Eugenia, la madre de Sofía, luego
de la decepción de su paso por el banco, decidió que iría, en primer lugar, a agradecerle
al padre de Luciano por todo lo que había hecho pagando el colegio de su hija.
También pretendía comprometerse a devolverle esa suma. Y en cuanto éste
aceptara, le pediría que la ayudara a salir como garante en algún tipo de
crédito para pagarle la mitad de la casa a su ex marido. Estaba cavilando sobre
ir con él o con su esposa, quienes suelen tener más injerencia en estos casos,
cuando un golpe en la puerta la hizo salir de su pensamiento, era Sofía, que entraba
con Luciano a los besos. En el momento, no supo por qué no les avisó que estaba
y se quedó quieta detrás de la puerta entornada. El diálogo entre los
adolescentes era de lo más caliente
-
Te quiero coger, le decía Luciano
-
Y yo quiero que me cojas, decía ella
Detrás de la puerta, Eugenia
estaba, por un lado, indignada a raíz del comportamiento de su hija y, por otro
lado, caliente al escuchar ese diálogo.
-
Vamos a tu cuarto, dijo él
-
No, vamos al de mi mamá, así estamos más cómodos
-
¿Segura?
-
Sí, esperá que le mando un mensaje para ver por dónde
anda
Eugenia entró en pánico, pero
rápidamente puso su celular en silencio y al instante apareció el mensaje de su
hija
-
Hola Mami
-
Hola, mi amor, le escribió Eugenia con manos
temblorosas
-
¿A qué hora venís?
-
Dentro de dos horas, maso, ¿por? Mintió Eugenia
-
No, por nada, iba a invitar a Luciano
-
Ojo, lo que haces
-
Si si
Siempre habían sido cercanas,
pero Eugenia se comportaba con una rigidez extrema con su hija. Creía que así
la iba a llevar por el buen camino y no se daba cuenta que el mundo de
prohibiciones al que la sometió, solo hizo que Sofía tuviera más deseos que
nunca.
Si Eugenia supiera que en pocos
días su hija había tenido relaciones con su novio, con la madre de Luciano y
con el padre también, no lo hubiese creído.
Aguzó el oído y lo que escuchó la
asombró por completo
-
Te quiero coger en la cama de mi mamá, dijo
Sofía
-
No sabía que tenías esa fantasía
-
Sí, quiero hacerlo en su cama
-
¿Por qué?
-
Porque sé que ella es calentona como yo, solo
que se hace la puritana
-
¿Cómo sabes eso?
-
Porque sé que mira porno y lee relatos eróticos
-
¿Si? ¿La viste?
-
Le vi el historial de la notebook
Eugenia estaba roja de vergüenza,
aun cuando no la veían. Siguió sigilosamente a los chicos y pudo asomarse
cuando Sofía y Luciano se besaban y desnudaban en su cuarto. Estuvo mirando
unos diez minutos en los cuales los jóvenes se desnudaron por completo primero,
para luego chuparse por completo el uno al otro. Parecía una escena armada, tal
era la sensualidad y serenidad con la que se movían. Eugenia veía a su hija
completamente desnuda y recordaba su juventud y sus cogidas con su novio del
secundario. Lo que no se imaginaba, era que iba a ver el tremendo pedazo de
pija que cargaba Luciano. Su concha era un lago y su cuerpo vibró.
Tal fue la sorpresa, que dio un
paso hacia atrás haciendo un mal movimiento que la hizo trastabillar y hacer un
ruido. Los jóvenes se asustaron y Sofía desnuda como estaba se asomó y vio a su
madre en la puerta.
-
¡¿Mamá?!
-
Sí, que estaban haciendo
-
Nada, bueno… dijo Sofía
-
¿Nada?
Eugenia avanzó hacia la puerta y
entró en la habitación. Los dos jóvenes desnudos la miraban avergonzados. La
mezcla de sentimientos era extraña. Por un lado, estaba excitada de verlos
coger y le hubiese gustado ver más, pero, por otro lado, sentía que como madre
debía imponerse en esta situación.
-
Bueno, mami, estábamos por…
-
Ya veo, dice mirando a Luciano, que se tapaba la
pija como podía con las manos
-
Es que…a Luciano no le salían las palabras
-
No hace falta que te tapes, dijo Eugenia, ya te
vi antes
Luciano no supo porque, pero separó
las manos y su verga venosa se movió apenas para ser observada con detenimiento
por su severa suegra
-
¿Me puedo vestir yo, mami? Dijo Sofía
-
No, ahora quiero verlos, quiero que sientan al
menos un poco de vergüenza
-
Mami, ¿que queres ver?
