Capitulo introducción ----------> Mi mamá Silvina - Adiós Belén
Lo que había logrado con mi madre
ya era mucho más de lo que me esperaba. De hecho, mucho más de lo que había
planeado con mi escritor consejero.
La idea era solo mostrarle mi
carpa bajo la manta, pero terminamos masturbándonos los dos y yo pude ver sus
hermosas tetas y mi madre mi pija en todo su esplendor, acabando y mojando todo
mi pecho.
¿Cómo seguir ahora? ¿Podría tener
un avance?
Volví a mirar el WhatsApp de mi
mamá y no encontré nada alentador.
Por una parte, le decía a mi tía
que se había extralimitado conmigo, pero que no iba a ir más lejos, casi que se
lo prometía a mi tía y a ella misma.
Por otra parte, le escribió a
Omar y le dijo que quería salir con él a la noche. Él le dijo que no podía esa
noche, pero sí la siguiente.
Me decidí a contarle todo a mi
escritor y esperar a que pasen los días. Lo único que quería era tener una
oportunidad.
Me llamó mucho la atención que al
otro día mi madre actuara como si nada y no mencionara el tema. Yo, por mi
parte, no me mostré erecto ni nada por el estilo. Preferí poner paños fríos y
esperar.
Pasaron dos días, mi madre salió
con Omar y esa noche volvió bastante tarde. La imaginé cogiendo con él y tuve
un poco de celos. Por suerte, me puedo controlar y no dije nada. Eso sí, esperé
a que se durmiera y entré a su WhatsApp.
Mis esperanzas se renovaban
nuevamente. Pese a volver tarde, la noche con Omar no había sido de lo mejor.
Con él se mostraba fría, pero fue el chat con mi tía lo que me dio la clave.
-
Hola
-
Hola, Sil – le decía mi tía
-
Acá andamos
-
¿Qué pasa?
-
Otra vez
-
¿Otra vez, que?
-
Lo de siempre
-
¿No se le paró?
-
No, esta vez, peor.
-
¿Qué pasó? – preguntaba mi tía intrigada
-
Se le paró, pero acabó a los 5 minutos
-
Bueno, pero lo pasaste bien por lo menos – yo
entendí a donde iba mi tía
-
Sí, pero no acabé de vuelta.
-
Uhhhh, eso si ya es un problema – decía mi tía
-
Lo me mas bronca me da es que no se preocupe
porque yo acabe. En otros aspectos, es tan divino conmigo, pero en esto…
-
Bueno, parece buen tipo, te quiere, ¿no? – la consolaba mi tía
-
Sí, eso es verdad, creo que el mejor tipo que
conocí en muchos sentidos
-
Bueno, comprate un dildo y listo, jajajaja – se
reía mi tía
Tuve que googlear que era un
dildo porque no sabía. Me extrañó un poco que ni mi madre, ni mi tía me nombraran
en su conversación.
A la noche siguiente, terminamos
de comer y le pregunté a mi mamá si no quería terminar de ver la película del
otro día.
Mi madre casi se atraganta cuando
me escucha decirlo. Pero lo mejor de todo, fue lo que me dijo:
-
Sí, pero con mantita
Creo que mi pija saltó como un
resorte cuando escuchó ese comentario. Imaginé lo caliente que estaría mi madre
para acceder a esto conmigo.
-
Voy a buscar la manta – le dije
-
Mejor traé la de mi cuarto que es más grande
-
Bueno – dije un poco desilusionado
Más grande la manta, menos
posibilidades de que nos destapemos y nos veamos, pero bueno, debía estar
contento con lo logrado.
Traje la manta que en realidad
era un acolchado, puse la película y me acosté en el sillón. Mi madre se acostó
a mi lado. No hubo contacto entre nosotros dos esta vez, cosa que me generaba
cierta ansiedad.
La manta era muy grande y daba
mucho calor. Aun con dudas, la miré a mi mamá y le dije:
-
Perdoname, pero me da mucho calor este acolchado
Me saqué toda la ropa teniendo el
cuidado de que no me viera desnudo. No quise generar una reticencia por parte
de mi mamá.
-
Ah bueno, ¿ya empezamos así? – dijo ella
-
Si, ma – le dije fingiendo calma
-
Bueno, yo no te voy a decir nada – me dijo mi
mamá
Me acomodé y con cautela me
acerqué un poco más a ella.
