Historia en curso...

Mi hermana Belén

  Belén, mi hermana, siempre fue muy exhibicionista. De mostrarse mucho en redes. Su perfil, publicaciones y stories eran un verdadero infie...

Doble vida (12)

 


Iba en el auto manejando y me sentía feliz, pletórico. Bajaba por Av. La Plata en dirección a Caballito y todo me parecía más lindo que siempre. Crucé Chiclana, el ex supermercado donde volverá a estar la cancha de San Lorenzo, Pavón y luego de tardar en estacionar, bajé y compré los sándwiches de miga que tanto gustan en mi familia.

Para mi regreso hice el mismo camino, pero de vuelta y llegué cuando todos estaban sentados a la mesa de la cocina. Serían las 20 hs y mamá estaba preguntando que podrían llegar a cenar.

Cuando llegué con el paquete, casi que me reciben con un aplauso. Mi hermana me miraba sorprendida y mis padres aún más.

-        ¡Esto te debe haber costado una fortuna!  – dijo mi padre mientras tiraba de la cinta para abrirlos

-        Esperá! – le decía mi madre

-        ¡Si! ¡Te deben haber salido re caros! ¿Cuántos compraste? – decía mi hermana ayudando a mi padre con el paquete

-        No importa, cobré mi primera semana de sueldo y que mejor que compartirlo con ustedes que siempre me bancaron – la miré a mi hermana luego de mirar a mis padres

-        Vení, abrazame – dijo mi mamá llorando

-        Bueno má, tampoco es para que llores – decía yo

En unos minutos estábamos todos tomando cerveza y comiendo sándwiches. Mi madre se sorprendió de que mi hermana tomara cerveza. Y las cosas que hacía que ella no tenía ni idea.

Comimos los sándwiches y me fui a mi habitación. Mis padres se acostaron y al rato mi hermana hizo su ingreso en mi cuarto.

-        ¡Qué buenos que estaban esos sanguches!

-        ¿Si? ¿Te gustaron?

-        Me encantaron, ¡hacía mucho que no los comía!

-        ¡Qué bueno!

-        Juan, ¿te puedo hacer una pregunta? – dijo ella

-        Si, Naty, decime

Nos tratábamos como hermanos que se quieren mucho. Era algo raro. Su pregunta llegó como si nada.

-        ¿Le contaste a alguien o le mostraste mis fotos? – sonaba preocupada

-        No

-        ¿Me lo jurás?

-        Te lo juro – le clavé mi mirada y le sonreí

-        Te creo – me dijo ella

-        No lo voy a hacer

-        Gracias

-        Es más, voy a borrar todo para dejarte tranquila

-        Y yo te voy a chupar la pija o a coger cada vez que me lo pidas

Ese solo comentario hizo que mi pija diera un respingo

-        ¿Ahora?  – le dije

-        Bueno – dijo ella y se me acercó

Parecía que se tomaba en serio sus promesas. ¿Sería mi hermana a partir de ahora mi esclava? No terminaba de preguntármelo cuando empezó a desabrocharme el pantalón. A los cinco minutos ya me estaba chupando la verga a toda regla. Me masajeaba los huevos de una manera deliciosa. Me hizo desnudar por completo prometiéndome que iba a hacerme algo que me iba a gustar mucho. Lo que vino fue glorioso y me hizo pensar que era parte del plan que estaba tejiendo mi hermana para tener el control total sobre mi persona

-        Cerrá la puerta! – dijo ella

-        ¿Qué tenés en mente?  – le pregunté mientras me levantaba a cerrar

-        Con llave – se apresuró en aclarar

-        Si mamá o papá quieren entrar y está con llave van a sospechar

-        Es mejor que sospechen a que vean – dijo ella con una risita que me pudo

Cerré con llave. Ella se acercó hacia mí y me desnudó por completo. Entre la vergüenza de exhibir mi cuerpo y el control de mi hermana sobre mí, empecé a sentir miedo.

Por suerte, todo se disipó cuando ella me ordenó:

-        Parate en la cama, vení, así – evidentemente sabía muy bien lo que hacía

-        ¿Así?  – yo le hacía caso

Me hizo parar con los pies separados y comenzó a besarme primero los muslos. Uno y otro. Ella no tenía necesidad de agacharse porque es mucho más baja que yo y encima yo estaba subido a mi cama. Me besaba una y otra vez las piernas acercándose a mi pija, pero no la tocaba. Me estaba haciendo sufrir. Era su venganza. Siguió acercándose a mi verga con su boca y ahora me acariciaba las piernas con sus manos.

