Historia en curso...

Mi hermana Belén

  Belén, mi hermana, siempre fue muy exhibicionista. De mostrarse mucho en redes. Su perfil, publicaciones y stories eran un verdadero infie...

Mi mamá Silvina 5

 


Capitulo introducción ----------> Mi mamá Silvina - Adiós Belén

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Estaba seguro. Mi mamá se había calentado viendo el bulto que formaba mi pija en el pantalón. La miré y vi su cara raja de excitación. Me miró y me dijo:

-        Me voy a refrescar que me hiciste poner toda colorada

Se fue dejándome ahí, de pie en la cocina. Mi pija estallaba de calentura. Cuando estaba entrando en su habitación, tomé coraje y le grité

-        ¡No pienses en tu hijo, eh!

Me quedé de una pieza y me fui caliente como estaba a mi habitación, me imaginé a mi madre masturbándose y no dudé en imitarla.

Me saqué toda la ropa, no me importaba si entraba ella y comencé una lenta paja acostado en mi cama.

No duré ni dos minutos que comencé a acabar como un caballo. Estaba re caliente, así me ponía mi propia madre. Me limpié con unos pañuelos de papel y me fui al baño a tirarlos. Cuando quise abrir la puerta estaba cerrada con llave.

Recordé que mi madre estaba dentro del baño. Puse el oído en la puerta y me pareció escuchar un gemido.

-        Perdón mami – dije

Ella no respondió. Luego de un tiempo se escuchó la ducha que se encendía. Tiré los papeles en el tacho de la basura de la cocina y me volví a mi cuarto.

Al rato, mi mamá me llama para comer. La miré y su cara trasmitía una seriedad total. No me miraba y me esquivaba. Tenía puesto un pantalón de pijama amplio y una remera larga encima.

Estaba muy callada y hacía todo sin decir una palabra. La ayudé poniendo la mesa y no dijo nada.

Nos sentamos en silencio y estuvimos comiendo así unos 10 minutos, cada uno mirando su celular.

Al rato, fue ella la que me encaró

-        Kevin, me parece que nos pasamos hoy

-        ¿Qué?

-        Que me parece que hoy nos pasamos con lo que hicimos

-        ¿Qué cosa?

-        No te hagas el boludo, Kevin

-        ¿De qué?  – yo no quería reconocer nada.

Iba a intentar por todos los medios que ella hable y diga puntualmente que le molestó tanto. Yo no iba a exponerme de ninguna manera

-        Kevin, me mostraste toda tu p…

Mi mamá no se animaba a nombrar la palabra.

-        Eu, mami, pará – la detuve – yo no te mostré nada

-        Bueno, casi

-        No, casi, no, solo me la marqué para vieras como era

-        Es que soy tu mamá, ¿entendés?

-        ¿Mami, porque haces tanto escándalo? – le dije

-        ¿Tanto escándalo hago, decís?

-        Si, mami, tranquila

En ese momento, me vino el problema de erección de su novio y jugué por ese lado para hacerla sentir un poco culpable.

-        No se si tenés algún problema con Omar – era la primera vez que lo nombraba – que estás tan nerviosa, pero fue solamente mostrarte una parte de mi cuerpo

-        Si, Kevin – mi mamá parecía más serena ahora – pero no es una parte mas

-        Es una parte más, aparte, como dijiste, sos mi mamá y me conoces bien

-        Pero nos excedimos – me dijo ella

-        No pasa nada, no te hagas tanto rollo

-        Sos mi hijo – me dijo con una sonrisa

Aproveché la distensión y me jugué con un comentario en tono de chiste, pero que podía ser tomado muy mal por mi mamá

-        Y Belén es mi hermana, pero bueno, jajaja

-        Menos mal que los separé – mi madre reía ahora

-        Ahora agarrate que voy por vos – hice el gesto de correrla y atacarla

-        Nooooo – reía ella ahora

Me le fui encima y la abracé desde atrás. En todo sentido, la tenía neutralizada. Tanto físicamente como mentalmente. No sabía cómo escapar de mis garras

