Historia en curso...

Mi hermana Belén

  Belén, mi hermana, siempre fue muy exhibicionista. De mostrarse mucho en redes. Su perfil, publicaciones y stories eran un verdadero infie...

Doble vida (14)

 


Al otro día me desperté muy confuso. Había cogido de una manera extremadamente caliente y morbosa con mi hermana. Después se produjo un momento de tensión entre nosotros que derivó en una angustia tremenda como nunca en mi vida había sufrido.

Me había mostrado vulnerable ante mi hermana. Se había derrumbado todo lo que había construido para poder dominarla. No sabía cómo hacer para volver a tener el control sobre ella. Estaba en esos pensamientos cuando al salir de mi cuarto me topo con ella.

Natalia me mira y pude ver que tenía los ojos hinchados, señal de que había estado llorando toda la noche. Eso despertó en mi la ilusión de que finalmente mi hermana no era todo lo que yo me había imaginado en todos estos años. Por una parte, era una hembra caliente y desatada en la intimidad, mientras que en sociedad se comportaba como una monja. Por otra parte, se había comportado durante muchos años de manera despiadada conmigo, pero ahora lloraba toda una noche por el daño que me había hecho y por verme así.

Todo esto hizo recuperar en mi la fe en que podría volver a tomar el control sobre mi hermana, pero ¿era realmente eso lo que yo quería? Ahora que sabía que dentro de su corazón anidaba una persona buena, ¿quería someterla a mas humillaciones?

Por otra parte, quería seguir disfrutando de ella en la intimidad, quería volver a cogérmela, quería cumplir muchas fantasías ahora que empezaba a tener otra vida.

En el desayuno no cruzamos palabras y comencé a atacar las tostadas con desesperación. Así había sido toda mi vida, tapaba los problemas con comida. Natalia no me miraba, evitaba cruzarse con mis ojos.

Mi madre, que la conocía a la perfección, le preguntó

-        ¿Qué te pasa?

-        Nada – dijo Natalia cortante

-        Estuviste llorando, lo se

-        Si

-        ¿Qué pasa? ¿Problemas con Joaquín?  – preguntó mi madre

Joaquín era el novio de Natalia y el portador de la verga que aparecía en muchas de las fotos. Levanté mi mirada y se cruzó con la de mi hermana y un gesto de tristeza se apoderó de su rostro. Casi se larga a llorar de inmediato

-        Si, problemas con Joaquín – dijo y se levantó de la mesa

-        Esperá – dijo mi madre que se quedó con la palabra en la boca

-        Voy yo – dije y me levanté tras ella

Mi madre no entendía desde cuando yo podía y me animaba a intentar consolar a mi hermana.

-        ¿Qué vas a hacer?  – me preguntaba mi madre incrédula

-        Dejame a mí – dije con una suficiencia que desconocía en mi

Me levanté y fui corriendo, logré entrar en la habitación antes de que Naty cierre la puerta. Ella me miró, se tiró en la cama y se puso a llorar. No dudé un instante, cerré la puerta con llave y me tiré en la cama con ella

-        ¿Qué me vas a hacer?  – me miró ella ahora con espanto

-        Noooo, ¿qué estás pensando? solo quiero hablar con vos – me atajé rápidamente

-        ¿Por qué cerrás la puerta?  – me dijo

Creo que era la primera vez que en una situación límite me iluminaba como sucedió. Me acerqué al oído y abrazándola le dije

-        Primero, solo quiero decirte que te quiero - susurrándole al oído

-        Bueno – dijo en un tono muy suave

-        Segundo, estoy seguro que mamá está escuchando tras la puerta, así que ojo lo que decís

-        Jiji – una risita nerviosa se escapó de su boca

-        Y tercero, por más que me hayas hecho mucho daño, no me gusta verte llorar. Ahora – en ese momento levanté el tono para que, si mi mamá quisiera, pueda escuchar – lo importante es que vos estés bien y te des cuenta que todo pasa. Lo de Joaquín va a        bien pronto, quedate tranquila

-        Gracias Juan, sos muy bueno – me abrazó y se apretó fuerte contra mi

-        No me aprietes tanto que me empiezo a calentar – le dije nuevamente al oído

-        Jiji – esta vez la risa sonó un poco más fuerte

Escuchamos los pasos de mi mamá que se iba y yo me separé para salir de la habitación de Natalia. Ella me agarró de la mano y me detuvo.

-        Estoy en deuda con vos – me dijo

-        Vos no me debes nada -  le respondí

-        ¿Estamos a mano con todo lo que pasó hasta ahora?  – me preguntó con una sonrisa maliciosa

-        Bueno, si queres alguna cosa más podrías hacer por mí, pero no te voy a extorsionar. No tengas miedo.

