Después de esa sesión de sexo
anal con mi madre pasaron los días y no podía sacarme de la cabeza la idea de
cogerme a mi madre junto con mi amigo.
Empecé a darle vueltas a la
manera de llevarlo a cabo, pero nada parecía conformarme. En principio, ¿cómo
tomaría mi amigo venezolano la idea de que yo me cogía a mi propia madre? Y por
el otro, como lo convencía de que se la coja delante de mí para después unirme.
Pasaban las semanas y no daba pie
con la materia en la que mi amigo era un experto. Un día lo agarré a la salida
de clases y le rogué:
-
Jeff, necesito que vengas a casa a explicarme
nuevamente, creo que no voy a aprobar
-
¡¿Pero qué dices?! Va a aprobar
-
No, te juro que no entiendo
-
Yo te explico y vas a ver que entiendes a la
perfección
-
¿Cuándo podés venir a casa?
-
Cuando quieras... mañana viernes a la noche que
al otro día no trabajo
-
Si, dale, muchas gracias amigo – le dije y le di
un fuerte abrazo
-
No tienes que agradecerme nada, ya todo se
pagará con una rica comida de tu madre
-
Creo que si apruebo la materia te entrego a mi
madre – me salió decir sin pensarlo
-
Bueno, amigo, eso sería un premio extra que
nunca imaginaría, jajaja
Al otro día le dije a mi mamá que
vendría Jeffrey a cenar y pude ver su cara de pánico.
-
Tranquila mamá, que solo cenará y no saldremos
de nuestro cuarto ya que me tiene que explicar porque si no, no voy a aprobar
la materia
-
Bueno, mejor, no lo lleves a mi cuarto, jajaja –
dijo ella riendo nerviosa
El viernes llegó y mi madre se
puso un pantalón de jean que le hacía un cuerpo perfecto. Ni bien Jeffrey la vio
y comenzó una serie de comentarios y piropos sin importarle que yo estaba
adelante, cosa que, pese a calentarme, me molestó un poco
-
¿Y qué me va a hacer de delicioso hoy? – dijo el negro
-
Algo que te va a gustar mucho – dijo mi madre
sonriente
¿Lo habrían dicho ambos con doble
sentido? No podía creer ver a mi madre en una actitud tan seductora con mi
amigo.
-
Bueno, vamos a estudiar – los corté a ambos
-
Ok. Los llamo cuando está la comida – dijo mi
madre
Nos pusimos a estudiar y no podía
entender nada del tema. Le pedí a Jeffrey que me explique una y otra vez. Me
costó mucho, pero algo empezaba a comprender muy de a poco.
Podía sentirse un aroma a
langostinos que venía desde la cocina, ya me estaba dando hambre.
-
¡En cinco minutos comemos, vayan redondeando! – gritó mi madre
-
Se siente un olor buenísimo – dijo él
-
Bueno, creo que entendí bastante, espero aprobar
el examen
-
Si quieres el fin de semana lo vemos nuevamente
– se ofreció mi amigo
-
Estaría buenísimo
-
Podríamos hacer ejercicios
-
Sí, ¿pero por hoy ya está no?
-
Si, si – dijo él
-
Relajémonos y comamos ahora
Eran más de las 22 hs y salimos
al encuentro de la comida. Mi madre había hecho un risotto de langostinos que
era una locura, decorado perfecto con los frutos de mar y perejil picado. Encima
había un vino tinto encima de la mesa. Ella nos miró y nos preguntó:
-
¿Van a seguir estudiando o abrimos el vino?
-
Tu madre es la mujer perfecta – dijo Jeff
mirándonos a los dos
-
No, no vamos a seguir estudiando por hoy
Empezamos a comer y estaba todo
delicioso. El vino se terminó enseguida y le propuse a mi mamá abrir otro de
los que habíamos traído de Mendoza.
Ya con la segunda botella
comenzamos a animarnos más y pude darme cuenta que Jeffrey y mi mamá se
empezaban a tirar dardos envenenados de picardía en cada comentario.
