Historia en curso...

Mi hermana Belén

  Belén, mi hermana, siempre fue muy exhibicionista. De mostrarse mucho en redes. Su perfil, publicaciones y stories eran un verdadero infie...

Doble vida (30)

 






Doble vida (30)



El segundo encuentro sexual con mi mamá fue mejor que el primero. Ya nos habíamos sacado la calentura extrema y ahora dábamos rienda suelta a nuestro deseo en común y ya sabiendo que podíamos tomarnos todas las atribuciones que quisiéramos no nos privamos de nada.

Solo les voy a contar que cogimos en más de una posición y que en un momento mi mamá le escribía un WhatsApp a mi papá mientras yo me la cogía de perrito. Casualmente yo me imaginaba a mi hermana chupándole la pija a mi padre en ese mismo instante.

Mi madre se me miraba mientras yo me vestía para irme a la oficina. Fui a hacerme un café ella apareció por detrás y me acarició el pecho mientras se pegaba a mi espalda haciéndome sentir sus hermosos pechos

-        ¿Te puedo hacer una pregunta que me tiene muy intrigada desde hace mucho tiempo?  – me soltó ella

-        Si, mami, decime – le dije

-        ¿Vos tuviste sexo von María, la amiga de tu hermana?

-        Si, le respondí

-        ¿Y otra pregunta más?

-        Si

-        ¿Me vas a decir la verdad?  – me preguntó mirándome directamente a los ojos

-        ¿Y con tu hermana?

Mi cara se puso colorada de inmediato y tuve que apartar la mirada.

-        Ok, no hace falta que me digas nada mas – me dijo ella

-        Es algo muy largo de contar – le aclaré

-        Y ahora no tenés tiempo, ¿no?  – me cruzó mi madre

-        La verdad que no, pero te puedo contar por arriba algunas cosas

-        Te escucho – me dijo con una sonrisa que me tranquilizó

Empecé mi relato mientras terminaba de prepararme un Nespresso y una tostada. Ella me miraba con fascinación y eso me encantaba

-        Todo empezó cuando encontré fotos de ella desnuda y comencé a chantajearla

-        Ahhh, mirá vos

-        Claro, vos viste que Natalia tiene una imagen de niña buena

-        Y de buena no tiene nada, ¿no? -  se sonrió mi madre

-        La verdad es que conmigo nunca había sido buena y esta era mi oportunidad de vengarme

-        Y te vengaste por lo que veo – me decía mi mamá

-        Sí, pero luego ese odio se fue transformando en un amor de hermanos verdadero

-        ¿Mientras cogían?  – me preguntó mi madre

-        Entre otras cosas – le aclaré con una mirada de misterio

-        Uy que intrigada me tiene todo esto…

-        Bueno, es muy largo, pero hicimos muchas cosas con Naty y otras personas

-        ¿Qué personas?

-        Por ahora solo te puedo decir que fue María…

-        ¡No! ¡Me tenés que contar todo!  – me ordenó mi madre

A esta altura ya me había tomado mi café y me había comido mi tostada con queso crema. Solo me restaba un vasito de jugo y me iba al trabajo

-        No, antes de eso tengo que hablar con Natalia, pero hoy mi única preocupación es llegar al trabajo y hablar con Ricardo y ver si se puede remar esa escena que vio de su mujer conmigo

-        Está bien, andá

Le fui a dar un beso en la mejilla y ella corrió la cara para que se lo dé en la boca. Eso me gustó. Era una relación nueva que estaba naciendo con mi madre.

Fue salir del edificio y ponerme a pensar en cómo lo iba a encarar a Ricardo. Crucé el dique y me fui internando en el microcentro.

Cuando llegué a la oficina vi que estaba cerrada. Abrí con mis llaves y me senté en el escritorio. Era raro que Ricardo no haya llegado todavía, pensaba yo

A los 5 minutos llegó Ricardo. Me puse de pie como impulsado por un resorte y le dije que se siente en mi lugar. Sin mirarme, lo hizo y temí lo peor.

No sabía que decir y quise arrancar la conversación

-        Hola Ricardo, ¿cómo estás?

