Vacaciones en Buzios
Terminó el día y nos fuimos al hotel en donde cenamos como cuatro amigos de toda la vida. Ya las confesiones eran totales.
Diego contó que estuvo con un amigo y otra chica. Lola y Vicky reconocieron que tenían la fantasía de ser penetradas por dos hombres a la vez.
Yo por mi parte conté que había estado con tres chicas y dos chicos cuando tenía la edad de Diego y Vicky.
La cosa es que no pusimos a mil en la cena y nos fuimos a dormir súper calientes.
Al llegar a la habitación con Lola comentamos la escena lésbica que había tenido con Vicky. Ella no podía creer haberse animado a tanto. Yo le decía que no se preocupara, que había estado muy buena. Y que me había sorprendido gratamente.
Ella me decía que yo estaba loco por comerme a Vicky y era verdad y yo le decía que se moría por ser cogida por Diego. Pese a reconocer que Diego tenía una pija "hermosa" no reconocía que le gustaría sentirse clavada por él.
Yo le decía que no había problema que hasta a mi me parecía tremenda esa pija. Después de un rato reconoció que al menos le daba curiosidad.
Día 5.
Nos dormimos y al otro día lo de siempre, al Buggy y a la playa desierta.
Otra vez los cuatro desnudos y otra vez a mirarnos descaradamente.
En un momento Diego me dice de ir a caminar los cuatro. Yo y Vicky dijimos que no. Lola que sí. Entonces se fueron ellos dos a caminar por la playa. A los 10 minutos los perdimos de vista. Vicky se para y me pregunta: ¿Se habrán ido muy lejos? Puede ser.
¡Hay que tener cuidado con estos dos! Se miraban de una manera tremenda. Si la verdad que si.
¿Me pasas bronceador?
¿Yo?, pregunto como un auténtico boludo.
Si, y se para.
Yo me paro detrás de ella y le empiezo a pasar la crema por la espalda. La pija se me empieza a parar y retrocedo 10 cm. Ella me pide que le pase en la cola y yo no lo puedo creer. La tengo durísima y me doy cuenta que está a 5 cm. de su cuerpo, cualquier movimiento que ella haga lo va a notar.
En ese momento da ½ pasito hacia atrás y me toca.
Uy! ¿Que pasa? ¿Estas caliente? ¿Por qué?
¿Que te parece? Tocándote la cola no me puedo aguantar. La verdad es que tenes un culo hermoso y me re caliento tocándotelo.
¿En serio? ¿Te gusta mi cola?
Siii. Me encanta.
Vos tenes una pija muy linda también, ¿sabias?
Si pero no la podemos comparar con la de Diego, digo estupidamente.
Es verdad, pero es muy linda.
¿Que te gustaría hacerle a esta pija? Le pregunto mientras le paso bronceador por todas las tetas.
Yyyy. Me gustaría chuparla. ¿Y a vos que te gustaría hacerme?
Yo ya le estaba frotando la pija por toda la raya del culo.
De todo, le digo.
¿Qué es de todo?
Chuparte la concha y el culo, ese culo hermoso que tenes.
¿En serio? ¿Sabes que me estas calentando mal, no?
¿Siii? Le decía y le pasaba la mano por la concha, le frotaba el clítoris.
Pará me decía, tengo miedo de que vengan.
No puedo parar le decía yo. Te quiero coger.
No decía ella. Y estaba a punto de acabar. Seguí tocándome así que voy a acabar. Vos mirá si vienen le digo. Y me arrodillo en la arena y le empiezo a chupar el culo y a meterle dos dedos en la concha mientras con el dedo gordo le froto el clítoris.
Ella ya no daba más. Ahhhhhhh. Ahhhhhhhhhhhhh. Ahhhhhhhhhhhhhhhhh. Ahhhhhhhhhhhhhh. Estoy acabando, chupame la concha, por favor.
La doy vuelta, la empiezo a chupar como un poseído y le meto primero uno y después dos dedos en el culo. Ella vuelva a acabar: Siiiiiiiiiii. Cogeme el culo. Cogeme el culo con tus dedos. Quiero que me rompas el culo. Yo respiraba y aprovechaba para decir: ¿sii?
Siiiiiii. Siiiiiiiiii. Ahhhhhhhhhhhhhh. Cogeme el culo así. Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. Ahhhhhhhhhhh.
Se derrumba sobre la arena y me ordena: Parate y fijate si vienen. Yo me paro y me empieza a hacer una mamada de las mejores que me han hecho en mi vida. Me pasaba la lengua por la cabeza. Me miraba con cara de puta mientras se la tragaba. Me empezaba a pasar el dedo mayor por el culo y me lo metía cada vez más. Me escupía la cabeza de la pija y se la volvía a tragar. Me chupaba los huevos.
