Historia en curso...

Mi hermana Belén

  Belén, mi hermana, siempre fue muy exhibicionista. De mostrarse mucho en redes. Su perfil, publicaciones y stories eran un verdadero infie...

Mamá caliente (21)

 


Eugenia, la madre de Sofía, luego de la decepción de su paso por el banco, decidió que iría, en primer lugar, a agradecerle al padre de Luciano por todo lo que había hecho pagando el colegio de su hija. También pretendía comprometerse a devolverle esa suma. Y en cuanto éste aceptara, le pediría que la ayudara a salir como garante en algún tipo de crédito para pagarle la mitad de la casa a su ex marido. Estaba cavilando sobre ir con él o con su esposa, quienes suelen tener más injerencia en estos casos, cuando un golpe en la puerta la hizo salir de su pensamiento, era Sofía, que entraba con Luciano a los besos. En el momento, no supo por qué no les avisó que estaba y se quedó quieta detrás de la puerta entornada. El diálogo entre los adolescentes era de lo más caliente

-        Te quiero coger, le decía Luciano

-        Y yo quiero que me cojas, decía ella

Detrás de la puerta, Eugenia estaba, por un lado, indignada a raíz del comportamiento de su hija y, por otro lado, caliente al escuchar ese diálogo.

-        Vamos a tu cuarto, dijo él

-        No, vamos al de mi mamá, así estamos más cómodos

-        ¿Segura?

-        Sí, esperá que le mando un mensaje para ver por dónde anda

Eugenia entró en pánico, pero rápidamente puso su celular en silencio y al instante apareció el mensaje de su hija

-        Hola Mami

-        Hola, mi amor, le escribió Eugenia con manos temblorosas

-        ¿A qué hora venís?

-        Dentro de dos horas, maso, ¿por? Mintió Eugenia

-        No, por nada, iba a invitar a Luciano

-        Ojo, lo que haces

-        Si si

Siempre habían sido cercanas, pero Eugenia se comportaba con una rigidez extrema con su hija. Creía que así la iba a llevar por el buen camino y no se daba cuenta que el mundo de prohibiciones al que la sometió, solo hizo que Sofía tuviera más deseos que nunca.

Si Eugenia supiera que en pocos días su hija había tenido relaciones con su novio, con la madre de Luciano y con el padre también, no lo hubiese creído.

Aguzó el oído y lo que escuchó la asombró por completo

-        Te quiero coger en la cama de mi mamá, dijo Sofía

-        No sabía que tenías esa fantasía

-        Sí, quiero hacerlo en su cama

-        ¿Por qué?

-        Porque sé que ella es calentona como yo, solo que se hace la puritana

-        ¿Cómo sabes eso?

-        Porque sé que mira porno y lee relatos eróticos

-        ¿Si? ¿La viste?

-        Le vi el historial de la notebook

Eugenia estaba roja de vergüenza, aun cuando no la veían. Siguió sigilosamente a los chicos y pudo asomarse cuando Sofía y Luciano se besaban y desnudaban en su cuarto. Estuvo mirando unos diez minutos en los cuales los jóvenes se desnudaron por completo primero, para luego chuparse por completo el uno al otro. Parecía una escena armada, tal era la sensualidad y serenidad con la que se movían. Eugenia veía a su hija completamente desnuda y recordaba su juventud y sus cogidas con su novio del secundario. Lo que no se imaginaba, era que iba a ver el tremendo pedazo de pija que cargaba Luciano. Su concha era un lago y su cuerpo vibró.

Tal fue la sorpresa, que dio un paso hacia atrás haciendo un mal movimiento que la hizo trastabillar y hacer un ruido. Los jóvenes se asustaron y Sofía desnuda como estaba se asomó y vio a su madre en la puerta.

-        ¡¿Mamá?!

-        Sí, que estaban haciendo

-        Nada, bueno… dijo Sofía

-        ¿Nada?

Eugenia avanzó hacia la puerta y entró en la habitación. Los dos jóvenes desnudos la miraban avergonzados. La mezcla de sentimientos era extraña. Por un lado, estaba excitada de verlos coger y le hubiese gustado ver más, pero, por otro lado, sentía que como madre debía imponerse en esta situación.

-        Bueno, mami, estábamos por…

-        Ya veo, dice mirando a Luciano, que se tapaba la pija como podía con las manos

-        Es que…a Luciano no le salían las palabras

-        No hace falta que te tapes, dijo Eugenia, ya te vi antes

Luciano no supo porque, pero separó las manos y su verga venosa se movió apenas para ser observada con detenimiento por su severa suegra

-        ¿Me puedo vestir yo, mami? Dijo Sofía

-        No, ahora quiero verlos, quiero que sientan al menos un poco de vergüenza

-        Mami, ¿que queres ver?

