Historia en curso...

Mi hermana Belén

  Belén, mi hermana, siempre fue muy exhibicionista. De mostrarse mucho en redes. Su perfil, publicaciones y stories eran un verdadero infie...

Mamá caliente (24)

 


Sofía se preguntaba a sí misma cómo pudo haber pasado, en tan poco tiempo, de ser una chica virgen y casi sin experiencia, a haber hecho todo lo que había hecho. No se reconocía cuando se calentaba. Perdía todo tipo de inhibición, se había cogido a su novio, a su suegra, a su suegro, y ahora ¡A su madre! Era una locura. Nunca había imaginado que practicar el incesto podía ser tan excitante. El morbo, ahora se daba cuenta, la calentaba mas que el sexo en sí mismo. Cuando María la miraba y le chupaba la pija a Luciano, el morbo de coger con la madre de él, con el padre, se calentaba a mil, pero hacerlo con su madre era mucho y le encantaba, aunque no podría dejar de sentir cierta culpa.

Estaba en ese estado de atribulamiento cuando suena el celular y se ilumina la pantalla. Era justamente María, su suegra

-        Hola Sofi, ¿cómo estás?

-        Bien Meri, ¿vos?

Sofía se preguntaba si el marido, Sergio, le había contado que se había cogido a la novia de su hijo también. Sabía que no debía dar pasos en falso y dejó que ella se pronuncie

-        Bien Sofi, me preguntaba como estabas, si te seguía doliendo

La verdad es que Sofía ni se acordaba del dolor, solo recordaba el placer cada vez que pensaba en su concha.

Por parte de María, estaba caliente recordando la sesión de sexo con su nuerita y se animó a escribirle. Sergio nunca le contó que se la había cogido también en su oficina unos días antes. Así que con poco pudor siguió la conversación con la joven Sofía

-        ¿Te sentís bien?

-        La verdad es que sí, no me duele, por suerte

-        ¿Te miraste?

-        Si

Sofía estaba tentada de contarle que su madre la había mirado y también otras cosas, pero le pareció mejor que no. Empezaba a calentarse al recordar todo y encima del otro lado tenía a su suegra hot.

-        Qué bueno, María no sabía que decir, sentía que la conversación se cortaba

-        A ver, ahora me estoy tocando y no me duele, por ejemplo

Un chorro bajó por la concha de María al leer esto

-        No me digas esas cosas… atinó a escribir

-        Jajaja por qué?

-        Saber que te estas tocando…

-        ¿Qué pasa?

-        Me calienta, Sofi

María jugaba al fleje. No le importaba salirse de los límites de la relación suegra nuera, de hecho, ya lo había hecho

-        ¿Si? Sofi también se calentaba

-        Mucho

-        ¿Mucho?

-        Sí, mucho

-        ¿Vos no?

-        Si, también, no te voy a mentir

-        Qué bueno que seas sincera…

-        ¿Vos también sos sincera conmigo?

María no sabía a qué venía la pregunta de su nuera. Sofía por lo pronto, tenía una duda en la cabeza desde que la vio a María acariciar los huevos de su hijo mientras él tenía los ojos vendados. No era casual que ahora, después de estar con su madre, el tema del incesto la interpelara como algo que podía ser real y concreto en otras personas y María no parecía muy tímida y apegada a las normas.

-        Sí, ¿porque me lo decís?

María por su parte, pensaba que Sofía había descubierto algo y respondía con cautela también

-        ¿Te puede hacer una pregunta?

-        ¿La que quieras? ¿Puedo no respondértela? Jajaja

-        Jajajaja, buena respuesta, escribió Sofía

-        Decime, lacónica María

-        ¿Que sentiste cuando tocaste los huevos de Luciano?

María creía que se descomponía de la excitación que sintió de golpe al leer ese mensaje. Los colores subieron a su rostro, los pezones se le irguieron repentinamente. Temblaba al agarrar el teléfono y así fue caminando, como embriagada, hacia su habitación

-        ¿La verdad?