Yo no daba más de calentura, mi pija estaba muy dura, hinchada y salía el líquido pre seminal haciendo que luciera brillosa y roja la cabeza

Ella siguió acercándose y abriendo bien grande la boca, me miró a los ojos muy seria.

-        Queres que me la meta en la boca?

-        Mmmmm siiii – dije con un sonido apenas audible

No lo hizo. Levantó mi pija con su manito y sacando la lengua me empezó a pasar su húmeda boca por los huevos metiéndoselos a ambos. Una calidez total en mis testículos hizo que de la punta de mi verga saliera una gruesa gota de presemen que le llegó al cabello dejándole un hilo viscoso

-        Aghhhh – no pude reprimir el sonido

Ella siguió sin hablar y pude ver en su rostro una sonrisa de satisfacción. Sus manos ahora se fueron a mis gordas nalgas y las acarició. Hizo un movimiento que me costó interpretar. Se sacó mis huevos de la boca y comenzó a meterse sus propios dedos mojándolos. No sabía que quería, pero muy pronto lo iba a averiguar.

Ahora abrió la boca y empezó a tragarse mi verga mirándome a los ojos. Muy despacio fue hacia adelante y no pude creer cuando se metió toda la longitud de mi poronga dentro de su boca. Pestañeó y sus ojos se pusieron llorosos. Le dio una arcada y se la sacó de la boca. Se volvió a meter sus propios dedos en la boca y los sacó empapados.

Con esos dedos empezó a acariciarme los huevos y a chuparme la pija con desesperación. Siempre sostenía la mirada y yo me aferraba a la pared para no perder el equilibrio.

-        Aghhhhh – decía yo

Ella no emitía sonido y llegaba con sus húmedos dedos cada vez más cerca de mi perineo. Yo tardé en darme cuenta que mi hermana iba dejando saliva sobre mis huevos a propósito, no había manera de que la zona tuviese tanta humedad.

El trabajo que estaba haciendo sobre mis huevos y mi perineo era una maravilla. Sus pequeños y mojados dedos iban y venían sin cesar. Eso no hacía que descuidara su chupada de verga, que era sublime.

La sorpresa llegó cuando un dedo muy mojado se apoyó en el centro de mi ano. Di un respingo y ella lo notó sonriendo. Atiné a decirle

-        ¿Qué vas a hacer?

Ella sacó un poco el dedo y siguió chupándome la pija. Luego se la sacó y volvió a meterse mis huevos en la boca, cuando salió estaban chorreando saliva. Volvió a acariciarlos con su manito mojada y reanudó su chupada de pija

Empezó a ponerle más empeño a la chupada mientras sus húmedas falanges volvían a mi perineo primero y se posaban en la entrada de mi culo, más tarde. Esta vez no le dije nada porque me gustaba la sensación.

Un dedo hizo presión y al mismo tiempo se tragó toda mi verga. Salió con el dedo y salió con la boca y me sentí abandonado.

-        Seguí, por favor – le rogué

Una sonrisa de victoria se formó en su rostro y volvió a tragarse completamente mi verga al mismo tiempo que me introducía un dedo en el culo.

No les miento si les digo que la sensación aparte de sorprendente, era maravillosa.

-        Aghh me encanta – le dejé en claro

No hizo falta más para que empezara a chuparme con devoción y a meterme el dedo bien profundo

-        Voy a acabar – le anuncié

Eso hizo que Natalia me mirara con mi verga dentro de su boca y metiera ahora un segundo dedo dentro de mi apretado ano.

Lo que vino fue una explosión de semen dentro de las fauces de mi delicada hermana. Ella ni se inmutaba y solo cerró los ojos para concentrarse en tragar semen y hundir más sus dedos en mi culo.

-        Aghh ahhhhha aghhhhhhhh – trataba de moderar mis quejidos que salían de mi boca sin poder controlarlos

Nunca supe lo potente de mis sonidos.

-        Shhhhh – ella se sacó la verga de mi boca para pedirme que me controle

No podía hacerlo, el placer era tan extremo que no me importaba nada en ese momento

-        ¿Qué pasa? – se escuchaba a mi madre detrás de la puerta

-        Nada mamá, andá – le dije

Creo que mi madre pensó que me estaba masturbando. No me importó.

Natalia esta vez no volvió a besarme con mi semen ni quiso que yo la chupara. Solo esperó un rato y salió de mi habitación para irse a la suya a dormir

Yo me quedé en mi habitación, desnudo, mirando las paredes y sin poder comprender totalmente todo lo que acababa de suceder

Me dormí al instante en que apoyé mi cabeza en la almohada.

 

(continúa acá)

Pueden dejarme sus comentarios en reybaco2005@hotmail.com

O en Telegram @reybaco2005