Historia en curso...

Mi hermana Belén

  Belén, mi hermana, siempre fue muy exhibicionista. De mostrarse mucho en redes. Su perfil, publicaciones y stories eran un verdadero infie...

Mamá caliente (20)

 


María entró con miedo, pero por suerte al instante se dio cuenta de que su marido no había dicho nada y se saludó con ellos tranquilamente. El susto había pasado, pero ¿cuánto tiempo iba a poder seguir así con ese nivel de stress?

Al otro día, María tomó una resolución. No pensaba hablarlo con nadie, pero de a poco iba a intentar volver a la normalidad en cuanto a sus relaciones afectivas. Lo primero era volver a coger solamente con su marido, con cualquier tipo de fantasías cuando estuvieran juntos, pero nada más. Con Luciano, sería más fácil enfriar todo ahora con su padre en la casa y que tenía a Sofía más dispuesta para coger.

No parecía que iba a ser tan sencillo ya que Luciano llegó y la abrazó de atrás apoyándola. Ella se giró y lo miró con severidad.

-        Lucho, tenemos que hablar

-        ¿Qué pasa?

-        Necesitamos parar un poco con nuestros juegos

-        ¿Porque?

-        Porque tu papá me parece que sospecha, se le ocurrió en el momento eso

-        ¿SI?

-        Si, aparte ahora Sofía está más dispuesta, aprovechá un poco

-        Yo quería…Luciano se acercaba

-        ¡No! María se fue para atrás y lo detuvo

-        Bueno, está bien

Listo. Con Luciano parecía haber encarrilado las cosas. Con Sofía, no iba a haber problema ya que le escribió y le explicó todo por WhatsApp

-        ¡Hola Sofi!

-        Hola Meri

-        Escucha este audio que te mando y luego lo borro por seguridad

Le envió un audio contándole que el padre de Luciano las había visto y sabía todo y que a partir de ahora debían retomar la relación suegra novia de hijo como si nada hubiese pasado. A los 10 minutos le borró el mensaje a Sofía.

-        Me voy a morir de vergüenza cuando lo vea a Sergio, escribió Sofía

-        No tenés porqué, entendió todo y hasta lo calienta la situación, pero no está para jugar con eso

-        Ah bueno, ¿lo tomó bien?  segura?

-        Si, zafamos bastante

-        Sí, me quedé paralizada cuando escuchaba el audio

-        Bueno, borrá todo, y ahora no quieras completar la familia cogiéndote a mi marido, ¡eh! Le dijo Meri y atrás le mandó un JAJAJA para dejarla tranquila

-        Bueno, si me lo pedís, jajajaja

-        Borrá todo, la advirtió Meri

-        Si

Listo, estaba todo encaminado a una supuesta tranquilidad y volver todo a los carriles de la familia que eran. Sobre todo, ella podría volver a esa vida sin riesgos de ser descubierta. Es verdad que últimamente el sexo y la adrenalina la excitaban y la ponían muy a tono, pero debía calmarse. Era necesario. Por otro lado, pensaba en la pija de Luciano, en la concha de Sofía y en las cosas que hizo con Florencia, su amiga, y se volvía a excitar. Así transcurrió con normalidad la tarde.

Llegaba la hora de la cena y los reunía a los tres integrantes de la familia, pero afortunadamente el diálogo se centró en el viaje a New York de Sergio, de las cosas que compró en el free shop y así volvieron a pasar un momento en familia los tres juntos

Pasaron unos días, cuando un día María pasa por el cuarto de Luciano y siente ruidos, se acercó porque se imaginó que estarían cogiendo, pero no, lo que escuchó fueron llantos y sollozos por parte de Sofía. Se acercó aún más a la puerta y pudo saber que la madre de Sofía estaba atravesando un mal momento económico y se veía obligada a mudarse y cambiar a la novia de su hijo de colegio. No podía afrontar estos gastos y tomó la drástica decisión.

