Historia en curso...

Mi hermana Belén

  Belén, mi hermana, siempre fue muy exhibicionista. De mostrarse mucho en redes. Su perfil, publicaciones y stories eran un verdadero infie...

Doble vida (27)

 

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Doble vida (27)

Dormí esa noche y el domingo elegí pasarlo en el departamento. Salí a caminar por puerto madero y supe que me gustaba mucho el barrio. Terminé por comprar algo en “i fresh market” y me fui a comerlo al departamento.

Por la tarde, me fui al gimnasio en donde me crucé con una chica muy bonita y su maduro marido, si es que lo era. Después de la rutina del gym, me fui a casa a ducharme. Un mensaje de mi hermana me sacó de todo pensamiento.

-        Me gustó mucho ayer

-        ¿Si? A mí también – le respondí

-        ¿No te molestó que mi novio te la haya chupado?

-        No, me dejé llevar – le respondí intentando sacarle dramatismo al tema

-        Bueno, me alegro que lo tomes así

-        Sí, no pasa nada -  le respondí

-        Para mí que siempre quiso chupar una pija y creo que debe querer que se la metan también

No quise responder a eso. Me parecía mucho cogerme a mi cuñado.

-        ¿Cómo venís con papá?  – le pregunté

-        Bien, pero el otro día pasó algo

-        ¿Qué?  – le pregunté curioso

-        Estaba en la cocina y me apoyó desde atrás y mamá no nos vio por poco

-        Uh, debe estar caliente y con ganas de cogerte

-        Sí, seguramente – puso ella

-        ¿Y vos?  – le pregunté

-        Yo también, no te voy a mentir

-        Queres venir con él al departamento mientras yo estoy en el trabajo?

-        ¿Y con qué excusa?  – dice ella

-        No sé, decile que venís a traerme algo si te puede llevar

-        No es mala idea

-        Es más, traeme un par de cosas que encuentres en mi habitación

-        Bueno, te aviso cuando lo haga

A los dos días, llegó el mensaje, pero no era mi hermana sino mi madre.

-        Hola ma

-        Hola, mi amor

-        ¿Como andas?  – le pregunté

-        Bien, necesito hablar con vos

-        ¿Pasó algo?  – le pregunté preocupado

-        Es por lo de la otra vez en tu departamento

-        Queres que lo hablemos personalmente?

-        Sí, mejor – me respondió

Volví, con mucho esfuerzo, a concentrarme en el trabajo y con mucho esfuerzo pude sacar adelante unas cuantas cosas.

Ni mi madre, ni mi hermana volvieron a contactarse conmigo en la semana. Entonces, como los extrañaba un poco, me fui a la casa de mis padres cuando salí del trabajo el viernes por la tarde. Mi idea era tomar algo con ellos e ir a comprar unas pizzas para cenar todos juntos, pero los planes se alteraron un poco

Ni bien llegué, estaba mi hermana porque mis padres estaban trabajando. Nos pusimos a tomar mates con mi hermana comiendo unas cosas que había comprado cerca de la oficina y nos estábamos divirtiendo, cuando recibió Natalia un mensaje de mi mamá. Llegaría tarde del trabajo y ella tendría que encargarse de la cena. Mi hermana le dijo que yo estaba y que iban a pedir pizza que la esperábamos. Mi madre respondió que no creía llegar hasta la medianoche porque se había caído el sistema y tenía que hacer todo a mano y faltaba dinero. Era todo un caos.

Sabiendo que mi madre no vendría me empezaron a agarrar ganas de hacer algo con Naty y le saqué el tema de nuestro padre y si había pasado algo.

-        No, pero el otro día pasé y le acaricié la pija a propósito

-        Sos hermosa – le dije

-        ¿Te gusta que sea así de trola?  – reía mi hermana

-        Me pone la pija a full – le dije

-        A ver, mostrame como te la pongo, hermanito – me dijo ella

-        Mirá – le dije poniéndome de pie y sacando la verga de mi pantalón

-        Mmmmm – mi hermana le dio dos sacudidas y comenzó a chupármela con maestría

-        Agjjj ya extrañaba tus besos en mi pija, Naty – le dije yo

No me di cuenta cuando ni como, pero detrás de mi hermana, por la puerta de la cocina apareció nuestro padre

-        ¿Qué hacen? – gritó

-        Ups, perdón papá – dijo ella sacándosela de la boca y tomando asiento mientras se recomponía

-        ¡¿No se dan cuenta que mamá puede venir en cualquier momento?! – mi padre se indignaba

-        No, pa – se apresuró en aclarar mi hermana – mamá no viene hasta la noche

-        ¿Por qué?

