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Doble vida (16)
Natalia salió de mi habitación y
me dejó solo con mis pensamientos. El cuadro de situación era extremadamente
peligroso. En principio, me padre podría contarle a mi madre y eso significaba
la hecatombe total.
Cuando llegaba el momento de la
cena, se me ocurrió escribirle un mensaje a mi hermana para ver si había
hablado con mi padre. La respuesta fue negativa
·
¿Qué hacemos? – me escribió
·
Por lo pronto ir a cenar y enfrentar la
situación
·
Me quiero morir
·
Esperemos a ver qué pasa – le dije yo con una
serenidad que yo mismo no me creía
Llegó la hora de la cena y
escucho a mi mamá que grita:
-
Juan, Nataliaaaaaa, a cenaaaaar – el tono era el
de siempre
Me acerqué a la mesa y pude
sentir el peso de la mirada de mi padre. Al rato llegó Natalia y sintió lo
mismo. El clima era muy tenso y nadie hablaba, excepto mi mamá que estaba como
siempre. Eso nos daba la señal de que mi padre no le había contado nada nuestra
madre. Respiré hondo.
En un momento de la cena, mi
padre parece querer tomar la palabra diciendo:
-
Yo quisiera saber una cosa.
Nos mira a mí y a Natalia
alternativamente. Los dos entramos en pánico. Sé que mi madre no lo notó, pero
mi hermana estaba a punto de largarse a llorar
-
¿Qué pasa entre ustedes dos que no se pelean
más? – dijo mi padre con una sonrisa de
oreja a oreja
-
Nada – me adelanté yo – ya estamos grandes para
andar peleando
-
Si, ya me imagino que están grandes – dijo mi
papá
Mi madre no entendía nada y
flotaba en nuestra conversación de tres. Solo atinó a decir una cosa que fue
bien recibida por mi
-
Juan ahora está trabajando y haciendo muchos
cambios con él, quizás sea eso
-
Si, mami, también es por eso – concedí
-
¿Y vos Naty? – preguntó mi padre
-
¿Yo que? – Natalia temblaba como una hoja y su
rodilla vibraba apoyada sobre la mía
-
Vos también estas más cariñosa con tu hermano, ¿no?
– mi padre disfrutaba de esta tortura
-
Si, ya no lo veo como un hermano odioso – lo
miró fijamente a mi padre con odio en los ojos
-
Me parece muy bien – dijo mi papá
La cena terminó y al rato cada
uno se fue a su habitación. No terminé de cerrar la puerta que un mensaje de mi
hermana me llegó al WhatsApp
·
¡Viste como estaba papá! ¡Es un HDP!
·
Si, jugaba a hacernos sentir incómodos
·
Por mi parte, lo logró – decía mi hermana
·
Sí, tenemos que tener mucho cuidado y
asegurarnos de que no le cuente a mamá
·
Eso sería terrible – se leía el miedo de mi
hermana
·
Mamá es una madre moderna, tiene 56 años, aun
así, si se entera que hacemos esto, la destruiría.
·
Sí, estoy segura, por eso lo mejor es que no se
entere
·
Tenemos que manejarlo para que no le cuente a
mamá
·
Sí, pero ¿cómo?
·
No sé, vos siempre fuiste la preferida de papá y
supiste cómo manejarlo
·
Sí, pero esto es difícil de manejar
·
Escuchame una cosa – le dije aun con dudas
·
¿Que?
·
¿Y si lo extorsionamos a que le contamos a mamá
que él te tocó o algo por el estilo? –
mi mente pensaba cualquier cosa
·
No, eso sería una locura
·
¿Por qué?
·
Primero, porque sería mentira y segundo, mamá no
me creería
·
¿Por qué lo decís?
·
Creo que mamá sabe algo de mi comportamiento
sexual
·
¿Si?
·
No estoy segura, pero me hizo unas preguntas muy
raras una vez hace mucho
·
Ah – le dije – Bueno, tenemos que armar algún
plan
·
Dejame pensarlo – dijo mi hermana con una media
sonrisa
·
¿Que se te ocurre?
