Acababan de vivir una locura hermosa. Sofía no se imaginaba que se podía llegar a tal extremo de exhibición y mucho menos, excitarse tanto haciéndolo. Y sobre todo con la madre de su novio.
Cuando terminaron, se vistieron
los dos. Previamente, Sofía comenzó a pasarse pañuelos de papel por las tetas y
terminó yendo al baño a lavarse la parte del tronco superior.
Después de un rato bajaron y
encontraron a María en la cocina.
-
Hola chicos, no sabía que estaban acá, mintió la
caliente suegra
-
Hola María, dijo Sofía dándole un beso en la
mejilla a su espectadora horas antes
-
¿Quieren comer algo?
-
Si, dijo Luciano
-
¿Quieren tomar la leche? Preguntó María mirándola
a Sofía
-
Bueno, dijo ella
-
Bueno, dijo Luciano
Sofía contenía la tensión y
Luciano la miraba raro.
-
Gracias, dijo Sofía sosteniéndole la mirada a su
suegra
-
A vos, le dijo pícaramente con una sonrisa
-
¿A ella por qué? Quiso saber Luciano
-
Por hacer feliz a mi hijo, María sorteó el
obstáculo sin dificultad
-
Ah, eso si…dijo él
-
Y veo que te hizo muy feliz hace un rato, dijo
María pícaramente
-
¿No era que no sabías que estábamos acá?
-
Me hice la boluda, siempre supe que estaban y lo
que estaban haciendo
-
Como…quiso saber Luciano
-
Las madres lo sabemos todo
-
¿Otra vez nos viste? Luciano recordaba aquella
primera vez que vio a su hijo y a Sofía muy acalorados, pero esta vez no era lo
mismo claramente
-
Chicos, dice María mirando a los dos
-
¿Que mami? Dice Luciano preocupado
-
Pueden hacer lo que quieran que yo no tengo
problema, de hecho, prefiero que lo hagan acá antes que en otro lado, acá van a
estar seguros.
-
Claro, ma, dice Luciano
-
Por otra parte, yo estoy durante el día y no me
molesta así que no se hagan problema
-
Gracias, dice tímidamente Sofía
-
Y no se sientan cohibidos si los veo, ya no me
asusto por nada
Luciano se quedó pensando en su
madre viéndolos coger. Se animaría a participar con ellos. ¿Y con Sofía? Estaba
claro que Sofía no era Florencia, la amiga y vecina caliente, y que aún era
virgen.
-
Sepan que tienen en mí a una amiga y confidente,
pueden contarme lo que quieran
-
Gracias dijo Sofía
-
Por lo poco que vi, imagino que ya tienen
relaciones, ¿no? Se adelantó María
-
No, dijo Luciano
-
No totalmente, aclaró Sofía
-
Ah, pero “hacen cosas” dijo María
-
Si, asintieron los dos adolescentes
-
Como las que vi hoy
-
Si
-
Bueno, tranquilos, por mí pueden hacer lo que
quieran con tranquilidad
-
Mami, se apresuró Luciano
-
¿Que mi amor?
-
Sofía tiene miedo
-
Sí, un poco, reconoció ella
-
Sí, ya se, dijo María, es por el tamaño, ¿no?
-
Si. Dijeron los dos noviecitos
-
Bueno, tranquilos que es grande, pero lo bueno
es que esa parte de nuestro cuerpo está preparada, dijo María
-
Ah bueno. Dijo Sofía que parecía tranquilizarse
-
¿Hay algo que nos pueda ayudar? Preguntó Luciano
-
Lo que puede ayudar es una correcta dilatación y
lubricación
María intentaba sonar lo mas
técnica posible, pero aun así no podía evitar calentarse imaginando a los dos
jóvenes cogiendo, y a esa jovencita disfrutando de esa pija por primera vez en
la vida.