-        Sí, quiero la verdad

-        Me gustó

-        ¿Te hubieses animado a algo más?

Sofía estaba muy caliente, también. Cerraba las piernas y no podía contener la excitación que le provocaba imaginar la situación incestuosa entre Luciano y su madre.

-        ¿La verdad? Jajaja

-        Sí, siempre la verdad, decía Sofía que no podía despegar los ojos de la pantalla del celular

-        Sí, me hubiese animado a mas

-        ¿A qué? Sofía no daba más de intriga, calentura y morbo

-        A…María no se animaba a escribirlo

-        ¿A chupársela? Sofía no se resistió a preguntarlo

-        Si, puso María

María ya estaba en la cama con las piernas semi abiertas y frotándose la concha compulsivamente.

-        Mmmmm, me calienta imaginarlo, escribió la niña perversa

-        ¿Si? Te gustaría verme con la pija de tu novio en la boca.

María estaba al borde del orgasmo y fue con todo buscando la respuesta que la haga acabar.

Sofía estaba igual, a punto de acabar y no dudó en responder:

-        Sí, quiero verte chupándole la pija a tu hijo

Llegó un audio que sorprendió a Sofía y no dudó en escucharlo. Apretó el triángulo gris y el círculo verde se transformó en celeste y comenzó a deslizarse, mientras por el parlante sonaba a buen volumen

-        Aghhhh aghhhh estoy acabando Sofi, quería que me escucharas acabar. Me re calentás nena… aghhh ahhh ahhhhh ahhhh

Sofía no dudó, empezó a acabar y deslizó hacia arriba el micrófono en el teléfono para decirle a viva voz:

-        Aghhhh aaaayyyyyy yo también estoy acabando, me imagino chupándole la pija entre las dos a Luciano y me muero

Cuando María reprodujo el audio de Sofía no entendió inmediatamente lo que sucedió. Tuvo una especie de convulsión con leve pérdida del conocimiento. Nunca había experimentado eso. Se vio a sí misma arrodillada frente a su hijo y mirando a su nuera y acabó en otro orgasmo o en una continuación del anterior, nunca lo supo

-        Luciano es re calentón, seguro que lo convenzo, escribió perversa Sofía

-        Sí, yo creo que vos podés convencer a cualquiera de cualquier cosa, escribió María

-        Dejame intentarlo

-        ¿Cuando venís a casa? Preguntó escuetamente María

-        Mañana

-        Bueno, calentalo mucho, yo te puedo sugerir cosas…

-        ¿Como qué?

-        Primero, decile que te gustaría tener tetas más grandes, como las mías, para calentarlo

-        Si…

-        Y después decile si le gustan las tetas de la madre…

-        ¡Que buena idea!

-        Ahí ya tenés para empezar

-        Me calienta que piense en su mamá de manera sexual, decía Sofía

-        Ya me estás calentando de nuevo, Sofi

-        Yo también

-        Mejor guardate para mañana

-        Si, mejor

María se sentía un poco culpable de no reconocerle a Sofía que ya había cogido con su hijo, pero, por otra parte, pensó en que era una manera de que las cosas fluyan sin que ninguno se sienta herido por haberle ocultado al otro algo. Era un triángulo en el que los tres se ocultaban algo. Un triángulo muy morboso

María se sentía como una adolescente esa tarde en que esperaba a que Luciano entrara por la puerta con Sofía. Ya faltando media hora para que regresaran, se deshacía en nervios e iba y venía por toda la casa. Se había bañado y puesto una bombacha y corpiño blancos semitransparentes. Cuando sintió que se abría la puerta el corazón le dio un vuelco. Se quedó arriba en su cuarto.

Luciano le gritó desde abajo:

-        Hola Mami, ¡vine con Sofi!!!!

