillón y abre las piernas pidiéndole a Eugenia que le chupe se le
acueste encima y la bese. Eugenia no duda en hacerlo y comienza a besarla,
primero en la boca, luego en las tetas, en las cuales se queda largo rato
chupando los pezones de María y más tarde, comienza a bajar hacia la concha de
María, que era un lago de excitación.
Sergio, sin poder creer lo que
estaba contemplando, termina de sacarse lo que le queda de ropa y vuelve por
una copa de champagne y la botella. Cuando está regresando el espectáculo es
asombrosamente bello. El culo de Eugenia parado y ofrecido a él mientras la
cabeza de esta está sumergida entre las piernas de su mujer que lo mira con
deseo y excitación.
Sergio desnudo totalmente, con la
pija parada y con una copa de champagne en la mano se arrodilla detrás de
Eugenia y vuelca un chorrito de champagne en su cola y zambulle su cara dentro
del culo de la blonda mujer, que solo atina a abrirse con las dos manos el orto
para mayor acceso de su consuegro. Él chupa y chupa la humedad de su concha y
sube para meter la lengua con profundidad dentro del ano de la caliente madre
de Sofía.
Sin dudar, sin pedir permiso, sin
preguntar, Sergio apoya la punta de la verga en la entrada de la concha de
Eugenia y mete apenas la cabeza. Eugenia la siente y está a punto de acabar de
placer. No duda en ser ella quien ahora se tira para atrás clavándose toda la
pija de Sergio en su interior. El placer que siente es tan extremo que sólo
atina a gritar:
-
Siiiiii cogeme!
-
Aghhhhh mmmmmm – Sergio se derrite escuchando
esas palabras y comienza un mete saca muy lento y profundo
-
Aghhhh, te está cogiendo? – pregunta María lo
obvio
-
Siiii, siiiii, cogeme así! – aullaba ahora
Eugenia
-
Mmmmm – María la besa en la boca con mucha
pasión y mucha lengua
-
Siii? ¿Así? – Sergio desde atrás metía y sacaba
la pija dentro de Eugenia
-
Quiero chuparlos – dijo María y se tiró en el
piso para chuparle la concha a Eugenia y la pija se su marido mientras salía y
volvía a entrar
María en algunos momentos sacaba
la pija por completo, la chupaba y volvía a meterla en la concha.
-
Aghhhhh siiiii ashhhh aghhhhh – Eugenia aullaba
de placer
-
Agggg aghhhhh aghhhhh
María sabía que el orgasmo de
ambos era inminente y se prendió con fuerza del clítoris de Eugenia llevándola
al extremo del placer
-
Aghhhh ahhhhh voy a acabar – decía Eugenia
-
Aghhhh ahhhhh ahhhhh ahhhhh, yo también – decía
Sergio
-
Acabale adentro, si? – preguntó María
-
Siiiii acabame adentro, lléname de leche – decía
Eugenia
-
Siiiiiii – gritó Sergio
-
Aghhhhhhhhhhhhh ahhhh ahhhhh ahhhhhh – acababa
Eugenia
-
Aghhh ahhh ahhhh ahhhh ahhhh ahhhhh ahhhhhhh – acababa
Sergio
María podía ver en primer plano
el pene de Sergio palpitando mientras acababa. Se quedó fascinada con esa
visión y supo que la leche de su marido estaba dentro de la concha de Eugenia y
quiso probarla directamente desde ahí. Estaba realmente incómoda en esa
posición, pero eran tantas las ganas de chuparle la concha y tomarse la leche
de su marido que no dudó en hacerlo.
Cuando vio que cesaba la
frecuencia de las palpitaciones de la verga de su marido, se la agarró y la
sacó y le chupó una gota de semen que salía. Pero María sabía que por la
posición en la que estaba Eugenia, pronto caería el semen de su concha y puso
su boca ahí para recibirlo. Eugenia se irguió para poder verla y tembló de
excitación cuando vio que de su concha salía el blanquecino líquido y caía en
las fauces de la madre de Luciano.
-
Mmmmm nada más lindo que beber del recipiente
adecuado – dijo María entre risas
-
Mmmmm – Eugenia ahora besaba a Sergio que se
había acomodado para hacerlo
Los tres se relajaron un rato.
María salió desnuda a buscar el champagne y a servirlo. Eugenia se desconocía
al no tener vergüenza de su desnudez y ni siquiera atinó a vestirse un poco.
Bebieron champagne los tres
juntos. Sergio se levantó y fue al baño. María miró a Eugenia y esta, tomando
la iniciativa se acercó a besar a María y al instante ya estaba chupándole las
tetas.
-
Vos no acabaste – le dijo Eugenia
-
No importa, la pasé genial – dijo María
-
Quiero hacerte acabar – dijo Eugenia
-
¿Y qué harías para hacerme acabar? – María
jugaba ahora con las palabras
-
Te chuparía esa concha hermosa que tenés
-
Aghhhhhh – María instintivamente abrió las
piernas haciéndole lugar a su amante consuegra.
