Historia en curso...

Mi hermana Belén

  Belén, mi hermana, siempre fue muy exhibicionista. De mostrarse mucho en redes. Su perfil, publicaciones y stories eran un verdadero infie...

Doble vida (11)

 


Esa noche comimos la comida, que no habíamos pagado o digamos que había pagado Natalia con una hermosa chupada de verga al repartidor, en completo silencio.

Ella estaba desnuda y no me miraba. Yo me había vestido y tampoco me animé a cruzar mi mirada con la de ella

Al otro día estaba durmiendo y escucho ruidos de conversaciones. Mis padres habían regresado. Me levanté rápidamente y entré en pánico cuando la vi a Natalia sentada con mis padres charlando en la cocina.

Entré y mi mamá me miró y se puso de pie

-        Hola Juan

-        Hola má – supuse que no había dicho nada Natalia

-        ¿Cómo estuvo todo?

Ahí mi mirada se fue a la de Natalia que me sonreía triunfante.

-        Todo bien – dije yo

-        Todo tranquilo, nos arreglamos bien – Dijo Natalia

-        ¿Se pelearon mucho?  – decía mi madre que nos conocía a la perfección

-        Tuvimos algunas agarradas, ¿no Juan? – mi hermana me sonreía de manera perversa

-        Algunas – contesté yo nervioso

Esa tarde hacía bastante calor y mis padres se recostaron a descansar un poco luego del viaje. Mi perversión se despertó cuando la vi a Naty con la minifalda de jean y mirándola con descaro le pregunté

-        ¿No tenés nada debajo como esa vez?

-        Averigualo – dijo la muy putita

Estábamos a metros de la habitación de nuestros padres que parecían dormir plácidamente.

-        Vos mirá si mamá y papá no se despiertan – le dije

Ella de una manera totalmente erótica asomó su cabeza tras la puerta en dirección de la cama de mis padres y sacó el culo hacia mí.

No dudé en meter mi mano debajo de la pollera de mi hermana y oh sorpresa, no llevaba nada debajo. Fue ella misma la que se levantó la pollera quedando desnuda a mi merced. Estaba muy caliente y no quería perder una oportunidad como esta. Ya lo deseaba desde hacía mucho tiempo. Me arrodillé en el piso y abriendo los glúteos de mi hermana con ambas manos metí mi cara en su culo y comencé a chuparle la concha con desesperación

-        Aghhhh – gritó ella

-        ¿Qué pasa? Preguntó mi mamá que se despertó

Yo me asusté y quise retirarme, pero Natalia me agarró de los pelos y me hundió más la cara contra ella mientras le respondía a mi mamá

-        Me golpeé un poquito mami, pero estoy bien, seguí durmiendo

-        Ah bueno. Cerrá la puerta – dijo mi mamá

Si lo hacía tendría que salir y exhibirse frente a ella, pero no tuvo dudas, se bajó apenas la pollera y les cerró la puerta a mis padres. Acto seguido, me agarró de la mano, tiró para abajo y me tomó de la cabeza haciéndome bajar hasta su concha

Ahora estábamos más cerca de la habitación de mis padres, pero con la puerta cerrada. Hábilmente, ella se apoyó sobre la puerta de manera que, si mis padres lo intentaban, no podrían salir de la habitación. Al oído me dijo

-        Chupame la concha

Juro que casi acabo sin tocarme en ese momento. El morbo de estar a metros de mis padres con la supuestamente casta y virginal Natalia totalmente abierta de piernas y ofreciéndoseme me volvía loco.

Una de sus piernas se apoyó en mi hombro y comencé a chuparle la concha con desesperación. Creo que pese a mi falta de experiencia lo hacía muy bien porque ella susurraba

-        Siiii asiiii

-        Mmmmm – yo chupaba como si fuera lo único que podía hacer en esta vida

-        Un poquito más arriba, ahiiiiiii, aghhhh

-        Mmmmm – supe que estaba en la zona clitoriana y chupé con más determinación y seguí, seguí y seguí

-        Ayyyyy me vas a hacer acabar – susurraba ella

-        Mmmmm – yo mantenía el ritmo, quería que ella acabara

-        Aghhhh acá en la puerta del cuarto de mamá y papá… aghhhhh

-        Mmmmm – yo seguía firme con mi trabajo en el clítoris

-        Ayyyy aghhhhh que morbosos que somos – aumentaba la apuesta ella

-        Siiiii – dije yo y seguí chupando mucho mucho mucho

Su concha destilaba jugos que yo no dejaba de beber, Mi pera estaba empapada de su néctar sabroso.