-        Solo esto, a ustedes dos…

Eugenia, la agarró de la mano a Sofía e hizo que dejara de taparse. Se sentía mojada de ver a su hija y a su yerno desnudos.

-        Veo que tiene muy buena…Eugenia miró la pija de Luciano

-        Sí, mami

-        ¿Y eso te entra todo?

-        Sí, ya probé y me entra todo, Sofía quería hacerse la superada

-        Te debe haber dolido…

-        Y eso no es nada, dijo Sofía

-        ¿Porque? Preguntó curiosa su madre

-        Cuando se para del todo es más grande

-        SI, ya la vi recién

-        Mami, ¿nos estabas espiando? Pregunta Sofía

-        Un poco, reconoce Eugenia y se ruboriza de excitación

Eugenia siente como el deseo poco a poco empieza a crecer en ella. Sabe que no puede hacer nada. Son su hija y el novio, pero no puede controlarlo. Para colmo, a Luciano se le empieza a parar la pija y es percibido por las dos chicas.

-        Uy se le está parando de vuelta, dice Sofía mirándolo y mirando a su madre

-        Perdón, quiere esbozar Luciano

A Eugenia los pezones la delatan por completo y Luciano se da cuenta. La mira a su suegra a los ojos y baja la mirada hacia las duras y paradas tetas de ella. Sofía ve como ellos hacen contacto visual y se miran con deseo. Se siente celosa y excitada. Es su madre y su novio, pero no dejan de ser dos personas calientes y la pija de su novio está cada vez más hermosa

-        ¿Viste cómo se le pone, mami?, Sofía estira una mano y la agarra

-        Sí, veo, dice Eugenia con la voz temblorosa

-        Aghhhh, suspira Luciano

-        Mirá, dice Sofía y comienza una lenta paja

-        Bueno, me parece que los voy a dejar, dice Eugenia

-        Podes quedarte, dice Sofía

-        No me parece…dice contrariada su madre

-        A mí no me molesta, dice Luciano y le mira las tetas a Eugenia, cuyos pezones parecen a punto de explotar

-        Es que…Eugenia no sabe que decir

Luciano mira a Sofía a los ojos y la ve llena de deseo. Sabe que puede darse. Él estuvo con su madre, ¿Por qué no podía su suegra al menos mirar a su hija? Era perverso, pero la mirada de lujuria de ambas, las delataba

Sofía, por su parte, no podía creer que su madre, tan severa y exigente, tuviera la mirada tan centrada en la verga de su novio y alternara con sus tetas.

-        ¿Te gusta, mi amor?, le dice Sofía a Luciano mientras lo pajea

-        Me encanta, dice Luciano y mira a Eugenia

-        Mejor, me voy

-        Esperá, mirá, le dice Sofía y se arrodilla a chupársela a su novio

Es increíble para Luciano y Eugenia, presenciar la soltura con la que Sofía, esa nena delicada y dulce, ahora se arrodilla y se corre el pelo mientras agarra con firmeza la verga de su novio

-        Aghhhh, se le escapa a Eugenia

No puede reprimir el gemido y una mano recorre sus tetas duras. No se quiere ir. Eugenia quiere quedarse a mirar a su hija y su novio.

Sofía la mira a su madre y abre la boca y se mete la pija adentro. Empieza a subir y bajar con su cabeza.

-        Mmmmm, Luciano la mira y le acaricia el pelo.

-        Aghhhhh, gime Eugenia mirando

-        ¿Te gusta mirarnos, mami? Le dice Sofía sacándosela de la boca

Luciano le mira las tetas a su suegra con descaro. Eugenia siente esa mirada y recuerda al empleado del banco que la miraba de la misma manera y decide desabrochar un botón para que su yernito pueda mirar mas

-        Mmmmm, sí, dice Luciano

-        ¿A vos también te gusta mirar? Lo desafía Eugenia excitada

-        Sí, dice Luciano y que no deja de mirarle las tetas

Eugenia se desabotona una vez más y el escote aparece generoso.

-        Mostrale las tetas, mami, le ordena Sofía que se saca la pija de la boca, solo para hacer ese escueto comentario

-        No sé, ¿te parece?