En eso estaba cuando digo: ¡Pará que voy a acabar!
Ella me mete medio dedo en el culo y empieza a chupar con todas sus fuerzas. La lleno de leche pero no se le escapa ni una sola gota. Abre la boca y me muestra su lengua llena de mi leche. Mmmmmm. Que rica es tu leche...
A los 15 minutos aparecen Lola y Diego, él con la pija morcillosa.
Mmmm. Como tardaron. ¿Que estuvieron haciendo decía Vicky proyectando sus culpas?
Nada, dijo Diego poniéndose serio. Además estuvimos solos el mismo tiempo que ustedes dos, agregó Lola, también muy seria.
A mi me daba sospecha tanta seriedad. Diego no miraba a Lola, Lola en ningún momento le miraba la pija a Diego.
Nos vamos y ni bien llegamos al hotel la encaro a Lola:
¿Qué te pasa? Estas distante. ¿Pasó algo con Diego que me quieras contar?, ¿o paso algo que no me queres contar?
Mmmmm, si y se puso a llorar. ¿Que pasó? ¿Te trató mal?
No, todo lo contrario, pero te juro que no cogimos.
Estamos a mano, pensé yo.
No me pude contener, no me pude contener, decía y se tomaba la cara con las dos manos.
Pará, le dije, no me voy a enojar, contame y después te cuento lo que hicimos con Vicky. Ojo, nosotros tampoco cogimos.
Puso cara de sorpresa. Se calmó, se secó las lágrimas y me empezó a contar:
Cuando se fueron caminaron por un largo tiempo hasta que por iniciativa de Diego se sientan.
Estoy cansado.
Paremos un rato.
Que locura lo de ayer, ¿no?, dice Lola.
Si, pero somos personas grandes y libres, no debe haber problema.
Pero estamos casados, y ustedes recién casados, y no podemos herir a nuestras parejas. Si, espero que ellos, piensen de la misma manera, aunque de Tommy lo dudo.
¿Por?
Vi como le mira el culo a mi mujer, y estoy seguro de que debe estar tratando de hacer algo para cogersela.
Ella tampoco es una santa.
Vos tampoco, dice Diego mirándole ahora descaradamente las tetas a Lola y frotándose la pija.
Y vos menos, mirá como me estás mirando y pajeándote, decía con la mirada clavada en su pija.
No, pará, no me estoy pajeando, me estoy acariciando.
Ah bueno, ¿que diferencia hay?
Si, decía Diego tratando, si es que se podía, de impactarla aun más. Mirá bien, esto es acariciarse. Y se acercaba más a Lola. Ya tenía la pija a 30 cm. de la cara de Lola que la miraba como embobada. Y esto sería pajearse, y empieza a subir y bajar la mano con mucho mas ritmo.
Ah. Si, decía Lola con la voz entrecortada.
¿Ves?, continuaba Diego, y le acaricia una teta por el costado a Lola, esto es acariciarte, pajearte sería otra cosa. ¿Vos te pajeas seguido? Preguntaba Diego
Bastante. Decía Lola que no podía detener su mano derecha que se acercaba peligrosamente hacia su concha.
¿Y en que pensas cuando lo haces?
En una buena pija.
¿Como esta?, dice Diego y se la acerca a 10 cm. de la boca.
Lola, que ahora se está frotando el clítoris descaradamente, abre los labios de manera instintiva. Si, como esa.
¿Y no te gustaría chuparla un poquito? Y se la acerca a 2 cm. de la boca.
Siiii, me encantaría pero no debería.
¿Y te podes controlar tan fácil? Mientras, ya le pasaba la punta de la pija por la cara de un lado al otro, mojándola con el líquido preseminal.
Ella toma la pija con la mano, le cuesta agarrarla porque es muy grande. Es hermosa, dice, pero esto no está bien.
¿Te vas a quedar con las ganas? Mientras le acariciaba la cara y le metía un dedo en la boca.
Ella chupaba el dedo con desesperación y lo pajeaba lentamente. El acerca la pija al dedo, y le saca el dedo lentamente de la boca. Ella al sentirse con la boca vacía y con esa pija a 2 cm. saca la lengua y bebe ese líquido preseminal. Ahí no pudo más. Empezó a pajearlo descontroladamente y a chuparle la pija como una experta, y vaya si lo era.