·
Me parece que papá mira con muchas ganas a
María, mi amiga
·
¿Quién no? – dije yo con una risa
·
Pero en este caso, puede ser de mucha ayuda
·
¿Te parece? – dije yo escéptico
·
SI, dejame darle forma – mi hermana pensaba como
la hábil estratega que era
Pasaron unos días de tranquilidad
y no tuve contacto con mi hermana. Necesitábamos calmarnos y bajar el riesgo de
ser descubiertos nuevamente por mi padre, o peor aún, por mi madre.
Una noche, yo estaba en mi
habitación con la computadora cuando me entra un mensaje de Natalia
·
Hola hermanito
·
Hola – respondí
·
¿Estás solo en tu cuarto?
·
Si, como siempre
·
Tenés los auriculares puestos?
·
Sí, ¿por? – juro que no entendía a donde quería ir mi
hermana
·
Cerrá la puerta de tu cuarto con llave
·
¿Por? –
seguía sin entender
·
Vamos a hacer video llamada
·
Bueno -
escribí
Lo que ví hizo que mi corazón
empezara a palpitar como queriendo salirse de mi pecho. Del otro lado de la
pantalla podía ver a mi hermana y a María su delgada y hermosa amiga.
No fue solo verlas a ellas dos,
sino que fue su vestimenta. Estaban ambas con un disfraz de porrista
(cheerleader) es decir las chicas que con polleritas y porras en sus manos
suelen alentar a los equipos de futbol americano en EEUU. Ver a esas dos
preciosuras así vestidas me volvió loco. Recordé rápidamente que habían hecho
un festival y seguramente tenían ese atuendo guardado.
Verlas a las dos así me volvió
loco, pero sobre todo a María. Su tez morena era una belleza, esos rasgos
centroamericanos y esa boca carnosa me volvían loco.
Mi hermana tomó el control de la
conversación y rompiendo el hielo, empezó
-
Juan, estábamos con María pensando en hacer un
video y decidimos que sea mediante la cámara y que vos nos guíes
-
¿Qué tipo de video? – pregunté ilusionado
-
Un video de María desnudándose y con eso
extorsionarlo a papá – dijo ella muy suelta de cuerpo
-
Ah María sabe que…
-
María sabe todo – dijo mi hermana
-
Si, se todo, Juan – dijo la bella morena
-
¿Todo es todo? – no podía creer que mi hermana le había
contado a su amiga todo lo que habíamos hecho
-
Bueno, no nos pongamos a entrar en detalles
ahora – dijo mi hermana
-
Mirá como le saco fotos a María – decía mi
hermana mientras se la veía a su amiga posando sensualmente
-
¿Qué te parece, Juan? – decía María mirando a la cámara
-
Me encanta – decía yo
Dejaron las porras rápidamente y
se concentraron en mirar a la cámara. Eran dos auténticas bellezas.
María lucía una musculosa blanca
y muy cortita de dos tiras, se le podía ver la tira del corpiño debajo y
también un short de jean. Se le veía un vientre plano y un ombligo con un piercing.
-
Qué lindo piercing – dije como un pajero. Lo era
-
¿Te gusta? – decía María moviéndose sensualmente
arrodillada en su cama
-
Si
-
¿Qué te gustaría que haga? – decía mi hermana
-
Y me parece que esas fotos de María las puede
ver cualquiera en su Instagram, tiene que ser algo más jugado – decía yo
arriesgándome
-
A ver esto ¿Qué te parece? - dijo María
La amiga de mi hermana se bajó
los dos breteles de la musculosa y juntando sus brazos apretó sus tetas y le
imagen se volvió espectacularmente sexy
-
Ahora va mejor – dije yo
-
Seguro que se te paró la pija – dijo mi hermana
totalmente atrevida
-
Si – dije yo resignado a no mentir
-
Uy me gustaría ver eso – dijo María con total
descaro
-
Primero quiero ver algo yo – dije
-
¿Qué te gustaría ver? – decía mi hermana
Yo supe en ese instante que no
era necesario ser muy insistente con las chicas. Solo era cuestión de disfrutar
cada momento como se fuera dando y tratar de ir con paso calmo para que no se
caiga todo por una falta de tacto. Fue así que empecé a pedirle cosas a estas
dos diosas
-
Naty, porque no dejás el teléfono apoyado así se
mueven mejor las dos
-
¿Las dos? que tenés en la mente vos? – reía mi
hermana nerviosa
-
¿Las dos? Mirá que resultaste chanchito, Juan! –
decía María
A mí se me paraba cada vez más la
pija. Lo que vendría a continuación fue el mejor espectáculo erótico que podría
llegar a ver en mi vida. María estaba de frente a la cámara y mi hermana estaba
detrás bajándole los breteles de la musculosa. Al rato, Natalia le dice algo al
oído y le termina por sacar completamente la musculosa, dejando a su amiga en
un corpiño blanco semitransparente que me volvió loco apenas la vi. Sus tetas
eran más grandes que las de Natalia y se adivinaba un pezón, ese pezón moreno y
duro que había visto en fotos. Pero ahora no era una foto, era un video.