-
Ah, dijeron los dos, pero no parecían entender
bien
-
Puedo hablarles con un lenguaje un poco más
coloquial
-
No se que es eso, dijo Luciano
-
Jajajaja, Sofía y María se rieron
-
Quiere decir hablar en lenguaje mas natural y
corriente y no tan técnico, aclaró María
-
Bueno, que se yo, dijo Luciano
-
Si, dijo Sofía
-
Me refiero a que es muy importante que vos estes
muy mojada y que vos…dijo mirando a Luciano y se detuvo
-
Y que yo
-
Y que vos la tengas bien dura…
-
Creo que eso no es problema, dijo Sofía
sonrojándose
-
Mejor entonces, dijo María
-
Ah, bueno, eso sería todo
-
En el caso de ustedes y por el tamaño de
la…bueno
-
La pija, dijo Luciano
-
Sí, la pija, dijo María
-
Podes decirlo, dijo él
-
Si, dijo tímidamente y muy acalorada Sofía
-
En este caso como la pija de Luciano tiene tan
buen tamaño, deben usar antes mucho los dedos.
-
¿Los dos?
-
Sí, María estaba en llamas
-
¿Como?
-
Tanto Sofi en la intimidad cuando está sola como
cuando está con vos y le metes los dedos.
-
Ah, dijo él
Ninguno de los tres lo decía,
pero se habían puesto muy calientes con la conversación.
-
Y no dejen de usar preservativo, dijo María
-
Si si, claro
-
Ojalá mi mamá fuera tan comprensiva, dijo Sofi
-
Bueno, un día si me junto con ella, lo hablamos
tranquilas
-
Noooo, mi mamá es muy cerrada, terció Sofía
-
Bueno, no te hagas problema
Terminaron de merendar y subieron
por la escalera y en el descanso Sofía lo agarró a Luciano y comenzó a besarlo
apasionadamente. Le agarró las manos y las apoyó en su propio culo
-
¿Te calentó la conversación con mi mamá?
-
Sí, mucho, reconoció ella
-
¿Vamos a prepararnos? Dijo él siempre besándola
-
¿Como?
-
Metiendo muchos dedos, acá.
Luciano, aun con la posibilidad
de ser visto por su madre, le metió la mano dentro de la bombacha a Sofía y
ésta separó las piernas instintivamente para ayudar a su chico en la maniobra.
Los dedos de él trabajaban muy bien, uno de ellos ya estaba completamente
dentro de la concha de ella. Sofía se levantó la remera y sacó sus pechos para
que Luciano los chupe.
Sofía estaba un escalón por
encima de Luciano y eso le daba cierta comodidad para chuparle las tetas. La
mano de ella se coló dentro del pantalón de Luciano y comenzó una lenta paja.
Él se bajó el pantalón. ¡Estaban en la escalera! Podría aparecer la madre de
Luciano en cualquier momento y eso no tardó en suceder
María los vió desde abajo y fue
subiendo sigilosamente. Primero, fue Sofía la que la vio y no se tapó en ningún
momento. María seguía subiendo. Luciano escuchó sus pasos y se giró. Vio a su
madre subiendo y se puso tenso.
-
Sigan, dijo María no paren por mí
-
Gracias dijo Sofía y agarró la cara de Luciano
para que vuelva a sus pezones
Luciano no daba crédito a lo que
veía. Su madre los miraba y no decía nada. María no sabía qué hacer, si seguir
de largo o quedarse mirando. La pija de Luciano se bajó un poco por los
nervios. Los dedos de él volvieron al trabajo. María tuvo una idea muy loca y
caliente. Agarró los costados del pantalón de Sofía y con sus dos manos los
bajó y en el movimiento acarició la cola de la jovencita.
-
Así van a estar más cómodos, dijo
-
Gracias, le dijo ella mirándola a los ojos
-
Por nada hermosa, le dijo María y le acarició la
cara
María subió un par de escalones
quedando detrás de Sofía. Luciano miró hacia arriba y vio a su madre que lo
miró y les dijo:
-
Vayan a mi habitación, van a estar más cómodos
-
Gracias, dijo Sofía mientras se acomodaba un
poco y subía
-
Gracias ma, Luciano subió apresurado y entró con
Sofía al cuarto de sus padres
Ni bien llegaron se sacaron ambos
toda la ropa y empezaron a besarse uno al otro todo el cuerpo
María estaba en el pasillo y
podía ver todo claramente porque los chicos dejaron ex profeso la puerta
abierta. Ella no dudó y fue a la habitación de Luciano a buscar los preservativos.
Entró y ninguno de los tres
pareció sorprenderse.