-        Sí, mostráselas. Ordena Sofía

-        ¿Vos queres vérmelas? Pregunta excitada Eugenia mirando a Luciano

-        Si, por favor

-        Mmmmm, que educado…

Eugenia se saca la camisa y queda con un sujetador de encaje transparente en donde pueden traslucirse los pezones rosados como los de su hija. Las tetas están operadas y por eso se ven más grandes y espectaculares que las de su hija. Lleva las manos hacia atrás y se desabrocha el corpiño y lo deja caer exhibiéndose, no sin pudor, ante los jóvenes

-        Uhhhh que dura se te puso, mi amor, dice Sofía pajeándolo ahora

-        Mmmmm, Eugenia gime y mueve las piernas rozándolas entre ellas

-        ¿Te gustan las tetas de mi mamá?

-        Sí, me encantan…

-        Ya te había visto mirándoselas otras veces, dice Sofía jugando

-        Ummmmm, Eugenia ahora se tocaba las tetas con descaro mirándolos a los dos alternativamente

-        Quiero que te toques mami…

Sofía subía la apuesta, se daba cuenta que los tres ya estaban para más. Luciano hace levantar a Sofía y la besa con pasión mientras le acaricia el cuerpo con desenfreno. Sofía colabora y se gira poniendo la cola en la pija de Luciano y agarrándole las manos y llevándolas a sus tetas.

-        Mirá las tetas de mi mamá y tocá las mías, dice

-        Mmmmm, dice Luciano

-        Me gusta verlos, dice Eugenia excitada

-        Tocate, mami, le dice Sofía

-        ¿Si?

-        ¡Si! Sacate toda la ropa

Eugenia, como si estuviese esperando la aprobación de su pequeña, comienza rápidamente a desvestirse quedando completamente desnuda. Para Luciano, no pasa desapercibido que su suegra tiene la concha totalmente depilada y que la bombacha es una tanguita muy pequeña que ahora está enrollada en el piso.

-        Vení más cerca, le ordena Sofía a su madre

-        ¿Si? Dice Eugenia contrariada

Se acerca a centímetros de su hija y ve como las manos de Luciano recorren las tetas y le besan en cuello

-        Vení más cerca…dice Sofía nuevamente

¿Qué pretende mi hija? Se pregunta Eugenia, pero no duda en hacerle caso. Como si adivinara la pregunta, Sofía toma una de las manos de Luciano y la coloca sobre la teta dura y pesada de Eugenia.

-        Mmmmm, gime Luciano

-        Mmmmm, gime Eugenia

-        ¿TE gustan las tetas de mi mami? Sofía perversa juega con Luciano

Eugenia no puede creer lo que está sucediendo. Intenta detenerse y detenerlos a ellos, pero no lo consigue

-        Me parece que esto se está …

-        ¿Se está poniendo lindo? Pregunta Sofía

-        Sí, dice Luciano que ahora con las dos manos acaricia las tetas de su suegra

Sofía da la vuelta y se pone detrás de su madre. Eugenia siente los pechos turgentes de su hija en la espalda y un escalofría la recorre. Sofi, agarra ahora las manos de Luciano para recorrer el cuerpo de su madre y lo acerca. La verga de Luciano choca contra la panza de Eugenia que no puede irse para atrás porque la tiene a su hija. Sofía ya tiene pensado cada paso y agarra una mano de su madre y la lleva a la pija de Luciano

-        No, esto no…Dice Eugenia y retira el brazo

-        Solo un poco mami, para que sientas lo dura que está

-        Ya puedo verla…

-        No, sentila, mirá

Sofía vuelve a tirar del brazo, que ahora cede un poco más y la mano de Eugenia ahora se aferra a la dura pija de Luciano y siente el calor y la firmeza bajo su mano. No se puede reprimir

-        Aghhhhh, suspira

-        ¿Viste? Dice Sofía

-        Siiiii, dice, y comienza una lenta paja

Sofía ve la mano de su madre moverse y está lista para un próximo paso.

