Historia en curso...

Mi hermana Belén

  Belén, mi hermana, siempre fue muy exhibicionista. De mostrarse mucho en redes. Su perfil, publicaciones y stories eran un verdadero infie...

Vacaciones en Buzios - Parte 2


 Nos quedamos dormidos y en eso me despierta la voz de Diego detrás de la puerta que separa las habitaciones:

¡Vicky! ¡Apurate que la cena es hasta las 10!

En eso Lola que también se despierta me dice:

¿Nos habrán escuchado?

Nos cambiamos rápidamente y vamos al restaurante en donde nos encontramos con ellos, obviamente sentados en una mesa para cuatro. Nos sentamos con ellos. Debo reconocer que pese a lo excitante de la situación me rompía un poco las bolas estar todo el día pegado a ellos dos.

Promediando la cena, ya a la altura de los cafés, nos dicen si queremos ir al centro.

No gracias, ¡estamos muertos!

¡También! Dice Diego, si hubieran descansado antes de cenar, pero no se cansaron más y ahora están muertos.

Lola y yo nos pusimos de todos los colores. Ellos se fueron y nosotros volvimos a la habitación.

Ni bien entramos Lola empezó a decir que se quería morir. Que ellos habían escuchado todo. Que los nombramos a ellos y hablamos del culo de ella. Que gritamos pija, culo, concha y todo lo demás. Debo haber estado media hora para convencerla de que no escucharon más que algún grito y jadeo y que por eso dijeron lo que dijeron.

Nos dormimos como osos y al otro día estábamos perfectos.

Día 3

Al despertarme Lola me está tocando la pija con el pie. ¿Que pasa? Está súper desinhibida y alegre. Igual ya me empieza a preguntar, habrán escuchado todo.

Dejate de joder, Lola. ¿Y si escucharon? Es parte de una fantasía no tiene porque ofenderse.

Es verdad, me dice.

Me sorprende convencerla tan fácil.

Llegamos al desayuno y ellos no estaban. Por cortesía y por las dudas ocupamos los dos una mesa para cuatro. A los 25 minutos, cuando estábamos terminando, aparecen ellos y se sientan con nosotros.

¿A donde vamos hoy?, pregunto.

Vamos a la misma de ayer dice Diego, a lo mejor las chicas nos hacen el desnudo total que prometieron.

Como quieran dice Vicky.

Por mi es lo mismo termina mi mujer.

Dejame manejar a mi le digo a Diego guiñándole un ojo.

Es obvio que vamos a ir a la misma playa.

¿Se van a animar?, pregunto

Ni en pedo dice Vicky.

Yo si me animo dice Diego, ustedes porque son unas cagonas.

¡A mi que me metes! ¡Yo si que me animo!, dice Lola

Yo no lo puedo creer.

¿En serio?, dice Vicky. Bueno vamos los quiero ver a ustedes dos totalmente en pelotas

¿O prefieren que vayamos a una desierta? Digo

Si, mejor sino estos dos no se animan.

Ni bien llegamos a una playa desierta que conocía pues había estado hacia unos años con mi ex novia Ana, pero eso es otra historia.

Vicky estaba como loca.

A ver los nudistas totales. ¿Dónde están?

Lola sin ningún problema se saca el corpiño de entrada.

Vicky la mira y la ataca diciéndole que no se iba a animar. Diego le dice que la deje tranquila que todo a su debido tiempo.

Vos porque tampoco te vas a animar, increpo a Diego.

Apostamos algo a que me animo, dice Lola. Ahí ya empecé a pensar que iba en serio ya que a Lola no le gusta perder a nada.

Ok dice Vicky, si Lola se desnuda totalmente les pagamos el almuerzo en donde ustedes elijan.

Lola le extiende la mano a Vicky. Acuerdo sellado. Esto se está poniendo bueno me dice Diego.

Mirá que atrás de Lola te tenes que pones en bolas vos, le digo.

¿Justo atrás de Lola?, ¿muy cerca?

Quise decir después. ¡No te hagas el boludo!