-        Bien, ¿vos?  – su gesto adusto me daba miedo

-        Quería explicarte lo de anoche… - arranqué

-        No tenés que explicarme nada, está bien así – dijo él

-        Es que no quiero que pienses…

-        Ya está – dijo él cortante

No me animé a contradecirlo. El día siguió como si nada y el trabajo hizo que yo fuera distendiéndome de a poco.

Sobre el final de la jornada me mira a los ojos y me hace una pregunta que me dejó helado

-        Puedo confiar en vos, ¿no?

-        Absolutamente – respondí y sentí que no era mi voz la que lo decía

-        Bueno, mejor – dijo y esbozó una especie de sonrisa

Cuando llegué a mi departamento, me desplomé en la cama y me puse a llorar de nervios. No supe por qué lo hice, lo cierto es que tenía una angustia contenida durante tanto tiempo que no pude retener y me desarmé en la cama

Al rato, mensajes de mi mamá, por suerte de texto a lo que respondí que todo con Ricardo parecía marchar bien

Pasaron unos días y la relación con mi madre era cada vez más estrecha. Nos enviábamos mensajes por WhatsApp muy subidos de tono. Inclusive he llegado a masturbarme con un audio suyo diciéndome que quería chuparme la pija en la oficina y que quería cogerme en el sillón o sobre el escritorio

El viernes sobre las 16 hs yo estaba trabajando con Ricardo en la oficina y me suena un mensaje de mi mamá.

-        Hola

-        Hola ma

-        ¿Estás muy ocupado?

-        No, ¿por qué?

-        Porque estoy abajo y me gustaría pasar a saludarte

En ese momento los nervios se apoderaron de mí y no supe que hacer. Ricardo lo percibió y me preguntó

-        ¿Qué te pasa?

-        Es que está mi mamá abajo – dije

-        ¿Y?

-        No sé, ¿puede subir?  – le pregunté

-        ¿Vos me estas jodiendo, Juan? ¿Cómo no va a poder subir? Es tu mamá, dale, presentámela que la quiero conocer

-        Ah bueno.

Agarré, ahora un poco más distendido mi celular y le dije a mi mamá que subiera y salí a buscarla

-        Hola ma, vení que te presento a Ricardo

Mi madre me dio un beso muy cerca de la boca que me puso un poco nervioso.

-        ¿Ah sí?

-        Si, justo se estaba yendo, pero por lo menos lo vas a poder conocer

-        Ah que bueno, decía mi mamá

Mi madre entró con su camisa blanca impoluta y sus generosos pechos. Cuando fui a mirarla en esa zona me pareció que un botón más estaba desprendido

La cara de Ricardo lo decía todo, se puso colorado y nervioso. Lo mismo sucedió con mi madre. Yo no entendía lo que sucedía, pero no me animaba a preguntar

-        Hola Ricardo, soy la mamá de Juan

-        Hola, un gusto

Ambos se dieron la mano y un beso torpemente mientras mi jefe le pedía que se siente y me ordenó que traiga una silla para mí también

Nos sentamos los tres y Ricardo comenzó con algunos elogios a mi persona y mi mamá tampoco se quedaba atrás.

Ricardo se levantó un segundo y dijo “me disculpan que ahora vuelvo” en 10 minutos estoy de vuelta y salió por la puerta.

Ni bien terminó de cerrar la puerta mi madre se puso de pie y empezó a recorrer la oficina. Estaba mi escritorio separado y lo recorrió con la mirada mientras acomodaba unos papeles que había encima.

Yo la miraba y me excitaba verla en esos pantalones negros apretados y esa camisa blanca.

Ella se acercó inclinándose hacia adelante. Pude ver como sus pechos se exhibían por el escote que ella misma había querido mostrar. Sin quitarme los ojos de encima, me dijo

-        Como me gustaría ser tu secretaria y hacer todo lo que me pidas

-        Uffff mami, no me hagas parar la pija ahora que viene Ricardo

-        Me encanta hacerte parar la pija -  me dijo con una voz de puta que nunca me imaginé

-        Vení – la tironeé de un brazo

-        ¿Qué me vas a hacer?

