Primer capítulo de esta serie-----> Mi hermana Belén
Parte anterior------> Mi hermana Belén 9
Habíamos cogido con mi hermana. Mi madre nos había callado desde la puerta en total oscuridad. Ahora restaba saber que había llegado a ver o escuchar nuestra madre y conocer la gravedad del tema.
La situación era tan angustiante
que mi hermana, prendió la luz para vestirse y ni se me ocurrió mirarla. Yo
hice lo mismo y nos dormimos ambos sin pronunciar palabra.
Al otro día me levanté temprano
para ir al colegio y mamá ya no estaba. Respiré. Volví a la habitación y mi
hermana aun dormía. La desperté.
-
Mamá no está, ya se fue.
-
Ahhh – dijo mi hermana dormida
-
Si vuelve, tratá de averiguar que vio o escuchó.
-
Dale
No sé por qué, pero me salió
darle un beso en la mejilla, acariciarle el pelo y, luego de mirarla un rato
durmiendo, me fui al colegio.
¿Qué me pasaba? ¿Me estaba
enamorando de mi propia hermana?
Esto empezaba a ponerse peligroso
por demás.
En el colegio, le escribí a mi
hermana para que me cuente si había alguna novedad con mamá y su respuesta fue
que por el momento no.
Estaba en el medio de la clase,
en la última hora y leo un mensaje de mi hermana.
·
No vengas a la tarde, mamá quiere hablar conmigo
sola. Después te cuento. Andá a la casa de algún amigo y vení más tarde.
Los nervios se apoderaron de mí
de inmediato. Le pregunté a un amigo si podía ir a su casa y me preguntó qué me
pasaba, ya que me vio muy nervioso. No supe como fingí que no pasaba nada y le
dije que mi hermana y mi madre se iban al médico y no tenía llaves. Reconozco
que estuve muy rápido para mentir.
Me fui a la casa de mi compañero
que por suerte no quedaba lejos de la mía.
Creo que no llegué a estar 2
horas en la casa de mi amigo, cuando sonó mi celular. Era Belén, mi hermana.
·
Vení para casa, ¿cuánto tardaras?
·
En 10 minutos estoy
·
¿Qué pasó?
·
Vení y te cuento
Le dije a mi amigo que ya estaba,
que me iba para mi casa.
No sé por qué, pero no tenía un
buen presentimiento. Mi hermana sonó muy cortante por WhatsApp.
Cuando llegué el mundo se me
derrumbó. Mi hermana tenía cara de haber llorado mucho y su rostro trasmitía
una preocupación tremenda. No podía mentirme.
La miré y me fui hacia ella de
inmediato.
-
¿Qué pasó?
-
Nada, quedate tranquilo
-
¿Como que nada? ¿Y esa cara que tenés?
-
No pasó nada, pero estuve llorando – me decía mi
hermana con el rostro muy triste
Belén me abrazó y me besó en la
boca de una. Me separé para preguntarle:
-
Pará. ¿Y Mamá?
-
Mamá no está y no viene hasta dentro de dos
horas
-
Ah, bueno – dije y la abracé besándola
-
Estamos solos, podemos hacer lo que queramos –
me dijo ella y me besó con mucha pasión
-
¿Estás segura?
-
Nunca estuve tan segura en mi vida – me dijo
Lo que sucedió después fueron una
serie de hechos que no dejaron de sorprenderme uno tras otro.
En primer lugar, mi hermana me
besó mucho, con mucha pasión y terminado el beso me miró a los ojos de una
manera que entendí como de tristeza, pero no me animé a preguntarle ni decirle
nada.
-
Vení, vamos a la cama de mamá – me dijo y me
agarró la mano
-
A la cama de mamá, ¿estás segura? – volví a repetir mi lamentable frase.
-
Ya te dije, nunca estuve tan segura en mi vida.
Ese tipo de comentarios me daba
miedo ¿qué le pasaba a mi hermana?
Entramos a la habitación de mi
mamá. Belén se giró y me besó como nunca me había besado, durante mucho tiempo
y con mucha pasión.
-
Quiero hacer todo con vos
-
Yo también – le dije
-
No – me agregó – quiero que cojamos con todas
las ganas
-
Vos me volvé loco, Belén –
-
No me entendés – me dijo
-
¿Qué pasa?
-
No pasa nada, quiero cogerte como nunca me cogí
a nadie – me dijo ella
Juro que no entendía nada. Lo
cierto es que mi hermana no terminó de decirme esto que comenzó a sacarme toda
la ropa.
Yo hice lo propio con la de ella
y en dos minutos estábamos completamente desnudos.
-
Quiero chuparte la pija – me dijo
-
Siiii – le dije de inmediato
-
No acabes rápido, quiero cogerte – me dijo
Lo tomé como una orden que debía
acatar ciegamente.
