Iba en el auto manejando y me
sentía feliz, pletórico. Bajaba por Av. La Plata en dirección a Caballito y
todo me parecía más lindo que siempre. Crucé Chiclana, el ex supermercado donde
volverá a estar la cancha de San Lorenzo, Pavón y luego de tardar en
estacionar, bajé y compré los sándwiches de miga que tanto gustan en mi
familia.
Para mi regreso hice el mismo camino,
pero de vuelta y llegué cuando todos estaban sentados a la mesa de la cocina.
Serían las 20 hs y mamá estaba preguntando que podrían llegar a cenar.
Cuando llegué con el paquete,
casi que me reciben con un aplauso. Mi hermana me miraba sorprendida y mis
padres aún más.
-
¡Esto te debe haber costado una fortuna! – dijo mi padre mientras tiraba de la cinta
para abrirlos
-
Esperá! – le decía mi madre
-
¡Si! ¡Te deben haber salido re caros! ¿Cuántos
compraste? – decía mi hermana ayudando a mi padre con el paquete
-
No importa, cobré mi primera semana de sueldo y
que mejor que compartirlo con ustedes que siempre me bancaron – la miré a mi
hermana luego de mirar a mis padres
-
Vení, abrazame – dijo mi mamá llorando
-
Bueno má, tampoco es para que llores – decía yo
En unos minutos estábamos todos
tomando cerveza y comiendo sándwiches. Mi madre se sorprendió de que mi hermana
tomara cerveza. Y las cosas que hacía que ella no tenía ni idea.
Comimos los sándwiches y me fui a
mi habitación. Mis padres se acostaron y al rato mi hermana hizo su ingreso en
mi cuarto.
-
¡Qué buenos que estaban esos sanguches!
-
¿Si? ¿Te gustaron?
-
Me encantaron, ¡hacía mucho que no los comía!
-
¡Qué bueno!
-
Juan, ¿te puedo hacer una pregunta? – dijo ella
-
Si, Naty, decime
Nos tratábamos como hermanos que
se quieren mucho. Era algo raro. Su pregunta llegó como si nada.
-
¿Le contaste a alguien o le mostraste mis fotos?
– sonaba preocupada
-
No
-
¿Me lo jurás?
-
Te lo juro – le clavé mi mirada y le sonreí
-
Te creo – me dijo ella
-
No lo voy a hacer
-
Gracias
-
Es más, voy a borrar todo para dejarte tranquila
-
Y yo te voy a chupar la pija o a coger cada vez
que me lo pidas
Ese solo comentario hizo que mi
pija diera un respingo
-
¿Ahora? –
le dije
-
Bueno – dijo ella y se me acercó
Parecía que se tomaba en serio
sus promesas. ¿Sería mi hermana a partir de ahora mi esclava? No terminaba de
preguntármelo cuando empezó a desabrocharme el pantalón. A los cinco minutos ya
me estaba chupando la verga a toda regla. Me masajeaba los huevos de una manera
deliciosa. Me hizo desnudar por completo prometiéndome que iba a hacerme algo
que me iba a gustar mucho. Lo que vino fue glorioso y me hizo pensar que era
parte del plan que estaba tejiendo mi hermana para tener el control total sobre
mi persona
-
Cerrá la puerta! – dijo ella
-
¿Qué tenés en mente? – le pregunté mientras me levantaba a cerrar
-
Con llave – se apresuró en aclarar
-
Si mamá o papá quieren entrar y está con llave
van a sospechar
-
Es mejor que sospechen a que vean – dijo ella
con una risita que me pudo
Cerré con llave. Ella se acercó
hacia mí y me desnudó por completo. Entre la vergüenza de exhibir mi cuerpo y
el control de mi hermana sobre mí, empecé a sentir miedo.
Por suerte, todo se disipó cuando
ella me ordenó:
-
Parate en la cama, vení, así – evidentemente
sabía muy bien lo que hacía
-
¿Así? –
yo le hacía caso
Me hizo parar con los pies
separados y comenzó a besarme primero los muslos. Uno y otro. Ella no tenía
necesidad de agacharse porque es mucho más baja que yo y encima yo estaba
subido a mi cama. Me besaba una y otra vez las piernas acercándose a mi pija,
pero no la tocaba. Me estaba haciendo sufrir. Era su venganza. Siguió
acercándose a mi verga con su boca y ahora me acariciaba las piernas con sus
manos.
Yo no daba más de calentura, mi
pija estaba muy dura, hinchada y salía el líquido pre seminal haciendo que
luciera brillosa y roja la cabeza
Ella siguió acercándose y
abriendo bien grande la boca, me miró a los ojos muy seria.
