Eran las 14.30 y estaba con mi
madre desnuda a mi lado mientras leía los mensajes de Jazmín, la chica del bar
Andi, que me decía que tenía la tarde libre en uno de los mensajes y en el
otro: “con este día estaba lindo para encerrarse en un hotel a mirar películas”
Me di cuenta que llovía a
cántaros y desperté a mi mamá para ir a almorzar con ella mientras le mostraba
los mensajes de la chica del bar.
-
Esa chica es muy atrevida - decía mi madre
-
Son así las chicas ahora
-
Yo era una boluda
-
No creo, era otra época, mami
-
Pero no me hubiese animado a decirle a un chico
con pareja que me animaba a estar con él y dar a entender que con los dos
-
Bueno, ma, ¿que le digo entonces?
-
Vamos a almorzar y lo pensamos, pero no me
parece…
-
¿Que es lo que no te parece?
-
Que invites a una chica a nuestra habitación
-
¿Hagamos una cosa, vamos a comer y la invitamos
a ella, te parece?
-
No sé, lo que a vos te parezca
Mi madre estaba desnuda y
aproveché para chuparle las tetas y mientras tanto le dije
-
Imaginate que te chupen las dos tetas a la vez,
Jazmín y yo
-
Mmmmm Jazmín es la chica del bar? – decía ella
entre gemidos
-
Si, mami, Mmmmm –le chupaba las tetas con
decisión
-
Aghhhhh me encanta esto – decía mi madre
Era el momento, lo supe y le
pregunté
-
¿La invito a almorzar con nosotros?
-
Bueno, dale – concedió mi mamá
Rápidamente para no darle tiempo
de arrepentirse a mi mamá, agarré el teléfono y le pregunté a Jazmín
-
¿Me recomendás un lugar para almorzar y te sumas
que te invitamos?
No demoró ni 2 segundos en
responderme
-
¿Que quieren comer? Yo los acompaño
-
Cualquier cosa, pastas, parrilla
Ahora consultaba con mi madre y
ella me daba el ok mientras me besaba ahora el pecho y bajaba a la zona de mi
miembro que se ponía duro de imaginarla chupándome la pija una vez más.
-
Bueno, entonces voy para allá y comemos en La
Carpa, al lado del hotel
-
Dale, avísame cuando estés llegando
-
En 10 minutos estoy – me escribió Jazmín a quien
se la veía muy resuelta
Le dije a mi mamá que Jazmín nos
esperaba en la parrilla que quedaba a escasos metros del hotel, de modo que
pese a la lluvia no debíamos sacar ni siquiera el auto
Llegamos al restaurant grill y
nos acomodamos en una mesa para cuatro personas y al ratito llegó ella. Venía
con el pelo empapado y un piloto amarillo de lluvia, había venido en moto.
Nos saludó a mí y a mi mamá como
si nos conociera de toda la vida. Saludó a dos personas que conocía y nos
invitó a pararnos para buscar ensaladas.
Empezamos a comer, pedimos un
vino y tomábamos muy sueltos. Comenzamos a charlar y a mí se me ocurrió
inventar que mi mamá realmente era una amiga con derechos. La charla derivó en
varios temas y no dejé pasar la oportunidad para tirarle un comentario picante
y si se animaba a estar con nosotros dos. Mi madre, en ese momento mi amiga con
derechos, no decía nada.
En un momento me paré a buscar
algo y ella me acompañó y le dije al oído:
-
¡Que buena estás! Te besaría acá mismo
-
¡Pero no podés!
-
¡¿No?! ¿Por qué? – quise saber
-
Ahora te cuento
Cuando llegamos a la mesa, Jazmín
se puso a contarnos su situación y la narró de esta manera: “Vos me gustas, y
vos también, por supuesto - dijo mirándola a mi mamá con intensidad - pero yo
nunca haría nada delante de gente del pueblo porque empiezan a hablar, comentar
y quedo señalada como una puta. Es por eso estoy de novia hace mucho con un
chico y no hago nada con nadie, al menos que sea de muy lejos, me garanticen
discreción y siempre sin ser vista por nadie” – concluyó la flaquita de manera
muy resuelta
-
Creo que nosotros podemos cumplir esos
requisitos – dije
-
Por supuesto – agregó mi mamá totalmente resuelta
Jazmín nos miró con picardía y se
rio. Era una risa franca, pero a la vez nerviosa. Mi madre me miraba como
diciendo: “donde nos estamos metiendo?”