-        Perfectooooo

-        Vamos a mi cuarto

-        Hagan tranquilos…gritó María totalmente excitada

Ni bien entraron al cuarto de Luciano, Sofía se le tiró encima besándolo

-        Mmmmm, que pasa? ¿Estás con ganas? Dijo él sorprendido por la actitud de su novia

-        Sí, estoy caliente, le dijo ella sin miedo

-        Siiiii? Luciano no dejaba de sorprenderse

Y todo lo que no sabía de su pequeña y caliente novia. Sofía lo besaba con desesperación. Él le acariciaba las tetas por encima de la camisa que iba desabotonando rápidamente

-        Mmmmm, decía el besándole el cuello

-        Como me gustaría tener las tetas más grandes…decía ella soltando el primer disparo

María ya estaba detrás de la puerta escuchando y mojándose.

-        A mí me gustan, decía Luciano

Sofía le acariciaba el bulto a su novio cuando se le ocurrió decirle

-        Me gustan más grandes, como las de tu mamá

-        Mmmmm, Luciano la besó con más pasión

-        Epa, se te movió la pija! ¿Que pasa?

-        Nada, ¿por? Respondió él

-        Quizás te calientan las tetas de tu mamá, dijo Sofía y percibió nuevamente el movimiento en la pija de Luciano

-        Puede ser, dijo él caliente y resignado

Detrás de la puerta, María ya se tocaba sin pausa y lentamente

-        Es que tenés una pija hermosa y seguramente ella se muere por chupártela

-        ¿De donde sacas esas cosas? Preguntó Luciano incrédulo de lo que estaba viviendo

-        Abramos la puerta y quizás tu mamá nos mira…

-        Vos estás loca? Luciano no podía creer

-        Si, decía Sofía que iba hacia la puerta en tetas y la abría

Se encontró con María de frente y no supo que hacer. Ella la miró y poniéndose el dedo índice sobre los labios le hizo señas de que guardara silencio

Luciano sabía que era el momento propicio para decirle a Sofía la verdad, pero, aunque la veía extremadamente caliente, no se animaba

-        Sigamos, dijo Sofía

-        Si, dijo él y volvió a abrazarla y a chuparla

-        Seguro que viene y nos mira, es muy curiosa tu mamá

-        Sí, ¿no?

-        Ya me vio cuando me chupabas las tetas, ¿te acordás?

-        Siiiii

-        Mmmmm, que dura que está! Decía Sofía

Ya le había sacado la pija y estaba pajeándola al tiempo que se arrodillaba y empezaba a besarla suavemente con besos cortitos, haciendo desear más a Luciano

-        Cerrá los ojos e imagínate que es tu mamá la que te besa la pija, dijo ella

La verga de Luciano dio un salto

-        ¡Upa! Como se movió la pija.

-        Sí, me calienta pensar en ella

-        Cerrá los ojos y no los abras

-        Dale, dijo Luciano obedeciendo

María entró sigilosamente y se arrodilló a lado de Sofía y besó el costado de la pija de Luciano. Su novia no dudó y besó al mismo tiempo el otro lado de la majestuosa verga

-        Mmmmm, mami, dijo Luciano abriendo los ojos

-        ¿Te gusta, mi amor? Dijo María

-        ¿Te gusta, mi amor? Dijo Sofía

-        Me encanta, siiiii, dijo Luciano mirando al cielo raso y acariciando la cabeza de ambas

Recorrió con la mirada su cuarto, los estantes, los libros, la play al costado y no podía creer que estaba en su cuarto con su madre y su inocente novia a punto de chuparle la pija entre las dos

-        Mmmmm, María no aguantó y se la metió como pudo en la boca y comenzó a subir y bajar

-        Mmmmm, Sofía le acariciaba la cara interna de los muslos y rozaba los huevos de su novio que se retorcía de placer

La pija de Luciano estaba durísima y Sofía la pajeo un poco con una mano mientras con la otra le corría el pelo a su suegra para verla mejor y permitir que Luciano la pudiera contemplar en todo su esplendor. Realmente María chupaba muy bien la pija.