-
A ver chicas, quiero ver un poco más y de las
dos… - dije excitado
-
Vamos des pa ci to – dijo mi hermana
María no parecía con ganas de ir
despacito porque se desabrochó ella misma su soutien y sus dos tetas morenas y
turgentes aparecieron en primerísimo plano
-
Tus tetas son hermosas – le dije
-
Veo que ya te empezaste a tocar – dijo mi
hermana notando el movimiento de mi brazo
-
Es inevitable viendo a dos diosas – dije con mi
pija en la mano
Yo movía mi mano lentamente subiendo
y bajando en mi erecta verga. Quería que dure mucho esta paja y estaba ansioso
por ver hasta donde se animarían a llegar las chicas.
-
¿A ver las tuyas Naty? – dije yo
-
¿Y vos no vas a mostrar nada? – dijo María excitada
-
Quiero verlas a ustedes completamente desnudas –
dije desde mi lugar
-
Eso no va a ser difícil – dijo María y se giró
para sacarle a mi hermana la poca ropa que le quedaba también
Cuando María giró puede ver una
bombachita pequeña que se perdía en ese culito chiquito y hermoso que tenía.
Era una bomba esa mujer. Bueno, mi hermana también lo era. Natalia no tuvo
problemas en dejarse desnudar e hizo lo propio con su amiga María.
Yo sabía que no tenía excusas
para no hacerlo así que poniéndome de pie me saque el pantalón, la remera y el
calzón para acercarme a la cámara con la verga al palo en la mano y darles a
las chicas un primerísimo plano de mi pija chorreando líquido preseminal.
-
Mmmmm, que bien se ve eso – dijo mi hermana
-
Tenés una pija hermosa – dijo María
-
Y ustedes son hermosas, también – dije yo sin
animarme a subir el tono
-
¿Te vas a hacer una paja y nos vas a mostrar
cómo acabás? – dijo mi hermana
-
Siiii – completó su morena amiga
Estaba a punto de acabar viendo a
las dos jovencitas desnudas, pero necesitaba más. Algo y no sabía cómo pedirlo.
Fui simple
-
Quiero que ustedes se toquen también
No esperaba la pregunta de mi
hermana.
-
¿Entre nosotras? ¿O que cada una se toque por su
parte?
Me tomó tan por sorpresa que me
costó responder
-
Empiecen como quieran – ahora que lo pienso fue
una buena respuesta
-
Mmmmm, te gusta vernos? – decía mi hermana muy
caliente
-
Me encanta
-
¿Que te gustaría que hagamos? – dijo perversa María
-
Que se toquen las tetas – dije como para empezar
María y mi hermana se empezaron a
frotar las tetas ellas mismas y la muy puta de Natalia miraba a la cámara con
una expresión de deseo que nunca le había visto. Jugaba como una auténtica profesional.
Parecía una modelo de Palyboy por la manera en que se movía. No me vi venir a
ella ponerse detrás de su amiga y empezar a amasarle las tetas.
-
Mmmmm – María se vio sorprendida y se giró a
mirarla
Juro que al día de hoy no
entiendo como no acabé en ese instante. Natalia le miró la boca a María y se
acercó con la suya para besarla. Sus labios se juntaron, sus bocas se abrieron.