Yo me limité a pedir la cuenta y
cuando vi el monto no podía creer los precios económicos que manejaban. Eso me
hizo pedirle al mozo si tenía una botella de champagne y me dijo que sí.
Les propuse tomar una copa en la
habitación y las dos lo aceptaron. Jazmín puso como condición que le dijera en
que habitación estaban y ella iba unos minutos más tarde. Evidentemente, era
muy cuidadosa de las formas.
Nos fuimos con mi mamá y al pasar
por la recepción del hotel avisamos que iba a venir una chica a nuestra
habitación en un rato. El conserje dijo que no había problemas y nos metimos
con mi mamá y la botella de champagne en la habitación
No se me ocurrió mejor manera de
distender a mi mamá que esta. Una vez cerrada la puerta de nuestra habitación
la empujé suavemente contra la misma y comencé a besarla con desesperación.
Para mi sorpresa, ella correspondía los besos con más pasión, si es que se
podía.
Bajé a chuparle las tetas y
cuando apareció el pezón me lo metí directamente en la boca. Empecé a chuparle
el pezón y se oyeron los golpes en la puerta. Era Jazmín.
La hice pasar mientras mi mamá se
metía en el baño. Se quedó parada detrás de la puerta una vez cerrada y me fui
junto a ella y le tomé la mano. Ella me la dio. Entrelacé nuestros dedos y
levantándole la mano se la besé. Ella hizo lo mismo con la mía y nos fuimos
acercando. En dos minutos, nos estábamos besando como desesperados.
Mi madre no salía del baño.
Jazmín se recompone para preguntarme
-
¿Y tu amiga?
-
Está en el baño
-
¿No piensa salir? – me dice ella
-
Ya va a salir, vení – le digo y vuelvo a
abrazarla para besarla con más pasión aún
Jazmín me agarra del culo y me
aprieta contra ella buscando el contacto más fuerte y yo la correspondo.
Siento que la puerta del baño se
abre, es mi madre que nos ve besándonos y no dice nada. No sé cómo actuar y es
Jazmín la que se me anticipa y soltándome se va en busca de mi madre. La
conozco a mi madre y sé que no sabe qué hacer y cómo reaccionar, pero pese a
eso ladea apenas la cara para besar a la chica que no duda en comerle la boca.
Yo me voy detrás de la delgada
chica y la empieza a apoyar desde atrás mientras sigue besándose con mi madre.
Jazmín se da vuelta y me besa y siento en su boca la saliva de mi madre. Eso me
calienta aún más.
Me sorprendo cuando subo una mano
para acariciar uno de los pequeños pechos de Jazmín y encuentro la mano de mi
madre. Instintivamente abro los ojos y me encuentro con los de ella que me
miran sonrientes.
Jazmín se arrodilla y busca sacar
mi verga del pantalón. Yo me beso con mi mamá ahora mientras escucho el hermoso
sonido de la voz de Jazmín que le dice a mi madre:
-
¿Me ayudás con esto?
-
Si, hermosa – responde mi madre y se arrodilla
junto a Jazmín
Rápidamente sacan mi pija y Jazmín
no duda en comenzar a chuparla, primero la cabeza y luego el tronco,
metiéndosela casi por completo en la boca. Se la sacó y besó a mi madre en la
boca. Luego, como si fuese una maestra en estas artes, la chica fue a mis
huevos dejándole la pija a mi madre.
Mi mamá no tardó en comenzar a
chupármela con una muy buena técnica. Yo la miraba y no podía creer lo que
estaba viendo. Estas dos mujeres chupándome de manera alternada me estaban
volviendo loco. Para colmo de males, mientras mi madre me la chupaba, Jazmín
ahora le pasó la lengua por la mejilla a mi madre y ésta se sacó mi pija para
besarla en la boca. Jazmín me agarró la pija pajeándome mientras le devolvía el
beso a mi madre y luego llegó lo mejor.