-        Vas a borrar las fotos? – me preguntó

-        Nunca

Me miró con cara de desconcierto

-        Las quiero tener para mí, me encanta verte así

-        No hace falta, ya me viste personalmente – bajó el tono por las dudas

-        Ya veré si las borro, quiero tener un seguro de que no vas a volver a ser tan mala conmigo.

-        No hace falta, te lo juro – me dijo ella y se acercó

-        Lo sé, Naty, te creo

-        Borralas, por favor – me suplicó

-        Vamos a hacer algo mejor que eso – le dije

-        ¿Que?

-        ¿Vos borraste tus fotos?

-        No – me dijo mostrando preocupación

-        Yo me voy a encargar de borrar las mías y las tuyas y dejarlas todas en un lugar seguro al que solo puedas acceder vos – hice una pausa – y yo, claro

-        No me queda otra que confiar en vos – me dijo con una media sonrisa

-        Podes dejar todo así, pero es muy peligroso. – le dije alertándola

-        Está bien, ¿cuándo lo podés hacer?

-        Mañana a la noche, me va a llevar tiempo – le dije

Natalia salió de su habitación con otro semblante. Lucía mucho más relajada y contenta. Mi madre estaba de pie y miraba atónita. Yo la miré y me sentí triunfal.

Pasaron unos días sin muchas novedades, nos cruzábamos muy poco porque ella retomó con más intensidad la facultad y yo comencé gimnasio y me compré una bicicleta.

Debo reconocer que mis padres no podían creer en la persona en que me estaba convirtiendo. Mi madre me atendía más que nunca. No digo que sea interesada, pero el hecho que haya empezado a aportar en la casa cambió mucho la manera en que era visto por mis progenitores

Una tarde en que volvía de andar en bicicleta Natalia salía de la casa con María su caliente amiga. Cuando me vio, yo venía con las calzas de ciclista y una remera ajustada me dijo sin mediar palabras

-        ¡Estás muy bien, Juan!

-        Gracias María, vos también estas muy bien – y le recorrí el cuerpo con la mirada de una manera totalmente descarada

-        Gracias – lo dijo de una manera muy sexi

Al rato, le escribí un mensaje de texto a Naty

·        ¿Estas con María?

·        Si

·        ¡Que linda que está!

·        Me voy a poner celosa

Me encantaba ese comentario de mi hermana

·        Si queres esta noche podemos hacer lo de seguridad de las fotos, ¿te parece?

·        Si, por favor

·        Dale, esta noche cuando se duerman papá y mamá – le escribí

·        Dale, ¿vos borraste tus fotos?

·        Si – le mentí

Esa misma noche, Natalia me mandó un WhatsApp para que vaya a su cuarto y hagamos lo de las fotos.

-        Pasá y cerrá la puerta con llave – me dijo

-        Bueno – dije obediente

-        Vení sentate acá y mirá mi computadora, ya sabes dónde están las imágenes, ¿no?

Me senté en su cama y abrí la computadora sobre mis piernas, rápidamente encontré las imágenes y las alojé en un lugar seguro con contraseña y encriptadas. Usé de contraseña algo que solo nosotros dos podíamos recordar.

Cuando estaba terminando, mi hermana me mira y me dice:

-        me parece que te faltan guardar algunas.

-        No, ya revisé todas las carpetas

-        No, me refiero a las de mi teléfono – me dijo con una sonrisa de oreja a oreja

-        Nooooo – le dije sorprendido

-        Siiiii – me dijo riendo

-        ¿Nuevas?

-        Te van a sorprender y mucho

-        ¿Más de lo que ya vi?

-        Fotos y videos – dijo

-        Noooo – creí morir en ese momento

Mi pija se paró de golpe, no pude resistirlo. Me la imaginaba a mi hermana chupando la pija de su novio en video o cabalgándola, pero lo que me tenía preparado era algo mucho mejor

-        Sé que te van a gustar mucho

-        ¿Cómo estás tan segura?  – decía yo queriendo jugar un poco con ella

-        No estoy sola… - agregó Natalia con una sonrisa

-        Si, con tu novio

-        No solamente…

En un primer momento pensé en fotos con su novio y otro hombre. Después caí en que podía ser otra mujer. Lo que no me esperaba era esto

-        Tomá, conectá el teléfono y bajalas por si lo pierdo

-        Si si – dije apresurado y torpe

Cuando pude dar con las imágenes en la pantalla, mi hermana, que miraba de costado apoyándome una teta en el brazo, me sacó la mano y reemplazó la suya en el pad de la notebook y me dijo:

-        Mirá esta.