-        Tuvo problemas en el trabajo

-        Ahhhh – se tranquilizó mi padre

-        ¿Podemos seguir? – mi hermana hizo el gesto de que me acercara y así lo hice

-        Si, por mi sigan – dijo mi padre

-        ¿A ver cómo está esto? – mi hermana me volvía a sacar le verga del pantalón

Mi padre miraba la escena desde la puerta de la cocina

-        Acercate, pa – le dije

-        Bueno – dijo él y se paró a nuestro lado

-        Sacala vos también que te estas muriendo porque te la chupe – dijo mi hermana

-        La verdad es que si, tenía muchas ganas - reconoció mi padre y sacó su verga melliza con la mía

-        Mmmmm, dos pijas para mí – dijo mi hermana

Mi hermana seguía sentada en la silla y chupándome la pija mientras estiró una mano agarrando la verga de mi padre.

Las cosas estaban dadas. Después de mucho tiempo de pensarlo, había llegado el momento en el que mi hermana iba a tener su fiesta completa con su padre y con su hermano

Natalia no dudó en sacarse mi pija de la boca y meterse la de mi padre.

-        Aghhhhh – dijo él agarrándole la cabeza

-        Mmmmm, me moría de ganas de chupártela de vuelta, papi – dijo ella en un tono que me calentó como nunca

-        Mmmmm, si mi amor, chupásela a papi

Al rato volvió a chupármela a mí y a pajear a mi padre. Cuando estaba por volver con su boca sobre la verga de mi padre, éste la interrumpió

-        vamos a mi habitación - dijo mi papá

-        Sí, vamos a estar más cómodos – dijo ella

-        Toda la ropa afuera – dije yo consciente de lo que venía

Nos desvestimos completamente los tres y Natalia no dudó en volver a chuparnos alternativamente las pijas. Los más lindo fue cuando nos pidió que nos acercáramos y quiso, sin éxito, meterse las dos pijas en la boca al mismo tiempo.

Para sacarla de la situación y porque supe que era lo que ella más deseaba fui por todo y le pedí que me chupara la pija mientras nuestro padre se la cogía.

-        Mmmmm siiiii, me vas a coger, papi? – decía ella con una voz de puta y niña a la vez que era hermosa

-        Sí, mi amor, te voy a coger – dijo mi padre

-        Yo también te voy a coger – dije en un susurro

-        Aghh siiii, me van a coger entre los dos? – Natalia susurraba muy caliente

Ella aprovechó el momento en que los tres estábamos arrodillados en la cama y nos besó alternativamente a los dos. Por un momento recordé la noche junto a ella y su novio y temí que tuviera alguna fantasía bi con mi padre y conmigo.

-        Quiero que me coja papá primero – dijo Natalia y se lanzó a chuparme la pija

Mi padre se colocó detrás de ella que estaba con su culo en pompa y desde atrás le acomodó la cabeza de la verga en la entrada de la concha

-        Aghhhh siiiii cogeme, papi – pedía Natalia

-        ¿Si? Queres que te coja? – mi padre la hacía desear y disfrutaba al máximo del momento

-        ¡Sí, papi, por favor, cogeme!  – ella tenía un tono firme y dejaba de chupármela solo para decir eso

-        Tomá, Natu – así le decía él, y aferrándose a sus caderas con ambas manos adelantó su cuerpo para penetrarla por completo

Justo en ese momento mi hermana me la estaba chupando y mirándome fijamente y pude ver como sus ojos se pusieron en blanco. En un primer momento, me asusté. Luego supe que no era otra cosa que la máxima expresión de placer que puede recibir una mujer: ser penetrada completamente por una verga hermosa y que esa verga sea la de su padre.