Fue entonces que mi hermana me
tiró en la cama y arrodillándose en el piso comenzó a chuparme la pija de una
manera magistral.
Era de día y la luz que entraba
por la ventana me permitía ver perfectamente a mi hermana en su labor.
Ella me miró fijamente con mi
verga en la boca y me sonrió con los ojos. Era hermosa. Y con mi pija en la
boca, era más hermosa todavía.
La chupada de pija que me dio
nunca me la habían dado en toda mi vida sexual, que por cierto era muy corta y
poco diversa. Lo cierto es que me hizo de todo, me chupó los huevos, se los
metió en la boca, me volvía a chupar la pija.
Era una locura.
Le dije que quería chuparle la
concha y no me lo permitió.
-
No, quiero que me cojas toda
-
Pero quiero que acabes. – le dije
-
Ya voy a acabar yo también, ahora quiero cogerte
En medio del clima raro en el que
nos encontrábamos, nos dábamos el tiempo para disfrutar a pleno del momento.
-
Vení – me dijo mi hermana
Me acostó en la cama y sin
dudarlo se puso encima de mí. Me agarró la pija con la mano y la guio a la
entrada de su concha. Se la metió y se quedó un instante con mi pija adentro y
los ojos cerrados.
Luego los abrió y me miró con una
sonrisa, que en el momento la percibí triste, pero no por ello mi calentura se
bajó.
Mi hermana comenzó a moverse con
mi pija en su cocha y mirándome desde arriba se acariciaba las tetas, se
pellizcaba los pezones.
Yo la miraba embelesado,
recorriéndole todo el cuerpo con la mirada.
-
Sos hermosa – le dije sin pensarlo
-
¿Te gusta verme?
-
Mucho
-
¿Te gusta que te coja?
-
Es lo que más me gusta
Estiré mis manos y le acaricié
los pechos y la panza. Ella apoyó sus manos sobre las mías y me ayudaba a
recorrer su cuerpo.
Era una situación hermosa. Estábamos
viviendo algo que era único. El sexo entre hermanos. El incesto. El sexo con
amor fraternal. Era realmente hermoso.
Mi pija estaba durísima dentro de
su concha. Mi hermana estaba muy mojada y bañaba mi verga con sus viscosos fluidos.
Fue entonces que se salió de mí y
se giró para meterse nuevamente mi verga en la concha, pero dándome la espalda.
La visión de frente de su culo
perfecto y ella cabalgándome mientras apoyaba sus manos en mis rodillas era
única.
-
¡Que culo perfecto que tenés Belén! – le dije
-
¿Te gusta?
-
Me encanta – le dije con sinceridad
Mi hermana se inclinó hacia
adelante y se abrió bien la cola, siempre con mi pija dentro de su concha
-
¿Y así te gusta? – me provocaba
-
Hermoso – le dije
Mi hermana se levantó apenas y
sacó mi pija de su concha, frotó la cabeza contra su humedad y la apoyó contra
su fruncido ano haciendo un poquito de presión.
-
Ayyyy Belén – le dije
-
¿Qué pasa?
-
Me encanta tu culo – quise animarla
-
¿Te gustaría metérmela en el culo? – me dijo ella
-
Si – le dije
En ese momento me costó entender
si me estaba provocando o realmente lo quería, ya que se volvió a meter mi pija
en la concha y se inclinó nuevamente hacia adelante.
Me agarró una mano y la llevó a
su boca, me chupó el dedo y girándose me pidió:
-
Meteme el dedo en el culo
-
Mmmmm
-
Preparámelo bien… - me dijo y mi pija se sacudió
en su interior
Había entendido bien.
Mi hermana estaba dispuesta a
entregarme el culo. Era mi sueño. El sueño de todos mis amigos, de todo mi
barrio. Tener a disposición el culo de mi hermana, solo para mí. Era soñado.
No dudé y le metí un primer dedo,
el índice.
Entró fácilmente y ella se irguió
por completo gritando
-
Aghhhhhh
-
¿Te dolió? – le pregunté
-
Noooo, me encanta – me aclaró
Eso me dio valor, uní mi dedo
mayor al índice y ahora la penetré con ambos, pero de manera más suave.
-
Aghh, no pares ahora, por favor – decía
-
¿Te gusta que te meta lo dedos en el culo? – le pregunté
-
Siiii, hermanito degenerado, juga con mi colita
– me dijo
Creo que casi acabo con ese
comentario. No me esperaba su reacción.
-
Meteme la pija en el culo que estoy a punto de
acabar – me dijo
Mi hermana se levantó y se sacó
mi pija de la concha y la apoyó en su entrada trasera.