Mi madre y Jazmín me chupaban la
pija las dos a la vez. Una se dedicaba a la cabeza y la otra al tronco, se
cambiaban, se besaban y volvían a chuparme. Se miraban entre ellas y se
sonreían con mi pija en la boca. Me miraban a mí y yo creía volverme más loco
de lo que estaba.
-
Vamos a la cama – las detuve para no acabarles
en ese momento
A esta altura, mi madre se movía
con total soltura y Jazmín como si nos conociera desde toda la vida. Un trueno
sonó y fui consciente de que afuera se venía el mundo abajo mientras dentro de
la habitación del hotel estábamos los tres dispuestos a gozar y pasarla muy
bien
Las chicas se unieron para
desnudarse entre ellas mientras yo hacía lo propio y me acerqué a ellas. El
jacuzzi iba a ser una tentación en algún momento, lo sabía.
Las detuve y acercándome a ellas
con la botella de champagne las besé y terminamos besándonos los tres al mismo
tiempo. Una práctica que no sabía que podría llegar a ser tan placentera. Nos
besamos mucho tiempo de esa manera
Destapé el champagne con un
sonido y las invité a meterse en el jacuzzi vacío para tirarle un poco de
champagne en las tetas a mi mamá y chuparla entre Jazmín y yo.
-
Aghhhh me encanta – decía mi mamá
-
Mmmmmm – chupaba Jazmín su teta izquierda
-
Mmmmmm – Chupaba yo la derecha
Luego nos miramos con Jazmín y
nos besamos en la boca y luego hicimos lo mismo con las tetas de ella.
Para mi sorpresa total, estábamos
chupándole las tetas a Jazmín y fue mi madre la que bajó a chuparle la concha
totalmente depilada a la delgada camarera del bar.
Mientras yo la besaba a Jazmín,
ambos de pie en el jacuzzi, mi madre le chupaba la concha a ella y la pija a mí
de a ratos. No daba crédito a lo que veía. Mi madre chupándole la concha a una
casi desconocida y chupándome la pija a mí al mismo tiempo.
-
Quiero verte cogiéndote a Jazmín – me dijo mi
madre
-
Mmmmm, siiii quiero que me cojas – me dijo la
chica
-
Vení – le dije a la hermosa flaquita
Sin dudar, la tomé de la mano y
me la llevé a la cama. Acosté a Jazmín boca arriba y me acomodé para penetrarla
en posición misionero.
Ella abrió las piernas para
recibirme y en cuestión de segundos puse la cabeza de mi pija en su entrada y
mirándola a los ojos, le dije:
-
Moría por cogerte
-
Aghhhh Mmmmm siiii cogeme! – me decía ella
-
Agghhh siiii Nico cogétela que me encanta verlos
-
¿Te gusta vernos? – decía ella mirándola a mi madre a los ojos
Si supiera que es mi madre, ¿cómo
reaccionaría? Me preguntaba yo. No me importaba, Jazmín no lo iba a saber
nunca.
-
Sí,
me encanta ver como cogen – decía mi madre
-
Vení,
acostate encima de mí y que Nico nos coja un rato a cada una – propuso Jazmín
-
¿Te parece?
Se acostaron una encima de la otra y si bien la tarea no era fácil me cogía
a una y a la otra de a ratitos, sacándole la pija a una y metiéndosela a la
otra.
-
Cogétela
a ella mientras yo le chupo la concha, así
Jazmín ordenaba todo como una coreógrafa, diciendo, vos ponete acá y vos
así. Era hermoso verla.