-
Sigan, les vengo a dejar los preservativos
-
Bueno, dijo él
-
Gracias dijo ella
-
Cualquier cosa me avisan, disfruten y con
tranquilidad, dijo María
-
Gracias, dijeron los dos
Lo que no se esperaban es lo que
hizo María a continuación. Se acercó a los dos jóvenes desnudos y les dijo
-
Momento, vamos a verificar que esté todo listo
-
¿Que? Sofía y Luciano se miraron no entendiendo
María agarró la pija de su hijo y
la pajeó dos veces, estaba durísima, palpitante y se sentía caliente en su
mano. Luego, soltándola dijo:
-
Esto está bien, muy dura
A continuación, su mano se
dirigió a la concha de Sofía que la miraba con incredulidad. Ni bien un dedo se
deslizó por los labios de la jovencita, se encontró con una humedad
desbordante. Evidentemente estaba muy excitada y eso ayudaba mucho en momentos
como estos
-
Vos también estas muy bien, muy lubricada.
-
Chau, dijo
María estaba excitada y le dio un
beso cortito en la boca a su hijo y luego se giró e hizo lo mismo con ella,
saliendo del cuarto como si nada. Voy a estar cerca si necesitan algo…
Sofía no podía creer lo que había
pasado. No llegó a excitarse con la situación porque la sorprendió de tal
manera que no le dio tiempo.
María se fue al cuarto de su hijo
y se desnudó por completo. Se sentía totalmente desinhibida y muy caliente. No
cerró la puerta. Se sentó en la cama de su hijo y dejó caer la espalda para
empezar a masturbarse frenéticamente. Comenzó metiéndose dos dedos, como le
había recomendado a su hijo que hiciera con Sofía e inmediatamente se imaginó siendo
penetrada por los dedos de su hijo y a la vez, penetrando ella con sus dedos la
concha suave y húmeda de Sofía.
-
Aghhhhh ahhhh ahhhhh gritó acabando
Sofía, que estaba en ese momento
abierta de piernas y siendo chupada por Luciano, dio un respingo cuando escuchó
el grito
-
¿Es tu mamá?
-
Si, se debe estar pajeando, dijo
-
Claro, quedó muy caliente ella también, ¿no?
-
Si, Luciano se metió de nuevo en la concha de
Sofía y la encontró más húmeda aún
-
Vení, metémela, dijo ella
-
¿Estás segura?
-
Claro que estoy segura
-
¿Si?
-
Si, segura y muy caliente
Luciano agarró el preservativo y
se lo colocó con dificultad. Tardó mas de lo esperado, pero lo logró. Volvió a
besar a Sofía y el pene, que había perdido algo de firmeza, la recuperó al
instante.
Sofía, completamente abierta de
piernas se exhibía sin pudor ante su novio. Luciano se colocó encima y puso la
cabeza en la entrada de la concha de su novia. Empujó despacio.
-
Despacio, dijo Sofía
-
Si, tranquila
La cabeza entró por completo y
Sofía besó a su novio en la boca con un beso apasionado
-
Quedate así un poco
-
Si, si, dijo él
Luciano se sostenía en sus brazos
y sus rodillas mientras besaba con pasión a Sofí que estaba muy caliente y
deseosa de sentirlo completamente adentro. Fue ella la que hizo el movimiento
adelantándose un poco y sintiendo una punzada de dolor.
-
Aghhhh dijo
-
¿Te duele? Preguntó él
-
Un poco
-
Queres que la saque?
-
¡No! Casi gritó Sofía.
Ya estaba ahí y nada la iba a
detener. Iba a ser penetrada y desvirgada por la hermosa pija de Luciano.
María, que se recomponía del
orgasmo, cuando escuchó a los jóvenes y sus diálogos iniciáticos, se calentó
nuevamente. Se desconocía, había acabado hacía 3 minutos y ya estaba caliente
de vuelta. Se acercó a la puerta, pero esta vez procuró no ser vista. Supo que
ese era un momento solo para ellos dos, sin ningún tipo de distracción. Estaba
muy cerca de ellos a menos de tres metros y podía escuchar claramente lo que
decían
-
¡No la saques! Suplicaba Sofía
-
Bueno
-
Vamos despacio, dale
Una mano de Sofía se apoyó sobre
el glúteo de su novio y empujó suavemente. Él fue hacia adelante con suavidad y
ella susurró
-
Aghh sshhhhhh
-
¿Te duele?