-
Dale cogeme el culo, hermanito, ahora – me
ordenó
-
Siiiii – le dije y le apoyé la cabeza empujando
con firmeza
Mi hermana se empezó a frotar el
clítoris al tiempo que bajaba lentamente comiéndose mi verga con su apretado
ano.
-
Aghhhh ahhhhh
-
Mmmmmm – decía yo mientras veía que mi pija se
perdía lentamente dentro del culo de mi hermana
-
Aghhhh ahhhh ahhhhhh – Belén comenzó a temblar
en un orgasmo muy intenso
-
Siiiiii ¿estás acabando? – le pregunté.
Necesitaba si confirmación
-
Aghhh mmmm seeeee – ahora mi hermana vibraba
como en un nirvana
-
Ayyyy Belén me vuelvo loco, voy a acabar
-
Aghhhh siiii hermanito, lléname el culo de
leche, cogeme la cola, cógele el culo a tu hermanaaaaaa – gritaba ahora ella
-
Aghhhhhh ahhhhh ahhhhh – empecé a acabar como un
toro dentro de su estrecho culo
Mi hermana seguía acabando. Yo
también. Fueron unos minutos muy largos en los cuales solo nos dijimos cosas
muy calientes y degeneradas. No podía creer que esas palabras salieran de la
boca de mi hermana, y de la mía, tampoco
Lo cierto es que todo fue
escalando de la siguiente manera
-
¿Te gusta cogerte a tu hermana? – empezó ella
-
Mucho, sos hermosa
-
Y muy puta, ¿sabías?
Ahí entendí que le gustaba mucho
el juego de palabras y sabiéndome a solas con ella me fui animando
-
Muy puta como a mí me gusta
-
¿Te gusta que sea muy puta para vos?
-
Si, sos la hermana más puta y más linda
-
¿Te gusta cogerle el culito a tu hermana,
perverso?
-
Siii
Me animé a mas
-
¿Y a vos te gusta que tu hermano te coja el culo
estando embarazada?
-
Siiiii
-
¿Te gustaría que te llene de leche y embarace
yo?
Mi pija se había aflojado apenas
y ella seguía moviéndose con mi trozo en su cola, pero diciendo unas cosas que
me la pusieron nuevamente como un garrote.
-
Siiii, quiero un hijo tuyo adentro de mí
-
Mmmmm eso sería lo mas
-
Y que la puta de mamá se lo tenga que bancar,
eso me gustaría – me dijo
Me costó entender.
Terminamos cogiendo una vez más.
Mi hermana agarró un preservativo y me lo colocó para que la vuelva a coger por
la concha luego de haberle hecho el culo.
Fue hermoso ver mi leche saliendo
apenas de su cola e imaginar el resto que quedó adentro. El siguiente polvo fue
muy lindo y muy tierno.
Verla desnuda, con su panza
redonda y hermosa, con su cara de satisfecha. Era todo perfecto.
Lo raro, empezó después.
Belén se puso a llorar desconsoladamente,
diciéndome que hoy mismo “armo un bolso y me voy a vivir con la tía Marcela” en
el interior de la provincia de Buenos Aires.
“Queeeeee?” le dije y por toda
respuesta se abrazó a mí me besó muy largo y supe que sería la última vez que
me besaba.
Al rato estaba cambiada y armando
un bolso con su ropa y diciéndome luego de consultar el teléfono que “Mamá me
pasa a buscar en 20 minutos y me lleva a la terminal”
Me explicó que mamá nos había
visto la noche anterior y que ya se imaginaba algo, aunque no tanto como esto.
Que era una locura y que debíamos separarnos de inmediato. Por eso tomó esta
decisión y lo habló con su hermana, que estaba mejor económicamente.
Cuando la vi salir a mi hermana
por la puerta, supe que no había sido solo sexo. Las lágrimas me brotaban de
los ojos sin poder contenerlas. Comencé a sollozar. La angustia se apoderó de
mí.
Me fui a mi cuarto, vi la cama de
ella y volví a llorar. A las dos horas, escuché un ruido y era mi mamá que
volvía. Me miró y no me dijo nada.
Se puso a cocinar como si nada,
dándome la espalda con sus calzas negras.
Yo me quedé en la cocina
mirándola a mi madre cocinar y no pude creer que, después de tanto dolor por la
pérdida de mi hermana, estuviera mirándole el culo con detenimiento a mi propia
madre. Evidentemente, como había dicho mi hermana: soy un degenerado.
(FIN de la historia con mi hermana)
Si quieren saber lo que pasa cuando me quedo solo con mi mamá vayan acá ---->Mi mamá Silvina - Adiós Belén
Gracias a todos por seguir esta historia.
Pueden dejarme sus comentarios en
reybaco2005@hotmail.com