-        Aghhh ahhhh ahhhh ahhhhhhh, acabooooo – decía ella

-        Mmmmm – yo me bebía su acabada y disfrutaba

-        Aghhhh como me hiciste acabar, hijo de puta -  decía ella en un dulce susurro

-        Mmmmm me tragué toda tu acabada – le dije poniéndome de pie

Automáticamente ella me dio vuelta y me puso contra la puerta de mis padres. Yo traté de apoyar la espalda con suavidad para no provocar que mis padres se despierten. Por suerte, mis padres habían venido muy cansados.

Arrodillada comenzó a desabrochar mi jean con desesperación. Parecía necesitada de meterse mi pija en la boca. Así era Natalia, lo supe en ese momento. Siempre fue devota. Siempre al servicio de los demás y esta vez no era la excepción. Era devota del placer y estaba al servicio de su hermano y del sexo, parecía haberla poseído

No tardó ni 5 segundos en bajarme los pantalones y bóxers y comenzar a chupármela con avidez. Chupaba y me miraba. Miraba mi pija y se la volvía a meter completamente en la boca.

-        Acabame en la boca – me dijo en un momento

-        Mmmmm – la miré a los ojos y le acaricié el cabello

-        Mmmmm – chupaba con desesperación

-        Aghhhhh – la miré con amor.

No quería hacerlo, pero era inevitable. Mi hermana me había derrotado. O yo a ella, no lo sé. Pero lo cierto es que estaba yéndome en su boca y solo sentía amor y deseo por ella

-        Mmmmm – me miró sabiendo que le iba a inundar la boca de leche

-        Acaboooooo aghhhhh ahhhhh – la miré nuevamente

Ella cerró su boca en torno a mi verga y comenzó a chupar y mover su cabeza hacia adelante y hacia atrás. Nunca en mi vida me chuparon la pija de esa manera. Ahora podía entender mucho de lo que veía en las fotos. Mi hermana era una diosa sexual. Una sacerdotisa del amor. Una sirviente del deseo.

Ella no dejaba de chupar y yo me iba desvaneciendo mientras mi espalda seguía apoyada en la puerta del cuarto de mis padres

Fue en ese momento en que mi hermana se levanta y poniéndose en puntas de pie se me acerca buscando mi boca. Yo acerco la mía y nos fundimos en un beso. Nuestras lenguas se mezclaron y comenzaron una danza erótica. Tardé en darme cuenta que el líquido espeso que acompañaba nuestro baile era mi propio semen. Lejos de desagradarme, me gustó mucho.

El terror me invadió cuando siento en mi espalda que la puerta intentaba abrirse.

-        Está trabada la puerta – escucho que dice mi mamá

Por suerte, mi anatomía es tan grande que era imposible que mi madre la abriera

-        ¿Qué pasa? - Preguntaba mi mamá

-        Jajaja – reía mi hermana

-        No pasa nada – decía yo

-        ¿Porque está trabada la puerta?  – insistía mi mamá

Mi hermana me ayudó a vestirme correctamente mientras decía

-        Es Juan que se sentó en el piso contra la puerta para ayudarme con esto

-        ¿Qué cosa? – insistía mi madre

-        Gracias, Juan, me voy a mi cuarto – decía mi hermana

Yo me separé rápidamente y dejé salir a mi madre.

-        ¿Que estaban haciendo?

-        Naty me pidió que la ayudara a doblar una cosa

-        ¿Desde cuándo le decís Naty a tu hermana?

Tanta intimidad con mi hermana me estaba delatando. Salí por la tangente diciendo que me llevaba el auto y que enseguida volvía.

-        ¿A dónde vas?

Ya había cobrado mi primera semana de trabajo y disponía de dinero en efectivo. Quería demostrarles a mis padres y a mi hermana que no era un zángano y decidí ir a El cisne, una panadería de Caballito y comprar unos sándwiches de miga que le encantan tanto a mi padre como a mi madre y mi hermana.

Con una indisimulable sonrisa en la cara, tomé las llaves y salí.

 

 (continuará…)

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