Historia en curso...

Mi hermana Belén

  Belén, mi hermana, siempre fue muy exhibicionista. De mostrarse mucho en redes. Su perfil, publicaciones y stories eran un verdadero infie...

Mamá caliente (41)

 


Sofía creó un grupo de WhatsApp que incluía a Luciano, María, Florencia y la hermana Mariángeles, le puso “apasionados” y al instante recibió un MD de la monja pidiéndole que le cambie el nombre al grupo o ella saldría. A Sofía se le ocurrieron dos cosas: en primer lugar, que los mensajes del grupo se destruyan a la hora o una vez leídos por todo el grupo, y en segundo lugar le puso, “predicando con el ejemplo”

 

La hermana Mariángeles se sonrió al leerlo. Puso una clave de seguridad a su teléfono y agregó una clave para acceder al WhatsApp también, se veía venir el contenido erótico del grupo y no quiso arriesgarse.

 

El grupo comenzó la actividad con la advertencia de María diciendo que por favor tengan cuidado con lo que enviaban. Luciano sugirió la recomendación de que fotos y videos no se bajen automáticamente, ahorra datos y nos protege.

 

Mariángeles sabía que estaba en un terreno peligroso y todo se precipitó de golpe un miércoles por la mañana cuando Florencia estaba en casa de María y los chicos y la monja en el colegio.

Todo comenzó con una tierna foto de María y Florencia al grupo.

-        Ojo lo que hacen – empezó Sofía

-        Si hacen algo, quiero ver – puso Luciano encendido

 

La hermana Mariángeles leyó todo y borró ella misma el chat. Parecía todo muy calmo, como esa tensa calma que antecede a una gran tormenta. En este caso a un tsunami.

 

María no tuvo mejor idea que sacar un pecho de Florencia y chuparlo mientras esta grababa un corto video y lo enviaba

-        Perdón que empecemos sin ustedes

-        ¡Es injusto! ¡Nosotros estamos en el colegio!  – protestaba Sofía

-        No saben lo ricos que están estos pezones – insistía María

 

Mientras tanto, en su oficina, Sergio terminaba de organizar una planilla de Excel cuando le avisan por chat que estaba una tal Eugenia queriendo verlo.

-        ¿Está acá? ¿Abajo?

-        Si, dice ser tu consuegra – le decía su asistente

-        Que pase – Sergio se sorprendía

 

La hermana Mariángeles fue al baño privado que tenía y le puso play al video y se calentó muchísimo

-        Miren lo que es esta conchita – Ahora María subía un primer plano de la vulva de Florencia

-        Mmmmm, me parece que voy a ir al baño – escribió Florencia

-        Yo también – puso Luciano

La hermana Mariángeles salió de su baño privado y cruzó al padre Roberto que la miró extrañado ya que notó cierta turbación en el rostro de la muchacha

Cuando la hermana encaró el pasillo no se dio cuenta que el padre Roberto la seguía con la mirada. 

 

Mientras tanto, Sofía escribía

-        Ya estoy entrando al baño – escribió Sofía

-        Yo voy en un minuto – escribió Luciano

-        ¿De mujeres?  – preguntó la traviesa hermana Mariángeles

-        Si, último de la derecha – respondió lacónica Sofía

 A la religiosa se le hacía un charco la concha solo de imaginarse a sí misma chupando la concha de Sofi o la pija enorme de Luciano

-        Tengan cuidado con lo que hacen – la advertencia llegó del lado de María

 

Al rato, una foto de la cara de Florencia enterrada en la concha de María

-        Vamos a tener el mismo cuidado, jajaja – puso Sofía

 

Sofía estaba entrando en el cubículo y no lo notó a él detrás. Era Luciano que había apurado el paso y ahora la empujaba hacia adentro y la apoyaba desde atrás metiéndole la mano debajo de la falda escolar. Sofía tiró la cabeza hacia atrás y lo besó en la boca. Sin dudar la pequeña bajó la tapa y se sentó en el inodoro dispuesta a chuparle la pija a su novio.

 

Cuando Sergio vio entrar a Eugenia, supo que no saldría de esa oficina sin cogérsela. Eugenia lucía un vestido suelto y zapatillas. Lucía como una joven de 20 años. Se adivinaba que no llevaba puesto sujetador alguno por el movimiento de sus tetas y la dureza de sus pezones.

-        Pasá, que sorpresa – le dijo

-        Gracias por recibirme, quiero pedirte un favor – se sinceró rápidamente la blonda madura

-        Lo que necesites, no estas como para negarte nada – Sergio paseó su vista por el escote sin tomarse la molestia de disimular nada

-        Gracias. Necesito que me ayudes a negociar con mi ex marido para vender la casa – se apuró ella que no quería perder el foco de la visita

Sergio se levantó y sin ningún disimulo cerró la puerta con llave. Volvió su mirada a la de Eugenia y esta le sonreía.

