Historia en curso...

Mi hermana Belén

  Belén, mi hermana, siempre fue muy exhibicionista. De mostrarse mucho en redes. Su perfil, publicaciones y stories eran un verdadero infie...

Doble vida (9)

 


Estaba en mi habitación trabajando con la computadora y en la casa reinaba un completo silencio. Era placentero saber que no estaban mis padres con el televisor a todo volumen.

Cuando salí al pasillo disfruté de ese silencio. La puerta de la habitación de Natalia, mi hermana, estaba cerrada. No dudé en tomar el picaporte y abrirla sin permiso

-        ¿Qué haces? – dijo ella

-        ¿Te asusté?  – pregunté con una sonrisa

-        Sí, mucho – rio ella

Estaba solo con una pequeña bombachita y sin nada en la parte superior luciendo sus pequeños y turgentes pechos

-        Vení – le ordené

-        ¿A dónde?

-        ¡Vos vení!

Me acompaño por el pasillo y salimos al living. Natalia estaba expectante a mi lado mirado en todas las direcciones. Señalé el sillón del living y le ordené

-        Arrodillate en el sofá y ponete con el culo apuntando hacia mí

-        Como digas – dijo con un tono de sumisión que hizo que mi pija, ya muy dura, diera un respingo

-        Dale – dije queriendo hacerme el duro. Me costaba este papel

 

Natalia sabía lo que yo quería. Repetir exactamente la misma foto que le habían sacado (quiero suponer que su novio) y que ahora estaba en mi poder.

Ella no dudó y lo hizo perfectamente. Separó las piernas y apoyó la barbilla en el respaldo del sillón.

-        Ya sabes lo que quiero, ¿no?  – le dije

-        Creo que sí. – dijo ella

-        Quiero que representes exactamente esta foto

Extendí mi mano exhibiendo mi celular y pude ver como su cara palideció.

-        Tenés las fotos en tu teléfono?

-        Solo esta. – le mentí

-        No se la vayas a mandar a alguien… y borrala, por favor, es muy peligroso

-        Ahora hacé lo que te pido – le ordené

La vi temblar de miedo, pero, aun así, se arrodilló poniendo su culo levantado y mirándome de costado con una cara de putita que me hizo doler la pija.

El cuadro era tremendo. Mi hermana con toda la blanca bombacha metida en la cola y exhibiéndose como una cualquiera frente a su hermano que tanto odiaba. No creía que podría gozar más en mi vida, pero me equivocaba. Me dolía tanto la erección que tenía que no dudé en bajarme los pantalones y calzoncillos juntos para sacarla del pantalón. Ella me vio, pero no emitió palabra

-        Bajate la bombacha como en la foto y abrite el culo – le ordené

-        Si – dijo ella

Sin dudarlo, comenzó a mover el culo mientras deslizaba la bombacha hacia abajo y esta se enroscaba a la altura de sus rodillas.

Ya todo me parecía alucinante, y más aún cuando con sus dos manitos abrió su cola exhibiendo su rosado y fruncido ano, su mancha de nacimiento debajo del glúteo y su concha que parecía brillosa. ¿Acaso se estaría excitando con todo esto?

Yo me acerqué con mi verga dura. Cuando estuve a punto de rozarla con la punta de mi verga me asaltó otra idea y sin dudarlo le di un fuerte cachetazo en la cola. Plaf!

-        Aghhhhh – gruño ella

-        ¡Por putita!  – le dije, y le pegué otro cachetazo plaf!

-        Mmmmm, me lo merezco! – dijo ella

Me acerqué aún más y lentamente, flexionando las rodillas, metí la cabeza de mi dura y palpitante verga en la entrada de su concha. Sin dudar, me agarré de sus rojas caderas y me adelanté con decisión y le enterré el total de mi verga de un solo movimiento

-        Aghhhhhhhhhhh – gritó ella

-        Mmmmmm – susurré yo

Debía tomar el control y no permitirle que gozara, pero me era muy difícil. La sensación de mi pija en su concha era inigualable. Sumado a esto, la visión de su rosado ano me llevaba al extremo del placer. No sé cómo me animé, creo que tantos años viendo porno hicieron que se me ocurriera lo que hice a continuación.