Los padres de Sofía se habían separado hace un tiempo. El padre luego de eso se fundió y le pidió a Eugenia, la madre de Sofía, vender la casa. Desde hacía tiempo que no le pasaba dinero y Eugenia fue comiéndose los pocos ahorros que le quedaban.

Eugenia, la madre, era una réplica de Sofía con 22 años más. Muy linda y bien cuidada, pero con el rictus de amargura que cruzaba su rostro debido al mal momento que estaba atravesando le daba un dejo de seriedad que asustaba realmente. Andaba todo el día trabajando de traductora y ganaba realmente muy poco como para mantener todo. El colegio de Sofía y Luciano era un colegio bilingüe caro y ya no iba a poder mandarla más, aunque quedara muy poco para terminar.

Esa noche María quedó muy apesadumbrada y tocó el tema en la cena con su hijo y su marido. Luciano explicó muy bien la situación diciendo que era peor de lo que suponía María. Estaba con deudas en el colegio y le habían dado un ultimátum para que la retire a Sofía. Ante la sorpresa de Luciano y María, Sergio tomó la palabra

-        Sofía va a terminar el colegio ahí, dijo cortante

-        No, pa, dijo Luciano, debe 6 cuotas y no tiene como pagarlas

-        Yo voy a ir a hablar con el colegio si es necesario. No se va a cambiar justo ahora

-        ¿En serio, pa?

-        ¿Estás seguro?, quiso saber María

-        Les tengo que contar algo, dijo Sergio

María y Luciano lo miraban seriamente y muy intrigados. Nunca habían visto a Sergio tan lanzado a contar algo así de repente

-        Volví antes de NY, el negocio que fui a cerrar finalmente no lo concreté porque surgió otra cosa mucho mejor y ahora puedo darme el lujo de ser como una especie de benefactor de la novia de mi hijo

-        No me habías dicho nada, dijo María

-        Sos un genio, pa!

Luciano dio la vuelta a la mesa y abrazó a su padre.

Sergio ni siquiera fue al colegio, llamó por teléfono y pidió hablar con el director, a los 25 minutos ya estaba en una videoconferencia con el director y el representante legal. A los 50 minutos

-        Miren, lo de la alumna Sofía va a ser incobrable para ustedes, de modo que les ofrezco esto.

En resumen, Sergio finalizó la reunión y había pagado: la deuda de Sofía, el resto del año de ambos con un descuento importante, muy importante. Siempre tuvo una habilidad tremenda para negociar y supo que ese era el momento justo.

Pidió que por favor no le dijeran nada a la madre de Sofía ni a la alumna que él lo comunicaría. Al rato, le escribió un mensaje a María

-        Ya está

-        ¿Qué cosa? Preguntaba María sin entender

-        Ya pagué todo el colegio

-        ¿De Luciano? María no se animaba a preguntar por Sofía

-        De los dos, más la deuda de Sofía

-        No te puedo creer

-        Era lo que correspondía

-        ¿?

-        Después de lo que hiciste y de ver lo bien que se comportó la niña últimamente pese a todo esto, debo reconocer que se merece este tipo de ayuda

-        Sos un amor, decía María encantada de la actitud que tomaba su marido

-        No permitas que ella te lo agradezca personalmente, escribió Sergio

-        No me des ideas

-        De hacerlo, hacelo conmigo ya que fui yo quien pagó todo

-        ¿Te calienta imaginarme con la pendeja y con vos? Escribió María

-        Mucho, se me para la pija de pensarlo

-        Mmmmm y yo me mojo, le dice María

-        ¿Estás muy putita o me parece?

-        Las dos cosas, jajaja

-        Jajaja esta noche te agarro, le dijo Sergio

Esa noche volvieron a coger con María y fantasearon nuevamente con un trío con Sofía. Sergio íntimamente pensaba que nunca se le daría.