En la pantalla apareció ella chupándole la pija a su novio. Me dio celos

-        Ahora mirá esta

Aparecieron dos tetas hermosas, pero no eran las de ella. Los pezones más oscuros, la misma turgencia que las suyas, pero más morena la piel

-        ¿Quién es?  – pregunté sin imaginar la respuesta

-        No te imaginas

-        No quiero pensar que es… - me interrumpí

-        Sí, es María

-        Nooooo

-        ¡Si! Y hay más, pasá a la siguiente – me dijo

Pasé a la siguiente y pude ver dos pares de tetas reflejadas en el espejo. Podía reconocer a las de mi hermana y las otras eran las de María. Instintivamente metí la mano en mi pantalón y me acomodé la verga

-        A ver – me dijo mi hermana metiendo la mano y reemplazando la mía

-        Uffff, Naty – le dije

-        Queres que te haga una paja mientras mirás las fotos mías y de María

-        Ustedes estuvieron juntas… - no me animé a preguntar directamente

-        Estuvimos juntas desnudas, pero nunca hicimos nada entre nosotras, aunque…

-        ¿Aunque qué?  – me carcomía la intriga

Mi hermana me hizo levantar, bajarme pantalón y calzoncillos juntos y volver a sentarme mientras seguía pajeándome suavemente.

-        Recién cuando nos sacamos esa foto… - dijo ella

-        ¡¿Queeee?! ¿Estas fotos te las sacaste hoy? – pregunté anonadado

-        Claro, recién en la casa de ella

-        Que hermoso – dije en un susurro

-        Y le conté que te las mostraría a vos

-        ¿Me lo decís en serio?  – saqué la vista de la pantalla para mirar a los ojos a mi hermana

-        Si, totalmente

Mi hermana me dijo algo que me dejó totalmente sorprendido.

-        Ahora quiero que acabes mirando las fotos y después te cuento todo

-        Me mata la intriga de como llegaste a contarle

-        Es que le conté todo lo que pasó entre nosotros – mi hermana me sonreía mientras no dejaba de hacerme la paja

-        Vos estás loca? – le dije mientras apoyaba la notebook en la cama y me dejaba pajear por mi hermanita

-        Muy loca, pero todo salió muy bien – ahora Natalia se arrodillaba en el piso para chuparme la verga

-        Aghhhhh – esbocé

-        Mirá las que siguen – dijo ella sacándose un ratito la verga de la boca

-        Ummmmm

Yo sentía su boca en mi pija y ahora veía la concha de María y de mi hermana en un primerísimo plano

-        Que concha hermosa… - dije casi al borde del orgasmo

-        Imaginate cogiéndote esa concha – me dijo mi hermana y se metió de un golpe toda mi pija en la boca

No aguanté eso y me fui en un orgasmo tremendo

-        Aghhhh Natyyyy acabooooooo

-        Mmmmmm – chupaba y chupaba mi hermana sin dejar escapar ni una sola gota

-        Ayyyy Natyyyy, como me haces acabar hija de puta! – esta vez el insulto fue en tono cariñoso

-        Me gusta tomarme tu lechita… - dijo ella

-        Que buena que sos – se me escapó ese comentario

-        Tengo que redimirme por lo mala que fui con vos durante estos años

-        No hablemos de eso ahora – le dije

-        ¿Te molesta?

-        No, pero quiero chuparte la concha en agradecimiento

Mi hermana se sacó la ropa y se tendió boca arriba en su cama, no sin antes colocar debajo de su cola un almohadón. Yo en ese momento, me pregunté a que se debía y pude darme cuenta luego

-        Mmmmm – me arrodillé en el piso y le abrí las piernas para mirarle la concha con detenimiento

-        ¿Te gusta más personalmente que en fotos?  – preguntó ella con una risita

-        Totalmente

-        Aparte en las fotos no podés sentir el sabor, ¿no?  – decía ella y una gota de excitación rodaba por sus labios vaginales

-        Ni el olor – dije yo como un imbécil

-        ¿Que? ¿Tengo feo olor?  – se alarmó ella y quiso cerrar las piernas

Yo rápidamente la tomé de las rodillas y se lo impedí volviendo a abrírselas y metiendo mi cabeza en su interior

-        Noooo, al contrario, un olor hermoso - aclaré

-        Eso me lo decís para no cagar el momento – dijo ella que entendía todo

-        No, te juro, Naty – la miré con seriedad

-        ¿Te gusta mi olor? ¿En serio?

-        Me encanta – dije

-        ¿Si?

-        Y tu sabor

Diciendo esto me sumergí a chupar y chupar su concha, le besaba los labios mayores, le pasaba la lengua por todo el largo, se la hundía y le mordía el clítoris.