Él las miraba desde arriba y por un momento se vio en un sueño cuando ellas se miraron a los ojos y se besaron en la boca dejando de lado su pija por un momento. ¿Es real lo que estoy viviendo? Se preguntó y no supo que responderse, sólo atinó a acariciarlas a ambas, que volvieron a la pija chupándola alternativamente entre las dos

Sofía estaba en otro mundo y se vio invadida por la necesidad de llevar el morbo al extremo y mirándola a María le dijo

-        ¡Quiero que sientas la pija de tu hijo adentro!

-        No, dijo María actuando

-        Dale, mami, dijo Luciano

-        Dale, dijo Sofía

-        Me parece mucho, actuaba María que se moría por tenerla adentro una vez mas

-        Ya llegamos hasta acá, dijo Sofía

-        Sí, mami, dijo él

-        Acostate, Lucho, le ordenó Sofía su novio

-        Mmmmm, susurró Luciano

María se sacó toda la ropa en un segundo. Sofía quiso ayudarla y no llegó a hacerlo.

-        Cogételo, le ordenó Sofía a su suegra

-        ¡Si! Dijo ella, me lo voy a coger

-        Tenés que sentir esta pija adentro, decía Sofía muy caliente

La joven y prácticamente inexperta Sofía ahora parecía una caliente mujer, por la soltura con la que se movía. Luciano no entendía nada y mucho menos cuando agarrándole la pija fue la misma Sofía la que ayudó a meterla en la concha de su suegra.

-        Ayyyy Sofiiiii, dijo María bajando por la pija y clavándosela toda

María cerró los ojos un momento y cuando los abrió la boca de su nuerita estaba a centímetros de la suya, no pudo reprimir lo que sintió

-        Gracias por prestarme la pija de tu novio

-        Ahora es tuya, dijo Sofía

-        Mmmmm, Luciano las miraba desde abajo y luchaba por no acabar

Sofía le dio un beso de lengua a su suegra y Luciano anunció

-        Creo que voy a acabar

-        ¡No! Dijo María y salió y le agarró la pija por la base deteniendo así la inminente eyaculación

-        Aghhhh, mami, casi acabo, dijo él

-        ¿Como haces eso? Preguntó curiosa Sofía

-        Le apretás acá y no lo estimulas de ninguna manera para que se frene la eyaculación

-        Ah, dijo Sofía encantada de haber aprendido algo más de su suegra

-        Ahora Cogétela a ella, le ordenó a su hijo

Luciano se levantó y fue María quien acomodó ahora a Sofía en la cama boca arriba abriéndole las piernas y pasándole la mano por la concha, sintiéndola muy mojada. No resistió la tentación de meterle un dedo, sacarlo muy húmedo y chuparlo.

-        Mmmmm, estas muy mojada y caliente

-        ¿Te gusta mi sabor? Preguntó Sofía caliente

-        Mucho, dijo María

Luciano no se animó a pedirle a su madre que le chupe la concha a Sofía y se puso encima de Sofía penetrándola lentamente.

-        Mmmmm sentí como te entra esta pija hermosa, le dice María a Sofía en el oído

-        Mmmmm, Sofía se gira y vuelve a besar a su suegra en la boca

-        Mmmmm, Luciano besa a Sofía ahora

Sofía obliga ahora a que Luciano y su madre se besen con pasión. Lo hacen sin dudarlo y parecen olvidarse que son madre e hijo. Sofía mira y se calienta más aun

-        Seguí cogiéndome así que voy a acabar, dice Sofía

-        Mmmmm, ¿sí? ¿Te gusta que te coja así? Pregunta Luciano

-        ¿Te gusta la pija de mi hijo? Le pregunta María

-        Mucho aghhhhh

-        Vas a acabar hermosa? Le pregunta María y la besa nuevamente

-        Mmmmm, Luciano se prende y hacen un beso de tres mezclándose las salivas y jugando con las lenguas

-        Aghhhh ahhh ahhhhhhhhhhhhhhhhh acaboooooooo

-        Mmmmm, si mi amor acabá, le dice María

Sofía se deshizo en un orgasmo tremendo mientras besaba a su novio. María bajó y le empezó a chupar las tetas. La joven no estaba preparada para eso y el orgasmo se prolongaba. No sabía que podía durar tanto un orgasmo. Luciano se apoderó del otro pezón y siguió penetrando a su novia