El riesgo era total, pero no me importó. La senté encima de mí y la besé en la boca con pasión que ella correspondió metiéndome la lengua en la boca rápidamente

Sabía que no me la podía coger, pero se me ocurrió algo muy inteligente. Encendí el monitor de las cámaras y la obligué a desabrocharse un botón más de la camisa y sacarse las tetas afuera

Mirando de reojo las cámaras comencé a chuparle las tetas a mi madre, mientras ella me acariciaba la pija con la mano.

La cosa duró poco porque pude ver a Ricardo que entraba y se dirigía a lo oficina con un paquete de papel madera y unos cafés en la otra mano.

Llegó y nos dijo que había ido a buscar unos cafés y unos jugos con unas cosas dulces riquísimas de un café de especialidad que estaba abajo y que tenía una pastelería deliciosa.

Mi mamá lo miraba a Ricardo embelesada por su generosidad y caballerosidad. Le resultaba atractivo que un hombre con su dinero y poder se tomara el tiempo de ir él personalmente a buscar lo que íbamos a tomar

De la bolsa salió de todo, roll de canela, croissant, pan de chocolate y hasta un budín.

-        No sabía que le gustaría a tu mamá – explicó él

-        Todo – dijo mi madre mirando lo que iba colocando Ricardo sobre el escritorio

-        Bueno, a comer – dijo Ricardo

Comimos los tres y charlamos de todo un poco. Mi madre le mostró fotos de mi hermana y de mi padre.

Pude ver que, en un momento, a Ricardo se le escapó una mirada a las tetas de mi madre, cosa que me puso muy celoso, pero después de la situación con su esposa yo no tenía derecho a nada

Al rato, Ricardo me dice que se tiene que ir y si nos íbamos con él que nos alcanzaba. Le dijimos que no hacía falta, que es más rápido ir caminando que en auto, que no se molestara. Insistió, pero terminó aceptando

Cerramos la oficina y nos fuimos, por un lado, mi jefe y por otro, mi madre y yo.

Cuando íbamos caminando a mi departamento mi cabeza empezó a imaginar las cosas que iba a hacer con mi madre cuando llegara y se me empezó a parar la pija. Se lo hice saber y ella me confesó que estaba muy mojada también.

Mi madre escribía de a ratos por WhatsApp y trataba de que yo no vea con quién lo hacía. Algo que me despertaba curiosidad.

En un momento, mirando su teléfono se sonríe y me dice

-        Ahora llego y te ayudo a limpiar un poco el departamento

-        No hace falta mami – le dije

-        ¿No tenés a nadie que te limpie un poco o te lave la vajilla?  – decía ella con una sonrisa enigmática

-        No, pero voy a buscar

Entramos al edificio y subimos al ascensor. Mi madre me agarró y me besó con pasión de una manera totalmente desesperada

Busqué las llaves y abrí la puerta. Cuando entré no pude creer lo que veía al final del departamento, más precisamente en la pileta de cocina: Estaba Natalia, mi hermana, completamente desnuda, parada sobre sus tacones rosa chicle lavando los platos, o haciéndose la que lo hacía.

Me giré a mirar a mi mamá y ella se sonreía. Natalia se giró y dijo:

-        Justo había venido a ayudarlo a mi hermano

-        Mmmmm y te sacaste la ropa para no mojarte? – reía mi madre

-        Siiii, como sabías? – reía mi hermana ahora

-        Mmmmm, mirá que buena tu hermana, tanto que peleaban antes! – decía mi madre

-        Hola, hermanito

Mi hermana ahora caminaba hacia mí completamente desnuda, totalmente depilada y moviéndose de una manera muy sensual.

Yo estaba de una pieza, no podía moverme. Mi hermana me dio un beso en la boca delante de mi madre. Yo no podía creer lo que estaba viviendo. ¿Qué era toda esta locura?