-
¿No quieres tener un papá venezolano? – me dijo Jeffrey en clara alusión a mi madre
-
Si me va a explicar y va a hacer que apruebe, no
tendría problema
-
Si cocina así tu madre y si así hace todo… -
dijo el negro dejándonos a ambos sorprendidos
-
Hago todo muy bien, inclusive mejor que este
risotto – dijo mi madre
Juro que en ese momento mi pija
dio un latigazo de excitación. No supe cómo reaccionar ante semejantes
comentarios y me paré para ir al baño. Mi madre me siguió con la mirada y vio
mi abultado paquete.
Cerré la puerta del baño y me
miré en el espejo sin saber qué hacer. ¿Dejaba a mi madre sola con Jeffrey con
cualquier excusa? Me sobresalté cuando la puerta del baño se abrió y era mi
madre que entraba en él
-
¿Qué pasa mami?
Mi madre me besó en la boca muy
caliente y me acarició el paquete por encima del pantalón
-
Tu amigo me tiene muy caliente
-
Te animarías a cogértelo
-
Pero claro que me animaría – me dijo ella para
mi sorpresa
-
Queres que me vaya?
-
¿Pero qué excusa metemos? – me decía mi madre visiblemente caliente y
con ganas de cogerse al venezolano
-
¿Si voy a comprar helado?
-
Él te va a querer acompañar
-
Sí, es verdad, pero algo se me va a ocurrir –
dijo mi madre
Volvió a besarme y salió por la
puerta dejándome muy caliente.
Volví después de un rato y mi
mamá estaba muy cerca de mi compañero hablándole de una manera muy provocativa.
Celos y excitación convivían en mi interior de una manera perversa. No sabía qué
hacer. Mi madre se giró y me miró diciendo:
-
¿Vamos a comprar helado?
-
Me parece buena idea. Yo invito – dijo Jeffrey
Por un lado, sentí deseos de
cortar todo acá y por el otro, me invadió la excitación y las ganas de ver como
avanzaba mi madre.
-
Vayan ustedes, yo me quedo – les dije
-
Bueno – dijeron ambos
En dos minutos mi madre agarró
una cartera y Jeffrey salió con ella. No me pude contener y luego de esperar 30
segundos salí tras ellos.
Iban caminando hacia la heladería
a unos cincuenta metros delante de mí. En un momento, me pareció que sus manos
se unieron.
Así caminaron dos cuadras hasta
que llegaron a la heladería. Me llamó la atención que mi madre le dijera algo
en el oído a mi amigo. Yo me crucé a la plaza que estaba enfrente para verlos
en detalle. Moría de ganas de saber que le decía y veo que mi madre agarra el
teléfono y escribe. Al rato recibo un mensaje de ella.
-
Nico, no hay helado de dulce de leche, vamos a
la otra heladería
-
Bueno – le respondí
En ese momento me paralizó el
corazón lo que vi. Mi madre lo tomó de la mano a Jeffrey y cruzó hacia la plaza
donde yo estaba. Rápidamente tuve que correr hacia otro lado porque corría el
riesgo de ser descubierto.
Lo que vi a continuación no podía
creerlo. Mi madre tomó de la mano nuevamente y llevó a Jeffrey a uno de los
bancos eligiendo la parte más oscura. Lo sentó en el banco y se le sentó encima
de las piernas, de costado.
No tardaron ni dos segundos en
comenzar a besarse. Yo me acerqué sigilosamente y los veía desde unos metros
sin riesgo de ser descubierto.
Mi madre totalmente sacada
comenzó apretarse contra él y se notaba que le quería acariciar la pija.
-
Aghhhh Mmmmm – se escuchaba
-
Mmmmm – se besaban sin tregua
Al rato pasaron unos chicos y les
dijeron algo. Creo que fue el susto por los chicos o que ya se hacía tarde,
pero se volvieron y cruzaron de vuelta a la heladería. Los seguí.
Desde lejos pude ver como Jeffrey
le acariciaba la cola a mi madre y ella tiraba la mano para atrás para rozarle
el paquete. Todo esto mientras pedían helado. Luego le dieron la bolsa y salí
corriendo en dirección a mi casa.
Llegué y aun tardaron 10 minutos
en llegar. Cuando entraron pude ver el paquete abultado de mi amigo y a mi
madre un poco colorada en su rostro, señal de que se habían matado un poco
antes de entrar.