-
Queres que me la meta en la boca?
-
Mmmmm siiii – dije con un sonido apenas audible
No lo hizo. Levantó mi pija con
su manito y sacando la lengua me empezó a pasar su húmeda boca por los huevos
metiéndoselos a ambos. Una calidez total en mis testículos hizo que de la punta
de mi verga saliera una gruesa gota de presemen que le llegó al cabello
dejándole un hilo viscoso
-
Aghhhh – no pude reprimir el sonido
Ella siguió sin hablar y pude ver
en su rostro una sonrisa de satisfacción. Sus manos ahora se fueron a mis
gordas nalgas y las acarició. Hizo un movimiento que me costó interpretar. Se
sacó mis huevos de la boca y comenzó a meterse sus propios dedos mojándolos. No
sabía que quería, pero muy pronto lo iba a averiguar.
Ahora abrió la boca y empezó a
tragarse mi verga mirándome a los ojos. Muy despacio fue hacia adelante y no
pude creer cuando se metió toda la longitud de mi poronga dentro de su boca. Pestañeó
y sus ojos se pusieron llorosos. Le dio una arcada y se la sacó de la boca. Se
volvió a meter sus propios dedos en la boca y los sacó empapados.
Con esos dedos empezó a
acariciarme los huevos y a chuparme la pija con desesperación. Siempre sostenía
la mirada y yo me aferraba a la pared para no perder el equilibrio.
-
Aghhhhh – decía yo
Ella no emitía sonido y llegaba
con sus húmedos dedos cada vez más cerca de mi perineo. Yo tardé en darme
cuenta que mi hermana iba dejando saliva sobre mis huevos a propósito, no había
manera de que la zona tuviese tanta humedad.
El trabajo que estaba haciendo
sobre mis huevos y mi perineo era una maravilla. Sus pequeños y mojados dedos
iban y venían sin cesar. Eso no hacía que descuidara su chupada de verga, que
era sublime.
La sorpresa llegó cuando un dedo
muy mojado se apoyó en el centro de mi ano. Di un respingo y ella lo notó
sonriendo. Atiné a decirle
-
¿Qué vas a hacer?
Ella sacó un poco el dedo y
siguió chupándome la pija. Luego se la sacó y volvió a meterse mis huevos en la
boca, cuando salió estaban chorreando saliva. Volvió a acariciarlos con su
manito mojada y reanudó su chupada de pija
Empezó a ponerle más empeño a la
chupada mientras sus húmedas falanges volvían a mi perineo primero y se posaban
en la entrada de mi culo, más tarde. Esta vez no le dije nada porque me gustaba
la sensación.
Un dedo hizo presión y al mismo
tiempo se tragó toda mi verga. Salió con el dedo y salió con la boca y me sentí
abandonado.
-
Seguí, por favor – le rogué
Una sonrisa de victoria se formó
en su rostro y volvió a tragarse completamente mi verga al mismo tiempo que me
introducía un dedo en el culo.
No les miento si les digo que la
sensación aparte de sorprendente, era maravillosa.
-
Aghh me encanta – le dejé en claro
No hizo falta más para que
empezara a chuparme con devoción y a meterme el dedo bien profundo
-
Voy a acabar – le anuncié
Eso hizo que Natalia me mirara
con mi verga dentro de su boca y metiera ahora un segundo dedo dentro de mi
apretado ano.
Lo que vino fue una explosión de
semen dentro de las fauces de mi delicada hermana. Ella ni se inmutaba y solo
cerró los ojos para concentrarse en tragar semen y hundir más sus dedos en mi
culo.
-
Aghh ahhhhha aghhhhhhhh – trataba de moderar mis
quejidos que salían de mi boca sin poder controlarlos
Nunca supe lo potente de mis
sonidos.
-
Shhhhh – ella se sacó la verga de mi boca para
pedirme que me controle
No podía hacerlo, el placer era
tan extremo que no me importaba nada en ese momento
-
¿Qué pasa? – se escuchaba a mi madre detrás de
la puerta
-
Nada mamá, andá – le dije
Creo que mi madre pensó que me
estaba masturbando. No me importó.
Natalia esta vez no volvió a
besarme con mi semen ni quiso que yo la chupara. Solo esperó un rato y salió de
mi habitación para irse a la suya a dormir
Yo me quedé en mi habitación,
desnudo, mirando las paredes y sin poder comprender totalmente todo lo que
acababa de suceder
Me dormí al instante en que apoyé
mi cabeza en la almohada.
(continúa acá)
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