-
Solo esto, a ustedes dos…
Eugenia, la agarró de la mano a
Sofía e hizo que dejara de taparse. Se sentía mojada de ver a su hija y a su
yerno desnudos.
-
Veo que tiene muy buena…Eugenia miró la pija de
Luciano
-
Sí, mami
-
¿Y eso te entra todo?
-
Sí, ya probé y me entra todo, Sofía quería
hacerse la superada
-
Te debe haber dolido…
-
Y eso no es nada, dijo Sofía
-
¿Porque? Preguntó curiosa su madre
-
Cuando se para del todo es más grande
-
SI, ya la vi recién
-
Mami, ¿nos estabas espiando? Pregunta Sofía
-
Un poco, reconoce Eugenia y se ruboriza de
excitación
Eugenia siente como el deseo poco
a poco empieza a crecer en ella. Sabe que no puede hacer nada. Son su hija y el
novio, pero no puede controlarlo. Para colmo, a Luciano se le empieza a parar
la pija y es percibido por las dos chicas.
-
Uy se le está parando de vuelta, dice Sofía
mirándolo y mirando a su madre
-
Perdón, quiere esbozar Luciano
A Eugenia los pezones la delatan
por completo y Luciano se da cuenta. La mira a su suegra a los ojos y baja la
mirada hacia las duras y paradas tetas de ella. Sofía ve como ellos hacen
contacto visual y se miran con deseo. Se siente celosa y excitada. Es su madre
y su novio, pero no dejan de ser dos personas calientes y la pija de su novio
está cada vez más hermosa
-
¿Viste cómo se le pone, mami?, Sofía estira una
mano y la agarra
-
Sí, veo, dice Eugenia con la voz temblorosa
-
Aghhhh, suspira Luciano
-
Mirá, dice Sofía y comienza una lenta paja
-
Bueno, me parece que los voy a dejar, dice
Eugenia
-
Podes quedarte, dice Sofía
-
No me parece…dice contrariada su madre
-
A mí no me molesta, dice Luciano y le mira las
tetas a Eugenia, cuyos pezones parecen a punto de explotar
-
Es que…Eugenia no sabe que decir
Luciano mira a Sofía a los ojos y
la ve llena de deseo. Sabe que puede darse. Él estuvo con su madre, ¿Por qué no
podía su suegra al menos mirar a su hija? Era perverso, pero la mirada de
lujuria de ambas, las delataba
Sofía, por su parte, no podía
creer que su madre, tan severa y exigente, tuviera la mirada tan centrada en la
verga de su novio y alternara con sus tetas.
-
¿Te gusta, mi amor?, le dice Sofía a Luciano
mientras lo pajea
-
Me encanta, dice Luciano y mira a Eugenia
-
Mejor, me voy
-
Esperá, mirá, le dice Sofía y se arrodilla a
chupársela a su novio
Es increíble para Luciano y
Eugenia, presenciar la soltura con la que Sofía, esa nena delicada y dulce,
ahora se arrodilla y se corre el pelo mientras agarra con firmeza la verga de
su novio
-
Aghhhh, se le escapa a Eugenia
No puede reprimir el gemido y una
mano recorre sus tetas duras. No se quiere ir. Eugenia quiere quedarse a mirar
a su hija y su novio.
Sofía la mira a su madre y abre
la boca y se mete la pija adentro. Empieza a subir y bajar con su cabeza.
-
Mmmmm, Luciano la mira y le acaricia el pelo.
-
Aghhhhh, gime Eugenia mirando
-
¿Te gusta mirarnos, mami? Le dice Sofía
sacándosela de la boca
Luciano le mira las tetas a su
suegra con descaro. Eugenia siente esa mirada y recuerda al empleado del banco
que la miraba de la misma manera y decide desabrochar un botón para que su
yernito pueda mirar mas
-
Mmmmm, sí, dice Luciano
-
¿A vos también te gusta mirar? Lo desafía
Eugenia excitada
-
Sí, dice Luciano y que no deja de mirarle las
tetas
Eugenia se desabotona una vez más
y el escote aparece generoso.
-
Mostrale las tetas, mami, le ordena Sofía que se
saca la pija de la boca, solo para hacer ese escueto comentario
-
No sé, ¿te parece?