Le saqué la verga y agachándome un poco acerqué mi boca a su culo y dejé caer un chorro espeso de saliva y sin dudarlo le metí mi dedo pulgar. Volví a la posición anterior cogiéndola por la concha sin sacar nunca mi dedo gordo de su apretado culo

-        Grrrrrr – gruñía ella

-        ¡Qué puta que sos!  – le decía yo

-        Mmmmm

-        Sos muy puta y lo sabes! – insistía yo intentado humillarla aún mas

-        Aghhhhhhh – ella solo susurraba

-        Mirá si te viera el cura!

-        Aghhhhh

Su concha estaba muy lubricada y esa hacía que mi verga iba y venía como un pistón aceitado.

Estaba cerca de acabar, pero me sentía con necesidad de una nueva y mayor sodomización de mi hermana y no dude. Le saqué la verga, volví a escupirle el culo y le apoyé la cabeza empujando con fuerza

-        Noooooo – gritó ella

-        ¡Te voy a coger la cola, putita!

-        Nooooooo – pareció clamar, pero esta vez sin tanto fervor

-        ¡Voy a cogerte el culo y te lo voy a llenar de leche!

-        Mmmmm – ya se entregaba mi hermanita

Hundí mi glande y pude ver como mordía la tela del sillón. Su manchita marrón aparecía en su glúteo y me ponía más caliente todavía. Su culo me apretaba la pija, pero era tal mi erección que no sentía dolor. Me agarré firme de sus caderas y empecé a empujar lentamente. Créanme que no miento cuando digo que ver desaparecer mi pija dentro del culo apretado de Naty fue lo mejor que vi en mi vida.

-        Aghhhhhh ahhhhhhh – el gritó de mi hermana se escuchó en toda la casa

-        Tomá putita!

-        Aghhhhhh ahhhhhh

-        Te voy a llenar de leche, ¿sabías?  – yo bufaba y profería insultos como un desquiciado

-        Aghhhh ahhhhhhh me estas matando!!! – atinó ella a decir

-        Pedime que te coja! – le ordené

No sé si lo hizo como estrategia o porque lo pensaba así, pero me sorprendió

-        ¡No, eso no!

-        Pedime que te coja si no queres que el padre Roberto (el cura) vea las fotos

-        Ayyyy noooo por favor!

-        Pedime que te coja o las va a ver mamá también! – la apuré

-        Cogeme, dale cogeme! – dijo casi en un susurro

-        No te escucho

-        Cogeme – ahora en un tono más firme

-        ¿Como?

-        Cogeme! – ahora gritaba

-        Siiiii? Queres que te coja?

-        Siiii cogeme hijo de puta! – gritaba ella

No esperaba que girara la cabeza y me mirase. Una lágrima corría por su mejilla, pero no dejaba de mirarme. Le sostuve la mirada y le pregunté sin dudarlo

-        Queres que te llene el culo de leche?

-        Mmmmm siiiii

Ya estaba ahí, ¿Por qué no hacerlo?

-        Pedímelo! – le ordené

Supo que no tenía escapatoria

-        Siiiii, llename el culo de leche, hermanito!!!!

-        Aghhhhh ahhhhh ahhhhhh – me desplomé sobre ella mientras acababa como un poseído

-        Cogeme el culo y lléname de leche dale! – eso no era parte del guion. Le salió del alma

-        Aghhhhh aghhhhh me encanta cogerte el culo Naty! – le dije también improvisando

-        Me mataste, Juan – dijo y me pareció ver una sonrisa en su rostro

Estuve tentado de buscar su boca para besarla, pero me contuve. No éramos novios. Ella era mi perra obediente y debía limitarme a eso.

 

 (continúa acá)

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