-        Mmmmm siiiii, seguí así – susurraba ella

-        Aghmmmmm, me encanta chuparte la concha

-        ¡Qué hermano chanchito que resultaste, eh!  – decía ella jugando con las palabras

-        Mmmmm – ahora me concentré en el clítoris

-        Aghhhh ahhhhhh aghhhhh

-        Mmmmmm – seguía dándole con fuerza al botón de placer de mi hermana

Una mano mía, recordando lo que ella me había hecho la vez pasada, empezó a jugar en su cola y un dedo se coló en su ano. Nunca abandonaba mi trabajo en el clítoris. Ahí entendí el sentido del almohadón. Ella se tomó de sus propias piernas por la parte posterior de las rodillas y tiró hacia su pecho quedando totalmente expuesta y con su concha y culo a mi merced

-        Aghhmmmm – que hermosa vista

-        Chupame toda – me ordenó

-        Mmmmm – un lengüetazo mío la recorrió desde el ano hasta el clítoris

-        Aghhhhh ahhhhhh aghhhhh – vibraba ella

-        Mmmmmm – en la siguiente pasada dejé abundante saliva en su ano

-        Aghhh Mmmmm

-        Mmmmm – un nuevo lengüetazo y cuando le mordí el clítoris le metí un dedo en el culo sin preguntarle

-        Aghhhh aghhhh ahhhhhh

-        Mmmmm – más profundo el dedo y más acción en el clítoris

-        Aghhhh acabo, Juan! – dijo mi nombre

-        Mmmmm – le metí un segundo dedo en el culo mientras sentía que me inundaba la boca con sus jugos

-        Aghhhh ahhhhhh ahh ahhh ahhh ahhhhhh ahhhhh aaaaahhhh - acababa ella

-        Mmmmm – chupaba y metía mis dedos en el culo yo

-        Aghhhh ahhhhh haceme acabar así, hermanito! – me dijo y la pija se me terminó de parar en ese instante

-        Aghhh Mmmmm ahhhhhh Aghh - dije yo y me mostré con la pija parada

-        Metémela en el culo, Juan – me pidió o me ordenó

-        Siiiii – le puse la cabeza en la entrada y empujé

Mi verga entró sin dudar y ella comenzó a apretar el culo como exprimiéndomela. Juro que hubiese aguantado si no fuera por lo que hizo ella en ese momento

Me miró a los ojos y me dijo

-        Cogeme el culo y mírame a los ojos

-        Aghhhh ashhhh aghhhhh – le dije como toda respuesta y la miré

-        Te merecías hacerme el culo así, hermanito

-        Agghhhh ahhh siiiii – estaba por acaba

-        Llename el culo de leche, dale! – me ordenó

La obedecí y me fui con varios lechazos seguidos dentro de su cola. Ella comenzó a frotarse el clítoris y alcanzó un segundo orgasmo acompañando el mío al grito de:

-        Cogeme cogeme cogeme

-        Shhhh, bajá la voz – le dije

-        Cogeme, cogeme – ella parecía no entender

-        Shhhh, shhhhh – me reía ahora yo

-        Cogeme asíiiiiiiiiiii

Me tiré encima de ella y la besé en la boca con pasión. Ella recibió mi lengua con la suya y me apretó contra su cuerpo mientras me abrazaba con brazos y piernas

-        Vas a despertar a mamá y papá – le dije

-        Les puse media pastilla en el té que les preparé

-        ¿Tenías todo planeado?

-        Sí, todo – me dijo

-        Sos la mejor – le dije

-        Sigo estando en deuda

-        No me debes nada – le dije

-        Si y tengo muchas maneras de pagarte

-        ¿Como esta?  – le pregunté ilusionándome en volver a cogérmela así

-        O algunas mejores

-        No hay nada mejor que esto -  le dije con sinceridad

Lo pensaba realmente. Quería tratarla amablemente porque era hermoso coger con ella. Yo no olvidaba que éramos hermanos y que esto en algún momento se iba a terminar. De hecho, cada encuentro podía ser el último. Mi verga se empezaba a debilitar en su culo cuando vino la frase que la hizo revivir un poco

-        ¿Me vas a negar que si te chupo la pija junto con María no es mejor que esto?  – me dijo

-        No te lo voy a negar – dije tratando de entender

-        Mmmmm, se movió esa verga en mi culo – dijo consciente de mi latigazo peneano

-        Pero esto es igualmente hermoso

-        Dejame intentar convencerla, pero por lo que hablamos hoy, no va a ser tan difícil

-        Contame todo lo que hablaste con ella – le pedí

-        Mientras haces lo de las fotos – me dijo

-        OK

 

 

(continúa acá)

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