-
Sí, mostráselas. Ordena Sofía
-
¿Vos queres vérmelas? Pregunta excitada Eugenia
mirando a Luciano
-
Si, por favor
-
Mmmmm, que educado…
Eugenia se saca la camisa y queda
con un sujetador de encaje transparente en donde pueden traslucirse los pezones
rosados como los de su hija. Las tetas están operadas y por eso se ven más
grandes y espectaculares que las de su hija. Lleva las manos hacia atrás y se
desabrocha el corpiño y lo deja caer exhibiéndose, no sin pudor, ante los
jóvenes
-
Uhhhh que dura se te puso, mi amor, dice Sofía
pajeándolo ahora
-
Mmmmm, Eugenia gime y mueve las piernas
rozándolas entre ellas
-
¿Te gustan las tetas de mi mamá?
-
Sí, me encantan…
-
Ya te había visto mirándoselas otras veces, dice
Sofía jugando
-
Ummmmm, Eugenia ahora se tocaba las tetas con
descaro mirándolos a los dos alternativamente
-
Quiero que te toques mami…
Sofía subía la apuesta, se daba
cuenta que los tres ya estaban para más. Luciano hace levantar a Sofía y la
besa con pasión mientras le acaricia el cuerpo con desenfreno. Sofía colabora y
se gira poniendo la cola en la pija de Luciano y agarrándole las manos y
llevándolas a sus tetas.
-
Mirá las tetas de mi mamá y tocá las mías, dice
-
Mmmmm, dice Luciano
-
Me gusta verlos, dice Eugenia excitada
-
Tocate, mami, le dice Sofía
-
¿Si?
-
¡Si! Sacate toda la ropa
Eugenia, como si estuviese
esperando la aprobación de su pequeña, comienza rápidamente a desvestirse
quedando completamente desnuda. Para Luciano, no pasa desapercibido que su
suegra tiene la concha totalmente depilada y que la bombacha es una tanguita
muy pequeña que ahora está enrollada en el piso.
-
Vení más cerca, le ordena Sofía a su madre
-
¿Si? Dice Eugenia contrariada
Se acerca a centímetros de su
hija y ve como las manos de Luciano recorren las tetas y le besan en cuello
-
Vení más cerca…dice Sofía nuevamente
¿Qué pretende mi hija? Se
pregunta Eugenia, pero no duda en hacerle caso. Como si adivinara la pregunta,
Sofía toma una de las manos de Luciano y la coloca sobre la teta dura y pesada
de Eugenia.
-
Mmmmm, gime Luciano
-
Mmmmm, gime Eugenia
-
¿TE gustan las tetas de mi mami? Sofía perversa
juega con Luciano
Eugenia no puede creer lo que
está sucediendo. Intenta detenerse y detenerlos a ellos, pero no lo consigue
-
Me parece que esto se está …
-
¿Se está poniendo lindo? Pregunta Sofía
-
Sí, dice Luciano que ahora con las dos manos
acaricia las tetas de su suegra
Sofía da la vuelta y se pone
detrás de su madre. Eugenia siente los pechos turgentes de su hija en la
espalda y un escalofría la recorre. Sofi, agarra ahora las manos de Luciano
para recorrer el cuerpo de su madre y lo acerca. La verga de Luciano choca
contra la panza de Eugenia que no puede irse para atrás porque la tiene a su
hija. Sofía ya tiene pensado cada paso y agarra una mano de su madre y la lleva
a la pija de Luciano
-
No, esto no…Dice Eugenia y retira el brazo
-
Solo un poco mami, para que sientas lo dura que
está
-
Ya puedo verla…
-
No, sentila, mirá
Sofía vuelve a tirar del brazo,
que ahora cede un poco más y la mano de Eugenia ahora se aferra a la dura pija
de Luciano y siente el calor y la firmeza bajo su mano. No se puede reprimir
-
Aghhhhh, suspira
-
¿Viste? Dice Sofía
-
Siiiii, dice, y comienza una lenta paja
Sofía ve la mano de su madre
moverse y está lista para un próximo paso.
-
Acostate Luciano, le ordena a su novio
-
Bueno, dice él y se acuesta en el centro de la
cama
Eugenia ahí parada desnuda siente
el vacío en su mano que antes tenía la pija de Luciano. Se siente como una niña
a la que se le ha escapado el globo. Queda mirando a Luciano acostado con la
pija apuntando al techo y espera la indicación, que a esta altura suena a orden
o más bien a autorización de su hija, que no tarda en llegar
-
Vení, vamos a pajearlo entre las dos
-
Sí, dice Eugenia que estaba esperando eso
Se acuestan una a cada lado.