Volví a poner le escena en la que
la protagonista tiene sexo con su amante. Rápidamente mi pija reaccionó y
haciendo el chiste, hice una carpa con mi verga como palo mayor
-
Kevin, no empecemos…
-
No puedo contenerme – le dije
-
Te gusta la chica, ¿no? – me preguntó
La miré y me sinceré.
No me aguanté y le dije todo en
la cara. No me importó. Tenía que sacármelo de encima.
-
Mami, ¿queres que te diga la verdad?
-
Siempre quiero que me digas la verdad – me respondió
ella
-
¿No te vas a enojar? es fuerte…
-
Decímelo y te digo – me respondió
-
Me gusta la chica, sí, pero más me gusta estar
así, con vos al lado
-
Ah bueno, eso sí que es fuerte
-
¿No te enojas?
-
No, no me enojo. Miremos la película – me cortó
La película seguía y supimos lo
que venía. Sexo del bueno. Yo me empecé a pajear lentamente debajo de la
colcha.
Mi madre se movía incómoda y le
propuse:
-
¿Tenés calor?
-
Si - me respondió
-
¿Por qué no te sacas la ropa?
-
Te gustaría que lo haga, ¿no?
-
Claro – le reconocí
-
¡Como sos, Kevin! – me dijo riendo
-
¿Sabes que me gustaría?
-
¿Qué?
-
Que vos tengas ganas de sacarte la ropa… - le
dije mirándola
Mi madre comenzó a moverse debajo
de la colcha y cuando se quitó la parte de abajo la tiró mostrándome cómo lo
hacía
-
Me gusta saber que estamos los dos desnudos – le
reconocí
-
A mí, también – me dijo y mi pija dio un salto
La escena de sexo seguía en la
tele.
-
Que buenas tetas tiene – dijo mi mamá para mi
sorpresa
-
Las tuyas son mejores – le dije
-
Jajaja, ojalá – me dijo
-
No, te juro, para mí, son mejores
-
Seguro que te gustaban más las de tu hermana
embarazada
Ese comentario me sorprendió y
noté una chispa de celos que me animó a seguir por ese camino
-
Siii, reconozco que las de Belén eran, bueno,
son hermosas también
-
¿Qué le habrás hecho a esas tetas? – se preguntó
mi madre
-
Nada que no les gustara, te lo aseguro – le dije
mirándola a los ojos ahora
-
¿Se las tocaste? – me preguntó
-
No te voy a decir
-
Ella tampoco me quiso decir – me dijo mi madre
-
Jugamos mucho… - le dije
Ahora mi movimiento debajo de la
manta era tremendo, tanto de mi madre como mío. Aproveché la situación y le
solté
-
Le gustaba mucho verme la pija
-
Ah, ¿sí? – me dijo mi madre
-
¿A vos no te gusta mi pija?
-
Si – reconoció ella – pero no sé si es lo que
corresponde
-
Mirala un rato mientras me pajeo – le dije
sacándome la colcha
-
Uffff – dijo mi madre cuando vio mi pija
-
Ahora quiero verte a vos
Mi madre se descubrió las tetas.
No quiso mostrarme su concha. Yo quise pedírselo, pero supe que ese momento iba
a llegar solo
-
Tus tetas son muy lindas – le dije
-
¿Te gustan? – ahora mi madre se las acariciaba con ambas
manos
Ella sabía que estaba buenísima y
jugaba con eso.
-
Siiii tocátelas así – le ordené
-
¿Así? –
me dice mi mamá jugando con ellas
Yo estaba desnudo pegado a mi
madre y con mi pija como un mástil mientras seguía pajeándome. Tuve una idea
que realmente no sé de donde salió:
-
Dejame hacer algo – le dije llevando mi boca a
su teta
-
¡No, no me vas a chupar las tetas, Kevin! – me dijo
-
Te prometo que no te la chupo
-
A ver, ¿qué vas a hacer? – mi madre preguntó desconfiada
-
Esto…
Dejé caer un hilo de saliva en su
pezón y le ordené
-
Jugá con tus dedos en el pezón, mojado con mi
saliva
-
Mmmmm – dijo mi madre visiblemente caliente
Empezó a jugar con mi saliva en
su pezón…
Continuará…
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