Empecé a pensar y mi hermana no tenía llaves de mi departamento, pero mi madre sí. Entonces me imaginé que esto estaba planeado por ambas. Estaba dándome cuenta cuando miro que ellas se saludan

-        Hola, mi amor – le dice mi mamá

-        Hola mami – dice mi desnuda hermana

Ahí mismo se dieron un beso de lengua como dos amantes durante unos segundos y como si estuviera ensayado un hilito de saliva las unía al separarse. Mirándome las dos a los ojos me dijeron

-        ¿Te gusta la sorpresa?  – y volvieron a besarse

-        Me encanta – alcancé a balbucear

-        Mmmmm – mi hermana y mi madre me besaban ahora entre las dos

Nunca había experimentado el beso de a tres personas y me volvió loco. Y que esas dos personas sean mi madre y mi hermana, lo hacía todo mucho más excitante y morboso

Mi madre, como no podía ser de otra manera, llevó la voz cantante y empezó a dirigir lo que sería un trío inolvidable en mi vida

-        Vamos a chuparte la pija entre las dos

Yo escuchaba eso en boca de mi madre y no podía creerlo. Encima la otra persona era mi hermana.

-        Queres? – decía mi hermana ante mi cara de perplejidad

-        Si si – intentaba reaccionar yo

Mi hermana se puso a desnudar a mi madre y entre las dos comenzaron a desnudarme a mí. No pude llevarlas a la habitación porque se arrodillaron en la alfombra del living y comenzaron a chuparme la verga entre las dos

Era un espectáculo maravilloso ver cómo me chupaban la pija alternándose entre ellas. La sacaban de la boca y me pajeaban mientras se besaban las dos. Subían y bajaban por el tronco una a cada lado. Una me chupaba los huevos y otra la verga. Me miraban a los ojos y me decían cosas muy excitantes, potenciándose una con la otra

-        ¿Te gusta que te chupemos la pija?  – decía una

-        ¡Que mamá y que hermana putas que tenés!  – decía la otra

-        Aghhh me encantan, las amooooo!  - les decía yo agarrándoles las cabezas

-        Mmmmm, que pija más rica, hijo!

-        Mmmmm, me la trago toda, hermanito

-        ¿Nos vas a coger a las dos?  – me preguntaba mi madre

-        Siiiii cogenos a las dos! – pedía mi hermana

Fue entonces cuando quise tomar un poco las riendas del asunto y las obligué a ponerse de pie besándolas en la boca a cada una. Era hermoso sentir el sabor de mi propia pija en sus bocas.

-        Vamos al cuarto – dije

-        Siiiiii – gritaron ellas divertidas

Verlas a las dos corriendo desnudas delante de mí fue un cuadro que ningún museo de Europa podrá superar. No las miré, las contemplé. Caminé despacio y llegué a mi habitación

Sobre la cama estaban las dos completamente desnudas y mirándome expectantes. Se sonreían nerviosas y me preguntaban

-        ¿A quién te vas a coger primero?

-        Me gustaría tener dos pijas para poder cogérmelas al mismo tiempo

-        Empezá por mamá que te la cogiste menos que a mí – dijo mi hermana divertida

-        Dale – dije yo

Mi mamá no dudó y se acostó boca arriba abriendo sus piernas. Yo no demoré en colocarme en posición de misionero y la penetré sin dudar.

-        Aghhhh – dijo mi madre y su grito fue ahogado por un beso pasional de mi hermana

-        Mmmmm – yo bese a mi madre en la boca y luego a mi hermana que estaba acostada a nuestro lado

-        Mmmmm cogeme, hijo! – decía mi madre

-        ¡Me encanta cogerte mami!  – le dije

-        Chupame las tetas también – dijo mi madre y me abalancé sobre su pezón izquierdo

-        Mmmmm – mi hermana hacía lo propio con el derecho

-        Aghghhhhh, voy a acabar – decía mi madre

-        Siiii mami – le decía mi hermana

-        Chúpenme los pezones con fuerza que acabo

Yo me concentré en chupar el pezón y en cogerla con muchas ganas, embistiéndola con suavidad y sin perder el ritmo, concentrándome en que mi bajo abdomen se frotara con su inflamado clítoris.