Se la chupaba, le pasaba la lengua por todo el tronco, le chupaba los huevos, se la escupía y se la volvía a chupar, siempre mirándolo con una cara de puta increíble.
¿Te gusta chupar esta pija?
Siiiiii. Siiiii, y se la volvía a meter en la boca. Siiiii. No acabes que me quiero quedar todo el día chupándotela, es hermosa.
No puedo, estoy por acabar.
Dale, siiii, acabame, llename la boca de leche, me encanta tu leche, por favor acabame la boca, dale.
No tuvo que pedirlo de nuevo. Tres chorros largos y gruesos golpearon en su garganta y trataba de no perder nada aunque no pudo, se le resbalaba por la comisura de los labios y seguía chupando.
En ese momento él baja, y le empieza a chupar las tetas, con desesperación, sube y le da un beso de lengua, todavía tiene su leche en la boca, pero esto en lugar de darle asco los excita a los dos. El le chupa su propia leche de la cara y vuelve a chuparle las tetas. Le sigue metiendo dedos, ya no se cuantos en la concha, y ella le suplica:
¡Chupame la concha ya, por favor!
Ni que decirlo, Diego se abalanzó como un poseído y le chupó la concha por unos 10 minutos en los cuales Lola, sí mi Lola, acabó como cuatro veces.
No podían ni pararse.
¡Como me gustan tus tetas!
¡Y a mi tu pija!
Quiero cogerte, le dice él.
No, pueden venir.
Ah, o sea que solo por eso.
Si, sólo por eso, me muero por tener esa pija adentro mío.
Yo también me muero por cogerte.
A Diego ya se le estaba parando de vuelta, pero Lola lo cortó: mejor vayamos que sino van a sospechar.
Todo este relato lejos de enojarme me calentó muchísimo. Ya se me había parado y le estaba chupando las tetas a Lola como un poseído. Los dos necesitábamos coger. Ella necesitaba una pija adentro y yo una concha bien jugosa para coger. Lola me decía:
Pará, contame vos primero.
Mientras le contaba todo le iba sacando toda la ropa y cogiéndomela, dulcemente al principio y salvajemente al final.
¿Te gustaría tener esa pija en la concha?
Siiiii. ¿Y a vos hacer ese orto divino de Vicky?
¿Y que él te la meta en la concha y yo en el culo?
¿Y a vos cogertela junto con Diego?
Siiiiiiiiii. Ahhhhhhhhh. Siiiiiiiii. Ahhhhhhhhh. Acabamos sin parar. Estábamos a mil. Quería quedarme acabando toda la noche. Pero no podíamos.
Nos dormimos hasta el otro día a la mañana.
Día 6.
Mismo panorama para el último día de las vacaciones. Iríamos a la playa desierta y creo que todos esperábamos que pasara algo bueno.
Salimos en el buggy, llegamos a la playa y como era de esperar nos desnudamos los cuatro. Nos empezamos a pasar bronceador mutuamente, ya nos empezábamos a calentar todos ya que mientras nos pasábamos la crema nos mirábamos entre nosotros.
La cosa empezó con los comentarios del día anterior y las preguntas sobre que habíamos hecho. Era evidente que los cuatro sabíamos todo pero nos hacíamos los boludos.
Seguíamos pasándonos el protector mientras empezaron los diálogos picantes.
¿Así que la pasaron bien ayer en la caminata? Preguntó Vicky.
Tan bien como ustedes mientras se quedaron, dijo con una sonrisa Lola.
Diego me contó que chupas muy bien la pija.
Tommy me dijo lo mismo de vos.
Me alegro de que le haya gustado. No me contaste Diego, seguía Vicky, ¿le chupaste las tetas, esas que tanto te gustaban?
Si, pero tenían como un gusto…
¿Un gusto?, digo yo
Sí un gusto raro, no se…
¿Como a que?
Un gusto como a poco…
Estallamos todos de la risa…
Tu pija tenía el mismo gusto, decía Lola
Mmmm, ¿vos también te quedaste con ganas de más?
¿También por quien lo decís? ¿Por vos o por Diego?
Por los dos, ¡ja ja ja!
A Diego ya se le había parado a full. A mi también. Lola le miraba la pija a Diego como para comérsela en cualquier momento.
Vicky lo empieza a pajear a Diego mirándonos a nosotros y diciéndole a Lola:
Mirá es mía y ¡no te la presto! ¡Ja Ja!
Lola hace lo mismo y dice: Igual tengo una
Si, dice Vicky mientras se agacha a chupársela, pero hoy me parece que tiene gusto a mucho. Ja ja ja
Yo me le pongo a chupar las tetas a Lola diciendo: Estas también tienen gusto a mucho y le toco la concha frotándole el clítoris.