-
Un poquito, pero seguí metiéndola
-
Aghhhh, aaaaaghhhh
Sofía sintió una punzada de dolor
y como que algo se desgarraba en esa zona, pero supo que debía seguir. El dolor
era intenso y se sentía completamente llena con esa pija, pero aún faltaba
entrar más y lo sabía, pero no quería parar.
-
¿Sigo? Preguntaba él
-
Sí, mi amor, hoy voy a ser completamente tuya,
dijo ella
-
Mmmmm,
Él metió la lengua en su boca al
tiempo que hundía su pija 2 o 3 centímetros más dentro de la estrecha vagina de
Sofía que parecía dispuesta a ir por todo. Tanto es así que adelantó su cadera
buscando ella que la penetración fuera más profunda
Cuando sintió que ese enorme
pedazo de carne la invadía casi por completo se retiró un poco para atrás y
volvió a adelantarse. Empezaban a moverse llevados por el deseo y la lujuria.
EL adelantó su cuerpo, ella también. Sintió que su concha era un guante y la
verga de Luciano una mano, tal como era que se adaptaba a su forma y tamaño.
-
Besame, le ordenó ella
-
Mmmmm, Luciano la besó con profundidad
-
Metémela toda, le dijo
-
Siiiii, dijo Luciano y los últimos centímetros
entraron
-
Aghhhhhhhhh gritó Sofía
María estaba sentada en el suelo
acabando en silencio.
-
Siiiiiii, dijo Sofía seguiiiiiiii
-
Mmmmmm, Mmmmm, me encanta cogerte! Gritó él
-
Siiiii, siiii, metémela toda, hasta el fondo!
Suplicaba ella
-
Mmmmm, Luciano la metió completamente
Se quedó quieto cuando la
penetración era total y ella comenzó a moverse de manera que sintiéndose
completamente llena su clítoris rozaba el cuerpo de él.
-
Voy a acabar así, alcanzó a decir ella
-
Mmmmm, yo también dijo él
-
¿Juntos? Preguntó ella
-
Ahora, dijo él
-
Aghhhhh aghhhhh aghhhhh,
Acabó ella cuando sintió el
latigazo que pegó la verga de él en su interior. Acabó él cuando sintió ese
temblor en el cuerpo de su novia.
María acabó también, esta vez en
silencio y se fue a vestirse.
Los jóvenes se besaron más
profundamente que nunca. Una lágrima corría por la mejilla de Sofía.
-
¿Te dolió mucho? Preguntó él secándole la gota
-
No te voy a mentir, bastante, pero era algo que
quería hacer
-
Gracias, dijo él
-
Gracias a vos, por tenerme paciencia
Volvieron a besarse y se
abrazaron cálidamente.
De a poco, se recompusieron y
vieron una mancha roja en la blanca sábana de la cama de María. Se miraron sorprendidos.
No era del rojo intenso de la sangre más pura, pero aun así era muy evidente
-
Manchamos la cama, dijo Sofía
-
No te hagas problema
-
Decile a tu mamá, me da vergüenza
-
¿A esta altura te da vergüenza? Dijo Luciano
-
Todavía, si, un poco
Volvieron a besarse y se
entregaron nuevamente a un beso profundo.
-
Queres que nos bañemos juntos? Dijo él
-
¿Estás loco?
-
No, vamos
Luciano sonreía pensando en las
cosas que había hecho con su madre en ese mismo baño y sabía que ella no se
enojaría si lo hacían
-
Metete en la ducha que le voy a avisar a mi mamá
-
Pero ponete algo, estás desnudo, atinó a decir
Sofía
-
Ya me vio así, dijo Luciano y salió hacia su
madre
Con la verga balanceando y el
preservativo usado en la otra mano Luciano fue a la cocina, donde estaba su
madre, a tirar desechar el profiláctico.
-
¿Que haces? le dijo María cuando lo vio desnudo
-
Vengo a tirar el forro
-
Ah, pero podrías haberte puesto algo, ¿no?
-
Sos de confianza, Meri, le dijo guiñándole un
ojo y plantándole un beso en la boca
-
Sos tremendo, dijo María
-
Ah ma, nos podemos bañar con Sofi en tu baño
-
No, Lucho, ya es demasiado, hay que poner un
límite
-
Bueno, dijo él
(continuará acá)