Fue así como empezaron a escucharse sus jadeos, cada vez más frecuentes y contundentes

-        Aghh ahh ahhh ahhhhhh – gemía mi madre

-        Mmmmm – mi hermana chupaba su pezón con mucha fuerza

-        Aghhhh aghhhh ahhhhhhhhh estoy acabandooo – gritaba ahora mi madre

-        Mmmmm siiiii – decía yo

-        Aghhhhh ahhhhhh – acababa mi mamá

-        Mmmmm, mis dos hijos me hacen acabar, que ricoooooo! – decía ella muy perversa

Mi hermana me miró a los ojos y nos lanzamos a besar en la boca a nuestra madre. Ella nos recibió con amor y nos fundimos en otro de los tantos besos de tres de esa caliente jornada

-        ¡Ahora cogeme a mí, por favor!  – dijo mi hermana

-        Si – ordenó mi madre

-        Acóstate que me quiero poner arriba – me ordenó mi hermana ahora

Me acosté y mi hermana me montó con decisión. Sabía bien lo que quería, lo que buscaba. Se sentó a horcajadas sobre mi cuerpo y no dudó en agarrar mi pija con la mano y metérsela ella misma en la concha.

Yo, por mi parte, me incorporé para besarla en la boca y nuestra madre de rodillas a nuestro lado se fundió en el mismo beso. Luego me volví a dejar caer de espaldas y mi hermana comenzó su sensual movimiento, el cual ya conocía a la perfección

Mi madre le chupó las pequeñas tetas, los rosados pezones y se fue detrás de ella. Yo la miraba a mi hermana. Estaba colorada de cara, producto de la excitación y sus pechos pequeños, blancos y turgentes coronados por unos pezones rosas eran hermosos

Puede sentir algo diferente que acariciaba mi pija cuando estaba fuera de la concha de mi hermana. Era la lengua de mi madre que jugaba con ella.

Entonces siento que mi hermana dice:

-        Ayyy seeeee mami, seeee chupame el culo así

Evidentemente mi madre jugaba con su lengua en el ano de mi hermana y de a ratos en el tronco de mi pija provocándonos a ambos un placer extremo.

-        Acabemos juntos Nati – le pedí a mi hermana

-        Aghhhh ahhhh siiiii – decía mi hermana

Yo agarré a mi hermana de los glúteos y los abrí. Sin dudar le pedí a mi madre que le chupe el culo a Nati

-        Chupale el culo a tu hija! – le ordené

-        Si mami, dale que estoy por acabar

-        Aghhhh Mmmmm – chupaba mi madre

Fue mi madre la que en un momento me chupó unos de mis dedos y agarró mi mano para que el dedo se meta en el culo de Natalia, mi hermana

-        Aghhhhhh ahhhhhh – gritó mi hermana cuando sintió la penetración anal

-        Mmmmm – la besé en la boca

-        Aghhhh acabooooooo aghhh ahhhhh – gemía de pasión mi hermana

-        Aghhh ammmm ahhhh ahhhhh, yo también – les dije y metí mi dedo bien profundo en el culo de mi hermana

-        Aghhhh ahhhhhhhhh – mi hermana convulsionaba de placer

-        Mmmmm – mi mamá le abría el culo a mi hermana

-        Aghhh aghhh ahhh ahhhh ahhhhh – mi pija se sacudía dentro de la concha de mi hermana llenándola de blanco y espeso semen

-        Ahhhhh ahhhh siiiii lléname de leche – decía mi hermana

Mi pija se movía a latigazos dentro de la húmeda caverna de mi hermana. Mi madre ahora le chupaba el culo a ella, la pija a mí y decía

-        Quiero tomarme la leche de mi hijo directo de la concha de mi hija

-        Uffff que morboso – dijo mi hermana

-        Me encanta siiii – decía yo

Mi hermana se levantó apenas y un chorro de semen empezaba a caer. Dio un espacio para que la cabeza de mi madre entrara y comenzara a chuparle la concha

Era hermoso ver a mi madre tomándole mi leche desde la concha de mi hermana. Esa imagen la voy a tener guardada para mí durante mucho tiempo. Estoy seguro

Después de chuparle la concha a mi hermana fue por mi pija y la chupó largo rato. Más tarde vino a acostarse con nosotros dos

No pude aguantarme las ganas de preguntarle cómo habían arreglado todo. Dijeron que desde que mamá supo que mi hermana y yo cogíamos que habían tenido ambas la fantasía de estar conmigo juntas.

No podía creer que una persona pueda ser tan dichosa

 


 (continuará…)

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