-
Mmmmm – Eugenia se metió de lleno en la concha
de María
-
Aghhhhh, sí, chupame la concha – María lo decía
fuerte, quería que Sergio escuchara
Sergio no tardó en aparecer
bebiendo una copa de champagne. Eugenia, que no dejaba de chupar, se exponía
terriblemente al encontrarse de rodillas y con el culo en pompa hacia la
posición y vista privilegiada de Sergio que no dudó en decirle
-
¡Que buen culo que tenés, Eugenia!
-
¿Te gusta? – dijo Eugenia mirando a María y sonriéndole
-
Sí, me gusta mucho – Sergio no se animaba a
pedirle el culo
-
¿Y que te gustaría hacerle a mi culo? – Eugenia
estaba entregada totalmente
-
Me gustaría chupártelo y cogértelo – Sergio iba
por todo
-
Mmmmm sí? – Eugenia se desarmaba de placer
-
¿Serías capaz de hacer todo eso? Intervenía
ahora María
-
Si, le quiero hacer la cola – decía Sergio
-
Primero chupársela – sugirió María muy caliente
Sergio, sin dudar, se arrodilló
detrás de Eugenia y comenzó a comerle el culo, le abría los glúteos con ambas
manos y metía su boca con profundidad
-
¿Te está chupando el culo? – preguntaba María a Eugenia
-
Mmmmm siiiii – Eugenia se enterraba a su vez en
la concha de María
Sergio ahora le metía dos dedos
en la concha y al ver que los sacaba empapados los metió en el culo de Eugenia
que parecía dispuesto a recibir dedos o verga, lo que viniese
-
Aghhhhh siiiii, méteme los dedos en el culo –
decía Eugenia
-
¿Te está dedeando el culo? – preguntaba una curiosa y excitada María
-
Siiiii, asíiiiiiiiii – Eugenia le metió un dedo
en el culo a María sin dejar de chuparle la concha
Sergio, a esta altura ya había
puesto la punta de su glande en el orificio anal de Eugenia que ya se creía
enculada y se excitaba de antemano
-
Mmmmm siiiii, haceme la cola por favor! –
bramaba Eugenia
-
Ayyy sí? ¿Te la está metiendo? Preguntaba María
al borde del orgasmo
Sergio, sin dilación, le metió de
un golpe la cabeza en el culo a Eugenia y ésta aprovechó para sacar el dedo del
culo de María y reemplazarlo por dos dedos diciéndole
-
Ayyyy siiii, me está haciendo el culitooooo
-
Aghhhh ahhhh ahhhhh ahhhh acaboooooo –bramaba
María
-
Mmmmm aghhhhh – Sergio entraba lentamente en la
cola de Eugenia
-
Aghhhh siiiii cogeme el culo! ¡Dale!
-
Aghhhh ahhhhhh ahhhhhhhhhhhhhh – María seguía
acabando en la boca de Eugenia
-
Mmmmm aghhhh que culo hermoso y apretado que tenés!
– decía un Sergio que luchaba para no acabar
-
Rompeme el culo así, Sergio! Decía
-
Aghhh siiii, que puta hermosa que sos! – le dijo
una María totalmente sacada
-
Siiiii, soy muy puta! – Eugenia no se quedaba
atrás
-
¡Te voy a acabar el culo!
Sergio ya no se podía contener.
Las palabras de Eugenia y de su mujer lo precipitaban al orgasmo de manera
inmediata
-
Aghhhhhh aaahhhhh te acaboooooo – gritó él en un
impulso irrefrenable
-
Cogeme así! Llename el culo de leche! – Eugenia
parecía una actriz porno
-
Aghhhh ahhhh que manera de acabar! – María
estaba exhausta
Eugenia cuando sintió que Sergio
comenzó a acabarle dentro del culo, comenzó a apretar el ano, generándole con
ese movimiento un placer sin igual al padre de Luciano.
-
Aghhhh me encanta eso que me haces - Decía Sergio
-
Aghhhh Mmmmm – María se acomodó para besar a
Eugenia en la boca
-
Mmmmm – Eugenia respondió el beso
Sergio retiró la pija del culo de
Eugenia y se fue con las mujeres a besarlas por igual a cada una. Estaban los
tres desnudos y besándose cuando María ve la pantalla de su celular que se
ilumina. Estira el brazo y puede ver que tiene un mensaje de Luciano que en
media hora está llevando a Sofía a la casa y regresa.
María no duda en decirle que pase
por su casa primero y lleva a las dos mujeres juntas. Perfecto, responde
Luciano que sueña con enfiestarse nuevamente con Sofía y su madre. Lo que no
imagina es que Eugenia está tan cansada que no quiere hacer otra cosa que
dormir.
(continúa acá)
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