Mi madre se acostó encima de mí cabalgándome, pero de espaldas mientras se
colocaba mi verga y Jazmín le chupaba el clítoris mientras me montaba. Yo podía
ver todo de costado y me fascinaba la escena
Mi madre no tardó en acabar y comenzó a gritar
-
Aghhhh
asiiiiiii aghhhh acaboooooo
-
Mmmmm
siiii acabáaaaa ma… - casi se me escapa un “mami”
-
Mmmmmm
– chupaba sin cesar Jazmín
-
Aghhh
ahhhhhh ahhhhhh si mi amor estoy acabando – me decía mi madre
-
Aghhhhhh
ahora cogeme a mí – me pidió Jazmín de inmediato
-
Si,
ya mismo
-
Necesito
tu pija adentro – decía la chica muy ansiosa
Me pidió que me acostara y comenzó a cabalgarme. Era impresionante como se
movía. Al ser delgada, parecía una serpiente contorneándose. Mi pija sentía una
sensación que nunca había sentido.
Mi madre la miraba y no podía evitar masturbarse mientras lo hacía, ¡y eso
que recién había acabado!
-
¡Me
encanta verte como te coges a mi hijo! –
se le escapó a mi mamá
-
Aghhhhh
ahhhhhh estoy acabando – dijo Jazmín
-
Aghhhhh
mmmmmm – decía mi mamá contrariada por lo que había dicho
La realidad es que a mi casi se me baja la pija del temor a la reacción que
podría tener Jazmín al enterarse que éramos madre e hijo.
Sin embargo, para mi sorpresa, lo tomó con total naturalidad
-
¿Así
que es tu mamá? – me miró y se agachó a
besarme
-
Siiiii
– le dije cuando sentí su lengua en mi boca
-
Ayyyy
que lindo debe ser coger con tu mamá… - me dijo ella y ahora la miró a mi madre
-
SIiiiiiii
-
¿Me
vas a acabar la concha, degeneradito que te coges a tu mamá? – me sorprendió Jazmín con sus palabras
-
Siiiii
acabale la concha que después se la chupo – dijo mi mamá
Fue tanto lo que se condensó en ese momento entre descubrimiento de nuestra
incestuosa relación, Jazmín pidiendo que le acabe en la concha y mi madre
mostrándose totalmente dispuesta a chuparle la concha con mi leche, que no
tardé ni un segundo en acabar
-
Ayyyyy
voy a acabar
-
Siiiii
pendejo, acabame en la concha – me pidió Jazmín
-
Aghhhh
ahhhhhhhh – quise levantarme para besarla
Jazmín me lo impidió y me tiró sobre mis espaldas para agacharse ella a
comerme la boca mientras se movía como una diosa haciéndome sentir cosas
maravillosas.
Mi madre se vino con nosotros y comenzó a besarle la pequeña cola a Jazmín.
Esta se dejaba hacer y rápidamente se desmontó de mí y se puso de espaldas
acostándose sobre mi pecho.
Mi madre comenzó a chuparle la concha con los restos de mi semen. Jazmín se
retorcía de placer y acababa nuevamente. Fue entonces cuando mi mamá se tiró
sobre ella quedando en el medio de los dos y nos besamos los tres de a ratos
Cuando nos recompusimos, Jazmín nos miró a los dos y nos preguntó
-
¿Como
es eso de que son madre e hijo?
-
Así
como lo escuchas – le dije
-
¿Y
desde cuándo cogen? – preguntó ella
curiosa
-
Desde
ayer – le reconocí
-
Ayyyy
pero que privilegio que tengo entonces…
-
Queres
que te cuente algo? – dije
Mi madre me miró con preocupación
-
Anoche
en el bar aún no habíamos cogido. Cuando vinimos para acá cogimos por primera
vez
-
Con
razón no me atendías el teléfono…
Nos quedamos los tres desnudos y nos fuimos para el jacuzzi mientras lo
llenábamos
En el jacuzzi todo fue besos, caricias, sexo y mucho intercambio. Empezamos
tímidamente y en minutos nos fuimos poniendo a tono los tres.
Me parecía hermoso y surrealista que sean ellas las que empiecen con los
besos y yo me una después.
Voy a resumir diciendo que hice algo que nunca imaginé. Terminé acabando en
las tetas de mi madre y fue Jazmín quien ahora se bebió mi simiente, pero esta
vez yo la ayudé besándola y probando mi propio fluído.
Nos despedimos con la promesa de volver a vernos. Afuera estaba parando de
llover. Preparamos el mate y nos subimos al auto mientras saludábamos a Jazmín.
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