Lola me habla al oído sin que ellos escuchen.

Luego les pide a ellos que se den vuelta. Ellos dicen que no, que la gracia es comprobar que está totalmente desnuda. Ella dice que cuando se den vuelta lo van a poder comprobar. Después de insistir se dan vuelta y Lola en una rápido movimiento se saca la bikini, se las tira a ellos y sale corriendo hacia el agua.

Ellos se dan vuelta y la ven corriendo totalmente desnuda.

¡Que bien que la hicimos! A pagar el almuerzo para dos.

Ahora te toca a vos Diego le dice Vicky.

Yo intento agarrar la bikini de Lola para llevársela al agua y Vicky me la saca diciendo:

No, no, no, ¡así no vale! Que salga totalmente en pelotas sino no pagamos nada.

Nuestro plan había fallado. Voy corriendo hacia el mar a decirle a Lola que la bikini la tenían secuestrada y que nada podíamos hacer. Ahí sucede lo que no me imaginaba: Lola empieza a caminar tapándose la concha hacia donde están ellos. No lo hacía rápido sino lenta y sensualmente, cruzando las piernas y moviendo bien el culo y las tetas. La cara de Diego era un poema, no podía articular palabra. Al llegar a ellos les pide la tanga y Vicky dice que la condición es que de una vueltita con las manos en la cintura.

OK dice Lola. Se coloca las manos en la cintura y da una vuelta rapidísima quedando igual que antes (tapándose). Ahora Diego empieza con el ¡No vale, no vale!

OK. Se saca las manos y empieza a girar a mí alrededor como unas tres o cuatro vueltas muy lentas y muy sensuales acariciándome y tocándome el pecho. La concha de Lola está muy depilada con un cavado tremendo y los bellos súper recortados. Yo tengo una carpa tremenda en el pantalón y Diego debe estar igual.

Ahora sí, dámela. No, no hasta que Diego no se ponga en bolas no te la doy.

Ni en pedo dice Diego. ¡No sabes como estoy!

Lola se sienta y ya con mucho morbo le dice: Vamos yo me animé te tenes que animar vos. Diego dice que el lo hace solo si antes de irnos de Buzios nos desnudamos completamente todos los que faltan (Vicky y yo)

Si, si. Trato hecho. Pero lenta y sensualmente como las vueltitas de Lola, dice Vicky.

Esto ya no me gustaba.

Digo se para y pone al lado de Vicky que no paraba de reírse un segundo. Se ponía de espaldas y se bajaba el short. Se ponía de frente y se tocaba la pija por adentro del pantalón. Se notaba que era enorme. Se la tocaba cada vez más descaradamente. En eso se acerca a Vicky y le dice ¿me ayudás? Como no, empieza a tirar de los costados del elástico del short. La cabeza de ella tapaba el panorama y Lola se movía tratando de poder ver. Cuando la vimos nos quedamos, me incluyo, con la boca abierta. Debería medir 20 cm. de largo y 5 de ancho. Nunca había visto una pija así en vivo y en directo y la tenía a 2 metros y Vicky a 10 cm. de la cara. Miren lo que tiene mi esposo dice Vicky agarrándosela con una mano y pajeándolo suavemente. ¿No es para estar orgullosa?

¡Sí!, ¡si!, dice Lola.

Muy bien dice Vicky, al tiempo que le da un beso en la cabeza de la pija, a sentarse ganaron los dos.

Ahora ustedes dos, dice Diego.

Sí dice Lola, yo en bolas sola no me quedo.

OK dice Vicky. Se para y me da la mano para ayudarme a levantar.

Me paro y ella se pone a mi lado empieza a moverse tocándome el pecho y bajando en cuclillas, haciendo el gesto de una chupada de pija.

Se para y se pone de espaldas a mi, apoyando su culo en mi pija. Ya mi erección es incontenible e in disimulable. Vuelve a bajar ahora de espaldas a mí agarrándose de mi cuerpo. Tanto Diego como Lola tienen una cara de excitados terrible. Luego Vicky se vuelve a parar y se pone de espaldas a mí.