Luciano las mira como contemplando un cuadro en un museo. Está actuando como en
otro plano, no puede creer que todo esto está sucediéndole a él
Eugenia, sin dudarlo, vuelve a
agarrar la dura verga y comienza una lenta paja. Sofía envuelve la mano de su
madre y juntas pajean a su novio. La hija mira a la madre y le sonríe. La madre
le sostiene la mirada. Siguen pajeando a Luciano. Sofía mira la pija y vuelve
la mirada a la madre. Eugenia no quiere mirar la pija, está muy cerca. Sofía
abre la boca y sin dejar de aferrar la mano de su madre que envuelve la pija
comienza a chuparla. Su cabeza sube y baja, suelta la mano de su madre y esta
sigue moviéndose sola. Sofía acaricia ahora los huevos de Luciano. Eugenia
sigue pajeando y viendo como su hija chupa con deleite la verga hermosa de su
yerno. Sin querer la caliente madre se pasa la lengua por los labios. Luciano
la ve y acariciando la cabeza de Sofía dice:
-
Chúpenme la pija las dos…
-
Mmmmm, Sofía se la saca de la boca y agarrando
la mano de su madre la acerca a la boca de ella
Eugenia niega con la cabeza y la
boca cerrada.
-
No, eso es demasiado, dice
-
Dale, mami, si te morís de ganas
-
Sí, pero no, no está bien
-
Por favor, chupame la pija, dice Luciano
-
¡Viste! Él quiere también, la alienta Sofía
-
No me parece…
-
No sabes lo rica que está, mami
Sofía vuelve a dar un chupetón y
se la ofrece nuevamente a su madre. Sabe que debe ayudarla a dar ese paso y no
sabe cómo. Sube con su cara y va a besar en la boca a Luciano y desde arriba
ambos la miran con la pija en la mano. Sofía lo mira a Luciano y le dice
-
Tenés muchas ganas de que mi mamá te chupe la
pija?
-
Siiii, muchas
Eugenia no puede más y se lanza a
meterse la pija de su yerno en la boca comenzando una chupada de pija
memorable. Luciano, que viene de experimentar cosas tremendas, aun no cae en
que la madre severa y recta de su hija está chupándole la pija y con el arte
que lo hace. Se vuelve loco y no sabe cómo hacer para no acabar.
-
Aghhhhh, gime Luciano
-
Mmmmm. Eugenia chupa y chupa
-
Mmmmm, siiii, mami, viste que hermosa?
-
Mmmmm, Eugenia asiente con la cabeza mirándola y
sin sacarse ni un segundo la pija de la boca
Entonces fue que perdió todo tipo
de inhibición y se lanzó a chupar como una poseída. Recordaba sus épocas en
donde todos sus ex le decían que era una experta chupapijas y abriendo la boca
lo más que pudo comenzó a tragar. Acariciaba los huevos. Se la sacaba de la
boca y la lamía para volver a metérsela y chupar con desesperación.
-
Mmmmm, pará que voy a acabar, dice Luciano
Eugenia no podía parar. Sabía que
hasta no sentir el semen en su garganta no iba a detenerse. Ya no le importaba
que sea el novio de su hija ni que esta esté mirándola. Solo el semen en sus
fauces la iban a detener
Luciano la miró a Sofía que
miraba incrédula que esa persona fuese su madre. Eugenia se recogía el pelo,
miraba a los ojos a los dos y volvía a chupar. Estaba seria, concentrada y
sobre todo muy caliente. Nada podía detenerla
-
Voy a acabar. Dijo Luciano
Eugenia lo pajeo con más ganas y
chupo mirándolo a los ojos
-
Aghhhhhhhhhh ahhhhhh ahhhhhhh
-
¿Estas acabando? Preguntó Sofía
-
Siiiiii aghhhhh agggggg
Sofía miró en dirección a su
madre que no dejaba de chupar y se sintió rara. Ella aún no se animaba a tragar
y su madre lo hacía con el semen de su novio. Una mano fue a su concha que
estaba hecha un lago y comenzó a tocarse…
-
Aghh ammmm mmmmmmm, Acababa Luciano
Eugenia primero sintió el
latigazo del primer chorro en su paladar, después se acomodó mejor como solo
ella sabía hacerlo, segundos más tarde tragaba y tragaba sin dejar escapar una
sola gota para terminar dejando la pija de Luciano reluciente. Fue ahí cuando
abrió los ojos nuevamente y volvió a la realidad de lo que acababa de hacer.
Se levantó, recogió su ropa y se
fue corriendo de la habitación
(continúa acá)