Comimos el helado y pude notar
que el ambiente se cortaba con un cuchillo. En ese momento, Jeffrey me dijo que
se iba y no tuve mejor idea.
-
Queres quedarte a dormir?
-
No sé – dijo mi amigo y se volteó a ver a mi
madre
-
Por mí, no hay problema
-
Dale, voy a preparar mi cuarto, saco la cama de
abajo – dije
Me fui controlando todos los
movimientos e hice la cama rápidamente dejándolos a ellos en el comedor
Volví sigiloso pude verlos. Mi
madre se besaba con Jeffrey y le metía la mano dentro del pantalón haciéndole
una paja. Él por su parte, le había levantado la remera y le había sacado las
tetas del corpiño. Se disponía a chupárselas. Quise que siguieran un rato más,
pero mi madre lo separó con el sabido temor de que yo pudiera regresar. Y así
lo hice.
-
¿Vamos a acostarnos, Jeff? – tengo mucho sueño
-
Bueno – dijo él con tristeza
-
Hasta mañana – dijo mi madre
-
Hasta mañana – dijo él
Lo llevé a la habitación y le
dije “ahora vuelvo” Volví a la cocina y la encontré a mi madre. Ni bien me vio
miró en todas las direcciones y me fui derecho a besarla. Nos besamos y pude
sentir el sabor de la saliva de mi amigo. Lejos de darme celos, eso me excitó.
Al punto en que le metí la mano dentro de la bombacha a mi madre y pude sentir
lo mojada que estaba.
-
Lo que habrás hecho con Jeffrey que estás tan
mojada – le dije
-
Me moría de ganas, te juro – me dijo
-
Lo sabía
-
¿No te da celos? – me preguntó ella
-
Un poco, pero sería capaz de compartirte – le
dije
-
Como tomaría él todo esto si se entera – me dijo
mi madre con temor racional
-
Dejame ver como lo hago – le dije
-
¿Qué pensás hacer? – tembló ella
-
No sé, pero con intentar no se pierde nada…
La besé nuevamente y me fui a la
habitación con mi amigo.
Llegué y comencé a quitarme la
ropa. Jeffrey se sorprendió un poco, pero rápidamente hizo lo mismo. No pude
evitar mirarle el paquete que se veía enorme. Evidentemente, cargaba una buena
herramienta.
Estábamos con la luz de un
velador y apenas separadas las camas por unos centímetros. Agarré el celular y
comencé a escribirle a mi madre
-
Pude verle el bulto a Jeffrey, se nota que tiene
una buena pija
-
Lo sé, pude sentirla – fue su respuesta
-
Pensar que está acá al lado y no sé cómo decirle
que quiero que te coja – le puse
-
Ayyy Nico, no me pongas esas cosas que ya estoy
muy caliente
-
Ponete algo sexi que se me ocurre una idea…
-
¡Qué estás pensando, Nico, ojo! – me advierte mi mamá
-
Estamos los tres muy calientes, puedo notarlo –
le escribo
Cuando levanto la vista veo que
Jeffrey me está mirando la pija que forma una carpa enorme en mi prenda íntima.
Me había olvidado y con el calentón con madre se me había parado.
Él, que era muy inteligente,
aprovechó la situación y me preguntó
-
Quieres que me vaya así chateas tranquilo, veo
como se te puso
-
Jajajaja. ¿Se nota mucho? – dije mirándome la verga
-
Si – me dijo él
-
Jeffrey – lo miré con seriedad
-
¿Que?
-
Sé que a vos se te pone así con mi mamá, ¿no?