¿Siii? Pregunta Diego notablemente excitado, ¿y este culo que gusto tendrá? Mientras la pone a Vicky en cuatro patas y le empieza a comer el culo de una manera completamente deliciosa.
Yo no aguanto más y me empiezo a coger a Lola sin dejar de mirar la escena de la comida de culo esa.
Lola ya no se reprime en sus comentarios: ¡Que culo hermoso que tenes Vicky!
Igual que tus tetas le dice Vicky totalmente descontrolada por los dedos en la concha y en el culo que le está metiendo Diego.
No aguanto mas, metemela Diego, dice Vicky casi acabando.
Se monta encima de Diego dándonos la mejor vista de ese culo divino a nosotros dos. La pongo a Lola en cuatro patas y me la empiezo a coger mientras le meto dos dedos en el culo. Lola que queda con la cabeza al lado del culo de vicky se lo empieza a chupar. Diego le mete dedos en la boca a Lola y se los mete en el culo a su flamante esposa. Yo le pido a Lola que corra la cabeza que quiero ver el culo de Vicky en acción.
Lola corre la cabeza y me agarra la pija y ella misma se la mete en el culo:
¡Siiiiiiii! ¡Haceme el culo Tommy, siiiiiii! Asiiiiiiiiiiiiiii. Cogeme el culo así. Por favor. No pares.
¿Te la está metiendo en el culo?, preguntaba Vicky
Siiiii, y me encanta que me rompa el culo así. ¿A vos no te gustaría que te la metan en el culo?
Si me encantaría gritaba Vicky con dos dedos de Lola dentro de su culo.
Entonces Lola gira la cabeza, me mira y me dice: Es tu oportunidad, ahora o nunca.
Vicky gira la cabeza y me ve parado acercándome a su culo. Siiiiii, cojanme entre los dos. Quiero que me enfiesten, quiero sentir dos pijas adentro. Lola se metió dos dedos en la concha, los sacó súper empapados y los paso por el ano de Vicky. Yo me puse en cuclillas y le apoyé la cabeza en el culo. Fue instantáneo. El culo de Vicky empezó a abrirse y yo empujaba cada vez más.
Me duele, gritaba, pero no la saques por favor.
Yo me agarraba con fuerza la pija para poder meterla hasta el fondo. Rozaba la pija de Diego con mi mano. Lola se acomodó y empezó a pasar la lengua por todos lados: por la Pija de Diego que le encantaba, por la mía y por lo que quedaba libre de Vicky.
Penetrar ese orto era una sensación inexplicable. Lo había visto por primera vez en el aeropuerto de Bs. As y me había parecido impresionante, y ahora era yo el que lo estaba desvirgando. Ella se movía a un ritmo justo. Yo sentía como se movía la pija de Diego separada sólo por una fina piel.
Era el éxtasis total. Vicky ya había acabado como cinco veces. Lola como tres veces. Diego gritaba que iba a acabar, yo también lo haría enseguida. EN eso siento las convulsiones en la pija de Diego que latía como a punto de explotar, y de hecho estaba explotando adentro de su mujer. No me aguante mas, no quise hacerlo y empecé a acabar como un caballo. Vicky apretaba el culo para darme mas placer, si es que se podía mejorar lo que estaba sintiendo en ese momento.
Lola miraba la escena masturbándose frenéticamente. Se apretaba los pezones, se metía de a tres dedos en la concha y dos en el culo. Gritaba como poseída y lo estaba.
Diego se salió de dentro de Vicky y Lola, mientras no dejaba de masturbarse, se abalanzó sobre la pija de Diego.
Yo seguía con la pija dentro de Vicky que seguía apretando su culo. Lola de a ratos me chupaba el culo y los huevos a mi y volvía sobre la pija de Diego.
Terminamos abrazados y besando cada uno a la pareja del otro.
Así terminaba el anteúltimo día en Buzios. Al otro día debíamos partir por lo que regresamos al hotel y solicitamos la apertura de la puerta que dividía las dos habitaciones.
Los conserjes se miraron sorprendidos y de inmediato nos dieron las llaves.
Nos fuimos a bañar. La puerta que separaba las habitaciones estaba, e iba a permanecer por acuerdo entre todos, abierta de par en par hasta la hora del regreso.
Lola se desnudó completamente y se fue a bañar. Vicky se ofreció a ayudarla, cosa que sorprendentemente no aceptó, diciendo mas tarde quizás.