Cuando Luciano le contó a Sofía, esta no pudo más que ponerse a llorar a moco tendido. Luciano se preocupó porque no paraba. Al rato, lo miró y lo besó.

-        Tu papá es un genio

-        Sí, es un gusto que quiso darse

-        Pero es mucha plata.

-        Él la tiene.

-        Pero…

Luciano la calló con un beso y terminaron cogiendo en su cuarto los dos completamente desnudos. Sofía miraba a la puerta, pero nadie apareció esta vez.

A los dos días, Sofía se moría de vergüenza con lo que imaginaba, pero sentía que debía hacerlo. Le preguntó a Luciano haciéndose la que lo hacía por curiosidad y este terminó contándole todo con detalle inclusive. Sofía se dispuso a ir a visitar a Sergio y agradecerle personalmente antes de contarle a su madre.

Sergio estaba en su oficina y lo llaman de la puerta de entrada diciendo que una joven quería verlo. Cuando preguntó quién era se sorprendió al saber que era Sofía, la novia de su hijo. Le ordenó que la acompañaran a la oficina de él y a los dos minutos apareció por la puerta

Venía vestida de uniforme de colegio y con una sonrisa ruborizada en su rostro. Era realmente hermosa. Sergio la contemplaba como a un cuadro. Ella lo miró y le dijo

-        Perdón por venir así, de golpe

-        ¿Pasó algo?  preguntó Sergio alarmado

-        No, no, se apresuró ella

-        ¿Y entonces? ¿A qué debo el motivo de tu visita?

-        A agradecerle…

-        No, no, no

-        Es que…Sofía se sorprendió de la negativa rotunda de su suegro

-        ¡Pará! ¡Pará!, tuteame Sofía!

-        Si, perdón, bueno, venía a agradecerte por lo que hiciste por mí en el colegio

-        No tenés nada que agradecerme, Luciano te quiere mucho y María…

Sergio se detuvo después de nombrar a María. Por primera vez se encontraba a solas con la chiquilla esta y sobrevolaba el tema de ella y su esposa y esa sesión de sexo que habían tenido

-        Bueno, con respecto a eso, yo….

-        No tenés que decir nada

-        Es que yo me siento…

-        No tenés que sentirte nada, sos muy chica y María es la responsable

-        Es que yo…

-        ¿Vos qué?

-        Yo también la busqué a ella y bueno…

A Sergio se le estaba empezando a parar la pija. La veía a esa jovencita con esa cara inocente y al mismo tiempo la imaginaba chupándole la concha a su mujer y la pija a él

-        Es que es normal que a tu edad quieras experimentar

-        Sí, me gusta mucho…

-        ¿Qué cosa?

-        El sexo, dijo ella y agachó la cabeza

-        No tenés que tener vergüenza

-        Es que vos fuiste tan bueno conmigo y yo…

-        ¿Vos qué?

-        Yo estuve con tu esposa…

-        Y eso está bien, ya pasó, decía Sergio cada vez más caliente teniendo enfrente a esta chiquita ardiente

-        Pero te debe haber molestado, ¿no?

Sergio la miró a los ojos y sintió en sus pupilas la llama del deseo sexual que se enciende. Se preguntó a sí mismo ¿Por qué no? Y le salió naturalmente la respuesta

-        Un poco sí, pero también me…

-        ¿También qué? Quiso saber ella

-        También me calentó mucho cuando ella me contó

-        Ah, ¿sí?

Sofía usó un tono muy sensual en esa pregunta. Estaba muy caliente y encima se sentía en deuda con Sergio. Si él se lo pedía era capaz de cualquier cosa.

-        Si mucho, lo recuerdo y…

Sergio cortó la frase ahí, no se animó a decirlo. Fue Sofía la que acudió a él para ayudarlo a dar ese paso.

-        Lo recordás y… ¿qué pasa?

-        Se me para la pija, le dijo su suegro totalmente lanzado

-        Mmmmm, dijo Sofía y le sostuvo la mirada

-        Queres ver?