Tardó varios segundos en volver a reaccionar y comenzar a acabar. Yo casi la acompaño acabando, pero me contuve porque quería durar más. Nuestro padre, a sus años, sabía manejar los tiempos a su gusto y siguió penetrándola a un ritmo perfecto y haciendo que mi hermana acabara como loca

-        Aghhhh ahhhh ahhhhh ahhhhhhhhhhhh – susurraba y temblaba ella

-        Me encanta cogerte, Natu – decía él

-        Es hermoso ver cómo te coge papá – decía yo lleno de morbo

-        Aghhhh ahhhhhhhhhh – Natalia se deshacía en un orgasmo tremendo

Conociéndola a mi hermana sabía que no nos iba a dejar sin acabar a los dos y que ella iría por otro orgasmo. Se sacó la pija de mi papá se arrodilló nuevamente en la cama y nos volvió a besar a cada uno y nos dijo:

-        Quiero que me cojan los dos a la vez

-        Mmmmm, seeee – dije yo

-        Sí, mi amor – dijo mi papá

-        Pero quiero algo diferente – dijo ella mirándonos alternativamente con su amplia sonrisa

-        ¿Que queres?  – pregunté yo sin entender bien que era lo que pretendía mi hermana

-        Vengan acuéstense así – dijo ella

-        ¿Así cómo?  – preguntaba yo

-        No, así, sentate y vos papá así – decía ella jugando con nuestros cuerpos como si fuésemos dos maniquíes

Natalia tomo totalmente el control de nosotros y nos hizo acomodar uniendo nuestras pijas por la parte y entrecruzando nuestras piernas. Era digno del Kama Sutra y no sé de donde pudo haber sacado mi hermana esa idea.

Lo cierto es que comenzó a pajeanos las dos pijas con una sola mano. Era extraño tener mi pija totalmente adosada a la de mi padre y descansando sobre mis codos miraba todo con absoluta fascinación.

Mi padre hacía lo mismo y no daba crédito a lo hermosa que era su nena y lo que estaba a punto de suceder. Tal es así que tuvo que preguntárselo

-        ¿Te vas a meter las dos pijas juntas?

-        Siiii quiero las dos pijas juntas en mi concha, sé que me van a entrar – decía ella llena de placer

No alcancé a decir nada que mi hermana ya estaba en cuclillas con las dos vergas agarradas, apretadas con su pequeña manito y bajando para meterlas en su jugosa concha

No sé si fue como se lo imaginó ella, lo cierto es que nuevamente hizo un gesto de dolor al principio y fue bajando lentamente para tenerlas por completo adentro a las dos vergas familiares.

-        Aghhhh que lindo es estar llena de pijas – dijo ella

-        Mmmmm, te gusta mi amor? – le preguntó mi padre

-        Dos pijas para vos – dije yo

Mi hermana, con sus dos talones apoyados en el colchón y sus manos en mi pecho, comenzó a subir y bajar sobre nuestras pijas pegadas.

La sensación de placer, por mi parte venía dada, por un lado, sabiendo que mi hermana estaba gozando como una perra en celo, pero por otro, por el roce de mi pija con la de mi padre.

Por la cara que ponía, mi padre estaba muy excitado también.

-        Quiero que me acaben los dos en la concha – dijo ella

-        ¿Vos te cuidas, Natalia? – dijo mi padre que no pudo evitar su rol de padre preocupado

-        Si, papi – dijo ella y comenzó a saltar con nuestras pijas adentro

-        Aghhhh Mmmmm, me encanta cogerte y llenarte – le dije a mi hermana

-        Te vamos a inundar la concha de leche – dijo mi padre en el primer comentario súper caliente que le escuchaba en mi vida

-        Siiii, llénenme de leche, aghhhhhh – decía mi hermana

-        Voy a acabar - decía yo

-        Aghhhh aghhhhh ahhhhh – mi hermana se frotó el clítoris para lograr mayor excitación

Yo le saqué la mano y con mi dedo pulgar comencé a frotar su inflamado y mojado botoncito para que llegue más rápido al clímax

-        Aghhhh ahhhhhhh ahhhhh, voy a acabarte – dije yo

Mi verga comenzó a convulsionar dentro de mi hermana y pegada a la verga de mi padre. Los latidos de mi verga eran incesantes y mi semen ya estaba ayudando más en una lubricación que era perfecta antes de mi acabada

Apreté un poco más fuerte el clítoris de mi hermana y ella estalló

-        Aghhhhhhhh ahhhhhhhhhhhhh – acababa mi dulce hermanita

-        Aghhhhhhhh, acabá así – dije yo

-        Me encanta que me llenen de leche

-        Aghhhhh me vas a hacer acabar, Natu – mi padre quiso avisar

-        Aghhh siii llénenme de leche, soy una puta que quiere leche de papá y el hermano – dijo ella totalmente irreconocible

Creo que esas palabras fueron el detonante que hizo acabar a mi padre.