-        Aghhhh ahhhhhh ahhhhh, sigo acabandoooooo

-        Mmmmm, siiiii, María Chupaba

-        Mmmmm, Luciano hacía lo propio

Pasados unos segundos, Luciano se fue retirando del interior de su novia. María le ordenó que se acostara boca arriba en la cama. Él obedeció sin chistar y Sofía miraba sin entender que pretendía su suegra, pero con mucha curiosidad.

María agarró la pija de su hijo y se sentó encima, pero esta vez dándole la espalda a él y quedando de frente a Sofi. Bajó lentamente hasta clavarse por completo la enorme estaca de su niño. Mirándola a Sofía le dijo:

-        Vení, besame toda

Sofía empezó arrodillándose en la cama y besándola en la boca a su suegra. No tardó en bajar a sus hermosas tetas y chupar alternativamente sus dos pezones y fue bajando por la panza hasta llegar a la concha. María se tiró para atrás, para de esa manera exponer aún más la concha y permitir que Sofía juegue con el clítoris. La niña no dudó y se abalanzó a chuparle la concha a su suegra. El placer de María era total: la pija de su hijo la llenaba por completo y la lengua de su nuerita jugaba con el clítoris llevándola al extremo

-        Aaaahhhhhh voy a acabar, anunció María

-        Siiiii mami yo también….

Sofía la miró a su suegra con desesperación, estaba a punto de acabarle adentro. María la miró sonriente y les dijo a ambos

-        Sí, mi amor, lléname de leche y acabemos juntoooooos

-        Aghhhhhh ahhhhhhhh, siiiii

La pija de Luciano convulsionaba en el interior de su madre y ésta acababa como una poseída también entre gritos y jadeos. Las palabras empezaban a salir de su boca sin poder medirlas

-        Siiiii, lléname de leche, cogeme así, cogete así a mami

-        Mmmmm, siiiiiiii atinaba a decir Luciano

Sofía no quería quedarse atrás y la calentura la llevó a decir cosas que jamás se hubiese imaginado

-        ¿Te gusta que te coja tu hijo?

-        Siiiii, hermosa, decía María

-        Y a vos, ¿te gusta cogerte a tu mamá?

-        Siiiii Sofi, graciassss, decía Luciano

-        ¿Te gusta sentir la leche de tu hijo?

-        Mmmmm, no me digas esas cosas que acabo de vuelta

-        ¿Te llenó de leche? Sofía bajaba con la cabeza a la zona de la penetración

-        Queres tomártela directamente de mi concha? María sabía que se había ido muy lejos en esa pregunta, pero no pudo reprimirla

Lo que sucedió a continuación sorprendió a todos, incluso a la misma Sofía que se abalanzó a la concha de María. La pija de Luciano salió lentamente como un tapón y la joven no dio tiempo a que salga ni una sola gota que se puso a chupar como si de una fuente sagrada se tratara.

La leche y la humedad de María se mezclaban y Sofía no paraba de beber y de tragar. Al principio, la encontró un poco fuerte, pero se acostumbró enseguida y siguió chupando y tragando. Luciano se salió y la dejó a su novia chupando la concha de su madre arrodillada en el suelo y no tuve mejor idea que acomodarse debajo y chuparla a Sofía también. Las sensaciones de Sofía se arrumbaban en su cabeza y no demoró en acabar entre gritos y jadeos

-        Aghhhh ahhhhh ahhahhahahahaha

-        Aghhhhh ahhhhhh, Yo también acabo de vuelta dijo María, seguí chupándome

-        Mmmmmm, Sofía chupaba y acababa

Luciano se bebió la concha de su novia y esta la leche de él y la concha de su caliente suegrita.

No daban crédito a lo que habían vivido. Se miraron y se besaron los tres mientras se recomponían como podían.

 

 

 

(continúa acá )