Las lenguas salieron en búsqueda de la otra y la encontraron. Era evidente que
sintieron un placer extremo porque estuvieron un rato largo sin separarse. Las
manos de Natalia volvieron ahora a moverse ahora en las tetas de su amiga.
-
¿Te gusta lo que ves? – decía Natalia con una voz de puta hermosa
-
Me encanta
-
Ahora mirá esto – dijo Natalia
Se movió como una gata en celo, en
cámara lenta, cada centímetro que se movía parecía generar mayor excitación. No
lo va a hacer, pensaba yo. Su boca se acercaba lentamente al pezón de María. El
botón mamario de su amiga estaba muy duro y expectante, no era para menos.
Natalia abrió la boca y lo hizo desaparecer apresándolo por completo.
-
Aghhhhh – dijo María y agarró la cabeza de mi
hermana
-
Mmmmm – Natalia ahora chupaba
-
Miren chicas – les dije
Las dos giraron la cabeza para
ver como de mi pija salían los chorros de leche que resbalaban por mi verga y
mi mano. No me aguanté mas
-
Aghhhh ahhhhhhh Mmmmm
-
Mmmmm que linda lechita – decía mi hermana
-
Mmmmm para tomarla toda – oí decir a María
-
Mmmmm – mi pija se movía sola ahora. Había
sacado mi mano y chorreaba solo el semen blanco y brillante
-
Aghhhhh – decía María
-
Chupame las tetas – le ordenó mi hermana
Lo que vino a continuación no
tuvo desperdicios. María se tiró sobre mi hermana y comenzó a chuparle las
tetas. Lo hizo con tal devoción que parecía poseída. No tardó ni un minuto en
empezar a bajar y a besar la panza de mi hermana
-
Chupame la concha, María – le ordenó mi hermana nuevamente
-
No veía lo hora en que me lo pidieras – dijo su
morena amiga bajando con todo
Yo no podía ver con claridad,
pero los audios eran tan elocuentes que mi cabeza armó todo y creo un cuadro
exacto de cómo fueron las cosas en adelante. María chupaba y chupaba. Natalia
le acariciaba la cabeza y tiraba la suya para atrás.
-
Aghhhh aghhh ahhhhh
-
Mmmmmm – chupaba María
-
Aghhhhh ahhhhh
-
Mmmmmm
-
Aaaaaahhhhhhh, como me haces acabar – decía mi hermana
Al rato mi hermana la besó a su
amiga en la boca y estuvieron un rato largo hasta que Natalia supo lo que tenía
que hacer y dijo
-
Ahora me toca a mí – se metió en la concha de
María
-
¡Miren mi pija! ya está parada de vuelta – les dije
Ambas interrumpieron un segundo
su juego para mirar y Natalia se acomodó quedando su culo en pompa de frente a
la cámara y María mirando con clara de placer a la lente.
Era obvio que Nati le estaba
chupando la concha como una maestra.
-
¡Qué lindo se te ve el culo en primer plano! – dije yo muy caliente
-
Miralo bien – dijo María y se estiró para
abrirle bien la cola a mi hermana
Su rosado y fruncido ano apareció
en todo su esplendor.
-
Aghhhh me vas a hacer acabar, Natu – gemía María
-
Y ustedes dos a mí – dije yo
-
Aghhhh ahhhhh ahhhhhhh – María estaba acabando
-
Miren como acabo yo de vuelta – les dije y las
dos agarraron el teléfono
-
Nos gustaría que nos acabes en la cara – dijo
Natalia
María la miró sorprendida, pero
aprobó el comentario
-
Siiiii – dijo la morena
-
Miren bien – dije yo mientras enfocaba en
primerísimo plano los chorros que salían de mi verga
-
¡Que hermosa pija! – decía María
-
Ya la vas a probar – terminó Naty
-
Aghhhh ahhhhhh – gemía yo
Luego de un rato, Natalia me
preguntó si había grabado todo y le dije que sí, pero que me parecía muy fuerte
mostrarle esto a papá. Ella dijo, no importa, hay que jugar fuerte si no queremos
que le cuente a mamá.
(continúa acá)
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