-        Acostate Luciano, le ordena a su novio

-        Bueno, dice él y se acuesta en el centro de la cama

Eugenia ahí parada desnuda siente el vacío en su mano que antes tenía la pija de Luciano. Se siente como una niña a la que se le ha escapado el globo. Queda mirando a Luciano acostado con la pija apuntando al techo y espera la indicación, que a esta altura suena a orden o más bien a autorización de su hija, que no tarda en llegar

-        Vení, vamos a pajearlo entre las dos

-        Sí, dice Eugenia que estaba esperando eso

Se acuestan una a cada lado. Luciano las mira como contemplando un cuadro en un museo. Está actuando como en otro plano, no puede creer que todo esto está sucediéndole a él

Eugenia, sin dudarlo, vuelve a agarrar la dura verga y comienza una lenta paja. Sofía envuelve la mano de su madre y juntas pajean a su novio. La hija mira a la madre y le sonríe. La madre le sostiene la mirada. Siguen pajeando a Luciano. Sofía mira la pija y vuelve la mirada a la madre. Eugenia no quiere mirar la pija, está muy cerca. Sofía abre la boca y sin dejar de aferrar la mano de su madre que envuelve la pija comienza a chuparla. Su cabeza sube y baja, suelta la mano de su madre y esta sigue moviéndose sola. Sofía acaricia ahora los huevos de Luciano. Eugenia sigue pajeando y viendo como su hija chupa con deleite la verga hermosa de su yerno. Sin querer la caliente madre se pasa la lengua por los labios. Luciano la ve y acariciando la cabeza de Sofía dice:

-        Chúpenme la pija las dos…

-        Mmmmm, Sofía se la saca de la boca y agarrando la mano de su madre la acerca a la boca de ella

Eugenia niega con la cabeza y la boca cerrada.

-        No, eso es demasiado, dice

-        Dale, mami, si te morís de ganas

-        Sí, pero no, no está bien

-        Por favor, chupame la pija, dice Luciano

-        ¡Viste! Él quiere también, la alienta Sofía

-        No me parece…

-        No sabes lo rica que está, mami

Sofía vuelve a dar un chupetón y se la ofrece nuevamente a su madre. Sabe que debe ayudarla a dar ese paso y no sabe cómo. Sube con su cara y va a besar en la boca a Luciano y desde arriba ambos la miran con la pija en la mano. Sofía lo mira a Luciano y le dice

-        Tenés muchas ganas de que mi mamá te chupe la pija?

-        Siiii, muchas

Eugenia no puede más y se lanza a meterse la pija de su yerno en la boca comenzando una chupada de pija memorable. Luciano, que viene de experimentar cosas tremendas, aun no cae en que la madre severa y recta de su hija está chupándole la pija y con el arte que lo hace. Se vuelve loco y no sabe cómo hacer para no acabar.

-        Aghhhhh, gime Luciano

-        Mmmmm. Eugenia chupa y chupa

-        Mmmmm, siiii, mami, viste que hermosa?

-        Mmmmm, Eugenia asiente con la cabeza mirándola y sin sacarse ni un segundo la pija de la boca

Entonces fue que perdió todo tipo de inhibición y se lanzó a chupar como una poseída. Recordaba sus épocas en donde todos sus ex le decían que era una experta chupapijas y abriendo la boca lo más que pudo comenzó a tragar. Acariciaba los huevos. Se la sacaba de la boca y la lamía para volver a metérsela y chupar con desesperación.

-        Mmmmm, pará que voy a acabar, dice Luciano

Eugenia no podía parar. Sabía que hasta no sentir el semen en su garganta no iba a detenerse. Ya no le importaba que sea el novio de su hija ni que esta esté mirándola. Solo el semen en sus fauces la iban a detener

Luciano la miró a Sofía que miraba incrédula que esa persona fuese su madre. Eugenia se recogía el pelo, miraba a los ojos a los dos y volvía a chupar. Estaba seria, concentrada y sobre todo muy caliente. Nada podía detenerla

-        Voy a acabar. Dijo Luciano

Eugenia lo pajeo con más ganas y chupo mirándolo a los ojos

-        Aghhhhhhhhhh ahhhhhh ahhhhhhh

-        ¿Estas acabando? Preguntó Sofía

-        Siiiiii aghhhhh agggggg

Sofía miró en dirección a su madre que no dejaba de chupar y se sintió rara. Ella aún no se animaba a tragar y su madre lo hacía con el semen de su novio. Una mano fue a su concha que estaba hecha un lago y comenzó a tocarse…

-        Aghh ammmm mmmmmmm, Acababa Luciano

Eugenia primero sintió el latigazo del primer chorro en su paladar, después se acomodó mejor como solo ella sabía hacerlo, segundos más tarde tragaba y tragaba sin dejar escapar una sola gota para terminar dejando la pija de Luciano reluciente. Fue ahí cuando abrió los ojos nuevamente y volvió a la realidad de lo que acababa de hacer.

Se levantó, recogió su ropa y se fue corriendo de la habitación

 

(continúa acá)