 

La hermana Mariángeles caminaba rápidamente por el pasillo sin mirar para ningún otro lado que hacia adelante y hacia el celular. Su concha se estaba mojando más y más a cada paso que daba. Ya se imaginaba dentro del pequeño cubículo, pero esta vez con más experiencia.

 

El padre Roberto se asomó al pasillo y preguntándose qué le pasará a la hermana comenzó a recorrerlo muy tranquilamente. No llegó a hacer 2 metros que se cruzó con la profesara de Matemáticas y ésta lo detuvo con unas preguntas.

 

Dentro del pequeño recinto, Sofía ya le había sacado la pija a Luciano y se la estaba chupando con deleite. Era increíble el empeño que ponía y la destreza con la que lo hacía. Siempre, desde pequeña Sofía fue muy perfeccionista y todo le gustaba hacerlo a la perfección. Ahora no iba a ser menos en este tipo de lides.

 

Mariángeles apuró el paso, saludó a una alumna que nunca más recordaría quien era ya que su cabeza estaba en otro lado. Entró al baño y fue buscando el cubículo. Los gemidos de Luciano la orientaron a la perfección.

-        Soy yo – dijo la caliente religiosa

-        Pasá – Dijo Sofía sacándose el miembro de la boca

-        Mmmmm – Luciano no esperó y besó a la monja en los labios

El beso tomó por sorpresa a la hermana, pero aun así abrió los labios y su lengua buscó la de su alumno jugando con ella.

 

Cuando Sergio se acercó a Eugenia con la intención de rodearla para sentarse del otro lado, ella lo detuvo y tomando el vestido por la parte de abajo se lo sacó quedando solo en bombacha, zapatillas y totalmente desnuda por lo demás. No dudó en besarlo y arrodillarse a chuparle la verga. Estaba desesperada. Económica y sexualmente desesperada en la misma proporción.

 

En la casa de María el disfrute era total. Se acomodaron en un 69 chupándose mutuamente la concha. Florencia jugaba con su dedo en el ano de María. Esta le decía:

-        Meteme el dedo en el culo que me encanta

-        Ajjjj siiiii – Florencia no dudó y la penetró analmente con el dedo mayor

-        Mmmmm, siiiii

-        Aghhhhh – Florencia ahora enterraba el dedo totalmente y chupaba sin cesar

-        Mmmmm siiii cogeme el culo, Flor!!! – María se desarmaba en un orgasmo

 

El padre Roberto se despedía de la profesora de matemáticas y pensaba en volver sobre sus pasos cuando recordó que la hermana Mariángeles tenía algo raro en el rostro y decidió seguir caminando en adelante en el pasillo.

 

La hermana Mariángeles besaba a Luciano y ahora se agachaba para besar a Sofía que dejó la pija solo para hacer eso. No terminó el beso con Sofía que su boca ya estaba engullendo la gruesa verga de Luciano.

-        Mmmmm, me encanta su pija alumno! – decía la juguetona religiosa

-        Mmmmm si hermana? – Luciano se volvía loco

-        Mmmmm, no sea angurrienta, hermana – Sofía se la sacó y comenzó a chuparla ella

 

El padre Roberto siguió caminando por el largo pasillo. Cuando se acercaba al baño de mujeres notó que el silencio que reinaba era casi sepulcral. Volvió a su mente la cara de la hermana Mariángeles y su gesto de turbación.

 

En la oficina, Eugenia miraba a los ojos a Sergio mientras le chupaba la verga y este le acariciaba el cabello

-        ¿Me vas a ayudar? – Eugenia se sacó la pija de la boca solo para decir eso

-        No podría negarme nunca a un pedido tuyo – Sergio se contenía para no acabarle en la boca

-        Haría lo que me pidas – dijo ella lacónica

 

En su cama, María ahora masturbaba analmente a Florencia con dos dedos mientras que con un dildo la penetraba por la concha

-        Me vas a matar de placer, Meri – aullaba Flor

-        ¡Es lo menos que te mereces, acabá para mí!