Ahora si, dice basta de suspenso. Yo te bajo a vos el pantalón y vos a me bajas la tanga.

Toma de los costados del pantalón y yo de la bikini y empezamos a tirar. Ahí sucede lo obvio, se le traba mi pantalón con mi pija totalmente parada.

¡Uy, parece que se trabó! Dice Vicky totalmente eufórica. Vamos a ayudarlo.

Se saca totalmente la tanga, se pone detrás de mí, mete la mano dentro del pantalón, me agarra la verga y me baja el pantalón hasta los tobillos.

Vamos corriendo y nos sentamos al lado de cada una de nuestras parejas. Se hace un silencio tremendo.

¡Como están los chicos!, dice Lola

Yo estoy mirando la concha de Vicky, está muy depilada, apenas tiene un poquito de pelo, como un bigotito arriba. Diego también mira a Lola. Vicky le mira las tetas a Lola. Lola no pone esfuerzo en disimular y mira una y otra vez la pija de Diego.

¡Vamos al agua, siempre quise bañarme desnuda! dice Vicky

¡Vamos!, dice Lola y sale corriendo detrás de Vicky.

Vayan, dice Diego, nosotros después vamos. Y me agrega: Debo ser exhibicionista porque estoy re caliente.

Yo también, le digo.

Si, ya me di cuenta, me dice mirándome la pija, estamos tremendos.

Vos estás más tremendo que yo.

No me digas que me tenes envidia, yo en realidad te envidio a vos. Me hablaba y se acariciaba la pija.

¿Como es eso? ¿Vos envidia a mí?

Olvidate.

No, contame.

Siempre quise hacerle la cola a Vicky pero dice que se animaría si yo tuviera una pija un poco más chica.

Ah, ahora entiendo. Y con el culo que tiene Vicky a mí también me gustaría.

Te tense que conformar imaginándotelo, me dice, ayer a la tarde los escuchamos.

¿En serio? Me muero de vergüenza. ¿Todo?

Por ejemplo que te gusta el culo de Vicky.

Bueno a vos las tetas de Lola creo que también.

Si, es verdad. Sabes lo que me calentó muchísimo escuchar que te pedía que le hagas el culo.

Diego hablaba y cada vez se pajeaba con más fuerza. Yo también me pajeaba.

¡Perdón!, dice Diego

Cuando bajo la mirada estaba acabando como un caballo.

Yo me sigo tocando. El me dice: ¡Así que te gustaría hacerle el culo a Vicky!

Siiiiii, contesto yo, a la vez que largo cuatro chorros de semen larguísimos.

Estamos a mano, nos decimos.

Dentro del mar de espaldas a nosotros las chicas hablaban de lo mismo:

Estoy re caliente, decía Vicky.

Yo también, tengo los pezones que me duelen de lo caliente que estoy. Vicky le mira descaradamente los pezones a Lola.

Vos no mires, dice Vicky, pero me tengo que descargar, y mete la mano dentro del agua y se empieza a masturbar. ¡Dale tocate! que estos ni se dan cuenta. Lola se empieza a tocar, cuando mira a Vicky esta le está mirando las tetas y se está mordiendo el labio. Entiendo porque se le para tanto la pija a Diego cuando te mira las tetas.

Lola escuchó eso y se acordó de la pija de Diego y empezó a acabar. Ahhhh. Ahhh. Ahh. Acaboooo. Ahhhh, ahhhhh.

Vicky seguía mirándole las tetas y se tocaba frenéticamente. Yo también. Ahhhh. Ohhh. Siiiii. Siiiii. Ahhh. Saca la mano de su concha y se empieza a chupar los dedos. Esa imagen, no se porque, pero a Lola la calentó muchísimo.

Vuelven las chicas a la colchoneta y todo sigue como si nada hubiera ocurrido.

Ya estamos más relajadas, se ríen.

Nosotros también, nos reímos.

¿Les parece que no nos pongamos nada en todo el día?, dice Diego.

Por mi no hay problema, contestamos todos.

Parece que todo sigue igual, pero algo cambió…


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