Yo me puse a mirar la tele en bolas y tocándome, cuando Vicky aparece vestida en mi cuarto diciendo que iba a ir a la playa a caminar un rato, si quería que la acompañara.
Acepté, avisándole a Lola que seguía bañándose, y nos fuimos al centro. Caminábamos por las calles, mirábamos vidrieras, en cierto momento nos tomamos de la mano y de regreso paramos frente al mar y nos empezamos a besar muy apasionadamente. Nos tocábamos por encima de la ropa, pero en un determinado momento decidimos parar e ir al hotel.
Entramos esperando verlos en alguna situación comprometida y no, Lola dormía en la cama de su habitación y Diego con un bóxer en la suya. Vicky me mira y me dice: Bueno, hasta mañana. Yo la miré como diciendo ¿me vas a dejar así? Ella no dijo nada y se fue a dormir. Yo estaba muy caliente pero no quería despertarla a Lola y me dormí sin más. Vicky hizo lo mismo.
Día 7.
Al otro día me despierta Lola diciendo: ¡Escuchá, ya empezaron! Y era verdad. Diego decía con voz fuerte y clara: ¡Chupame la pija así! ¡Como me gusta! La puerta que separaba las habitaciones estaba abierta de par en par. Lola me empieza a pajear, yo le digo: Dejame asomarme para mirar. Dale vamos, dice ella.
Me asomo a la puerta y la veo a Vicky en cuatro patas con el culo justo apuntando hacia nosotros. Lola se arrodilla y me la empieza a chupar mi también. Yo la separo y me voy a la cama de ellos y me acuesto al lado de Diego. Ahora estamos iguales las dos en cuanto patas chupándonos a nosotros, que nos miramos y nos sonreímos.
En eso Lola me pide que le chupe la concha. La acomodo para que la cabeza de ella quede cerca de la de Vicky y obviamente de la pija de Diego. No pasaron ni diez minutos que formábamos una rueda perfecta. Lola, en cuatro patas se la chupa a Diego y le acariciaba los huevos. Yo, también en cuatro patas, le chupaba el culo desde atrás y Vicky sentada me chupaba la pija a mi. Era tremendo ver esas imágenes.
Yo le seguía chupando el culo a Lola y le metía hasta tres dedos en la concha. ¿Te gusta esta pija?, le preguntaba Diego a Lola que no podía ni hablar. Siiii. Contestaba y se la volvía a meter en la boca. Quiero cogerte, le decía Diego.
Yo retiro la boca del culo, se la saco a Vicky de la boca y la agarro a Lola desde atrás de las tetas y se la meto de golpe en el culo diciéndole: Ahora es tu oportunidad.
Vicky, que ya se la estaba chupando a Diego de vuelta, se la saca de la boca, la acarra y mirándola a Lola le dice: Ven no te la pierdas, sentate acá.
Lola no lo tuvo que pensar y en cuclillas agarró la base del miembro de Diego, apoyó la cabeza en la entrada de su concha y empezó a bajar lentamente comiéndosela toda. Por Dios, no terminaba de entrar nunca. Cuando la tuvo toda adentro empezó a cabalgar como una loca. Yo le empecé a chupar el culo, pero me daba un poco de cosa estar tan cerca de la pija de Diego, así que me retiré. Cuando estaba haciéndolo. Lola me grita: ¿A donde vas? Vení. ¡Quiero que me la metas en el culo! No me hice rogar y se la empecé a meter con todas mis fuerzas. EL ritmo era terrible. La sensación de la pija de Diego entrando y saliendo de la concha de mi mujer era rara pero me encantaba. Vicky aprovechaba para chupar todo: mis huesos, mi culo, los huevos de su flamante marido y lo que quedaba libre de Lola. No aguantamos mas y empezamos a gritar que íbamos a acabar. Siiiiii, gritaba Lola, acábenme los dos. Llenenme de leche, por favor.
Acabamos los tres, Lola, Diego y yo. Vicky seguía chupándonos a todos. Diego y yo nos tumbamos y empezó a chuparle la concha a Lola. AL rato estaban en posición 69 y se chupaban como desesperadas. Creo que deben haber acabado como tres veces mas cada una.
Nos duchamos y nos empezamos a preparar para el regreso a Buenos Aires.
No se porque, pero decidimos, pese a lo bien que lo habíamos pasado, no darnos los teléfonos, si bien sabíamos mucha información del otro como para vincularnos si queríamos hacerlo al regreso.
Es el día de hoy que cada vez que lo recordamos nos súper calentamos con Lola y terminamos cogiendo como animales.
F I N
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