-        Aghhhh ahhhh ahhhh ahhhhh siiiii

 

En el baño de mujeres la situación no era menos caliente:

-        Sentate -  Le ordenó ahora la monja a Luciano

-        Si – dijo él

-        ¿Que queres hacer? – Sofía lo intuía

-        Necesito tener tu pija adentro – dijo la religiosa levantando la túnica y corriendo la bombacha hacia un costado

-        Siiii – susurró Luciano

-        Mmmmm - Sofía la besó cuando la moja comenzaba a descender y cometió el error de separar su boca

-        Aghhhhhhhhh – un gemido salió de la boca de la monja

Los tres se miraron un instante como preguntándose si alguien habría oído ese fuerte gemido de la caliente hermana

 

A Sergio se le ocurrió la perversión de enfiestarla junto con Sofía, pero, en su ingenuidad, le pareció una locura pedírselo. Recordó la sesión de sexo anal en el living de su casa y solo atinó a decirle:

-        Quiero hacerte el culo ahora

-        Siiiii – dijo Eugenia acostándose encima del escritorio de sacándose la bombacha

-        Tenés un culo hermoso – Sergio lo miraba con deseo mientras preparaba su muy dura pija

-        Es tuyo ahora – le dijo ella abriéndose ambas nalgas y exponiéndose por completo

-        Mmmmm – Sergio no resistió la tentación de chuparle el culo

-        Aghhhhh – Eugenia disfrutaba la sensación de ese beso negro

-        Mmmmm – Sergio dejaba abundante saliva en la cavidad anal

 

El padre Roberto pasaba por delante de los baños y sintió que su corazón daba un vuelco cuando le pareció oír un gemido que sonaba como la voz de la hermana Mariángeles. Atormentado por si le podría estar pasando algo a la tierna religiosa, entró sin dudar en el baño buscándola.

 

La hermana Mariángeles comenzó a subir y bajar sobre la dura pija de Luciano y Sofía calló sus gemidos con un beso de lengua.

-        Voy a acabar si seguís así – anunciaba Luciano

¿Cómo podía ser la voz de un alumno varón en el baño de mujeres? El padre Roberto caminaba y veía todos los cubículos abiertos, menos uno, de donde parecían venir los gemidos

 

La hermana Mariángeles supo que esta vez estaba en un día fértil y le propuso a Luciano que se ponga de pie

-        Parate acá arriba del inodoro

-        Mmmmm, le vamos a chupar la pija entre las dos? – Se aventuró Sofía

-        Mmmmm siiiii

 

El padre Roberto no podía creer lo que oían sus castos oídos. Hizo el gesto de abrir la puerta, pero notó que estaba trabada desde adentro. Tuvo la idea de entrar en el baño de al lado y pararse en el inodoro para ver que sucedía al lado, tal cual lo había hecho hacía un tiempo la propia hermana descubriendo a los jóvenes e iniciando su camino de perdición. Entró y subió para mirar. Y no pudo creer lo que sus ojos veían

 

Sergio, de pie en su oficina delante del culo desnudo y abierto de Eugenia, apoyó la cabeza en el ensalivado agujerito y comenzó a empujar. El orificio de abrió como una flore recibiendo el glande de él que empujó sin retroceder ni un centímetro. A Eugenia le provocó cierto ardor, pero era tal la calentura y lo sumisa que se sentía que fue ella la que hizo un movimiento hacia atrás hasta que los huevos de Sergio chocaron con su concha.

-        Aghhhhhh – ella gozaba

-        Mmmmm – Sergio comenzó un lento mete y saca

-        Aghhhh cogeme el culito así! – decía Eugenia

-        Sergio veía el orgasmo acercarse

-        Mmmmm siiiii, haceme la colita que soy muy putita para vos! – Eugenia comenzó un movimiento de contracción en el esfínter que le hizo perder la batalla a Sergio

-        ¡Me vas a hacer acabar así! – Sergio le hablaba ahora al oído

-        ¡Eso quiero!

-        ¿Si? Queres que te llene la colita de leche?

-        Siiii y quiero irme de acá con tu leche adentro de la colita!!! – Eugenia iba por todo

-        Aghhhh ahhhhh ahhhhh – Acababa Sergio como un poseído

 

Luciano estaba con la mirada hacia abajo viendo la rubia cabellera de su novia y la cofia de la hermana Mariángeles

-        Voy a acabar – dijo

-        Mmmmm – la monja se apoderó de la verga

-        Mmmmm – Sofía se la intentó robar y un chorro pegó en la mejilla de la religiosa

Luciano se estremeció, pero no de placer sino de terror cuando le pareció ver una sombra al costado, proveniente del baño contiguo.

-        Perooooo! ¡¿Qué es esto?!!!! – La gruesa voz del padre Roberto sonó atronadora

Cuando la hermana Mariángeles levantó la mirada, esta se cruzó con la mirada del padre Roberto que no podía creer ver a la supuestamente casta monja con un chorro de semen cruzándole la mejilla

Mientras todo esto sucedía, Sofía no dejaba de chupar la verga de su novio para que no salpicara más. Sin embargo, ya estaba perdiendo rápidamente la erección y la eyaculación.

El padre Salió corriendo del baño y atinó a gritarles a los tres calientes personajes:

-        Vengan inmediatamente a la dirección, esto es lo peor que puede pasar en un colegio religioso. ¡Los espero!

 

 (continúa acá)

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