-        ¿Acá? Preguntó ella

-        Si, nadie entra a mi oficina sin preguntar

-        ¿Podes cerrar la puerta? A Sofía le gustaba ser vista, pero le pareció mucho y muy fuerte la situación

-        Si, hermosa

Sergio se levantó y una carpa se dibujaba en su pantalón. No hizo ningún ademán para esconderla. A Sofía se le iba la mirada. Él no volvió donde estaba, sino que se paró frente a ella, que seguía sentada y acercándole el bulto le dijo

-        ¿Porque no te fijas vos misma?

-        A ver, dijo Sofía

-        Mirá, dijo Sergio

Ansioso como estaba, se desabrochó el cinturón, el botón y se bajó el cierre. Acto seguido, metió la mano en su prenda interior y sacó la pija. A Sofía le pareció linda, más chica que la de su novio, por supuesto, pero de un tamaño perfecto. Ella había visto muchos videos de chupadas de pija y creía que esta vez si iba a poder metérsela toda en la boca.

Ella la agarró con la mano y sin dejar de mirarla abrió la boca y se le metió casi toda en la boca.

-        Aghhhhh, suspiró Sergio

-        Mmmmm, te gusta?

-        Me encanta, hermosa

-        Bueno, entonces sigo, dijo traviesa

Sofía comenzó a chuparle la pija con ganas. Indudablemente no tenía experiencia, pero el solo hecho de tener a una jovencita en uniforme de colegio sentadita en su oficina chupándole la verga, lo calentaba de una manera increíble

Sergio le acariciaba el pelo y la cara. Ella levantaba la vista y lo miraba, pero nunca dejaba de chuparle la verga. Él estaba para acabar en cualquier momento, fue por eso que le dijo:

-        Vení, acostate en el escritorio

-        ¿Qué me vas a hacer?

-        Te voy a chupar la concha…

-        Mmmmm, ¿sí?

-        Si, vení

Acomodó a Sofía arriba del escritorio le levantó las piernas y le sacó la blanca e inocente bombachita que fue rodando por sus piernas hasta hacerse un bollo entre sus manos. Le abrió lentamente las piernas y se quedó contemplando la hermosa y rosada concha de la jovencita.

-        ¿Te gusta? Preguntó ella

-        Me encanta

-        ¿Si?

-        Ahora entiendo a mi mujer y a mi hijo

-        ¿Por?

-        Sos hermosa, te voy a chupar la concha mucho tiempo

-        ¿Si? ¿Mucho?

Lo dijo y lo cumplió. Estuvo chupándola mucho tiempo, cada vez que sentía que ella estaba por acabar, cambiaba la posición de la lengua y el ritmo para luego volver a llevarla al extremo. Cuando él quiso mantuvo el ritmo y cuando ella no se lo imaginaba, él siguió por ese camino y el orgasmo se precipitó

-        Aghhhhh aghhhh, gritó ella

Él le puso la mano en la boca para callarla. Ella cayó en la cuenta de que estaban en la empresa de él y no en un lugar totalmente privado. Cuando se recompuso lo miró y le pidió

-        Cogeme, Sergio

-        ¿Si?

-        Si, ¡cogeme ya!

-        Aghhhhh. Dijo él

Empezó a cogérsela, primero, despacio y suavemente, después, más enérgicamente y con fuerza. A los diez minutos ella estaba por acabar y le dijo

-        Voy a acabar de vuelta

-        Yo también voy a acabar

-        Mirá que no me cuido

-        TE voy a acabar los pelitos de la concha

-        Aghhhh ahhhh agggggggg acabooooooo, dijo ella

Él sacó la pija y antes de largar el primer chorro, pasó la punta de la verga por el clítoris inflamado de la pequeña y la hizo estallar más aún.

