Un regalo de año nuevo: la tía Mariana es mía
Mis manos, que tenían
aprisionadas sus tetas, se vieron vacías, solas. Se fue nadando a la otra punta
de la pileta. Yo me fui tras ella nuevamente. Necesitaba volver a sentirla.
-
¡¿No te parece que estamos yendo muy
lejos?! – me dijo mirándome a los ojos
-
Ya te lo dije, tía…
-
Dejá de decirme tía!
-
¿Por qué?
-
Porque todo se ver peor cuando me decís así
-
¿Cómo queres que te llame? Mariana?
-
No sé, no se
Me acerqué un poco más y la
abracé. Esta vez de frente. Su reacción sí que no me la esperaba. Yo la tomé
por la cintura y la atraje hacia mí. Ella se agarró de mis hombros y dando un
pequeño saltito me abrazó con las piernas chocando la zona de su vientre con mi
duro paquete.
-
Aghhhh tía – me salió del alma
-
¡Cómo te gusta llamarme tía! – me dijo sonriendo ahora
-
¡Me encantás! – le dije
Mis manos se fueron a su cola y
la agarré con firmeza atrayéndola hacia mí. Mi dura pija hacía presión contra
su concha. Ella se apretaba también contra mi cuerpo, podía sentirlo.
-
¡Qué duro que estás! – decía ella
Hacía movimientos para sentirme.
Yo le apretaba la cola y la llevaba caminando hacia la escalerita para estar más
cómodo.
Chocamos contra la escalera y la
senté ahí y sin dudar le miré y le dije
-
¡Quiero chuparte las tetas!
-
¿Ahora? ¿Acá? – preguntaba ella
-
Si, ahora, acá – dije
Mi mano tomó el borde del
triángulo blanco que cubría su teta derecha y con el dedo pulgar lo corrí
dejando al descubierto un pezón oscuro y tieso.
Con mi dedo pulgar e índice ahora
lo apreté y fui acercando mi boca.
-
Mmmmm – decía ella
-
Quiero chuparte – le dije a centímetros del duro
botón
Mi boca se abrió y me metí por
completo su pezón hermoso y fruncido.
-
Aghhhh – dijo ella y me agarró del pelo para
hundirme más contra su teta
-
Mmmmm – yo chupaba con desesperación
Su mano comenzó a buscar mi
paquete y cuando se encontró con mi dureza extrema me confesó
-
Me encanta que tengas la pija tan dura por mi
-
Mmmmm – yo no respondía solo chupaba
Ahora me dedicaba a chuparle la
otra teta y solo escuchaba sus gemidos, mientras sentía que tiraba del cordón
de mi malla y metía la mano dentro para agarrarme la verga.
Cuando su mano tomó mi pija y
comenzó a sacudirla supe que no iba a poder detenerme hasta cogerme a esta
hermosa hembra que era la hermana de mi mamá.
En mi fuero íntimo, no podía
creer que mi tía su hubiese calentado tanto conmigo, al punto de no importarle
que regresen mi tío o mi madre (su hermana)
La calidez de su mano envolviendo
mi pija y sacudiéndola me llevaba al extremo del placer. No dude en levantar la
cabeza para buscar su boca con la mía. Al parecer, ella también necesitaba el
beso porque cuando hice el gesto de acercarme, su boca se pegó a la mía
abriéndose y sacando una lengua viboreante y juguetona.
Me separé como pude y me metí
bajo el agua. Como un buzo experimentado, calculé cada movimiento mientas estaba
sumergido y le corrí con destreza la bombacha con la mano y ante mí apareció
una concha rosada, hermosa y totalmente depilada.
No dudé y le pegué un lametón
primero y luego me dediqué a chuparla. Una, dos, tres chupadas y seguía con la
respiración cortada. Tragué un poco de agua, pero no me importó. No quería
detenerme y a juzgar por la presión de sus manos sobre mi cabeza, ella tampoco
quería.
Seguí chupando hasta que me quedé
realmente sin aire. Mientras lo hacía me bajé mi malla hasta las rodillas y
cuando me levanté a tomar aire, ella esperó mi recuperación y me volvió a
besar.
No tardó ni un minuto en soltarse
y ser ella la que se hundía en el agua para chuparme la pija. El calor de su
boca y su manera de chuparme casi me hacen acabar en ese instante.
Por suerte, mi tía no tenía tanta
resistencia como yo y tuvo que salir a tomar aire rápidamente.
No dudé en volver a besarla y con
mi mano intentar correrle nuevamente la bombacha del bikini, pero no hizo
falta. Seguía de costado y exponiendo su hermosa y húmeda concha
Me adelanté y puse la cabeza de
mi pija en la entrada de su concha y la miré a los ojos
-
Quiero cogerte, quiero metértela
Ella me miró y no dijo nada. Con
seriedad me miró a los ojos y asintió con la cabeza
-
Si, dale, metémela – me dijo con firmeza
Era todo lo que necesitaba. Mi
dura pija entró apenas y sentí la viscosidad de su concha totalmente lubricada
-
Mmmmm – decía yo a medida que mi verga entraba
-
Aghhhh cogeme Nicooooo
-
Ayyyy siiii tíaaaaaa
-
Que pija dura y hermosa tenés
-
Me encanta cogerte, tíaaaaa
-
Me estás haciendo acabar, Nico – decía ella
-
Ayyy tía voy a acabar yo también
-
Ayyy siiii nene, acabame adentro y terminemos
juntos
-
Aghhhhh ahhhhhhh – empecé a venirme dentro de
ella
-
Aghhhh ahgghhhh que pendejo hermoso que sos,
estoy acabando como una loca! Aghhhhh ahhhhhh – mi tía no paraba de gemir en mi
oído
-
¡Te acabé adentro, tía! – le decía yo con un poco de culpa
-
Siiii, lo sentí, me encantó – me decía ella
-
A mí también, tía – le dije
-
Hacía años que no acababa así, Nico – me decía
ella mientras me besaba en el cuello dulcemente y se retiraba de mi
Hábilmente corrió su malla
tapando su concha y volvió a cubrir sus pechos. Me miró con una sonrisa, giró
la cabeza y vi como su rostro se transformó
¿Qué pasaba? ¿Quién estaba?
Miré en dirección a la casa y vi
a mi mamá que venía caminando con una botella de agua en la mano.
Hasta acá la historia con mi tía...
esto sigue cuando... -----> me vuelvo a Bs As con mi mamá
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