-
Es que tu madre es muy sexi – me confesó
-
Lo sé, y si vamos a ser sinceros, a mí también
me calienta mucho – le confesé
-
Uhhhh hermano, es que si yo tuviera una madre
como la tuya…
En ese momento dejó el comentario
en el aire y supe que era el momento de recoger el guante
-
Esperá un segundo y te prometo que no te vas a
arrepentir
-
¿De qué? – Jeffrey no entendía a qué me refería
-
Le contesto a mi amiga y te digo
Le escribí rápidamente a mi mamá
que se pusiera algo sexi y vaya a mirar la tele al living que nosotros iríamos
a espiarla. Es una locura, me decía, pero rápidamente fue para allá
-
Acompañame, vení – le dije
-
Espera que me pongo algo – me dijo
-
No, vamos así – le dije y salí en calzoncillos
Él vino detrás de mí. Con un
gesto le pedí que haga silencio y nos asomamos por la puerta y veíamos solo el
televisor iluminando todo y a mi madre de espaldas.
Había generado una expectativa
alta y nos estábamos decepcionando.
Fue mi madre la que hizo que todo
mejorara. Se levantó del sillón a buscar un vaso de whisky sabiendo que la
estábamos espiando desde la oscuridad.
Lo que vi me paralizó el corazón
al tiempo que hizo que mi pija diera un salto. Mi madre llevaba puesto un
camisón corto y sin corpiño. Sus pezones estaban parados y encima la luz del
televisor la iluminaba totalmente. Pude ver una sonrisa en su rostro cuando se
sirvió el vaso y luego, haciéndose la que no nos veía se fue a la cocina a
buscar hielo.
Jeffrey y yo la veíamos pasar y
no podíamos creer lo que veíamos. Le apreté el brazo en un momento y pude ver
su sonrisa en la oscuridad.
Mi madre ahora antes de llegar a
tirarse sobre el sillón tomó el control remoto y puso música en la TV
poniéndose a bailar de una manera totalmente sensual.
No sabía cómo seguir y no se me
ocurrió mejor idea que decir:
-
¡Mami, me encanta como bailas!
-
Ayyyyy me asustaste! ¡Bueno, me asustaron!
-
Perdón – dice Jeffrey
-
¿Se puede saber que hacían espiándome?
-
No te espiábamos mami, ¡te contemplábamos! Sos
muy linda bailando
-
Si, sos muy linda – continuó Jeffrey
-
Ayyyy ¡qué hermosos que son!
-
Queres tomar un whisky Jeffrey? – lo invité
-
Bueno – dijo él
Mi amigo estaba visiblemente
empalmado y en bóxer. Mi madre le miraba el paquete y no sabía cómo seguir.
-
Bueno, me voy a dormir – dijo ella
-
No, esperá tomamos un whisky todos juntos y a
dormir – le dije yo
-
Bueno – dijo mi mamá que seguía de pie
-
¿Por qué no seguís bailando, mami? – la invité
-
Es que me da vergüenza delante de ustedes
-
Jeffrey es de confianza y aparte le debo las
clases y un baile tuyo sería una buena paga, no Jeff?
-
Si, totalmente – decía alegre el venezolano
-
Bueno, pero no me miren tanto que me da
vergüenza
En la tele sonaban canciones de reggaetón
y mi madre se movía con buen ritmo. En un momento me paré detrás de ella y le
bailé apoyándola. A mi amigo le costaba terminar de entender la situación, pero
de a poco, con un poco de ayuda del whisky, se fue relajando.
Fue entonces que se me ocurrió
dar un paso más y comencé a jugar con un bretel del camisón de mi mamá y me
dije “vemos como resulta” y se lo bajé por un brazo.
Mi madre se hizo la distraída y
casi se le escapa uno de sus generosos pechos. Jeffrey miraba expectante. Mi
madre reía y aproveché para bajarle los dos a la vez y aparecieron sus pechos
desnudos.
-
Uyyyyy – grité yo
-
Ayyyyy – mi madre se volvió a cubrir y me tiró
en el sillón
-
¿Llegaste a ver Jeffrey? – le pregunté
-
Siiii – dijo contento
-
Ahora andá a bailar vos con ella – le dije
Jeffrey se puso de pie y su carpa
era un escándalo. Mi madre la miró de reojo y se puso a bailar con él. Era un
espectáculo hermoso. Fueron de menor a mayor. Al principio, mi amigo la miraba
y bailaba lejos, luego se fue acercando y la empezó a apoyar desde atrás.
En un momento, él me miró como no
entendiendo la situación, pero yo decidí dar el próximo paso.