-        Aghhhh ahhhh ahhhhhh

Él le acabó en los pelos del pubis y después de hacerlo jugó con la punta de la pija en la zona más sensible de ella haciéndola estremecer de placer

-        Gracias, le dijo ella

-        Gracias a vos

-        No, en serio, es mucho lo que hiciste por mi

-        No tenías que hacer esto, le dijo él

-        Esto no tiene nada que ver

-        ¿No?

-        No, te juro que vine solo a agradecerte y a pedirte disculpas por lo mío con Meri, pero en un momento me dije que quería que me cojas

-        ¿Así nomás?

-        Si, así nomas

Ambos se recompusieron y al rato Sofía estaba bajando a la calle acompañada por Sergio y volviendo a su casa.

Al otro día, Sofía esperaba encontrarse a su madre como siempre, con su gesto de tristeza y preocupación que le cruzaba el rostro constantemente, pero no, esta vez vio a su madre completamente cambiada. Esta vez le pareció ver a otra persona que aquel ser amargado que veía últimamente.

-        Hola mami, ¿todo bien?

-        Sí, todo bien, por suerte

Vio a su madre hecha una diosa, hacía mucho tiempo que no la veía así. Vestía una falda negra muy ajustada y una camisa blanca semitransparente que dejaba adivinar debajo un conjunto de encaje, también blanco. Lucía unos stilettos negros de tacón bien alto. Estaba con el cabello recogido y los pechos parecían a punto de explotarle. La cola también se veía perfecta en esa ajustada pollera. Era una auténtica mujer y Sofía se sentía orgullosa de ella por verla así

-        ¡Que diosa que estas, mami!

-        ¡Gracias, mi amor!

-        ¿Cuánto hace que no te vestías así?

-        Años, creo

-        Por suerte te entra todo

-        Si

-        ¿Y se puede saber a qué se debe semejante atuendo?

-        A que voy a ir al banco a averiguar por un crédito

-        Ah

La decepción invadió la cara de Sofía y su madre lo notó inmediatamente

-        Crees que no me lo van a dar, ¿no?

-        No sé, con probar no perdés nada, ¿no?

-        Claro, dijo la madre

Eugenia mordió una tostada y se fue. Se miró en el espejo antes de salir de su casa y se vio hermosa como hacía mucho tiempo no se veía. Se desabrochó el botón de la camisa y salió hacia el banco.

En resumen, el raid por el banco no fue satisfactorio desde el punto de vista del crédito. Ni bien entró, un ejecutivo se le acercó para ver en que podía ayudarla. Se les iban los ojos a las tetas de Eugenia. Ella aprovechaba y se exhibía sin pudor y colaboraba en el juego. Él le quiso sacar información y ella le contó que estaba separada. Cuando fueron al punto del crédito, él se excusó diciendo que no iba a ser posible.

Volvió a su casa llorando.

Al llegar, Sofía la recibió con una sonrisa de oreja a oreja para tranquilizarla.

-        No me lo dieron, dijo abrazando a su pequeña hija y apoyando sus pechos en los de ella

Eugenia sollozaba y se lamentaba

-        Ya sabía, mami, pero te veía tan ilusionada que no quise decirte

-        ¿Si?

-        Sí, pero no importa

-        ¡Sí importa! Tu colegio, Eugenia volvía al llanto

-        Eso ya está solucionado

-        ¿Que?

-        Si, tal como oís, está so lu cio na do

-        ¿Porqué? ¿Como?

-        Sergio, el papá de Luciano ya pagó todo el colegio

-        ¿Cómo todo?

-        TO DO, Sofía mantenía el suspenso

-        ¿Todo? ¿Toda la deuda? Eugenia no podía creerlo

-        No, mas

-        ¿Cómo más?

-        Toda la deuda y lo que resta hasta que termine

-        ¿Porque?

-        Porque Luciano se lo pidió…Sofía no quiso entrar en detalles

-        Pero es mucho dinero…

-        Lo sé, pero quiso hacerlo

 

(continúa acá)

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