Al otro día era todo incomodidad.
Belén me esquivó la mirada y yo hice lo mismo. Al llegar al colegio todos
empezaron a reír cuando llegaba. Yo no entendía nada y era que ya habían visto
la foto de mi hermana.
“Como me gustaría que fuera mío
ese bebe que tiene adentro”. “Está más buena embarazada” “mirá las tetas”,
“mirá esos pezones duros”
Era increíble que los comentarios
esta vez no me molestaron, sino que, al contrario, los disfruté sabiendo que
ella se calentaba con esas cosas que decían. Me guardé cada comentario en mi
cabeza para decírselos a la noche si se presentaba la oportunidad.
Estaba esperando con muchas
ganas, pero ella no me hablaba del tema. Yo no sabía cómo sacarle conversación
y terminamos acostándonos, solo que esta vez una luz permaneció encendida.
No sé cómo se me ocurrió, pero me
puse a mirar su Instagram y busqué la foto que desató todo lo de la noche
anterior, la capturé y se la mandé por WhatsApp. Le agregué “¿no queres saber
que dijeron los chicos?”
Giré la cabeza para mirarla y
nuestras miradas se cruzaron. Una sonrisa apareció en su cara y eso me dio
tranquilidad. No le había molestado.
“Sí” me respondió y empecé a
escribirle de a uno: “Está más buena embarazada”
Ajá, me respondió ella.
“Como me gustaría que fuera mío
ese bebe que tiene adentro” dijo un compañero, le aclaré. Aunque creo que en
ese momento yo sentí exactamente lo mismo. Estaba calentándome con mi hermana,
estaba mal. Muy mal, pero no me importaba.
La luz era baja, pero lo
suficiente para ver con claridad a mi hermana. Sus piernas eran perfectas, no
había engordado nada con el embarazo, solo la panza era un pequeño globo que se
dibujaba por delante. Tenía puesta una remera negra y yo sabía que estaba sin
corpiño. En la parte de abajo tenía un shortcito, al igual que yo.
Si, mis amigos son unos
desubicados y pusieron cosas más fuertes.
¿Si? Quiso saber ella
“mirá esos pezones duros” le
escribí luego de mirar nuevamente la foto
Mmmmm, me escribió ella
“estas caliente?” le pregunté sin
filtro, pero por WhatsApp, no me animé a decírselo
“muy” fue su respuesta y mi pija
se paró al instante
“yo también” me confesé
Noté movimientos en su cama y vi
que se estaba sacando el short. Yo la imité haciendo lo mismo. Volvimos a
agarrar cada uno su teléfono con rapidez. Mi calzoncillo tenía una carpa
tremenda y ella lo notó. Yo le miré las tetas que casi se le escapaban por el
costado.
“te gusta mirarme las tetas?” me
escribió ella por WhatsApp
“si”
“si estuvieran tus compañeros
acá…”
No sé por qué le dije lo que le
dije. Creo que mi calentura era tal que no me detuve a pensar en lo que escribí
“se les pararía la pija como a mí”
“ummmm” me respondió. Por suerte,
lo había tomado bien e incluso se había calentado con el comentario.
Estábamos caminando por una
cornisa y ambos sabíamos que un paso en falso podría mandarnos a la mierda.
No sé si fue por eso, pero lo
cierto es que me levanté y cerré la puerta con llave. Ella me miró y me sonrió.
No me animé a acostarme en su cama, me pareció una locura.
Volví a acostarme en mi cama,
pero antes de hacerlo me saqué la remera quedando solo en calzoncillos. Ella me
miró y escribió en su teléfono
“si estuvieran mis amigas también
te dirían cosas”
“si, que cosas?” quise saber
“que estas muy bueno y que tenés
un buen bulto por lo que veo”
Mi hermana no se achicaba para
nada. Eso me envalentonó y le solté “vos también estás muy buena, Belén. Tus
tetas vuelven loco a cualquiera”
“Te gustan mis tetas?” me
preguntó. Siempre por WhatsApp era toda la conversación
“me gustaría verlas” le respondí
No me esperaba esa reacción de su
parte. Se sentó en la cama y se sacó la remera por la cabeza. Me miró divertida
y se quedó sentada mirándome la pija que formaba una carpa tremenda en mi ropa
interior
Le miré las tetas, redondas,
perfectas, paradas. Con unos pezones oscuros y duros de excitación. Mi pija se
movió dentro del calzoncillo y vi su mirada sonriente que siguió este latigazo.
No me salía la voz, pero aun así
articulé un “son hermosas, son perfectas”
Ella se las acarició y yo por
instinto metí la mano dentro de mi calzoncillo y me agarré la pija
Ella me rogó “mostrame la pija” en
voz muy baja. Podrían escucharnos y sería una locura todo. Ya lo era.
No me hice desear. Me saqué el
calzoncillo y comencé una lenta paja mientras le miraba las tetas y la panza.
Me gustaba la forma que tenía con esa pancita redonda y morena.
“tocate vos también” le pedí
Ambos habíamos largado nuestros
teléfonos. Ella no dudó en sacarse la pequeña bombacha y quedó completamente
desnuda.
“parate, dejame mirarte” le
ordené casi sin darme cuenta
Mi hermana se puso de pie
lentamente y comenzó a acariciar sus tetas, su panza y bajando su mano a su
completamente depilada concha para comenzar a tocarse.
“me gusta mirarte” le dije
“me gusta mucho tu pija” me dijo
ella
“Mmmmm, voy a acabar” le dije
“yo también” me dijo ella
Su cuerpo empezó a temblar. Yo
sentía mi pija más dura que nunca, mi huevos muy hinchados y duros. Sus pezones
se endurecieron aún más. Aghhhhh, susurró ella. Aghmmmm susurré yo. Exploté en
un orgasmo tremendo y un chorro blanco salió cruzando todo mi pecho. Aghhhhh
casi gritó ella cuando vio el chorro de mi semen. Aghhhhh aghhhh estoy
acabandoooo. Belén me miró a los ojos y casi pierde el equilibro. Mi pija
seguía expulsando chorros y ella no paraba de mirar el espectáculo. Sin dejar
de hacerlo se sentó y se acostó de lado en su cama mirándome.
Habíamos acabado juntos
nuevamente, pero esta vez lo habíamos hecho mirándonos el uno al otro,
completamente desnudos.
Por extraño que parezca, no sentí
incomodidad esta vez. Con mucha naturalidad, agarré mi calzoncillo y me limpié.
Volvimos a cruzar la mirada, pero esta vez nos sonreímos con complicidad. Me
puse el short sin nada debajo y fui a abrir la cerradura de la puerta.
Antes de apagar la luz la miré
con una sonrisa y ella me la devolvió. Me estaba calentando mucho con mi
hermana y esto estaba mal, lo sabía, pero no podía evitarlo.
Continua en -----> Mi hermana Belén 3
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