-
¿A ver esos pechos, mami? – le dije
-
Mmmmm Nooooo – decía mi mamá y reía
Mi madre estaba visiblemente
caliente y se puso detrás de Jeffrey y ella misma se bajó los breteles y apoyó
sus enormes pechos desnudos en la espalda de mi amigo mientras le acariciaba el
cuerpo a él.
-
Uyyyy que hermoso espectáculo – dije yo
-
¿Te gusta? – decía mi madre
Decidí que era el momento de ir
por mas y me saqué la pija comenzando a pajearme lentamente.
Mi madre me miró y su mano fue
bajando a la pija de Jeffrey mientras se metía dentro de su abultada prenda
interior.
-
Ayyyyy siiiii – aullaba yo
-
Mmmmm, te gusta esto? – le decía mi madre al
oído
-
¡Me gusta mucho, hermosa! – decía el negro que ahora tiraba las manos
para atrás buscando el cuerpo de mi madre
-
Me voy a poner más cómodo – dije y me saqué por
completo el bóxer quedando totalmente desnudo
-
Yo también – dijo mi madre y dejó caer su
vestido quedando solamente en bombacha detrás de Jeffrey
-
Y yo también – dijo Jeffrey y se sacó el
calzoncillo mientras giraba para ver a mi madre que lo abrazaba ahora
Lo que siguió fue un lento
proceso en el que mi madre comenzó a besarse con mi compañero delante de mí y
sus manos se buscaban todo el cuerpo. Jeff parecía no animarse a bajarle la
bombacha a mi madre. Sin embargo, ella no dudó en arrodillarse y comenzar a
chuparle la pija a 50 centímetros de mi persona.
-
Ayyyy siiii mami, chupásela así – la invité
-
¡Que rico me la chupas, hermosa! – decía Jeff
-
¿Te gusta? – decía mi mamá que seguía en su labor de
chupar y chupar la larga y negra verga de mi amigo
Fue entonces que mi madre se sacó
la última prenda interior que le quedaba y se acostó boca arriba a mi lado y
abriendo las piernas se ofreció para que Jeffrey la poseyera en ese preciso
instante.
El muchacho no se animó a
penetrarla, o no quiso y prefirió ir de a poco. Lo cierto es que se arrodilló
en el piso y comenzó a chuparle la concha a mi madre
-
¿Te está chupando la concha? – le pregunté al oído a mi madre
-
Sí, mi amor
-
¿Y? ¿te
gusta? – acercándome cada vez más a su boca
-
Mucho, aghhhh, Mmmmm – mi madre abrió la boca
-
Mmmmm – comencé a besarla en la boca
Jeffrey seguía chupando la concha
de mi madre y yo besándola en la boca. La excitación que yo sentía en ese
momento era suprema.
Mi madre movió su mano y me
agarró la pija pajeándola mientras se dejaba caer en un orgasmo provocado por
la hábil boca del venezolano.
-
Aghhh ahhhhh agmmmmm, me estás haciendo venir
Jeffrey – gritaba mi mamá
-
Mmmmm – el venezolano no daba crédito al ver la
mano de mi madre pajeándome
-
Aghhhh mi nene está caliente – se excusó mi mamá
Jeffrey se sonrió y yo aproveche
ese momento de relajación para besar nuevamente a mi madre en la boca. Luego
dejé que ellos se besaran nuevamente mientras yo me ponía de pie.
Mi madre lo sentó a mi amigo en
el sillón y se sentó de espaldas a él clavándose la pija y comenzando una
hermosa cabalgata. Yo me agaché y la besé nuevamente en la boca mientras lo
cabalgaba a él y ella fue la que me acomodó para chuparme la pija y estar más
cómoda.
Era hermoso ver a mi madre cogida
por Jeffrey y chupándome la pija.