-        Aghhhhh ahhhh ahhhhh ahhhhhh – acababa mi padre

Yo lo supe no solo por sus gemidos, sino también por sentir los latigazos de su verga pegada a la mía.

Era una sensación indescriptible. La cantidad de semen que lubricaba la concha de mi hermana y nuestras pijas era exageradamente hermosa.

Natalia no paraba de moverse y de acabar

-        Aghhhh mmmmmm – decía ella

-        ¿Te gusta que te llenemos de leche?  – decía yo que no quería abandonar nuestros juegos de palabras

-        Mmmmm siiii me encanta la leche de mi hermano

-        ¿Y la de papi?  – preguntó él quizás un poco celoso

-        La de papi también, otro día me la voy a tomar toda

-        Siiiii? – preguntó él

-        Siii, cuando mami duerma, voy a ir a tomarme tu lechita

Pude sentir como latió la verga de mi padre de excitación. La mía también lo hizo imaginando esa hermosa escena.

-        Me encantó como me cogieron – decía Naty

-        Siii, yo tenía muchas ganas de cogerte, hija – dijo él

Juro que sonó fuerte en el ambiente la palabra “hija” cuando lo dijo. No sé si fue porque ya habíamos acabado los tres y empezábamos a relajarnos o por que fue, pero lo que sé es que nos miramos y comenzamos a separarnos.

Cuando miramos para abajo, la cama era un completo desastre. Toda mojada la sábana en un charco tremendo. Por suerte habíamos corrido el acolchado.

-        Hay que cambiar las sábanas – dijo Natalia

-        ¿Y qué excusa ponemos, porque cambiaste las sábanas a la noche?  – pregunté yo adelantándome a lo que podría ser una pregunta de mi madre

-        Ayyy, siiiii – decía Natalia preocupada

-        Decimos que queríamos mirar la tele comiendo pizza y se nos cayó la cerveza en la cama – decía mi padre

-        No es mala idea – dije yo

A esta altura, como si se tratara de un equipo de fórmula uno, cada uno se puso a una tarea. Yo llamé para pedir la pizza, mi hermana y mi padre desarmaban la cama. Luego mi hermana fue a buscar sábanas nuevas mientras nuestro padre ponía todo en el lavarropas.

A la media hora estábamos los tres comiendo pizza como si nada.

-        Qué bueno que estuvo – dijo mi hermana rompiendo el hielo

-        Si – dije yo

-        Tenemos que repetirlo – dijo Natalia

-        Hoy justo se dio porque mamá no está – dijo mi padre

-        Mirá si mamá entraba y nos veía – dije yo

-        Se muere de un infarto – dijo Natalia

-        Bueno, no sé si es para tanto – dijo mi padre y puso cara de risa

-        ¿Por qué lo decís?  – quise saber yo

-        Mamá tampoco es una monja, no se crean – dijo él

-        Ya lo sabemos, los escuchamos cogiendo – dijo Naty riendo

-        Agjjjjajajajaja – reímos todos

No me animé a decirlo, pero por mi cabeza pasó la idea de mi madre conmigo y con mi padre o incluso con mi hermana.

Sobre las 23 hs llegó mi mamá y le calentamos la pizza y cenó mientras nos contaba lo extenuada que estaba luego de los problemas en su trabajo.

-        Yo también estoy cansada – dijo Natalia y nos miró con un gesto pícaro

-        Yo te cambié las sábanas para que puedas dormir, mejor – dijo mi padre dándole un cortito beso en la boca a mi madre

-        ¿Y eso?

-        La verdad es que estábamos mirando un partido con Juan y se nos cayó un vaso de cerveza en la cama

-        Ahhhh que biennn – reía mi madre

-        Si si – nos mirábamos cómplices todos

-        ¿Vos te quedas a dormir? – me preguntó mi madre

-        Si no tiraron mi cama y mi colchón, sí – dije entre risas

-        Bueno, perfecto

 

 (continúa acá)

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