-        Salíiiii, jajaja- reía mi mamá

-        Mmmmm ahora no tengo a nadie, voy por vos – le decía y la apretaba contra mí

Increíblemente mi madre se dejaba llevar y en un movimiento la apoye desde atrás y el bulto de mi verga quedó entre sus dos nalgas

-        Ummmm – le dije

-        Keviiiiin – me dijo advirtiéndome, pero sin moverse para zafarse

-        Es que estas muy buena, mami – le dije

-        ¿Qué decís, Kevin? – me preguntó intrigada

-        Que Omar tiene mucha suerte – le dije volviendo al tema de su novio

-        ¿Por qué?

-        Porque tiene a esta diosa para él – le dije moviendo mi paquete en su culo

No era consciente de que mi pija se había parado un poco y le estaba volviendo a hacer sentir mi dureza a mi madre

-        Kevin, me parece a mí o algo se está endureciendo ahí abajo

-        Te parece bien…

-        Kevin, no te olvides que soy tu madre…

La situación era surrealista. Estaba apoyando a mi madre de una manera totalmente descarada. Al mismo tiempo, le decía al oído cosas muy jugadas y ella no decía nada. Era el momento de ir un pasito más adelante

-        Así me pones

-        Kevin, pará que soy tu madre, en serio – dijo

Sin embargo, un movimiento en su cola, me hizo pensar lo contrario, lo estaba disfrutando porque mi pija estaba muy dura contra ella.

Yo contaba con información privilegiada, a su novio no se le había parado el día anterior y me jugué una ficha

-        Sé que sos mi madre, pero también soy un hombre

-        Sos un nene todavía… - me dijo ella y se movió un poco para sentirla mejor, o eso me pareció.

-        Soy un hombre, y a los hombres vos nos pones así

Aproveché y le hice sentir bien la dureza de mi pija que a esta altura era un fierro y le dije oído:

-        No hay hombre al que no se le ponga dura con un cuerpo como el tuyo

-        Kevin, pará por favor… - decía ella, pero su cuerpo decía lo contrario

-        Tenés que tomarlo como un halago – le dije

Volví a apretarme contra ella y me moví haciéndole sentir aún más mi verga

-        Un gran halago, estoy sintiendo

-        Siiii, mami – le dije al oído

-        Estas muy duro, hijo – eso fue casi un susurro

-        Muy, vos me pones…

-        ¿Así te pone tu mamá? – me sorprendió que resaltara el vínculo

-        Si no fueras mi mamá, si yo fuera Omar…

-        Ojo Kevin lo que vas a decir…

Medité un segundo y le tiré la frase letal que la desarmó por completo

-        La pija no se me bajaría nunca…

-        Aghhhh Kevin, no me digas esas cosas

-        Así me pones mami, me gustaría saber que vos también te mojas cuando la sentís

-        Kevin, por Dios, que cosas decís

-        Decime la verdad

-        ¿Qué?

-        ¿No te calienta un poco sentir mi pija? – me la jugué

-        No te voy a mentir…

-        Decímelo

-        Sí, me calienta…

Me apreté más contra ella, no me animé a subir con mis manos a sus tetas, pero sus últimas palabras me dieron la alegría que necesitaba

-        Me calienta mucho, ahora dejame…

-        Te dejo con una condición

-        Basta Kevin, no

-        Solo una condición – dije y volví a apretarla.

Ella se movió para sentirla. Mis movimientos ya eran descarados. Le dije al oído:

-        Prometeme que ahora cuando te vaya a tu pieza, vas a pensar en mi pija…

-        Aghhh Kevin, salí – me dijo zafándose

-        Andá, dale – le dije soltándola

-        Me mataste Kevin, me dejaste en llamas… sos terrible

Se encerró en su habitación, puse el oído en la puerta y pude escuchar sus gemidos. No me importó masturbarme detrás de la puerta y acabar al mismo tiempo que ella lo hacía.

-        Aghhhh aghhhhh – escuché

-        Aghhhh Yo también, mami – le dije

Acabé en el piso y no me importó.

 

 

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