Mi madre sabía lo que quería y yo
lo sabía también. Me miró a los ojos sonriéndome y se levantó sacándose la
verga de Jeff y se giró poniéndose de frente a él y mirándome con intensidad
nos dijo:
-
Quiero que me cojan entre los dos
-
Aghhhhhh siiiii – dijo Jeffrey
-
Siiiii – casi grité yo
-
Vos cogeme la concha – le dijo a Jeffrey
-
Si, hermosa – dijo él
-
Y vos mi amor, cogeme el culo – me pidió mi
madre
Me agaché y mi madre ya estaba
con la verga de Jeffrey clavada en su interior. Escupí un poco de saliva y vi
como cayó por el culo y parte de la pija de mi amigo. Necesitaba más
lubricación para su cola y no sabía cómo pedirle a Jeffrey que saque su pija un
momento. Fue mi madre la que lo hizo.
-
A ver, Jeff, dejalo a Nico que me lubrique el
culo, sacámela un poquito
-
Si, preciosa – dijo Jeffrey
Pude ver la verga de Jeffrey que
salía de la concha de mi mamá y me agaché a chuparle el culo a mi madre. La
verga de él me pegó en la cara y me dio un poco de risa la situación. Al rato,
le metí dos dedos en la concha a mi madre y los saqué empapados de flujo que
utilicé para meterlos en su culo.
No me dio miedo y ni sentí que mi
masculinidad peligraba cuando agarré la pija de mi amigo con la mano y la metí
en la concha de mi madre. Sentí placer cuando la vi entrar y automáticamente mi
verga se puso más dura aun para penetrar el culo de mi madre que se inclinaba
sobre el negro besándolo con mucha pasión.
Mi pija entró en su culo y
comenzamos a movernos. Al principio no era muy sincronizado todo, pero de a
poco entramos en un ritmo suave y muy placentero para los tres.
Sentir a mi madre penetrada por
ambos era un placer inmenso. Sus manos acariciaban la cara de Jeffrey y lo
besaba tiernamente mientras yo le taladraba el culo desde atrás. La verga de
Jeffrey se sentía dura y podía notarla en los movimientos de ambos.
Fue entonces que en un movimiento
lento los dos penetramos por completo a mi madre y esta comenzó a vibrar entre
nosotros mientras decía
-
Aghhh me encanta es una sensación hermosa
-
Estoy por acabar – anuncia Jeffrey
-
Ni se te ocurra sacarme la pija – lo advirtió mi
mamá
-
Es que…
-
Llename de leche, no me importa, Jeff – le dijo
mi mamá y lo besó mientras continuaba su orgasmo
Las vibraciones de mi madre eran
tremendas. Algo nunca visto. Su culo se contraía en mi pija y me hacía estallar
de placer.
-
Quiero acabar yo también – le dije
-
Acabenme los dos adentro, lo quiero, lo necesito
– aullaba mi madre
-
Siiii aghhhhh – decía Jeffrey
Puse sentir los latigazos de la
pija de mi amigo y fue eso lo que me hizo estallar en un orgasmo tremendo. Mi
pija comenzó a expulsar chorros de semen dentro del culo de mi madre y ella
comenzó a vibrar nuevamente, pero esta vez de una manera mucho más intensa.
Parecía que estaba convulsionando, pero no, estaba acabando en un clima de
éxtasis total.
-
Aghhhhhhh ahhhhhhhh – aullaba mi mamá
-
Mmmmmm – Jeffrey ahora estiró sus brazos y me
agarró a mí de las caderas para presionar entre los dos aún más el cuerpo de mi
madre
-
Aghhhhh siiiii apriétenme asiiiii aghhhhhh –
decía mi madre
-
¿Te gusta? – quise preguntar
-
Siiiii cojanme bien profundo los dos, es
hermoso… son hermosos los dos – decía mi madre, ahora más relajada
Nos fuimos saliendo del interior
de mi madre y ambos nos tiramos en el sillón completamente desnudos, quedando
mi madre en el medio. Se giró y me besó en la boca diciéndome “gracias” Volvió
a girarse para el lado de Jeffrey “a vos también” y lo besó con más pasión aún.
-
Ahora vayan a descansar, yo ordeno todo – dijo
mi madre
-
Gracias mami – dije levantándome
-
Gracias hermosa – dijo Jeff y la besó nuevamente
antes de levantarse
Pude ver la verga de Jeffrey
colgando como un badajo de campana y no pude menos que asombrarme de tan lindo
aparato. Mi madre lo miró también y me sonrió.
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